domingo, 27 de febrero de 2011

MIS TESOROS EN EL CIELO

El 27 de Enero de este año tuve el honor de participar en un debate sobre Ayn Rand en la Universidad Francisco Marroquín. Fue un debate de gran altura y mucho respeto entre todos los participantes.

Yo traté de plantear una tesis conciliatoria con la praxeología de Mises. Que toda acción humana implica pasar de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria desde un punto de vista formal, no de contenidos. Luego, si el fin de la acción es el bien de mi prójimo, ello es el altruísmo judeocristiano que no se opone a esa noción de “egoísmo formal” que hay en la praxeología de Mises.

Recibí una respuesta muy inteligente de parte de Ricardo Rojas. Ricardo me dijo que mi planteo era coherente dentro de mi fe, pero para el ateo, no tiene sentido pensar en el prójimo en función de que ello lleva a Dios, porque para el ateo no hay Dios.
No le respondí en su momento, me quedé pensando.

Y me di cuenta de que muchas veces, cuando hago algún favor a alguien y me dicen gracias, yo digo “nada de gracias, lo hago por mis tesoros en el cielo. Así que vos no me importás nada, en lo único que pienso es en mi cuenta en el cielo y vos sos un mero medio para ello”. La risa que sigue evidencia que nadie cree que lo estoy diciendo en serio (¡espero! :-) ). O sea, sí, soy cristiano, pero por eso mismo, cuando hago algo por el otro, lo hago por el otro. Que eso sea beneficioso para mí, es obvio, pero no es esa obviedad el objetivo de mi acción. Es el bien del otro. Y los críticos del altruísmo cristiano, ¿no pueden hacer acaso lo mismo? ¿No han tenido nunca misericordia (que NO es lástima) y han actuado en consecuencia? ¿Nunca han experimentado el amor por el otro en tanto otro? Seguro que sí (1). ¿Y entonces? ¿Cuál es la dificultad de entender a qué nos referimos los cristianos con amor al prójimo? Y si un randiano dice “pero eso también es egoísmo”, entonces sí que es una cuestión de términos. Si actuar como el buen samaritano es ser egoísta en sentido randiano, ¡bienvenida la virtud del egoísmo!

Claro, en ese caso tiene que ser verdaderamente una cuestión de términos. El amor al otro en tanto otro no implica que el otro es amigo o familiar: es cualquiera que sea otro. Y todos son “otros”.

Saque cada uno sus propias conclusiones.
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(1) En ese caso YA SON cristianos…

6 comentarios:

ANA dijo...

gabriel.
Cristo muere en cada eucaristia por nosotros, no por El.
nosotros necesitamos la salvacion.
El hacer las cosas por nosotros y no por los demas como Cristo; creo es un primer paso en nuestra vida Cristiana.
Hay por ahi tres pasos de la vida Cristiana... Los proficientes, los virtuosos y los misticos.
Abrazos muy bueno el link..
Ana

MartinL dijo...

Gabriel.

Yo me plantié la cuestion alguna vez, pero desde un punto de vista utilitarista.
Si ayudo al prójimo hoy, me aseguro infinitos periodos en el cielo. Si maximizo eso, tengo una utilidad altísima.
Si hago las cosas mal en la tierra, tengo infinitos periodos en el infierno. Por lo que las ganancias materiales nunca van a compensar el sufrimiento eterno.

Ahora bien, le comenté esto a un amigo que esta en el seminario y me dijo que uno no solo ayuda para irse al cielo, sino porque siente placer por hacer cosas buenas y no las malas.
Es decir aquel que no peca, lo hace no porque tiene miedo del infierno, sino porque disfruta ser buen tipo.
Es en el fondo un tema de gustos. La...funcion de utilidad de cada uno jajaja.


Este punto no contradice lo que vos dijiste pero es interesante analizarlo la verdad

MartinL dijo...

Me quedé pensando en esto.

Uno puede tener una tentación y reprimirla porque conoce las concecuencias negativas de actuar de dicho modo (es costoso pecar). En este caso la acción sería deseada pero costosa de realizar.

Por otro lado, uno puede ni siquiera pensar en dicha accion porque no esta arriba en su escala de valores.

Un ejemplo. Ve una anciana en la calle con una cartera, usted tiene la opción de robar la cartera y ademas esta seguro que nadie lo va a descubrir.
Luego uno puede no robar porque sabe q es pecado o porque ni siquiera se le pasa por la cabeza robar.

Es una cuestión de preferencias subjetivas.

Ocurre muchas veces que uno quiere ponerse en la cabeza del otro y hace juicios de valor segun su escala de valor, que supongo yo, es subjetiva.

Ocurre cuando un empresario se rie de un académico porque no tiene un Mercedez Benz aun cuando trabaja tantas horas como el. (No solo con dinero se alcanza la felicidad...)

Y ocurre cuando un ateo no entiende las preferencias de un Cristiano.

Un saludo!

delivery post-crucifixión dijo...

Cuando el ateo o el agnóstico actúa por el amor hacia el otro ya es cristiano. Estoy de acuerdo (!). Por ello, posiblemente, haya ateos y agnósticos que sean cristianos y no lo sepan, y también haya gente que se considera cristiana pero no lo es porque en sus actos no tiene en cuenta al otro.

Posiblemente todos tengamos nuestro lado cristiano y ateo u agnóstico ya que el amor al otro hay que ganárselo cotidianemente. A veces no sale, otras no.

Abrazo!
R.P.

Anónimo dijo...

Quien actua por amor a otro: ¿Es cristiano o es humano?

¿Sócrates, en cierta forma, no actuaba por amor a otros?

Esto leyendo algo sobre Ética del Cuidado, como paradigma superador al de la Ética de la Justicia. Lo recomiendo. Un abrazo. Mariano

Anónimo dijo...

Quien actua por amor a otro: ¿Es cristiano o es humano?

¿Sócrates, en cierta forma, no actuaba por amor a otros?

Esto leyendo algo sobre Ética del Cuidado, como paradigma superador al de la Ética de la Justicia. Lo recomiendo. Un abrazo. Mariano