domingo, 28 de octubre de 2012

HOMENAJE A MABEL ZANOTTI

Hace casi un año, el 26 de Octubre de 2011, moría Mabel Zanotti, mi tía por parte de mi padre, con 84 lúcidos y juveniles años. 

Recuerdo que en una de mis visitas durante su larga internación, nos quedamos hablando solos, unas horas. Fue un soleado sábado por la tarde. Hablamos de muchas cosas que hacía tiempo que no hablábamos: papá , mi infancia, mis primos, sus nietos, etc. En un momento se hizo uno de esos naturales silencios en toda conversación espontánea, y me dijo "estoy lista", y se quedó mirando hacia la ventana. Ojalá muchos hubieran podido ver su rostro en ese momento. No era ajado ni arrugado, mantenía la belleza natural de su juventud y a sus ojos, embellecidos aún más por la sabiduría de sus años y la bondad de su vida, se agregaba una paz muy peculiar. "Estoy lista". Nunca me voy a olvidar de esas palabras. Nos quedamos los dos en un silencio compartido, íntimo. No había más nada que decir. Luego se durmió un poquito. Puse mi mano sobre su cabeza y le di un beso, y poco tiempo después comenzaron a llegar como siempre sus hijos y nietos (Irene, César, Soledad, Santiago, Ignacio, Agustina).

Yo guardé siempre en mi corazón ese momento que Dios nos regaló. No sigo escribiendo porque en estos momentos se ha reproducido en mí el silencio de aquella tarde, absolutamente única.

sábado, 27 de octubre de 2012

NO HA MUERTO UN ESTADISTA

Como todos los 27 de Octubre, lo reiteramos, y lo seguiremos reiterando todos los 27 de Octubre, siempre. Este año habría que destacar especialmente: "...Se rodeó de las peores personas, llenas de resentimiento y enloquecidas de odio, verdaderas personalidades psicopáticas en cuyas manos puso prácticamente al país y así seguimos".

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DOMINGO 31 DE OCTUBRE DE 2010
NO HA MUERTO UN ESTADISTA
Los que me conocen saben que no acostumbro contar en público las costumbres religiosas que sean privativas de mi intimidad. Pero dadas las circunstancias diré que, apenas me enteré de la muerte de Néstor Kirchner, dirigí mi mirara hacia la imagen de la Virgen de Lourdes que tengo en mi escritorio y recé una oración por su alma, como lo hago por todos los difuntos.

Por lo demás, vamos a decir algunas obviedades, que en este país nunca parecen serlo.

Acompañamos en el dolor a sus familiares, Señora Presidente incluída, por supuesto.

Entendemos el dolor sincero de todos sus seguidores y de todos los que pensaban como él. 

Pero que dirigentes que, hasta el martes, lo criticaban duramente, incluso en términos personales, lo llenen ahora de elogios y hasta lo presenten como un gran estadista “a pesar de las diferencias” nos suena a la más barata hipocresía.

Tal vez el problema es que muchos han atacado personalmente al ex presidente. Y ese es el problema. Nunca los ataques deben ser personales, sino a las políticas y acciones que realicen las personas en su función pública, Y en ese sentido, en fácil posición estamos los que siempre hemos señalado la peligrosidad de sus ideas y acciones independientemente del juicio sobre su persona que sólo compete a Dios. Esto es, los que siempre hemos señalado el daño espantoso que Néstor Kirchner ha implicado, lo seguiremos haciendo; su muerte no borra en absoluto lo que hizo y ninguna muerte convierta a un cuasi dictador en un estadista. Se es estadista antes de morir, no después.

Nestor Kirchner revivió el odio y la venganza de los terroristas que en los 70 asesinaron en nombre de Marx y la liberación, y puso a varios de ellos en el gobierno. Juzgó para un solo lado, y ese doble standard borra toda autoridad moral a su política de derechos humanos. O todos son juzgados o todos son perdonados.

Nestor Kirchner incentivó el odio, y su estilo de “crispación” era la coherente expresión de aquél que piensa que de un lado están los explotados y del otro los explotadores. De ese modo, violó permanentemente el orden constitucional republicano donde esa dialéctica marxista no tiene cabida. Siempre fue coherente. Manipuló a los jueces y desobedeció a lo corte. Ignoró al poder legislativo. Persiguió a los que pensaban diferente y podían hacerle sombra. Digno discípulo de Juan Domingo Perón.

Provocó con todo ello una enorme anomia institucional.

Confiscó los fondos de las AFJP. No es que cambió el sistema: confiscó los fondos de los depositantes.

Comenzó a perseguir a la prensa libre; creó una ley de medios especialmente pensada para suprimir a todo pensamiento diferente.

Subió la carga impositiva, expandió el gasto, comenzó a emitir, liquidó al banco central independiente, intentó controlar precios, re-estatizó empresas, subsidió a las empresas de servicios públicos con más gasto público, generó clientelismo político, privó de libertad a las provincias con el control de sus fondos, llevando a la economía hacia una nueva crisis que aún no se ha desencadenado del todo.

Concentró, consiguientemente, todo el poder.

Se rodeó de las peores personas, llenas de resentimiento y enloquecidas de odio, verdaderas personalidades psicopáticas en cuyas manos puso prácticamente al país y así seguimos.

A nivel internacional, se alió con Chavez, en una alianza profunda cuya peligrosidad, en tanto a la cubanización de toda América Latina, pocos llegaron a advertir, y muchos siguen sin advertir. Sostuvo a los peores dictadorzuelos latinoamericanos y logró manipular la absurda Unasur para ese servicio, bajo la complicidad o indolencia de los demás dirigentes.

Promovió el aborto, promovió un tema grave como la ley de matrimonio homosexual por motivos políticos y al principio de su gobierno no logró entender ni convencerse de que no era el Papa y que la remoción de los obispos no estaba en sus manos.

Y, por último, siguió gobernando bajo el mandato formal de su esposa, usurpando el poder, siendo por ende presidente de facto, burlándose de todo el orden institucional y dejando a su mujer en una situación humillante.

Nada de eso se borra porque haya muerto. Quienes sepan todo esto, por favor, no sean hipócritas y en todo caso cállense por unos días, como hizo muy dignamente Elisa Carrió.

No ha muerto un estadista ni nada que se le pareciera. Ha muerto un cuasi-dictador que ha inflingido un daño irreparable a la república

domingo, 21 de octubre de 2012

ABORTO: UNA VEZ MÁS

(Art. publicado en el último número de www.institutoacton.com.ar )

Una vez más el debate sobre el aborto muestra que los diversos períodos culturales tienen sensibilidades diferentes y no necesariamente coherentes. En tiempos ecológicos donde la muerte de vacas y de pollos es mal mista, y florecen las corrientes vegetarianas, en tiempos donde cualquier especie animal en riesgo de extinción genera alarmas en la opinión pública, en tiempos donde la pena de muerte, incluso de los criminales más peligrosos, es considerada un crimen; en tiempos donde las guerras de conquista, con todas sus atrocidades, ya no son aprobadas por nadie, en esos tiempos la muerte del niño por nacer, en cambio, es vista como un “derecho”.

Pero en el último caso que ha conmovido al país, el argumento a favor del aborto fue uno de los más importantes, ante los cuales no podemos permanecer insensibles.

Son incontables los casos de mujeres violadas en las condiciones más indignas. Niñas, apenas púberes, violadas por sus parientes y vecinos, que conciben un niño; mujeres secuestradas por los criminales de la trata de blancas, que conciben niños en su cautiverio; adolescentes violentadas y expulsadas de su  núcleo familiar que abortan de cualquier manera y mueren tras una torpe intervención. Los pro-abortistas, en esos casos, no son, como a veces se cree, “cultura de la muerte”: están verdaderamente preocupados por esas mujeres, y esa preocupación debe ser compartida, obviamente, por todos los que nos oponemos al aborto.

Los que nos oponemos al aborto no decimos que todo ello no sea un problema social grave. Urge encontrar soluciones jurídicas y asistencialistas para todos esos casos, y los que estamos en contra del aborto ganaríamos más credibilidad si nos abocáramos a encontrarlas. Lo que no podemos decir, lo que no vamos a consentir, es que la solución pase por matar al niño, un ser humano indefenso, totalmente inculpable, que tiene derecho a la vida, y debería ser ello menos discutible que el derecho a la vida de un asesino serial que ha asesinado a varios y seguirá asesinando.

¿Dónde está la dificultad para advertir que el embrión es un ser humano? No, no pasa por un argumento científico. Es mucho más sencillo. Lo que se está desarrollando como un caballo, ¿qué es, un oso? Y lo que se está desarrollando como oso, ¿qué es, un caballo? ¿Cuál es el problema para ver que lo que se está desarrollando como X es porque ya es X? ¿Cómo va a nacer un bebé humano de algo que NO sea humano?

Y si alguien tiene alguna duda de que un conjunto de celulitas sea un ser humano en desarrollo, ¿por qué las mata? En todos los casos, la duda sobre si algo es humano, o no, es lo que justifica precisamente el abstenerse de matar. Nadie que esté cazando va a disparar si duda sobre lo que se mueve es un alce o un niño perdido. ¿Entonces? (Y además estoy seguro de que muchos pro-abortistas, paradójicamente, ¡están en contra de los períodos de caza!).

Esto se ha dicho una y otra vez, incansablemente, pero nunca he visto a ningún abortista contestar estos argumentos. Los desafío.

Mientras tanto, busquemos todos soluciones y prevenciones para la violencia contra la mujer, una de las violencias más cobardes y abominables. Pero lo es, fundamentalmente, porque la mujer es, las más de las veces, indefensa ante el varón. Que no sea el niño, por lo tanto, el último eslabón de la cadena de la violencia.

domingo, 14 de octubre de 2012

Poema conjetural, por Jorge Luis Borges



El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22 de setiembre de 1829 por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir:


Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.

Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí... Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.

domingo, 7 de octubre de 2012

LÓGICA DE CLASES


Para todo x, si x es S, entonces x es P. Qué bello que era. Recuerdo esos días de juvenil despliegue de la razón donde descubría que Łukasiewicz había pasado a lógica de clases toda la silogística de Aristóteles. Impresionante.

Pero hay otra lógica de clases que nunca me convenció. Lógica que de lógica tiene poco; más bien es la dialéctica  hegeliana pasada por Marx, que más que coherencia, implica conflicto.

Ahora parece que es cuestión de representar, o defender, o ser, una clase media. Que si la manifestación del 13-9 fue de clase media, si está bien que así sea, si la clase media piensa en sus dolarcitos en Miami o es de gente trabajadora que quiere progresar.

No, mal planteado.

No se trata de clases: no las hay si por clase se entiende lo que entendía Marx. Hay, sí, tipos ideales weberianos, o clasificaciones de sectores sociales, muy elásticos, muy intuitivos, muy opinables, tan confusos como las nacionalidades y las razas.

No se trata de clases, se trata de personas. Se trata de personas y sus derechos ante cualquiera que quiera violarlos, esto es, se trata de cada persona humana, in concreto, sea quien fuere: es sujeto de derechos que no deben ser violados, y esa violación permanente es el verdadero conflicto, es la moderna esclavitud amada y defendida por las masas, que es la dependencia del estado.

Pero a veces, no siempre y tal vez las menos de las veces, las personas salen de la Matrix, del sueño, de la cabaña del Tío Tom, de 1984 o de cualquier otra analogía literaria que se quiera hacer. Cuando el gobierno le saca a un tercero para darnos a nosotros, no pasa nada, y es inmoral que no pase nada, pero eso es la masificación. Pero cuando nos saca directamente, ah, allí nos damos cuenta de la esclavitud.

No es cuestión, por ende, de ninguna clase. Es cuestión de quien no puede llegar a fin de mes porque suben los impuestos y la inflación. Es cuestión de quien quiere ahorrar para su familia y no puede. Es el problema de quien tiene que cerrar su empresa, grande, pequeña, marciana o venusina, porque no hay insumos que dependen de la importación. Es cuestión del que no encuentra trabajo porque esa empresa cerró. Es cuestión de quien quiere girar dólares a su familia en el exterior y no puede. Es cuestión de quien tiene dinero para salir del país pero no puede porque el gobierno le impide el cambio de divisas. Es cuestión de quien está esperando un medicamento que no llega. Es cuestión de quien piensa diferente del gobierno y le mandan a la AFIP. Es cuestión del que tiene que cerrar, del que tiene que mal vender, del que tiene que sufrir la humillación de que ladrones llamados funcionarios lo vigilen todo el día. Es cuestión de quienes son encarcelados por jueces adictos a las órdenes del poder ejecutivo. Es cuestión de las amenazas a la libertad de expresión con la excusa de la democratización de los medios. Es cuestión, por ende, de derechos violados. Vuelvo a decir: derechos violados. No importa si la víctima es rica, pobre o marciana. Lo que importa es que violar derechos es inmoral, y más cuando se hace desde el estado.

Y todo por lo de siempre: por creer que el estado puede superar la escasez y proveer de todo para todos. Claro, finalmente llega la inflación y entonces, para evitar la figa de capitales, se cierra el comercio de divisas. No sólo es la banalidad del mal, es la lógica del mal. Y la falta de inversiones lleva a la pobreza, a depender inmoralmente de un plan trabajar, de la dádiva que convierte en esclavo sumiso, de la dádiva que algún día quebrará, pero que mientras tanto genera millones de esclavos sumergidos en el temor y la manipulación, mientras los hipócritas gobernantes llenan sus bolsillos de iniquidad.

Y es cuestión, también, del que tiene millones y tiene ganas de ir a Miami a tirarse panza arriba. Que no es mi situación ni lo sería aunque los tuviera. Pero, ¿saben qué? Tiene derecho. A ver si alguna vez lo entendemos. Tiene derecho. No, no será el premio nobel de la paz, no será la Madre Teresa pero tiene derecho. Cuarta vez: tiene derecho. Y violarlo es inmoral, definitivamente inmoral.