Escribí esto la semana pasada, para un grupo en facebook llamado "Locos unidos por un mundo mejor". El enfoque no es político.
--------------------------------------------------------
Como muchos saben, soy profesor de filosofía. En general no tengo problemas de disciplina, porque enseño mucho en post grados. En grado enseño en la Unsta y en la Austral. En la Unsta tengo un curso de filosofía de las ciencias, en la carrera de filosofía, los viernes de 19 a 21,30. En general tienen entre 20 y 21 añitos pero se podría decir que para estar un viernes a esa hora estudiando filosofía hay que tener……….. Ganas por lo menos.
En la Austral, en cambio, tengo un 1er año de 120 alumnos, divididos en dos comisiones de 60. Casi todos tienen 18 añitos. Son enternecedoramente jóvenes hasta en sus travesuras. Y, desde luego, a veces hablan mucho, no de la materia que estoy dando, claro. Pero lo más interesante es que cuando alguien hace alguna pregunta, muchos desconectan. No escuchan la pregunta. Una vez paré la clase y con entusiasmo, sin enojo, les dije:
“Oigan!!!!!!!!!!!!!! ¿No ven que ALGUIEN hace una pregunta? ¿Por qué no lo escuchan? ¿Porque no es el profe? ¿Porque es un compañero que no tiene autoridad sobre ustedes? Pero CUALQUIER persona merece respeto, esa es la cosa!!!! Miren, es un mundo cruel. Muchos los van a hacer oscilar entre el cinismo o el idealismo absurdo. Muchos les van a decir que es un mundo cruel y que la forma de defenderse es ser tan cruel como el mundo. Otros les van a hablar de cambiar al mundo, y les van a proponer cosas que ustedes ya saben que son tan bonitas como imposibles, y van a terminar muy desilusionados. Pero en general no les hablan del prójimo que tienen al lado, ya mismo y ahora. ¿Quiénes hacer algo por el mundo? Comiencen haciendo algo concreto por el que tienen al lado, en este caso, el compañero que preguntó y se vio anulado en un mar de indiferencia. El mundo no es algo que está afuera, es lo que nosotros hacemos de nuestras vidas………………………..”, y seguí, y seguí, muy entusiasmado, sabiendo que todo eso era más importante que cualquiera de los tecnicismos de mi supuesta importante materia.
Profundicemos el tema. Estamos locos, sí, pero no ciegos. Nuestra locura no consiste en utopías, sino en saber que un mundo mejor es posible cuando ponemos nuestra mirada en el que tenemos al lado. En la vida cotidiana tenemos permanentemente gente a nuestro lado. Por la calle, manejando, en el tren, en el trabajo, en nuestra familia. Y en todos esos casos, una mirada, una sonrisa, un gesto, una palabra, es lo que hace la diferencia. Y eso es lo que hace al mundo “que nos toca”. El mundo no es ese mundo entero que está fuera de nuestras manos, y entonces caemos en el desaliento o en la indiferencia. El mundo es el otro, el otro que nos toca en cada momento. El que nos vende el boleto, el que está apretado al lado nuestro en el subte, el colega, el superior, el amigo que no está en su mejor día, el cónyuge malhumorado, el hijo rebelde, el alumno desatento, esa madre que hay una sola, el portero, etc etc etc etc………………………….. Y los gestos cotidianos con todos ellos son nuestro mundo, el mundo que podemos y que nos toca cambiar. Esto sí que es una locura, pero no ciega: demanda precisamente mirar al otro en cuanto otro, mirada para lo cual, precisamente, estamos ciegos todo el día.
Yo no soy quién para dar lecciones a nadie, y los que más me conocen saben que si se me dispara un fusible, mejor llamar a Juan Manuel :-). Pero hace muchos años me enteré que un ayudante de portero de un edificio en el que vivía, Julio, había dicho de mí “Gabriel es doctor PERO es bueno”. Fascinante. Me quedé pensando en lo mucho que me había costado asumir mi título académico y mis propios mambos al respecto. No sé cómo se habrá enterado Julio de mi “CV”, o si habrá pensado que yo era médico o abogado, o qué. Pero no me van a negar que había algo muy curioso en todo ello. Primero, ¿qué había hecho yo por Julio? Nada que recuerde. Nada en especial. Simplemente, lo que siempre hacía, eso sí, era saludarlo, hablar con él…….. A ver…….. ¿Algo más? Mm….. No. Saludarlo, hablarle, hablarle, saludarlo………………………… No recuerdo ningún otro verbo.
¿Eso era todo para “ser bueno”? Pero entonces, los demás copropietarios, ¿qué hacían o qué NO hacían? Y los “doctores”, ¿qué? ¿Qué imagen podría tener Julio de los “doctores” para decir “Gabriel es doctor PERO es bueno”? ¡Qué impresionante, los “doctores”! ¿ESE ES EL MUNDO QUE AYUDARON A CONSTRUIR? Y seguramente muchos de esos doctores daban discursos muy bonitos, al tiempo que pasaban al lado de Julio como un poste pintado, o lo trataban con el desprecio del amo al esclavo……………….
¿Y cuántas veces, en mi “vida académica”, he visto a colegas míos tratar con desprecio a los más humildes (secretarias, personal de maestranza, etc) pero luego, cuando se dirigen a mí, son un mar cordialidad y respeto? ¿Pero de qué M vale es doble standard farisaico?
¿Ven a qué me refiero? ¿Es loco pensar en un mundo mejor? ¡Claro que sí!!!!!!!!!!!!!!! ¡Lunas y estrellas, rueden por Callao!!! Pero NO es ciego. Es VER al que tenemos al lado como humano, y no como mera cosa que se usa y se tira cuando ya no me conviene más.
Todos los miembros de este grupo podrían hacer un ejercicio. Vamos, desde hoy al viernes, a ver cómo sale. Desde el portero, colectivero, suegra, vecina, hasta el ultrapresidente del recontradirectorio que decide tu sueldo: TRATAR A TODOS EXACTAMENTE IGUAL, ESTO ES, CON RESPETO, AFECTO, CONSIDERACIÓN, TOLERANCIA, PACIENCIA. ¡Vamos, se puede, no cuesta un sope, no es ningún imperio utópico que construir!!!
Dice Chesterton (1) que San Francisco trataba A TODOS como reyes.
Y San Francisco, sí que estaba loco…………:-)
----------------------------
(1) Autor inglés de ppios. del s. XX. De apellido Sterton, viajó a la Argentina, como Ortega, y de allí el apodo “Che, Sterton”. Relatado por Gasset en su Historia General del Ping Pong.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Yo recuerdo una frase, dentro de esta línea, que me gustó mucho y que tengo como propia. La dijo el gerente de un hotel muy caro donde la gente se aloja para esquiar en los Alpes Suizos. El tipo dijo que
"acá a cada pasajero lo tratamos como a un rey pero si viene un rey lo tratamos igual que a cualquier otro pasajero"...
Creo que por ese lado va la cosa...
Muy bueno Gabriel; nada mejor como para hacer un balance del año. Y de paso empezar a proyectarnos con entusiasmo para el 2010.
¿Es posible un mundo mejor?
No lo sé, pero podemos llegar a enterarnos si comenzamos a intentar cambiarlo.
Un abrazo!
R.P.
¡Muy bueno! Eso que cuentas de como debemos actuar, no es más que la voluntad de Dios.
Hola Gabriel! estoy muy agradecido de haberte conocido...la frase "Y en todos esos casos, una mirada, una sonrisa, un gesto, una palabra, es lo que hace la diferencia.".. ahí está la clave de todo...ahí empieza todo...no puedo agregar nada más al articulo, simplemente excelente!
Muy bueno el artículo, por cierto. Como sabés, Gabriel, yo hago consultoría en temas de liderazgo con base filosófica en las empresas, y una de las problemáticas más habituales que tienen allí es que son todos doctores, con hiper post grados, ultra Harvard, pero se matan a palazos entre ellos todo el día. Usualmente me dicen, ¿Cómo hacemos para cambiar?
Mi experiencia me dice que diciendo "hay que hacer esto o lo otro" no funciona, y si funciona no es sustentable en el tiempo.
Lo que más resultado me da es trabajar la "idea" de hombre que tienen. Cuando filosóficamente aprenden que el ser humano tiene un alma espiritual, que su dignidad viene de allí y de Dios que la creó, es decir, cuando cambian su concepción del hombre, de Dios y del mundo, sus actitudes comienzan a cambiar sin que nadie les pida que cambien. Y los cambios son más sustentables en el tiempo.
Un abrazo, Hugo
Me inspiré en esta entrada para el mensaje que puse hoy en facebook y otras redes.
Gabriel,
Entiendo el punto, y coincido con vos en todos los aspectos. Una vez me pasó que saludé a un “DR” sin decirle “DR”…algo así como, que gusto saludarlo Sr. Fernandez!! En tono afectuoso porque lo respetaba mucho intelectualmente, dado que había sido profesor mío…con bastante frialdad me remarcó DR …Fernandez y me puso en el freezer…sin darme la mano…
No soy cayarme las cosas y como coseché algún que otro pergamino del estilo…le dije a voz de cuello…tiene razón DR FERNANDEZ!!! Porque lo que van quedando son pocos SEÑORES.
Ahora bien, ¿es problema del “DR”, o de lo que en algunos casos la academia o mejor dicho lo que ese DR enseña?, yo soy docente en la Austral, amigo de un amigo tuyo el Rafa Beltramino…como alumno, me han enseñado a usar herramientas, pero nadie me ha indicado que son para construir un mundo mejor, si no que lo he tenido que aprender extrapolando valores en el sentido de Frondizi Riesieri, que me fueron inculcados en otros círculos, que están muy lejos de la academia pero que evidentemente condicionan todo formando matrices de criterios en la búsqueda de lo bueno y la distinción de lo menos bueno.
Hoy veo, que muchos de esos valores que funcionan como paradigmas o reglas que conducen a la personas han cambiado, por lo tanto, también lo hicieron las percepciones valorativas y por ende lo que se considera como valioso.
Cómo se hace con esto?...cómo hacer que a mis alumnos les importe el otro, cuando lo primero que piensan es en ellos mismos?, cuando no tienen capacidad de sacrificarse buscando el facilismo del apunte y escapando del libro?...como puedo hacer que el otro le importe?...
Estas personas que formo, son y serán dirigentes en empresas teniendo muchas responsabilidades por otros….evidentemente es algo que me preocupa mucho.
Buenísimo Gabriel! Algo tan simple como ver y amar al prójimo, pero olvidado tan a menudo. En un mundo de soledades, sonreír, agradecer, dar el paso, ser amable causa a veces sorpresa y hasta desconcierto, pero ¿no es acaso lo que nos gusta recibir?
En mi profesión también suele escuchar colegas que al presentarse dicen "soy el Dr. Fulano de Tal", increíble. La gente simple suele llamarme, "papá", "flaco", "tío", "negro" o lo que se les ocurra pero si llegan a ver una nota mía en una revista o en TV empiezan a llamarme ceremoniosamente "Doctor", sorprendentemente hasta con cierto placer. Es que es lindo respetar a los demás, aunque ese grado me parezca absurdo. Tratarnos entre todos como reyes, como "doctores" y no esperar ningún trato diferencial de nadie es parte de la propuesta de Gabriel. Mirar, reconocer, ser generosos desde un gesto o una palabra puede hacer una gran diferencia. Y claro, todos podemos hacerlo. No es utópico. JMB
Publicar un comentario