jueves, 30 de junio de 2022

IMPORTANTÍSIMO ANÁLISIS DE RICARDO ROJAS SOBRE LOS LIBERALES, LA POLÍTICA Y LA CONSTITUCIÓN DEL 53

 Los liberales podemos discutir si el Estado tiene o no que involucrarse en la moneda. Muchos podemos concluir en que no, y ofrecer argumentos teóricos interesantes sobre las monedas privadas, la competencia de monedas, la eliminación del curso forzoso, etc.

Pero cuando los liberales se dedican a hacer política, tienen que saber que el art. 75 inc. inc. 11 establece como una de las funciones del Congreso "hacer sellar moneda y fijar su valor".
Podemos discutir teóricamente sobre la inconveniencia de la coparticipación, y mostrar los espantosos resultados que trajo la aplicación de la coparticipación creando en provincias pobres feudos de gobernadores ricos y poderosos con dinero recibido de impuestos pagados en Buenos Aires. Pero cuando los liberales se dedican a la política tienen que saber que el art. 75 inc. 2° dispone la creación de un régimen de coparticipación.
Los liberales que discutimos ideas teóricas no tenemos límites (es el punto de partida de la discusión). Los políticos sí tienen límites (y es muy bueno que los tengan).
Lo que los políticos deben hacer, a mi entender, es encontrar formas de respetar y aplicar la Constitución que sean más proclives al respeto de los derechos individuales (que además es la base de la Constitución), en lugar de proponer soluciones que sólo podrían implementarse violándola.
Es lo que generalmente hacen los políticos liberales serios en los países serios.
Y para quienes entonces propongan que deberíamos reformar la Constitución, les digo que miren a Chile y piensen que la futura constitución argentina seguiría el modelo chavista, y no a Alberdi. De modo que lo mejor que podemos hacer es aferrarnos con uñas y dientes a la que tenemos, que con sus defectos sigue siendo la mejor de la región, y por una vez, que los políticos que se dicen liberales la hagan respetar.
Los liberales ponen cartelitos en las redes todo el tiempo con citas de Alberdi y su interpretación de la Constitución de 1853, que en buena medida todavía nos rige. Pero cuando hacen política, se ponen a discutir el sexo de los ángeles y se olvidan de que los cargos públicos que ocupan se justifican en su juramento de respetar la Constitución.
Ciencia ficción podemos hacer todos. Hacer política liberal es más difícil, requiera respetar reglas con las que no estamos totalmente de acuerdo (pero cuyo respeto es la base de la limitación al poder), y tratar de transformar el país a partir de ellas y sin violarlas.
La Constitución debería ser el texto alrededor del cual se aglutinen todos los que digan que quieren una sociedad más libre, y las discusiones, a mi entender, deberían darse en cómo aplicar esa Constitución del modo más adecuado al respeto de los derechos.
Yo votaría por un candidato que me proponga eso, no me importa a cual de las 20 categorías de liberales pertenece (o incluso si no pertenece a ninguna de ellas).

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