Hay un capítulo de Star Trek, la serie original, (temporada
1, cap. 21) donde los guionistas –con una intuición psicológica y sociológica
extraordinaria- muestran lo que sería el paso, de golpe, de una sociedad donde
todos son muy tranquilos y muy buenos a otro momento donde las mismas personas
pierden todo el super-yo y despliegan absolutamente su libido, en la pulsión
sexual –que no es lo mismo- y en la pulsión de agresión, definida “casi” como
una tercera pulsión en el genial texto “El malestar en la cultura” de Freud.
Justamente, lo que ese
texto afirma es que la mayoría de las personas aceptan, inconscientemente, los
mandatos del super yo que permiten su socialización, pero arrastran un
malestar, porque por esos mandatos han pagado precios –las neurosis- que no han
podido entender ni sublimar, e, inconscientemente, quieren “su money back”, lo cual los conduce en el
fondo a una pulsión de agresión muy, muy peligrosa para el destino de la
humanidad.
Perdón Sigmund por
resumirte de este modo. Pero no es casualidad que en la misma línea de
pensamiento, Freud haya considerado a los carnavales como escapes relativamente
controlados a la presión permanente del super yo, y a la prostitución –que él
no justificaba moralmente- como una expresión de la imposibilidad de todos de
cumplir con los ideales de la ética sexual.
Es frecuente escuchar
que Freud escribía para una época victoriana, pero que ahora ya no tendría
sentido el modo en el que manejó el tema del super yo y las pulsiones sexuales
y de agresión. Error. El super yo sobre ambas cosas siempre están, lo que va
cambiando es su manifestación cultural. La sexualidad, en especial, sigue
causando los mismos sentimientos de repulsión, rechazo y vergüenza de siempre,
pero de otro modo.
Los problemas actuales del
feminismo radical así lo demuestran.
Curiosamente, no es
Freud el único que tenía razones para entender que la prostitución debía ser
tolerada aunque no éticamente defendida. Se ignora en general que Santo Tomás,
citando a San Agustín, decía que la prostitución debía ser tolerada: “…En el
gobierno humano, quienes gobiernan también “toleran” (tolerant) razonablemente algunos males para no impedir otros
bienes, o incluso para evitar peores males. Así lo afirma san Agustín en De
Ordine (lib. 2, c. 4, n. 12: ML 32, 1000): “Quita
a las meretrices de entre los humanos y habrás perturbado todas las cosas con
sensualidades”” (II-II, q. 10, a. 11, resp).
Sabía además Santo
Tomás que no toda la ley natural puede estar bajo el ámbito de la ley humana:
“…“…La ley humana se
establece para una multitud de hombres, en la cual la mayor parte no son
hombres perfectos en la virtud. Y así la ley humana no prohíbe todos los vicios, de los que se abstiene un hombre virtuoso;
sino sólo se prohíben los más graves, de los cuales es más posible abstenerse a
la mayor parte de los hombres, especialmente aquellas cosas que son para el
perjuicio de los demás, sin cuya prohibición la sociedad no se podría
conservar, como son los homicidios, hurtos, y otros vicios semejantes” I-II, Q. 96,
a. 2. Las itálicas son nuestras.
Saltanto, casi como la
última nave de “Discovery” de Star Trek, del s. XIII al 2018 –pero les
prometo que sé a dónde voy- hace poco me enteré qué eran las “Boquitas”. Las
busqué en internet y me di cuenta de que eran una versión local y porteña de
porristas que destacaban obviamente una parte de su cuerpo indispensable para
sentarse con comodidad. Algo similar a “Hooters”,
que descubrimos una vez con mi esposa, buscando un lugar para tomar algo, luego
de lo cual nos matamos un poco de la risa de nosotros dos, caídos de la
palmera…
Como sabemos, las
Boquitas han sido eliminadas por el club, pero no precisamente por la protesta
de ningún obispo.
De Hooters para abajo, SIN llegar a la trata de blancas, que es un
delito, hay toda una gama de señoritas que voluntariamente muestran su cuerpo
precisamente porque saben que recibirán por ello un salario, pagado por señores
que las usan para…. (¿Tengo que seguir? Aunque de ello habitualmente no se
habla…). Podríamos llamar a todo ello una forma light de prostitución, aunque
obviamente la sociedad toda las llama “artistas”.
Las feministas quieren
prohibir todo ello porque implica una cosificación de la mujer. Y sí, es
verdad. Cualquiera que haya leído a Buber sabe que se trata de una relación
“yo-eso” donde la mujer es tratada como una cosa que se usa y se tira.
Pero el problema es el
intento de prohibición, ya sea de las simpáticas Boquitas como de las señoras
que ejercen en su casa el oficio más viejo del mundo. ¿Por qué?
Por un lado, el tema
del derecho a la intimidad personal que distingue a lo moral de lo legal: no
todo lo inmoral debe ser ilegal –cosa que Santo Tomás, como vimos, también dijo- sino sólo
aquello que atenta directamente contra la vida, propiedad y libertad. Pero,
además, por la sabia perspicacia de Freud: el intento de eliminar totalmente
TODA manifestación de la pulsión sexual y de agresión de una sociedad de
humanos neuróticamente normales –no hablamos de un convento- sólo logra que las
mismas pulsiones se manifiesten peor, en acting
outs particularmente más complejos. No es casualidad que en las sociedades
más puritanas las pulsiones más originarias exploten de golpe de maneras menos
controladas que las toleradas habitualmente por otras sociedades aparentemente
más permisivas, pero sociológicamente más sabias.
En Star Trek, los
vulcanos no eran tomistas: eran estoicos-kantianos. Su planeta, Vulcano, había
sepultado sus casi incontrolables pasiones bajo toneladas de racionalidad. Pero
esas pasiones estaban vivas como el núcleo hirviente de la Tierra y saltaban
como volcanes, justamente cuando Spock perdía su compostura y se volvía
violento. No era la postura de Santo Tomás, donde las pasiones son buenas, y
deben estar, por amor a Dios, dirigidas a su recto fin. Sabía Santo Tomás que el
des-orden no venía de las pasiones en sí mismas sino del pecado original, ante
el cual sabía, como vimos, que le ley humana no era la solución, sino la
redención.
Obviamente, ojalá todos
tuviéramos la calma y la pureza sexual que tuvieron un Santo Tomás o un Fr.
Martín de Porres, donde la gracia de Dios se manifestó como el sol del mediodía
en verano. Pero no estamos hablando de una sociedad imposible formada por TODOS
Martines de Porres. ¿No lo tenemos que aclarar, no? Estamos hablando de todos
nosotros, neuróticos con mejores y peores días.
Una feminista me podría
decir que ninguna prostitución es voluntaria. Esa afirmación universal negativa
es objetable. Primero, otra vez, desde un punto de vista legal, no hay más
remedio que dividir lo legal y lo ilegal en un explícito acto de coacción, aquí
como en todo; de lo contrario yo podría decir que NO estoy trabajando
voluntariamente en este planeta porque no puedo irme a Marte…………… Y el ejemplo
es en serio, sólo capten los símbolos…
Pero, reconozcamos,
tienen un punto: Santo Tomás distingue lo voluntario de lo voluntario “secundum quid”. Su ejemplo es alguien
que tiene que tirar lastre del bote porque de lo contrario se hunde: lo tira
voluntariamente, pero no lo habría tirado si no fuera porque el bote se está hundiendo.
En la vida hay
infinitas circunstancias donde, sin que lo legal pueda entrar, tomamos
decisiones que no hubiéramos tomado si….
Entonces distingamos: algunas (no todas, obviamente) señoritas que trabajan en modelaje, publicidad, cine, etc., muchas veces
ofrecen sus servicios sexuales voluntariamente
(SIN presiones previas) a productores, directores, etc… Por supuesto, esos
señores que lo aceptan son una miércoles. Pero ellas, ¿pueden alegar abuso? Tal
vez moralmente sí. Pero eran adultas. El abuso es coacción. Si no, ¿dónde está
el delito? Porque algunas, reiteramos, tal vez se ofrecen “secundum quid” y en ese caso el señor en cuestión comete abuso
moral, pero no se le puede acusar legalmente.
Una señorita va a un bar, toma uno o dos tragos, busca con su mirada a caballeros
que están buscando lo mismo, se va a la cama con él, ¿y luego lo puede
denunciar por abuso?
Este tema es particularmente delicado, porque podríamos, a su vez, dedicar todo un blog a los varones que abusan moralmente de esas mentalmente NIÑAS de 18 años que casi sin ningún tipo de conciencia, y alentadas por costumbres decadentes y por padres tan inmaduros como ellas, entran en ese mundo infernal ofreciendo primero sus fotos y luego su cuerpo entero por un papel en una película cualquiera. De ningún modo podría decirse que eso NO nos preocupe. Pero lo que en ESTA entrada nos preocupa es que, a pesar de ello, el sexo consentido NO puede ser ahora convertido en delito. El artículo 19 de la Constitución sigue siendo válido (1), y la mayoría de edad jurídica se establece, entre otras cosas, para entrar o no en este artículo. Varones y mujeres tienen la misma responsabilidad jurídica (y además moral, según el caso) en el sexo consentido entre actrices y modelos y productores y directores. No vamos a entrar en el famoso debate planteado por Sor Juana, que quién es peor, si el que peca por la paga o el que paga por pecar, pero desde un punto de vista jurídico tienen ambos sexos la misma responsabilidad jurídica (esto es, son mayores) y las feministas no pueden pretender ahora convertir en delitos lo que es siempre, aunque lamentablemente, una terrible costumbre de la vida privada de esos ambientes.
Este tema es particularmente delicado, porque podríamos, a su vez, dedicar todo un blog a los varones que abusan moralmente de esas mentalmente NIÑAS de 18 años que casi sin ningún tipo de conciencia, y alentadas por costumbres decadentes y por padres tan inmaduros como ellas, entran en ese mundo infernal ofreciendo primero sus fotos y luego su cuerpo entero por un papel en una película cualquiera. De ningún modo podría decirse que eso NO nos preocupe. Pero lo que en ESTA entrada nos preocupa es que, a pesar de ello, el sexo consentido NO puede ser ahora convertido en delito. El artículo 19 de la Constitución sigue siendo válido (1), y la mayoría de edad jurídica se establece, entre otras cosas, para entrar o no en este artículo. Varones y mujeres tienen la misma responsabilidad jurídica (y además moral, según el caso) en el sexo consentido entre actrices y modelos y productores y directores. No vamos a entrar en el famoso debate planteado por Sor Juana, que quién es peor, si el que peca por la paga o el que paga por pecar, pero desde un punto de vista jurídico tienen ambos sexos la misma responsabilidad jurídica (esto es, son mayores) y las feministas no pueden pretender ahora convertir en delitos lo que es siempre, aunque lamentablemente, una terrible costumbre de la vida privada de esos ambientes.
Cubramos por ende con
un manto de comprensión a las jovencitas que “eran jóvenes y necesitaban el
dinero” y marquemos con una denuncia moralmente fuerte a los señores que de
ellas se aprovecharon, pero no hubo delito legal. Pero además, hay señoras MUY mayores que
no necesitan NINGÚN dinero que ahora se quejan de abuso porque tal o cual
director “las obligó” al filmar tal o cual escena de sexo. ¿Que las obligaron?
No lo creo: ellas dijeron “si”. Porque hay que decirles, a las jovencitas y a
las multimillonarias de 40 o 50: esas escenas, moralmente, NO deben filmarse. Si lo hacen, toda la tolerancia de
la cual estamos hablando, pero eso no las habilita a hablar de abuso.
(ver al respecto https://www.facebook.com/theactivistmommy/?hc_ref=ARREPHVf2lm4U59-E5PUGpvpPxwAg79g9cDk6H6O7CUz2-SDuFkKxuZFCxjJmf8lwik&fref=nf)
(ver al respecto https://www.facebook.com/theactivistmommy/?hc_ref=ARREPHVf2lm4U59-E5PUGpvpPxwAg79g9cDk6H6O7CUz2-SDuFkKxuZFCxjJmf8lwik&fref=nf)
Hace poco una señora
denunció a un señor porque estaba “gozando” en una escena de sexo cuya
diferencia con la porno hard fue sólo
de grado. ¿Y qué pretendía? ¿Qué su “compañero de trabajo” fuera un androide?
Si se trata de comprensión de la naturaleza humana, prefiero la época
victoriana….
Lo mismo el tema de las
miradas. Obviamente que un caballero no debe mirar a una dama como una cosa.
Ahora bien, está perfectamente bien, según la ocasión, que las damas se vistan
elegantes o sexys. Pero si alegan que se visten así sólo por ellas, y que toda
mirada de un varón les molesta, de vuelta veo poca comprensión de lo que es la
naturaleza humana. Desde luego que un caballero debe sólo decir, si la ocasión
lo amerita (las menos de las veces) “qué linda que estás” y luego mirar sólo a
los ojos. Pero no todos son caballeros y pretender poner presos a todos los NO
caballeros me parece que…… De vuelta, prefiero la Edad Media…
Las feministas
actuales, por ende, incurren en una reacción –comprensible, sí- que, por un
lado:
a)
Ignora las advertencias del mismo Freud
sobre la naturaleza del ser humano y de las sociedades humanas, que incluso el
mismo Santo Tomás compartía. Hablamos de la naturaleza HUMANA (después del pecado original) , o sea la del
varon Y la de la mujer.
b)
Incurre en una reacción autoritaria que pretende
penar legalmente a todo comportamiento sexual que esté dentro de lo libre y
voluntario desde un punto de vista LEGAL.
Desde un punto de vista
MORAL, las feministas tienen razón en que:
a)
Se debe evitar toda cosificación de la
mujer,
Pero,
sin embargo, olvidan que,
b)
Hay un “margen” de cosificación de la
mujer (y del varón) que, no hay más remedio, debe ser TOLERADO en función de la
naturaleza humana y sus posibilidades reales de seguir todos los mandatos del
super yo. Ese margen entra además en lo “libre y voluntario” desde el punto de
vista LEGAL e incluye los voluntarios “secundum
quid” que no pueden ser juzgados legalmente
aunque merezcan nuestra condena moral.
Desde luego, toda trata
de blancas, toda violación y todo abuso sexual, todo sexo no consentido debe
ser legalmente penado. De allí en más, toleremos y comprendamos a una sociedad
que siempre estará compuesta por neuróticos, a veces más simpáticos, a veces
menos.
Sólo la santidad, que
es fruto de la Gracia de Dios, implica el camino a dirigir las pulsiones hacia su recto fin.
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(1) "Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe".
1 comentario:
Excelente!!!
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