Una caravana de miles de personas
se dirige a los EEUU (¡qué raro!!! ¿Por qué no van a Venezuela??). Sí,
seguramente ha sido manipulada y politizada. Por aquellos que, seguramente, no
tienen necesidad de emigrar hacia ninguna parte.
Todos están criticando a Trump
porque “no los va a dejar entrar” (como si no hubiera leyes que estén por
encima de él). Pero me pregunto quién tiene autoridad moral para criticar a
Trump. Me pregunto quiénes eliminarían
todas las fronteras, todas las aduanas, todos los aranceles, para sus propios
países. ¿Quiénes?
El que no quiera aduanas para su propio país, el que no quiera
pasaportes y etc. para que otros entren a su propio país, que arroje la primera
piedra.
Bien, déjenme entonces encontrar una buena piedra.
Pero entonces, vos y los demás
liberales y libertarios, ¿están locos?
Sí, claro, somos liberales, obvio
que estamos locos, pero en este caso analicemos esta locura específica.
¿Cómo debe haber libre emigración
e inmigración de capitales y de personas? Sí, porque ello se llama libertades
individuales y libre comercio.
¿Y la propiedad? ¿Puede entrar
cualquiera a la propiedad de otro? No, claro. Pero mientras haya estados
nacionales con caminos, puertos y aeropuertos como bienes públicos estatales,
eso no es así.
¿Y si alguien quiere entrar a
cometer delitos? Bueno, eso no se puede saber hasta que se lo cometa, pero si
tiene antecedentes penales en otro país, se le puede pedir una visa.
Y si viene de una nación cuyo
gobierno ha cometido actos terroristas contra el nuestro, se le puede pedir una
visa.
El problema es que gran parte de
los inmigrantes actuales no se sienten individuos que van a entrar a un Estado
de Derecho donde se supone que va a trabajar y a ejercer en paz sus libertades
individuales. Porque ESE es el pacto político que posibilitó la inmigración masiva
a la Argentina y a EEUU en siglos anteriores. Ahora ese pacto político, parece
que se ha perdido. Por algún motivo difícil de discernir, ahora entran masas de
individuos que se sienten parte de un
colectivo, con sus propias normas, que no están dispuestas a respetar el Estado
de Derecho del país al que ingresan. Tal vez sean masas bien manejadas. Tal
vez sean masas de gente que huyen desesperadas sin saber lo que es el Estado de
Derecho del lugar a donde van.
La cuestión es que donde van,
habitualmente, hay una redistribución de ingresos a nivel nacional. Parece que algo hizo creer a nacionales y
extranjeros que puede haber medicina, salud, vivienda y etc. gratis para todos. A donde van, hay
sindicatos que prohíben el ingreso de trabajadores extranjeros, porque algo hizo creer, a nacionales y extranjeros,
que si no es así los cerdos capitalistas explotan a los pobres trabajadores.
A donde van, si no tienes los títulos oficiales educativos de ese país en cuestión,
no puedes trabajar, porque algo convenció
a todo el mundo de que el estado certifica quién es apto para el mercado y
quién no. O sea, los inmigrantes buscan entrar a un paraíso estatista, que
se ha desarrollado “a pesar de” los capitales privados que sostienen a este
estado pseudo-providente.
Me pregunto qué pasaría si miles y miles de inmigrantes entraran a una
nación donde no hubiera seguros sociales estatales y obligatorios. Donde no hubiera sindicatos con poderes
coactivos. Donde a nadie le sería requerido un certificado estatal de sus
habilidades. Donde todos pudieran educar a sus hijos según sus convicciones, y hablar y vivir según sus convicciones, pero que se dieran cuenta que si sus convicciones son violar las
libertades de los otros, que estarán fuera más rápido de lo que entraron.
Donde los ciudadanos pudieran ejercer libremente su derecho a la legítima
defensa. Me pregunto qué pasaría. Me pregunto si en ese caso el pacto político
no se re-instauraría de modo espontáneo. Sólo me lo pregunto.
Mientras tanto, qué hermoso que
un lamentable desierto como la Argentina fuera un lugar así. Para poder decir a
esas miles de personas: vengan para acá. No los espera el estado, sino sólo el
Estado de Derecho, que es otra cosa. Sólo con eso pueblen la Patagonia, el
noreste, el noroeste, y todos los desiertos que constituyen este desperdiciado territorio.
Recursos naturales en abundancia, casi sin terremotos, tifones, tornados o
tsunamis. Sólo gente que quiera trabajar en paz y un Estado de Derecho liberal.
Ya fue posible. Parece que ahora ya no. Parece que ahora ya fue. Ya no hay
gente. Sólo quedan gobernantes. Sólo quedan sus esclavos.
1 comentario:
Hola Gabriel. Disfruto mucho la lectura de tus artículos. No dejes de hacerlo! Abrazo
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