Hoy voy a escribir desde las
conjeturas. Tengo la certeza de que los derechos de la persona (esos sí que son
“esenciales”) NO se pueden violar por ningún motivo -ni para luchar contra el
terrorismo ni para luchar contra un virus-, pero hoy voy a hablar de cuestiones
de las que no hay certeza, pero cabe sin embargo hacer varias preguntas.
Cada vez que enseño Popper y su
posición sobre la probabilidad en el método hipotético-deductivo, no me meto en
cuestiones matemáticas, pero explico lo que él dice y dejo abierta la pregunta
a las matemáticas. Popper decía que cuanto más es lo que una hipótesis científica
explica, menos probable es. Lo llamaba probabilidad de enunciado. Sean las
letras a, b, c, n.., los enunciados. En ese caso, si una hipótesis dice
a.b
su probabilidad de ser refutada
es
-a.-b
A su vez si la hipótesis dijera
a.b.c,
su probabilidad de ser refutada
aumenta a
-a.-b.-c
Y así sucesivamente, de lo cual
Popper deduce que la probabilidad de enunciado de una hipótesis es MENOR cuando
MAS sea lo que dice, lo cual implica, parta poner un ejemplo, que la teoría de Newton
es en sí misma menos probable que la de Ptolomeo.
A su vez, si vamos al
razonamiento experimental, Popper nos recuerda que en los experimentos
controlados controlamos sólo las variables conocidas, pero las DES-conocidas
pueden ser infinitas. Y que un nro. finito de variables conocidas versus un nro.
infinito de variables DES-conocidas tiende a cero.
Cada vez que explicado estas
cuestiones, no me pronuncio, doy la bibliografía secundaria correspondiente y
dejo el debate abierto a los que saben matemáticas (habitualmente, en cursos de
post-grado, hay muchos ingenieros). Pero en mis ya casi 35 años de enseñar
Popper nunca vi que nadie reaccionara mal. A lo sumo, citan el teorema de Bayes
y etc. y ya está. El debate con respecto a la probabilidad sigue abierto. Sin
embargo, siempre agrego una cosa más: Popper está hablando de las altas leyes
de la Física. No se refiere a disciplinas prácticas como la medicina. Sabe
perfectamente que cuando se dice “del total de pacientes observados, un 80% tal
cosa o tal otra…”, es que se ha “restringido el universo del discurso”, esto
es, se sabe cuál es el 100%. Pero cuando decimos “TODO cuerpo se comporta según
el ppio de inercia”, la cuestión es si conocemos el universo del discurso para
ver si ello tiene un 100% de probabilidad. O sea, ante la hipótesis de un universo
infinito en el espacio y el tiempo, ¿cuál es el 100%? No sabemos, o mejor
dicho, es infinito, con lo cual si un inductivista afirma haber visto el 100%
del universo para establecer la probabilidad del comportamiento de un cuerpo
según el ppio. de inercia, entonces habría que elogiar su apertura a una Revelación
Divina.
Por lo tanto, habría que ver si
lo mismo sucede con el número de “casos” del Covid19.
Porque, cuando se habla de un “caso”
se habla de una persona que ha sido “infectada”, si por ello se entiende que el
virus está en su organismo.
Pero según creo -corríjanme- en
nuestro organismo hay un número potencialmente muy alto de virus y bacterias,
algunas benignas, como la mayoría del tracto digestivo, y otros y otras patógenas
pero que no nos afectan precisamente porque el sistema inmunológico lo impide.
Creo que todos sabemos que si no fuera por el sistema inmunológico, muchos
desarrollaríamos enfermedades infecto-contagiosas pero no sólo porque entrarían
fácilmente sus microorganismos, sino porque ya los teníamos dentro y sin
embargo el sistema inmunológico los mantenía a raya de desarrollar la enfermedad.
Con lo cual llegamos a la
conclusión de que infectado es una cosa y enfermo es otra.
Ello NO quiere decir que sea
deseable que tengamos dentro microorganismos patógenos. Significa que los
humanos nos hemos acostumbrado a convivir con un entorno hostil de gérmenes
patógenos, o de lo contrario la vida humana sería imposible.
Por ejemplo, hay casos no
detectados donde el virus de la Tuberculosis permanece como “encapsulado” por
el sistema inmunológico. Ello es lo que nos ha impedido enfermarnos a pesar de
que todos los inviernos circulamos por ambientes cerrados donde el virus
circula como Pedro por su casa. No es deseable que así circule, pero esto
quiere decir que fomentar el pánico no está justificado.
Lo mismo con el virus que produjo
la varicela cuando éramos niños: no desaparece, sino que queda latente y si
bajaran mucho las defensas, desarrollaríamos el Herpes-zoster.
De igual modo, hay virus corona
que producirían resfríos, hay neumococos que producirían catarros, anginas,
bronquitis, pero estoy usando el potencial porque una persona con su sistema
inmune fuerte, habitualmente no es afectado por esos microorganismos aunque
penetren en su tracto respiratorio.
Por eso la medicina preventiva
sabe que lo mejor que podemos hacer es fortalecer el sistema inmune, sobre todo
para virus o bacterias ante las cuales no haya vacunas.
Y por ello todos los años hay que
tener especial cuidado con personas mayores o inmunodeprimidos por patologías
pre-existentes. Pero eso es así todos los años, no es algo que hayamos descubierto
en el 2020.
Por eso me pregunto, con todo
respeto a los matemáticos, médicos, virólogos e inmunólogos, si esta obsesión
cotidiana por contar el nro. de casos de Covid19 está justificada. Porque el
problema no es, como hemos visto, el nro. de casos, sino el nro. de enfermos y,
a su vez, el verdadero problema es el nro. de enfermos que desarrollan
gravemente la enfermedad.
Ello no quiere decir que sea
deseable que aumente el nro. de casos asintomáticos de Covid19. Tampoco fue
deseable, años anteriores, que aumentara el nro. de casos asintomáticos de
personas infectadas con todo tipo de micro-organismos pero protegidas por su
sistema inmune, como tampoco fue deseable que hubiera muchas personas que
atravesaran de pie, trabajando incluso, diversos resfríos o catarros con muy
pocas líneas de fiebre que remitían espontáneamente. Por supuesto, en esos
casos hay que tener cuidado. Si los síntomas no remiten o aumentan, ir a una
guardia, tomar la medicación correspondiente, quedarse en casa con certificado
médico, no viajar, etc. Pero ello, todos los años.
Ahora bien, cuando decimos que “no
quiere decir que sea deseable” también decimos que no es algo por lo cual
alarmarse. Los casos asintomáticos de ese tipo de enfermedades pueden ser
in-contables y convivimos con ellos todos los años sin terrores apocalípticos,
salvando los cuidados higiénicos correspondientes. Yo hace décadas que uso
alcohol en gel, me saco los zapatos, no saludo con 80.000 besos si estoy
resfriado, no sólo en el 2020.
En ese sentido, ante un virus
nuevo, hay que tratar a los enfermos, cuidar a mayores e inmunodeprimidos, y
atender además a las diversas opiniones sobre posibles tratamientos, porque las
opiniones únicas -que es lo que se ha hecho- son contradictorias con la
falibilidad de la ciencia (Popper) y del conocimiento humano en general. Y
seguir con la vida.
Contar el nro. de casos es, por
lo que hemos explicado, inconducente. Porque si cada vez que los casos
a-sintomáticos aumentan, declaramos nuevamente la cuarentena, vamos a seguir
así por los siglos de los siglos amén. Porque los casos asintomáticos pueden
ser miles de millones, incontables, y pueden siempre aumentar -especialmente si
muchos salen luego de meses y meses de encierro- y aunque NO sean deseables, tampoco son un grave
problema, es más, es algo bueno que alguien sea protegido por su sistema inmunológico.
Y sobre el tema de la probabilidad, creo que se cumple lo de Popper. El nro. tiende
a cero, si comparamos el nro. de enfermos graves ante el nro. potencialmente
infinito de casos asintomáticos (si alguien no está de acuerdo con Popper, está
en todo su derecho). El problema no consiste en el nro. de “casos” SIN hacer
las distinciones que hemos explicado. El problema consiste en el nro. de enfermos
graves (lo dice alguien que casi muere de neumonía en el 2013). El problema NO
está en el nro. de casos.
Conclusión: gobernantes de todo
el mundo, medios de comunicación: dejen de contar el nro. de casos, porque cabe
la sospecha de que lo estén haciendo NO por motivos médicos.
2 comentarios:
La reputada columnista del diario La Nación, Nora Bar, tiene la cotidiana costumbre de publicar estos datos. Realmente no se entiende. Como bien dices, esta información no tiene ningún valor para la salud, tal vez lo tenga, y no tengo dudas de que lo tiene, para la política.
Si los gobiernos no cuentan el número de contagios serían acusados (por sus rivales) de ocultar información.
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