lunes, 28 de julio de 2014

EDUCACIÓN Y NUEVAS TECNOLOGÍAS (Laura Elena Gavaliz Nieto).



Véase el excelente análisis en el trabajo de Laura Elena Galaviz Nieto, alumna del doctorado en comunicación de la Universidad Austral, sobre educación y nuevas tecnologías, como previó Luis J. Zanotti desde 1970 en adelante.


La Hermenéutica Epistemológica y los Medios de Comunicación Tecnológica (TIC): De la Sociedad del Conocimiento a la Sociedad de la Auto-Educación

Por Laura Elena Galaviz Nieto


“La verdad puede ser desconcertante. Entenderla nos puede llevar algún tiempo.
Puede no ser intuitiva. Puede contradecir prejuicios profundamente arraigados.
Puede no ser consonante con aquello que más deseamos que sea verdad.
 Pero nuestros gustos no determinan la realidad”.
Carl Sagan

Hablar de epistemología es hacer un viaje en el tiempo para entender el desarrollo del conocimiento científico, hasta ahora hemos encontrado una serie de justificaciones que nos hacen más sensibles  y propensos a construir una conciencia histórica que explique y sustente la evolución de la ciencia hasta nuestros días. Esta no es una tarea fácil por que históricamente hemos perdido la conciencia, para algunos la historia es algo que simplemente ya pasó y que no es digno de traer al presente, sin embargo; la conciencia histórica toma un papel vital en nuestro haber científico ya que hace salir al “objeto de estudio” (una vez comprendido) de lo absurdo para convertirlo en un objeto interpretable.

El legado cultural positivista en relación a la ciencia marcó un claro rechazo a todo aquello que no fueran datos exactos; Alan Chalmers en su libro ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? señala el rasgo distintivo del conocimiento científico enunciado por el lema “la ciencia se deriva de los hechos”, es decir; rechaza toda disciplina del mundo de las almas, del mundo de lo humano, donde la presencia del hombre se convierte en una amenaza en la búsqueda de la verdad; esta postura positivista muestra a la ciencia como un campo deshumanizado, donde sólo se permite aquello que sea libre de subjetividades dando a entender que tiene una “clase especial de fiabilidad (CHALMERS, 2000),  de esta forma  es que surge la necesidad de llenar ese vacío que deja el positivismo y da la pauta para el inicio de la discusión de la “conciencia de lo humano”, la “conciencia de la interpretación” (Zanotti, 2005).

En este camino de historicidad quiero abordar los planteamientos hechos por los grandes filósofos de la ciencia: Karl Popper, Thomas Kuhn, Imre Lakatos y Paul Feyerabend que dedicaron sus investigaciones a formular y reformular diversos conflictos de carácter científico-filosófico y que dieron origen al giro hermenéutico de la epistemología contemporánea, dando un tinte humanístico a las ciencias. Cabe aclarar que este ejercicio no pretende criticar los trabajos elaborados por dichos autores, pero si, y en la medida de lo posible, hacer una contribución desde mis horizontes y fundamentalmente cruzar las aportaciones de estos filósofos con mis intenciones e intereses de investigación científica: los medios de comunicación tecnológica (internet), su impacto en  la construcción del conocimiento y el posible salto a la era de la educación auto dirigida.

KARL POPPER: EL FALSACIONISTA
Iniciaremos por uno de los científicos más destacados del siglo XX, Karl Popper; quien critica el “empirismo” como teoría del conocimiento pues asegura que es imposible que el intelecto humano sea pasivo frente a lo desconocido, el intelecto humano interroga la realidad que lo rodea y nos acercamos a la realidad mediante conjeturas, que son proyecciones de sentido, desde nuestros horizontes. Popper considera que la ciencia es un conjunto de hipótesis o conjeturas cuyo propósito es describir o explicar el comportamiento específico de la naturaleza, estas conjeturas son provisorias de sentido ante una realidad infinita; esas conjeturas, no pueden llegar a la certeza pero sí a la aproximación a la verdad (J.Zanotti, 2011, pág. 103).
Dado que las comunidades científicas plantean sus hipótesis como certezas irrefutables, Popper propone como criterio de demarcación la falsabilidad[1] con base en la observación y la experiencia; estas permiten refutar o corroborar las hipótesis o las teorías (Burgos, 2011, pág. 6). También manifiesta una radical negación a la probabilidad, si las “hipótesis” son intentos de atrapar el mundo con nuestras conjeturas y el universo (el radio de esa realidad) es infinito, la probabilidad de nuestras conjeturas será igual a cero.

THOMAS KUHN Y LOS PARADIGMAS
En Kuhn la historia de la ciencia ayuda a explicar el cambio o la evolución de los paradigmas; para él, todo científico interpreta el mundo a través de un campo de pre comprensión llamado paradigma, el cual se caracteriza por dos elementos: 1) carencia de conciencia histórica y 2) carencia de conciencia crítica. Ya que el paradigma no tiene conciencia histórica, este se ve así mismo como un conjunto de hechos irrefutables, y al no tener conciencia crítica el paradigma es incapaz de criticarse a sí mismo, lo cual da pie a otra característica peculiar: la inconmensurabilidad, es decir; el paradigma se vuelve incomprensible ante otros paradigmas; al no tener un “lenguaje neutro (J.Zanotti, 2011, pág. 104) entre paradigmas se vuelven incomunicables.
¿Cómo se dan los cambios de paradigmas? Cuando el paradigma dominante entra en crisis se da un agotamiento del puzzle solving, esto es, que las anomalías son cada vez más observables hasta llegar al punto en que se aprecia el paradigma alternativo. Originalmente un científico nunca renuncia a su paradigma, cuando psicológicamente entra en una especia de “tensión esencial” es en ese momento en el que el científico tiene la capacidad de apreciar el fondo y la forma del paradigma dominante, por lo tanto es capaz de apreciar lo diferente, el paradigma alternativo.
Por otra parte, Kuhn también hace una crítica a la racionalidad algorítmica, estudia y manifiesta cierto acuerdo con los valores de la ciencia: precisión, coherencia, amplitud, simplicidad y fecundidad; sin embargo deja claro que estos criterios no son todo lo que un científico necesita para elegir entre una teoría y otra, hay que tener un juicio alterno, por lo tanto las leyes lógicas (algorítmicas) indican que la falsación y la corroboración no son exactas.

IMRE LAKATOS: EL NUCLEO CENTRAL
Defiende una noción de la realidad parecida a la de Popper pero él incorpora en sus aportaciones el “comportamiento de las comunidades científicas”. Lo que en Kuhn es un paradigma para Lakatos es “el núcleo central” que representa nuestro horizonte de comprensión, de interpretación. 
En él también se generan las hipótesis AD OC que figuran con un cinturón protector ante las anomalías, dichas hipótesis también tienen un núcleo central que puede ser: 1) teoréticamente regresivo (no tiene modo de defenderse y no sobrevive a las anomalías); o 2) teoréticamente progresivo (el núcleo es rico para subsistir ante las anomalías). En el paradigma (razonamiento) el núcleo central es algo de lo que no se tiene conciencia teorética y por eso se confunde con los hechos; mientras que la actitud teorética el núcleo central pasa a ser algo de lo cual tenemos conciencia, conciencia de nuestros presupuestos y es cuando estamos abiertos a la crítica.

PAUL FEYERABEND Y EL PRINCIPIO DE PROLIFERACIÓN
En un principio expone la regla lógica que rige la esencia del empirismo: La experiencia, los hechos o resultados experimentales es lo que mide el éxito de nuestras teoría; entonces: teoría + datos = éxito. Sin embargo se atreve a pronunciar una contra regla a la que se conoce como “proceder contrainductivamente”: Introducir y elaborar hipótesis que sean inconsistentes con teorías bien establecidas y/o hechos bien establecidos. Este proceder contrainductivo es un llamado hacia una renovación de nuestras interpretaciones, cuando nuestros paradigmas se estancan, estancan también nuestro conocimiento.
Genera el principio de proliferación de teorías que llama a la creatividad intelectual para inventar toda teoría necesaria. Frente a una realidad siempre más abundante que nuestras teorías, estas deben multiplicarse, proliferar como un intento para conocer el mundo.

EN MIS HORIZONTES DE PRECOMPRENSIÓN
1.      Observación del fenómeno
Quisiera hacer un abordaje sobre las aportaciones Kuhnianas en relación a los paradigmas. Existen muchas corrientes de pensamiento a las que podemos recurrir para definir el término; desde la escuela Platónica y Aristotélica ya se hacía referencia a los paradigmas como  una especie de “modelo”, pero es con Kuhn que la palabra paradigma prolifera en el haber científico y al menos Margaret Masterman dicta 20 significados (Zanotti, 2010) distintos del término acuñado por Kuhn.

Fuera de la gama tan amplia de conceptos y nuevas acepciones del término, coincido con las características que Kuhn identificó sobre los paradigmas y también empatizo con la descripción que hizo sobre los comportamientos que las comunidades científicas manifiestan al interior de un paradigma. Kuhn identifica dos tipos de paradigmas: los dominantes y los alternativos, sin embargo me parece que la tipología de los paradigmas podría ser más amplia.

El paradigma alternativo entra en acción cuando el paradigma dominante se debilita, es decir, espera a que se abra esa “cuña” que deja expuesto al paradigma dominante.
Las anomalías del paradigma dominante invitan a los “paradigmas alternativos” a integrarse, la expresión “esto no me cierra” es  una puerta abierta que permite la fragmentación de la dominación actual, de esta forma se inicia el cambio de paradigma. Pero ¿qué pasaría si agregáramos a esta tipología la existencia de “paradigmas paralelos”?

Identifico a estos paradigmas como coexistentes junto al paradigma dominante. Estos paradigmas van caminando en el mismo mundo (no digo que en el mismo sentido) en el que rige el paradigma dominante; para cuando estos paradigmas se ha desarrollado lo suficiente es posible reconocer la presencia de dichos paradigmas paralelos compartiendo el mismo espacio vital con los dominantes, pero bajo distintas realidades.
Los paradigmas paralelos crecen y se desarrollan independientemente de las muchas, pocas o nulas anomalías que tengan el paradigma dominante, no esperan a que llegue el debilitamiento de estos para hacerse presentes; están presentes mucho antes y operan como una opción fecundada.
Hoy por hoy las condiciones del entorno, la capacidad inventiva y exploratoria del hombre permiten esta posibilidad; sin duda podría mencionar el Bitcoin o la Wikimedia como mis mejores casos de estudio, pero más adelante abordaré estos ejemplos. Cabe aclarar que la distinción tipológica que propongo no suple ni contradice a los paradigmas alternativos que Kuhn demostró, simplemente complementa el abanico de opciones para abordar las realidades del mundo.
Actualmente los cambios parecen constantes, no hay sensación de estabilidad (paradigma paralelo) ya que la costumbre humana (paradigma dominante) indicaba que todo es gradual, paso a paso (paradigma alternativo). Mi trabajo de tesis doctoral aborda un tema de estudio que yo clasifico como un paradigma paralelo, y me refiero a la gestación del conocimiento, cada vez más abundante que se da en la comunidad virtual (paradigma paralelo) y que cada vez da la sensación de abarcar mayores terrenos como la educación auto sustentable, aunque bajo una mirada tradicional (la educación académica tradicional), este concepto ni siquiera existe.

2.      Supuesto
Aprobar la presencia de los paradigmas paralelos aumentará significativamente la inclusión de eventos que permitan expandir los horizontes de pre comprensión.


3.      Deducción
Si sólo nos limitamos ante la existencia de  paradigmas dominantes y alternativos, cada evento (que carezca de explicación y que no coincida con los conceptos) tendría que esperar su turno, su momento (anomalías, crisis, debilitamiento) para encontrar un espacio y proliferar o desaparecer, tal como paso con el caso de Aristarco (Zanotti, 2010). Siguiendo esta forma de evolución, los cambios serían sosegados en toda sociedad.

La presencia de los paradigmas paralelos (cuando son identificados), alteran la realidad de los paradigmas dominantes, los mantienen alerta y en caso de poder resolver las anomalías, dar el brinco, acto seguido viene la transformación, y/o la evolución del paradigma. Dado que estos paradigmas están activos y comparten el mismo espacio, podrían hacer perder terreno al paradigma dominante hasta perder su estabilidad.

4.      Verificación
Ya que hemos llegado a este punto, quiero retomar los dos ejemplos anteriores (Bitcoin y Wikimedia) para ilustrar los enunciados deducidos en el apartado anterior; para esto voy a traer mi problema de investigación doctoral al que también clasifico como un paradigma paralelo.

 4.1 Exposición del problema de investigación doctoral
En los últimos años hemos sido testigos de un nuevo orden social que mantiene a las nuevas tecnologías en un papel protagónico (particularmente Internet). Estas son ahora un enlace entre lo finito (los hombres) y lo infinito (el espacio virtual que brinda la sensación de ser interminable), pasando por una insospechable cantidad de información que puede ser procesada y traducida para cambiar su entorno, y que a su vez está alterando los procesos de enseñanza-aprendizaje; como señalara Zygmunt Bauman en su obra “Sobre la Educación en un Mundo Líquido”, la educación también se diluyó[2] y es momento de replantear la clásica pregunta de la influencia mediática ¿qué hacen los medios de comunicación tecnológica con la educación de los individuos? para preguntarnos ¿qué hacen los individuos con los medios de comunicación tecnológica para educarse?

Hoy son los aldeanos quien provocan la renovación y replanteamiento del “tradicional sistema educativo”, pues cada vez es más claro el poder y alcance que la comunicación tecnológica ejerce sobre los contenidos que se manejan en las aldeas virtuales, (aldeas que no están institucionalizadas y muchas de ellas pertenecen al dominio público) y es la gente quien está concediendo el valor a las mismas. Un claro ejemplo de esa descentralización es Wikipedia (la enciclopedia libre), que siendo un sitio “extraoficial” o “alterno” de información millones recurren a él como fuente de consulta, en la actualidad tiene más de 1 096 471 artículos publicados en español y  hasta este abril 2014 tuvo 474.14 millones de visitas a nivel mundial. Sin embargo no es el único sitio dedicado a la producción de contenidos académicos libres y a disposición de todos los aldeanos, existe también Wiktionary (el diccionario libre), Wikiquote (la colección de citas), Wikibooks (libros de contenido libre), Wikisource (la biblioteca libre), Wikiuniversity (plataforma educativa libre), Wikispecies (diccionario libre de especies), Wikimedia Commons (archivos multimedia de uso libre), Wikyvoyage (guía turística libre), y Wikimedia Incubator (incubadora de proyectos wikimedia); como se puede notar, la wikimedia[3] está en expansión, y poco a poco se apodera de una lugar en el mundo de lo “académico” pero, ¿Se puede generar educación a partir de la noción de la “libertad” de la información? ¿Cómo aprovechar estos recursos?

Esta sociedad virtual encuentra en estos sitios la manera de adquirir conocimientos de forma inmediata a un mínimo costo, lo cual hace a este medio rentable, por lo que la tendencia apunta al desarrollo de plataformas que no solo otorguen cursos de capacitación sino que ofrezcan los estudios completos de un área de conocimiento; es decir, que se creen universidades totalmente virtuales que ofrezcan los estudios en licenciatura de forma gratuita, o se diseñen servicios Wiki para compartir los contenidos de toda una profesión. Algo similar sucedió en el mundo de los negocios con el Bitcoin[4], esta moneda virtual vino a alterar el orden del valor asignado al dinero, y fue la misma sociedad quien encontró en las tecnologías la forma de crear una economía alterna (paradigma paralelo) que va en desarrollo. ¿Será posible que se desarrolle un sistema educativo alterno al que conocemos y la sociedad civil empiece a reconocer (asignar valor) los estudios independientes?

Con estos ejemplos pretendo exponer la vulnerabilidad en la que se encuentra el proceso educativo como ordinariamente lo conocemos (anomalías del paradigma dominante); la tecnología entabla una conexión peculiar con la sociedad y está permitiendo la construcción colectiva de la educación (si es que se le puede llamar así), educación auto dirigida y no institucionalizada. Esto representa un desafío para el sistema educativo escolarizado (sistematizado) que conocemos y del que muchos somos actores.

Hasta ahora he venido exponiendo una serie condiciones sociales que me hacen pensar en la siguiente etapa de transformaciones que las nuevas tecnologías trajeron y es justo aquí dónde identifico la existencia de estos paradigmas paralelos que se gestaron, crecieron y se desarrollaron exponencialmente mientras sigue operando el paradigma dominantes;  hace 15 años muy pocos hubieran creído que Internet vendría a transformar el mundo como lo conocíamos e instituciones tan sólidas como la financiera (paradigma dominante) o la educativa (paradigma dominante) vendrían hoy ha se alterados por dos paradigmas paralelos (Bitcoin y Wikimedia).

Esta construcción colectiva de la educación virtual (abierta) es  “relativamente inclusiva” y abre camino a posibilidades que antes no tenían cabida: por ejemplo la utopía del acceso a la educación como un derecho de la humanidad. Cualquier persona, en cualquier lugar puede tener acceso al conocimiento universal con tan solo una computadora, pareciera que este paradigma paralelo fuera un monstruo desestabilizando el sistema educativo actual ¿cuantos jóvenes no consultaron Wikipedia para hacer sus labores hoy? Este ejemplo pone de manifiesto que ambos paradigmas conviven y se filtran uno en el otro y viceversa.

La pregunta con la que quiero finalizar esta exposición sobre mi problema de investigación es, ¿cuál es el futuro de la educación y el papel que en este ámbito desempeñan los estudiantes, las instituciones y las nuevas formas de comunicación tecnológicas?

Con estos ejemplos espero haber clarificado un poco esta idea de inclusión que he propuesto sobre los paradigmas paralelos, sin embargo mi mayor aprendizaje al elaborar este ejercicio radica en comprender que la distancia critica no necesariamente nos debe obligar a abandonar nuestros paradigmas más bien a entender que existen muchas miradas del mundo, y debemos estar abiertos a diferentes formas de entendimiento; cada paradigma es digno de defensa, pero no por el camino de la necedad, sino por el de la razón. Madurar también significa entender que hay cosas que ya no son defendibles.


















Bibliografía

Bauman, Z. (1999). Modernidad líquida. Buenos Aires: FCE.
Bauman, Z. (2013). Sobre la Educación en un Mundo Líquido. España: Grupo Planeta.
Burgos, C. (2011). HACIA UNA TEORÍA EDUCATIVA DESDE EL PENSAMIENTO DE KARL POPPER. XII Congreeso Internacional de Teoría de la Educación (pág. 22). Barcelona: Universidad Sergio Arboleda.
CHALMERS, A. F. (2000). ¿Qué es esa cosa llamada ciencia? España: Siglo Veiniuno, Editores. SA.
Gibson, W. (1989). Neuromante. Barcelona: Minotauro.
J.Zanotti, G. (2011). Filosofía de la ciencia y realismo: los límites del método. Universidad Austral.
Lévinas, E. (2000). Ética e Infinito . Madrid: La Balsa de la Medusa.
Popper, K. (1980). La Lógica de la Investiación Científica. Madrid: Editorial Tecnos, SA.
Rosenblum, P. (27 de enero de 2014). Forbes. Recuperado el 25 de abril de 2014, de Bitcoin: The Currency Of The Future?: http://www.forbes.com/sites/paularosenblum/2014/01/27/bitcoin-the-currency-of-the-future/
Wikimedia. (s.f.). Recuperado el  01 de junio de 2014, de http://www.wikimedia.org/
Wikimedia Reporta Card Abril 2014. (28 de abril de 2014). Recuperado el 28 de abril de 2014, de http://reportcard.wmflabs.org/
Wikipedia, la enciclopedia libre. (s.f.). Recuperado el 29 de abril de 2014, de http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada
Zanotti, G. J. (2005). HACIA UNA HERMENÉUTICA REALISTA. Ensayo sobre una convergencia entre Santo Tomás, Husserl, los horizontes, la ciencia y el lenguaje. Buenos Aires, Argentina: Universidad Austral.
Zanotti, G. J. (2010). THOMAS KUHN: EL PASO DE LA RACIONALIDAD ALGORÍTMICA A LA RACIONALIDAD HERMENÉUTICA. Buenos Aires, Argentina: UNIVERSIDAD DEL CEMA.




[1] En su libro “La lógica de la investigación científica”, explica a detalle la falsabilidad como criterio de demarcación.
[2] En su libro “Sobre la Educación en un Mundo Líquido”, Bauman aborda la sobresaturación de información de este mundo como una problemática que obliga a nuestros actuales sistemas educativos a reformarse para ayudar a otros a aprender a vivir en semejante mundo.
[3] Para mayor información se puede visitar la página web http://www.wikimedia.org/
[4] La revista Forbes, en su artículo llamado Bitcoin: The Currency Of The Future? aborda la forma en que esta moneda se ha incorporado a las operaciones comerciales habituales de la sociedad. Tambien se puede consultar la cotización de la moneda en la página web http://bitcoincharts.com/

domingo, 27 de julio de 2014

CRISIS DE LA RAZÓN Y CRISIS DE LA DEMOCRACIA

El presente libro tiene su origen en unos humildes apuntes redactados con el fin de  introducir a alumnos de post-grado a ciertos temas de la filosofía política contemporánea.

Fue redactado en el primer semestre de 2004. Sin embargo, a medida que iba profundizando ciertos temas, me di cuenta que, aunque el carácter del texto era introductorio, contenía una tesis que podía ser ofrecida perfectamente a los colegas filósofos preocupados por los grandes temas de la modernidad, la post-modernidad y la crisis de la democracia. La tesis central del libro radica en una presentación liberal clásica de la tesis central de la escuela de Frankfurt (Adorno, Horkheirmer). El diagnóstico de ellos en la década del 40 era que el proyecto emancipatorio de la Revolución Francesa había fracasado totalmente en Occidente, pues se había convertido en una mera racionalidad instrumental, alienante, que ellos identificaban con el desarrollo del capitalismo, a lo cual unían también la crisis de la democracia. Por ello su discípulo Habermas llama al rescate de la Modernidad por medio de una racionalidad dialógica, no alienante (“alienante”, esto es, las estructuras de “dominio” que son fruto de la racionalidad instrumental). A esa crisis de la razón occidental que, queriendo liberar, oprime, la llamaron ellos “Dialéctica de la Ilustración”. Pues bien: la tesis sostenida en este libro es que si, que tienen razón, que hubo y hay en Occidente una forma de concebir la razón que condujo hacia el fracaso, y ese fracaso está totalmente relacionado con la crisis actual del sistema democrático. Pero esa crisis de la razón emancipatoria fue mejor denunciada por Hayek y su crítica al “Constructivismo”, y el paso de una razón alienante a una razón dialógica fue mucho mejor hecho por P. Feyerabend y su proyecto de una “Nueva Ilustración”. A su vez, esta crisis de la razón tiene que ver con una forma de concebir la democracia que ha abandonado paulatinamente los humildes ideales liberales clásicos anglosajones, y ha convertido a los poderes ejecutivo y legislativos en monstruos burocráticos de redistribución masiva de bienes públicos, siendo ello la principal causa, no sólo de la crisis del sistema político, sino de la “racionalización del mundo de vida” denunciado por Habermas. De este modo, se ofrece también en este libro una síntesis de las propuestas de reforma institucional realizadas por Hayek y por Buchanan hace ya más de 30 años, propuestas que fueron pensadas para EEUU y Europa Occidental. Es mi humilde esperanza que los pensadores latinoamericanos, tan carentes de nuevos paradigmas orientadores en medio de sus recurrentes crisis institucionales, encuentren en esos autores y en esas propuestas una fuente de inspiración para adaptarlas a su propia situación. Ello se verá hacia el final del libro, donde creo que digo algunas cosas que puedan dar cierta esperanza también a la crisis política latinoamericana que a veces parece no tener ningún tipo de solución.


http://www.amazon.com/Crisis-crisis-democracia-Spanish-Edition/dp/992967702X/ref=tmm_pap_title_0?ie=UTF8&qid=1408056307&sr=8-2 

domingo, 20 de julio de 2014

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA COMUNICACIÒN DE LA LEY NATURAL

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA COMUNICACIÒN DE LA LEY NATURAL

(Ponencia presentada en la UCA en Julio de 2006)


Motivan las siguientes reflexiones una serie de preocupaciones sobre la nociòn de racionalidad que presupone la teoría de la ley natural, y la posible incomunicación con otros paradigmas.

El tema de la ley natural es tanto un tema filosòfico como polìtico. Hay una serie de “issues”, como dirìan los anglosajones, sobre los cuales el Magisterio tiene una preocupación especìfica, y ha exhortado a los polìticos catòlicos a no apartarse de una fundamentaciòn iusnaturalista a la hora de hablar de ellos en la esfera pùblica[1]. De todos modos, el resultado es, como dirìa Thomas Kuhn, una total incomunicablidad de paradigmas. Obispos, sacerdotes, y algunos entusiastas grupos laicales, habitualmente formados en un tomismo bàsico, hablan de la ley natural como si los que la negaran fueran moralmente malos, pertenecientes a cierta cultura de la muerte. El panorama, sin embargo, no es tan simple. Después de Kant el mundo no catòlico no concibe hablar de una ley moral “heterònoma” sino desde la sola fe, y una ley natural racionalmente fundada es hoy un paradigma alternativo incomunicado con la herencia kantiana de la nociòn de racionalidad. La aguda nociòn de teonomìa de Juan Pablo II[2] tiene todo nuestro acuerdo pero igual diagnòstico de incomunicación. El tomismo de màs alta calidad denunciò, refutò a esa nociòn kantiana de racionalidad, pero son denuncias y refutaciones endo-grupales[3]. No puede haber después de ello quejas o sorpresas de que el mundo extra-exclesial no entienda de què hablan los lìderes de la Iglesia, cuando ademàs dentro de la misma Iglesia el tomismo es un problema tambièn.

Ante este panorama, algunos creyentes adoptan a veces la estrategia de presentarse como solamente aristotèlicos. Pero ello tiene dos dificultades. Primera, en Santo Tomàs de Aquino la ètica no es sòlo el comentario de la ètica de Aristóteles. Yo me atreverìa a decir que es, fundamentalmente, el enfoque de la Suma Teològica y la Suma Contra Gentiles, donde la ètica es fundamentalmente el camino de retorno hacia Dios. La nociòn de ley natural supone en Santo Tomàs la participación en la Ley Eterna, y por ende el eje central de su ètica supone toda su teologìa natural, la cual està, ademàs, en el contexto de su Teologìa Revelada[4]. Mayor problema, por ende, con un mundo post-kantiano. La segunda dificultad es que aùn un neo-aristotèlico tiene que trabajar con la nociòn de naturaleza humana, de cuyo conocimiento se puede hacer la misma y permanente pregunta: ¿es cognoscible en sì misma?

En mi opinión creo que hay que investigar aùn màs algo que ha quedado desatendido: la nociòn de la “cosa en si”, después de Kant, està inserta en la distinción sujeto/objeto cartesiana, y por ende cuando alguien dice que la ley natural es “objetiva” se introduce en un debate sujeto a una distinción ajena al contexto del pensamiento de Santo Tomàs. Lo que quiero decir es que toda la distinción entre objetivo y subjetivo posterior al s. XVII presupone una conciencia pensante frente a un mundo externo, y ese mundo externo, como “cosa en sì” lo que llega al pensamiento kantiano. Para salir de esa aporìa, hay que recurrir a una avanzada interpretación de la nociòn de mundo de vida intersubjetivo de Husserl[5], donde la persona es en el mundo, y el mundo no es un mundo externo, sino que es precisamente el mundo de sus relaciones intersubjetivas, y por ende internas, y no externas, a èl. De ese modo, el agua, por ejemplo, “es lo que sirve para beber”. Ello no es en sì, en un sentido post-cartesiano, ni en mi, como en un idealismo psicològico. Es una nociòn intersubjetiva de agua, donde el agua es vista “al modo del recipiente”; desde la vida humana, desde el modo humano de conocer, pero sin que deje de ser “verdaderamente” algo del agua.

Si ello es asì con el agua, màs aùn con una naturaleza humana conocida en relaciòn con el otro. Pero esa naturaleza humana es conocida entonces desde un mundo de vida donde lo central es lo cotidiano: la amistad, las alegrìas, los dramas y lo “inmediatamente conocido” desde ese mundo de vida. Pero allì està precisamente la clave de la incomunicación con un mundo filosòsico que ha separado lo “racional” de lo “vital”. Otra vez Husserl puede venir en nuestra ayuda, donde lo racional es la actitud racional en la actitud natural de la vida intersubjetiva, y no fuera de ella.

De ningún modo queremos presentar el camino anterior como fácil o corto; yo mismo he dedicado al mismo mucho tiempo[6]. Lo que queremos decir es que no es sólo cuestión de tener mayor conciencia de la noción kantiana de racionalidad, como creencia cultural asentada, sino también es necesario advertir que la negación kantiana de la “cosa en sí” dependía de una noción de “objeto” no del todo compatible con la noción de realidad en Santo Tomás de Aquino, y por ende es posible y necesario un diálogo con la fenomenología, la hermenéutica y la filosofía del lenguaje contemporáneas para un re-planteo de la ley natural. El trabajo que un tomismo actual debe hacer con la ley natural no es apologético de una ley natural sin diálogo con gran parte de la filosofía contemporánea, sino que debe ser un trabajo inclusivo de los mejores logros de esta última.

Por lo tanto, la re-insersiòn de estas nociones (mundo de vida, teoría “en” la vida, etc)  va a tardar mucho tiempo. Hay que tomar conciencia de ello, lo cual puede implicar:
a)       una mayor comprensión de que al hablar de ley natural, hablamos de algo culturalmente ininteligible “per accidens”, y que por ende el que la niega no es malo ni tonto, sino que ha heredado una nociòn post-kantiana de racionalidad que luego se enredò con las aguas del neopositivismo.
b)      Una toma de conciencia de que dicha comprensión es totalmente coherente con una mayor conciencia del pensamiento de Santo Tomàs, donde la separaciòn, como disociación, entre filosofìa y fe, no es posible. En Santo Tomàs hay diàlogo entre razòn y fe, hay matrimonio entre razòn y fe, y el divorcio entre ambas no es posible.

Pero entonces, ¿còmo hablar de una ley natural asì entendida en un mundo donde la libertad religiosa es un logro y un derecho fundamental?

Por un lado ya lo dije. Hay que re-insertar en el pensamiento eclesial una hermenèutica realista donde el mundo de vida de Husserl supere tradicionales distinciones entre subjetivo y objetivo heredadas de las distinciones cartesianas y en las que el neopositivismo cultural se siente muy còmodo. Hay que volver a una nociòn de racionalidad donde la razòn es una meditaciòn sobre la vida y no, solamente, una abstracción de esencias de un mundo externo post-cartesiano, o una racionalidad reducida a la fìsica y las matemàticas.  Pero, vuelvo a decir, ello va a tardar mucho tiempo.

Mientras tanto –y por el otro lado- cierto pensamiento eclesial ha intentado audaces diàlogos –con el marxismo, por ejemplo- pero otros autores, otros temas, han quedado sepultados en un hostil olvido o rechazo. Y sin embargo esos temas darìan a la idea de ley natural un posicionamiento sumamente adecuado frente a un mundo laical. No, ademàs, como simple estrategia, sino como una renovación de las bases de la ley natural totalmente compatibles con el núcleo central de la ley natural en Santo Tomàs de Aquino.

Me refiero básicamente a tres cuestiones. La escuela escocesa (Hume, Smith, Ferguson)[7] desarrollò una nociòn de naturaleza humana no metafìsica, pero sì muy experiencial, donde en general el ser humano no es àngel ni demonio en su comportamiento social. Esto es sumamente adecuado a la idea de ley humana en Santo Tomàs[8] y aclara mucho sobre el comportamiento socialmente exigible y sobre los incentivos normales que los seres humanos en general deben recibir en su vida social. Hasta ahora la ùnica encíclica que ha tocado este tema es la Centesimus annus[9].

Esto tiene estrecha relaciòn con la nociòn de orden espontàneo de Hayek[10], donde las instituciones sociales como la propiedad, los contratos y los derechos personales son fruto de una evolución no planificada por lo que hoy llamarìamos racionalidad instrumental. Esto tiene mucho que ver con la nociòn de naturaleza humana anteriormente aludida y, aunque Hayek no acepta al isunaturalismo, cita sin embargo la escuela de Salamanca como un antecedente de su posición[11]. Las conexiones con una idea tomista evolutiva de ley natural[12] son relativamente sencillas. La ley natural en Santo Tomàs no es una masa compacta de normas, sino un conjunto de virtudes que se van articulando en preceptos primarios y secundarios, atentos estos ùltimos a la utilidad, la costumbre  y la tolerancia de circunstancias diversas. Por otra parte esto implica una mayor toma de conciencia de que el derecho a la intimidad personal implica que ciertas cuestiones muy caras a la tradición catòlica de ley natural no son exigibles desde un punto de vista civil. Una lectura màs detenida de la riqueza de su tratamiento de la ley natural es necesaria.

Por ùltimo, la nociòn de cooperación social presente en un autor como Mises es compatible con la nociòn de utilidad presente en la derivación de preceptos secundarios en Santo Tomàs, que es una utilidad cualitativa y relacionada precisamente con la naturaleza humana. Esta nociòn tomista de utilidad puede superar de algún modo las aporìas actuales, e interminables, entre consecuencialismo y deontologismo moral y puede dar un renovado fundamento a cuestiones de ètica social y econòmica.

Estos elementos, vuelvo a decir, posicionan mejor al catòlico en sus debates diarios como ciudadano, pero la riqueza de esos elementos quedarà oculta si el diàlogo con esas tradiciones de pensamiento es rechazado a priori porque la palabra “liberal” sigue siendo en ambientes eclesiales peor que el adjetivo “diabòlico” que incluso puede tener mejor fama en discusiones de teologìa especulativa.

Por lo demàs, no se puede hacer mucho màs. Còmo presentar la ley natural en un mundo sanamente secularizado no es cuestión de un asesor de imagen ni de estrategias polìticas. Hace falta una profundo diàlogo con corrientes actuales del pensamiento, primero para re-insertar una nociòn màs amplia de racionalidad, y segundo para abarcar temas totalmente compatibles con el núcleo central de la ley natural en Santo Tomàs de Aquino, pero que èl no podìa sospechar en su contexto epocal. Mientras tanto, seguiremos hablando sencillamente solos.




[1] Ver, al respecto, indirectamente, Evangelium vitae, Veritatis splendor, y, directamente, “Nota doctrinal de la Congregación para la doctrina de la fe sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida pública”, del 24-11-2002, en L´Osservatore Romano del 24-1-2003, Nro. 43.
[2] Veritatis splendor, punto 38.
[3] Sobre la nociòn de endogrupo y exogrupo, ver Schutz, The Phenomenology of the Social Word, Northwestern University Press, 1967; Las estructuras del mundo de la vida (junto con Luckmann), Amorrortu, Buenos Aires, 2003; Estudios sobre Teoría Social II, Amorrortu, Buenos Aires, 2003, y  On Phenomenology and Social Relations, University of Chicago Press, 1970. 
[4] Al respecto creo que es interesante meditar sobre estas palabras de J. Ratzinger: “...La fe no puede liberarse, si la razón misma no se abre de nuevo. Si la puerta del conocimiento metafísico permanece cerrada, si los límites del conocimiento humano fijados por Kant son infranqueables, la fe está llamada a atrofiarse; sencillamente le falta el aire para respirar. Cuando una razón estrictamente autónoma, que nada quiere saber de la fe, intenta salir del pantano de la incerteza “tirándose de los cabellos” –por decirlo de algún modo- difícilmente ese intento tendrá éxito. Porque la razón humana no es en absoluto autónoma. Se encuentra siempre en un contexto histórico. El contexto histórico defigura su visión (como vemos); por eso necesita también una ayuda histórica que le ayude a traspasar sus barreras históricas. Soy de la opinión de que ha naufragado ese racionalismo neo-escolástico que, con una razón totalmente independiente de la fe, intentaba reconstruir con una pura certeza racional los “preambula fidei”; no pueden acabar de otro modo las tentativas que pretenden lo mismo. Si: tenía razón Karl Barth al rechazar la filosofía como fundamento de la fe independiente de la fe; de ser así, nuestra fe se fundaría, al fin y al cabo, sobre las cambiantes teorías filosóficas. Pero Barth se equivocaba cuando, por este motivo, proponía la fe como una pura paradoja que sólo puede existir contra la razón y como totalmente independiente de ella. No es la menor función de la fe ofrecer la curación a la razón como razón; no la violenta, no le es exterior, sino que la hace volver en si. El instrumento histórico de la fe pude liberar de nuevo a la razón como tal, para que ella –introducida por éste en camino- pueda de nuevo ver por sí mismo. Debemos esforzarnos hacia un nuevo diálogo de este tipo entre fe y filosofía, porque ambas se necesitan recíprocamente. La razón no se salvará sin la fe, pero la fe sin la razón no será humana” (En su conferencia “Situación actual de la fe y la teología”, en L´Osservatore Romano del 1-11-1996, nro. 44).
[5] Sobre este tema en Husserl, ver sus obras: Experiencia y juicio [1919-20 aprox.]; Universidad Nacional Autónoma de  México, 1980; Ideas… Second book [1928 aprox.], Kluwer Academic Publishers, 1989; Meditaciones cartesianas, Tecnos, Madrid, 1986 [1931]; Problemas fundamentales de la fenomenología, Alianza, Madrid, 1994, y The Crisis of European Sciences [1934-1937 aprox.]; Northwestern University Press, 1970.

[6] Ver nuestro libro Hacia una hermenéutica realista, Austral, Buenos Aires, 2005.
[7] Sobre estos autores, ver Gallo, E.: “La tradición del orden social espontáneo: Adam Ferguson, David Hume y Adam Smith”, en Libertas (1987), Nro. 6, y, del mismo autor, “La ilustración escocesa”, en Estudios Públicos (1988), 30.

[8] I-II, Q. 96 a. 2c, donde se afirma que la ley humana està hecha para una multitud de hombres, la mayor parte de los cuales no son perfectos en la virtud.
[9] En su nro. 25.
[10] Sobre este tema en Hayek, ver: Derecho, Legislación y Libertad (1973,76,76), Unión Editorial, Madrid, Libros I, II, III, 1978, 79, 82; Los fundamentos de la Libertad, Unión Editorial, Madrid, 1975; Hayek on Hayek, Routledge, 1994; The Counter-Revolution of Science, Liberty Press, 1979; Individualism and Economic Order, University of Chicaco Press, 1948, Midway Reprint 1980; Nuevos Estudios, Eudeba, Buenos Aires, 1981; Studies in Philosophy, Politics, and Economics, University of Chicago Press, 1967.



[11] En su artículo “Liberalismo” (1973), punto 2, en Nuevos Estudios, Eudeba, Buenos Aires, 1981.
[12] Ver sobre todo I-II, Q. 95 y 96.

domingo, 13 de julio de 2014

ISRAEL NO DEBE SER BORRADO DEL PLANETA

No, claro, dirán algunos. Pero parece que para muchos, así debe ser.

Decía el sabio D. Hume que tanto la propiedad como el poder político no se justifican del pasado hacia el presente. Si nos vamos para atrás, en ambos casos, nadie resistirá la prueba de un asesinato o un robo en el origen de los tiempos. Por lo tanto, en ambos casos, la legitimidad debe juzgarse en función de la utilidad social del “desde aquí para adelante”. Igual planteo hace J. Buchanan en su clásico “The LImits of Liberty”, de 1975.

Por lo tanto, no es cuestión de seguir debatiendo ad infinitum los orígenes históricos del Estado de Israel. Quien estas líneas escribe no es precisamente partidario de la “creación de Estados”, así que se podrán imaginar que el tema, in abstracto, no me entusiasma, y de la misma manera veo con pena las absurdas disputas territoriales entre todos los estados, cuando lo que todos deberían hacer es bajar los muros, eliminar visas, pasaportes, aduanas, establecer la plena y libre inmigración de capitales y de personas, ejerciendo todos los seres humanos la libertad de comercio y la libertad religiosa y olvidándose de la categoría de “extranjero”. (Ver http://gzanotti.blogspot.com.ar/2009/01/haz-el-comercio-y-no-la-guerra.html )

No es cuestión de debatir, tampoco, como si tuviera que ser debatido, la existencia misma de la guerra, o que no se debe matar a poblaciones civiles inocentes. ¿Eso es lo que está en discusión? ¿Alguno es tan dicotómico e ingenuo para pensar que de un lado están los buenos y del otro lado los malos, frotándose las manos cuando caen inocentes en el conflicto?

El asunto es que el Estado de Israel, el único estado democrático-constitucional en medio de un “mar” de autoritarismos, “ya está”, y las circunstancias que promovieron su creación, después de la masacre de Hitler a los judíos, son más que comprensibles aunque todo se podía debatir antes de 1948. Ahora, ya está, y la legitimidad, como dice Hume, es la legitimidad de ejercicio, del presente para adelante, garantizada por la democracia constitucional del sistema. Que los palestinos tienen también derecho a su propia nación, tampoco está en discusión. El asunto es que algunos hablan como si Israel tuviera que quedarse pasivo frente a los misiles que recibe, como si Hamas fueran niños que disparan flechas. ¿Qué pretenden realmente? ¿Qué Israel desaparezca?

Confiésenlo: sí. Israel pudo y puede haber cometido acciones de guerra indefendibles, pero ese no es el problema. Detrás de ello, utilizado como excusa, se encuentra lo simbólico, tan importante en política. Israel representa la civilización occidental, secularizada, sanamente laica, democrática, liberal, en medio de sociedades tribales –al decir de Hayek- que no entienden ni conciben la existencia misma de las libertades individuales como ontológicamente anteriores a cualquier sociedad. Israel también representa la existencia misma del enemigo más odiado, “el judío”, el chivo expiatorio por excelencia de todos los nacionalismos atávicos; el ser libre e independiente, activo, inteligente, científico, emprendedor, representante de lo que todo autoritario de pura cepa odia con toda la furia de su alma. Israel es la victoria contra el antisemitismo, y esa victoria no será aceptada nunca por muchos que hoy sólo dicen defender a niños inocentes pero serían los primeros en defender el edicto de Herodes contra los niños primogénitos.


Las sociedades liberales y democráticas no entran en guerra contra otras sociedades liberales y democráticas. No es ontológicamente necesario pero es una predicción de Kant que hasta ahora se ha cumplido. Saquen todos las obvias consecuencias.

domingo, 6 de julio de 2014

LA MEJOR CANCION EN "EDUCANDO A RITA".

(Cap. 2 de “Filosofía para los amantes del cine”, JC Ediciones, Rosario, 1996).



 Con la película anterior hemos tenido la oportunidad de reflexionar sobre el sentido de la vida humana, sobre la base de Dios como su Fin Ultimo. La película que ahora "veremos" también nos permitirá reflexionar sobre el sentido de la vida, pero aplicado a un caso concreto.

Desde sus primeras escenas, la película nos permite observar de qué "caso concreto" estamos hablando. Bajo el marco de una hermosa música y el imponente escenario de un típico campus universitario británico, veremos caminar a un hombre de mediana edad, relativamente despeinado, aparentemente no muy preocupado por su vestimenta, con cara de despreocupación, llevando un portafolios acorde con esta descripción. Lo veremos subir las escaleras de un gran edificio, mientras saluda a algunos estudiantes. Entrará a un gran cuarto, de estilo antiguo, lleno de libros por todos lados. Buscará uno de esos libros y sacará también una pequeña botella de whisky que estaba detrás.

¿Quién es este por ahora extraño personaje? Se trata del "Dr. Brian", profesor de literatura inglesa. Además de sus clases, está encargado de recibir a estudiantes de la "Open University", un sistema que permite a diversas personas realizar estudios universitarios bajo la guía tutorial de un profesor, sin necesidad de efectuar la cursada habitual de las materias.
Tras su aspecto despreocupado, Frank esconde una mirada triste. Sus ojos, entre nostálgicos y anhelantes, parecen buscar algo misterioso cuando mira por la ventana de su cuarto hacia los jardines del campus de la universidad. Repentinamente lo veremos en su clase, mirando también por la ventana. Sus alumnos, obviamente, buscan en él una actitud más habitual. Una alumna le hace un muy erudito comentario sobre cierto autor inglés. "Ciertamente", contesta, y sigue mirando por la ventana. Otro, en actitud más formal, le hace otra pregunta. Frank permanece absorto en lo que podríamos decir sus pensamientos. El alumno se irrita. "¿Está Ud. escuchándome?", pregunta. "Por supuesto" contesta Frank, en un tono que revela algo especial. "¿Está Ud. tomado?", pregunta el alumno inquisidor. "Por supuesto", es la respuesta. Su alumno, tras algunas desinteligencias, se va de la clase, y da un portazo, no sin antes decir: "quiero estudiar literatura".

"Literatura!...", exclama Frank con un dejo de ironía. "Miren afuera! El sol brilla! Son jóvenes! ¿Qué están haciendo metidos aquí dentro? Podrían estar afuera, haciendo el amor o algo así...!". Los alumnos se ríen. (De él?). La respuesta de Frank, evidentemente transgresora e iconoclasta en su superficie, revela algo más profundo: un desencanto, un evidente hastío por algo a lo cual no parece encontrarle más atractivo. ¿Su tarea como profesor de literatura? ¿O la vida misma?

La rutina de Frank se corta con la llegada de un alumno para la tutoría de la universidad abierta. En realidad, no es él, es ella: se trata de Susan White, o Rita (como diríamos nosotros, Rita para los amigos). Casada, joven, sin hijos y de oficio peluquera, Rita es de un sector social más humilde que la media general de los alumnos cursantes. Este es un detalle importante, tal vez no para nosotros, pero si todavía para la tradicional Inglaterra (hay que tener en cuenta que, en muchas sociedades europeas, ciertos usos y costumbres subsisten independientemente de las ideas políticas). Veremos también a Rita caminando por el mismo campus que Frank, de un modo y con cierta vestimenta y peinado que revela el contraste. Mira con asombro el mundo en el cual quiere introducirse, pero sobre todo, mira como eruditos inalcanzables a los estudiantes que conversan de cosas extrañas en los pasillos y escaleras. Después de algunas vacilaciones, llega al despacho de Frank.

En este primer encuentro, Rita muestra con encanto su modo de ser. Consciente de su ignorancia en Literatura, manifiesta su vehemente deseo por aprender. Sobre todo, muestra su admiración por ese mundo al que quiere pertenecer, que, para ella, significaría un cambio absolutamente esencial; algo así como el paso a una dimensión superior de la existencia (atención a este detalle). Frank la escucha entre divertido y asombrado. Desde el principio, la frescura y la espontaneidad de Rita llegan muy profundamente a nuestro profesor, aparentemente aburrido de sí mismo. Rita luce como algo que rompe con ciertas cosas a las cuales Frank no da importancia. Pero le cuesta entender el ferviente deseo de Rita por aprender Literatura. En realidad, Frank valora tanto, desde el principio, esa espontaneidad que su nueva alumna quiere perder, que en un primer momento se niega a ser su tutor, bajo la excusa de que es un mal profesor. Pero ella insiste. Lo espera afuera. Frank se deja vencer, en el fondo encantado con su alumna. Y se comprometen ambos a iniciar la relación tutorial.

A partir de allí, la película va mostrando dos cosas. Primero, Rita demuestra tener una buena intuición literaria, todavía no acomodada a los cánones habituales de expresión académica. Frank aprecia enormemente esa intuición, y se ve en el conflicto de tener que dejar totalmente libre esa veta original o tener que forzarla, de algún modo, a una redacción más clásica, condición necesaria para la aprobación de los exámenes. Entretanto, Rita siente la emoción del descubrimiento de un mundo que anhelaba. En una oportunidad, sale corriendo de su peluquería, de igual manera llega a la universidad, se dirige al aula donde Frank está enseñando -esta vez, lúcidamente- y le cuenta, exultante, su gran descubrimiento respecto a la esencia de la tragedia como género literario. Frank, en cierto modo enternecido, invita a su alumna a pasar a su clase. Sus asombrados compañeros la miran insoportablemente. Rita comienza su inserción en otro mundo social.



Segundo, Rita comienza a tener dificultades en su matrimonio. Su esposo, simplemente, quiere que tenga hijos. No entran en su mundo las ambiciones académicas de su esposa, que está cambiando de modo extraño. La crisis llega a un momento delicado cuando ella es "descubierta": tomaba anticonceptivos para evitar tener hijos, sin saberlo su esposo. Este toma una peculiar medida punitoria: quema los libros de estudio de su esposa.
En cierta medida desconsolada, Rita cuenta el episodio a Frank. En la conversación, admite que la chica con la cual su esposo se casó, probablemente ya no exista. Rita se está buscando a sí misma.

Sucede entonces uno de los episodios existencialmente más fuertes. Rita es invitada a una reunión en la casa de Frank. Todo un desafío: un mundo social nuevo, distinto. En una risueña escena, Rita practica vestidos, posturas y frases supuestamente adecuados a la ocasión. Finalmente, medio desanimada, se viste más o menos adecuada a ella misma (pero, ¿quién es ella misma?) y se dirige a la reunión. Llega, ve una enorme casa llena de gente "importante", se queda observando por un momento... Y decide no entrar. Se va. Y deja una nota en el auto de Frank.

A la mañana siguiente, ambos discuten. La esencia de la discusión es a la vez simple y profunda. Frank le dice que, sencillamente, ella debía ser ella misma. Ella dice que no quiere ser ella misma, según lo que él interpreta por "ella misma". No quería estar ahí como algo interesante, siendo el foco de atención por su evidente desnivel social. Ella quiere "ser como ellos", y "hablar seriamente con ustedes". Pero entonces vuelve a preguntarse: "¿quién soy yo?".

Esa pregunta había surgido insistentemente durante la misma noche de la reunión. Luego de dejar la nota en el auto de Krank, se dirige a una taberna donde sus padres, su esposo, su hermana y el novio de su hermana están todos alrededor de una mesa, tomando cerveza y cantando. La reciben con alegría. Pero Rita siente que allí también es una extraña. En medio de la canción, observa que su madre está llorando. Rita inquiere. Su madre responde: "debe haber mejores canciones para cantar".

Al relatarle el episodio a Frank, Rita, con decisión y resolución, dice que, efectivamente, debe haber "mejores" canciones para cantar, y que es eso lo que ha decidido hacer. Su mejor canción será estudiar Literatura, manejar sus secretos, leer esos difíciles libros... Y está decidida a lograrlo.

Y comienza la tarea. Cambia su peinado, su modo de vestir. Y estudia con ahínco. Su lenguaje va cambiando también. Toma un curso en otro campus. Renta un departamento que comparte con una chica de su edad, Trish, y junto con ella comienza a trabajar en una cafetería frecuentada por estudiantes. La relación con sus compañeros también cambia. La buscan, le hacen preguntas, la invitan a salir. Y está contenta. Va encontrando su canción. Su otra canción para cantar.

Mientras tanto, Frank comienza a evidenciar en su conducta la desazón que todo esto le produce. Por un lado, siente asombro y admiración por el progreso de su alumna, pero, por el otro, intuye que hay allí algo extraño. Mientras tanto, su matrimonio con Julia se está deshaciendo, y la evidencia de su vacío existencial se acrecienta. La expresión de ese vacío se hace cada vez más clara, y también se hace evidente que la Literatura no puede llenarlo. En una de sus clases, Frank aparece otra vez tomado, y de modo más palpable. Trastabillando sube a la tarima profesoral. "Literatura!", exclama, con voz tambaleante. Y parafrasea al Evangelio: "¿En qué beneficia a un hombre saber Literatura si pierde su alma"? No se puede negar que dijo algo importante. Pero su situación es trágica y sus alumnos continúan riéndose. Finalmente, después de otros intentos por mantener el equilibrio, Frank cae pesadamente. La tarima profesoral es arrastrada en la caída. Todo un símbolo, quizás. Y una reflexión: ¿hay que llegar a estar bebido para expresar públicamente la lucidez evangélica?

La relación de Frank con su alumna comienza a deteriorarse. En última instancia, se había enamorado de Rita, pero ella está en otro mundo; paradójicamente, un mundo al cual Frank la había ayudado a introducirse. La busca en el bar donde trabaja, preguntando por Rita, cuando en realidad sus nuevos amigos la conocen por Susan. La búsqueda termina infructuosamente, y Frank termina otra vez bebido, durmiéndose frente a las ventanas de sus autoridades universitarias. Para éstas, eso es un escándalo, severamente punible.

Cuando al día siguiente llega a su casa, encuentra a su esposa junto con su pretendiente. Un colega. Ambos le anuncian la situación. "Congratulations!", responde Frank. Y allí se queda, en su gran casa, con sus libros, absorto en su soledad, en su vacío.

Rita, mientras tanto, sigue "progresando" en su nuevo mundo, aunque tuvo que contemplar algo que al parecer no comprendió. Su amiga Trish intentó suicidarse. Pero falló. Ambas dialogan, en el hospital. Rita pregunta:
"¿Por qué?
"Dime por qué no".
"No llores, aún estás aquí..."
"Por eso lloro; no funcionó".
"Vamos, no querías matarte, sólo..."
"¿Sólo qué? Crees que tengo todo..."
"Trish, lo tienes...!!"
"Ah, si... Cuando escucho música y poesía puedo vivir; el resto del día soy sólo yo y no me alcanza".
Rita no logra entender qué está diciendo su amiga. Se supone que ella tiene ese nivel cultural que Rita estaba intentando lograr. Para Rita, eso era su norte, su logro, su mejor canción que cantar... ¿Qué ocurre, entonces?

Apesadumbrada, pero firme en su nueva canción, llega a la casa de Frank, para devolverle unas poesías que éste le había prestado. Eran de él. La noche anterior era aquella en la que Frank había "felicitado a la nueva pareja". Y allí estaba Rita, con sus poesías en mano, elogiándolas enfáticamente. Frank responde con indiferencia. Rompe sus manuscritos. Ambos se enfadan, y discuten agriamente. El eje central de la discusión se evidencia cuando ella lo acusa, en cierta medida, de no estar convencido con su "progreso". "Tengo ahora lo que tú tienes: un cuarto lleno de libros, sé cuál de ellos leer, sé qué vino comprar, qué ropa usar, qué obras ver, y qué diarios leer". Pero Frank va directamente al punto: "¿Es eso todo lo que querías? ¿Crees que encontraste una mejor canción para cantar? No. Encontraste una canción diferente para cantar".



La relación entre ambos mejora hacia el final de la película. Rita pasa su examen con altísimas calificaciones. Y agradece a su profesor, a quien encuentra embalando sus libros, dado que ha sido "castigado" y es enviado a una universidad extranjera. Rita corta el cabello de su profesor, en señal de agradecimiento. Pero, antes, éste le había pedido que se fuera con él. Y ella había contestado evasivamente.

Finalmente se despiden, en el aeropuerto. Y se abrazan.

En todo lo que hemos relatado hay un tema central, una cuestión de fondo, que va dando sentido a la película, desde el principio hasta uno de sus más importantes diálogos finales.

¿Cuál es el sentido de la vida humana? Ya hemos dado nuestra opinión. El sentido último de nuestra existencia es Dios. Esto no es un postulado. Es una conclusión lógicamente inferida a partir de la existencia de Dios, existencia que a su vez es lógicamente inferida a partir de la existencia de las cosas contingentes, que son primeras en nuestro conocimiento, pero segundas en el orden de la creación. Ahora bien, todas estas cuestiones también pueden ser vistas mediante una mostración vivencial, o, podríamos también decir, existencial. ¿No has sentido siempre, desde lo más profundo de tu ser, un inevitable llamado a la felicidad? ¿Negarás que quieres ser feliz? No niego que tal vez puedas decir que no quieres ser feliz, pero no creo que puedas sentir esa negación. Ese "querer la felicidad", profundo, originante de todos tus deseos, es el apetito natural al bien, que todas las cosas tienen ínsito en su naturaleza. En nuestro caso, ese apetito natural al bien pasa por el conocimiento intelectual de las cosas, y a eso llamamos voluntad. Y hemos visto que esa voluntad es libre, en el sentido de que nunca se enfrenta, en este mundo, con lo que podría determinarla absolutamente.

Nuestra vida es una búsqueda constante del bien. Claro, nuestra inteligencia puede equivocarse, y/o nuestra voluntad puede rebelarse contra el verdadero bien, y por ambos motivos nuestra búsqueda es muchas veces infructuosa, agregando a nuestra vida muchos dolores que de otro modo podríamos evitar.

Si la felicidad absoluta y total se identifica con Dios -como hemos visto en el anterior comentario- lo más parecido que podemos encontrar, en este mundo, a esa felicidad, es ponerse en camino hacia Dios, y hemos visto que ese "ponerse en camino" admite infinitas posibilidades. Pero niega otras. Sobre todo, aquello que destruya tu naturaleza y/o atente contra la de tu prójimo (la injusticia, por ejemplo). Porque esas faltas del bien que corresponde a tu ser son incompatibles con alcanzar al Ser Infinito, que es Dios.

Ahora bien: para todo esto hay un camino, que te comunica con Dios, con tu prójimo, contigo mismo y con el universo restante, que es el amor. El amor a Dios es algo que "surge" en nosotros. Ese surgimiento tiene un margen de misterio que la filosofía no puede explicar, pero en parte sabemos que es ayudado por la conciencia de que Dios nos ha creado para que lleguemos a El y seamos absolutamente felices, para siempre, en El. Al amar a Dios, comenzamos a amarnos y a estar en paz con nosotros mismos, pues sabemos que es allí cuando nuestro "yo" alcanza su sentido último y originante. Como un hombre que se enamora de una gran mujer, y es correspondido, y siente, inevitablemente, que su vida tiene sentido. Hasta huele mejor!

A su vez, comenzamos a estar en paz con nuestro prójimo, porque comenzamos a evitar todas las injusticias que podamos cometer contra nuestros hermanos en creación. ¿Y por qué? Porque también amamos a nuestro prójimo, y nada injusto hacemos en ese caso. Y eso, porque advertimos que no podemos crecer, e ir hacia Dios, en medio de nuestras injusticias. Y, por último, estamos en paz con toda la naturaleza, al advertir que cualquier agresión y destrucción inútil es un acto indigno contra un efecto de Dios.

Todo esto suena bastante lógico: es la "lógica del amor". Nada raro. Amor y razón son una en Dios; en sus criaturas, son potencias distintas, pero nuestra armonía con Dios las complementa, y nuestra des-armonía con Dios las enfrenta. Esto es muy importante, y volveremos a esto cuando acompañemos al capitán Kirk en uno de sus viajes interplanetarios.

Bueno, me dirás, te pusiste a filosofar y te fuiste por las ramas. ¿Qué tiene todo esto que ver con Frank y Rita?

Rita también busca la felicidad. Busca el bien. Busca algo que la haga crecer. Y lo encuentra en la Literatura.

¿Y qué?, me dirás. Calma, te podrás imaginar que me parece muy bien. Como también me hubiera parecido muy bien que la encontrara en su peluquería. O en sus hijos. O en la literatura y en sus hijos. O en lo que quiera. Siempre que... ya veremos qué.

Frank también buscaba la felicidad. Pero había una diferencia entre ambos. Una diferente conciencia existencial. Tratemos de ver qué es eso.

Frank había encontrado algo de felicidad en la literatura, como cualquiera de nosotros encuentra algo de felicidad en nuestra vocación, al seguirla. Para cualquiera de nosotros es un problema no poder seguir nuestra vocación. Por lo tanto, esto está claro.

Pero Frank advierte que falta algo. Hay una dimensión de la existencia humana, que es precisamente el sentido último de esa existencia, que nada de este mundo puede proporcionar. Frank lo sabe, pero lo "sabe" en un sentido negativo y existencial. Sabe que sus libros no pueden -como ninguna otra cosa puede- darle ese sentido, pero parece no advertir dónde puede estar oculto este último. Es la angustia existencial. Que se acrecienta con el fracaso de su matrimonio, lo cual le advierte del significado del fracaso del amor. La angustia existencial: el no saber cuál es el sentido último de nuestra existencia. Miles de escapismos inventamos para tratar de tapar esa angustia. Pero Frank no inventa muchos. De vez en cuando se emborracha. Pero nada más. Vive, asume su angustia. En ese sentido, es una existencia auténtica, como dijo un colega.

En última instancia, Frank sabe que puede ser un gran literato, o un gran filósofo, o lo que fuere, pero no por ello será, necesariamente, una "mejor" persona. Esto es, una persona que está en camino hacia Dios, y, por ende, en armonía consigo misma, con su prójimo y con la naturaleza. Y es a partir de allí que su trabajo específico -profesor de literatura o peluquero- tiene pleno sentido existencial, además de eficiencia, porque no se puede ser una buena persona sin el deseo de hacer bien el trabajo que nos comunica con la existencia cotidiana.
A la luz de este enfoque, ciertos detalles de la película adquieren pleno sentido. El principal, que resume lo que queremos decir, es el diálogo entre Frank y Rita donde ésta insiste en que ha encontrado una mejor canción que cantar. Frank, lúcido en su angustia, le responde: no. Has encontrado una canción diferente. No una "mejor".

¿Por qué? Ya lo hemos dicho. Tu vida está llena de canciones diferentes, esto es, de posibilidades vitales distintas, sobre las cuales tienes poder de elección. Ellas son todo el infinito número de vocaciones y modos distintos de vida según tus gustos y capacidades; desde astronauta hasta pianista, de literato a peluquero, de filósofo a carpintero, etc. Todos esos modos de vida son, en sí mismos, igualmente buenos, aunque tú debas descubrir cuál es el adecuado para tí. Eso es existencialmente importante y es parte de tu felicidad. Pero hay una elección, en cambio, entre dos estados de tu espíritu que son irreductiblemente contrapuestos, y ya no igualmente buenos en sí mismos. Y esa opción vital ineludible es: vives en el amor a tu prójimo, fundado en el amor a Dios, o no. Lo primero es la canción mejor; lo segundo, ni siquiera es canción: suena mal, desafina, te destruye, te anula, te paraliza. Si vives en la canción del amor del que te hablo, todo lo que hagas -vuelvo a decir, sea cual fuere tu vocación- lo harás con afecto, y, por lo tanto, te llenará existencialmente, sentirás que es algo que justifica tu existencia, porque le has encontrado su sentido último. De lo contrario, entrarás tarde o temprano en angustia existencial, y descubrirás, como Frank, que de nada vale ser el gran profesor de literatura si el sentido último de tu vida no está resuelto. Como único intento de escapar de esa angustia, de vez en cuando se emborracha, pero, paradójicamente, allí se siente libre para expresar sus palabras más sabias. ¿De qué le sirve al hombre saber literatura si pierde su alma? Y esto te lo dice alguien cuyo modo de vida no es demasiado distinto al de Frank.

Claro, lo mismo vale para cualquier otra cosa. ¿De qué le sirve al hombre ser peluquero si pierde su alma? ¿De qué te sirve cualquier cosa si pierdes a Dios? ¿De qué sirve algo sin Dios? Puedes tener infinitos finitos bienes, pero sin el Infinito Bien, nada tienes; y si tienes muchos finitos bienes, y también estás en camino hacia Dios, serás feliz, porque los usarás en armonía contigo mismo y los demás.



Frank y Rita están, en ese sentido, en una situación existencialmente peculiar. El tiene conciencia de su angustia, pero no sabe cómo salir. Ella quiere cantar una canción mejor sin advertir que es una canción diferente. El logra enseñarle literatura, pero no lo anterior. A ella le cuesta enfrentarse con ese problema. El intento de suicidio de Trish le resulta extraño. ¿Cómo alguien tan culta y que escucha tan buena música puede intentar suicidarse? Pero las palabras de Trish son reveladoras de la angustia del ser humano cuando descubre lo cercano a la nada de su contingencia: cuando dejo de escuchar música, entonces soy sólo yo y no me basto... Observa: no es cuestión de angustiarse por ser "yo", sino "sólo" yo. Ese "sólo" yo es lo insoportable. Tu yo comienza a "respirar" cuando entra en contacto de amor verdadero con otro yo. Y eso abarca a tu cónyuge, a tus amigos, a tus familiares. Pero eso tampoco basta. Comienzas a sentir la necesidad de una fuerza adicional que te sostenga, más allá de las potencialidades de lo humano, en medio de los problemas de este mundo. Comienzas a sentir la necesidad del amor Infinito, fundamento de los demás amores finitos, que es Dios. Como dijimos antes, puedes estar toda tu vida escapando, de mil modos, a la angustia que te produce siquiera imaginar que tu presencia en este mundo es sólo una enorme casualidad. Y sin happy ending. La huida del tema de la muerte es uno de los mejores síntomas de ese "raje" continuo.

Vamos! Despertemos! Advirtamos cuál es la única mejor canción! ¿Cuántas veces, cotidianamente, no tenemos la misma confusión existencial que padeció Rita? Recordemos sus palabras cuando discute con Frank: tengo un cuarto lleno de libros, sé qué vino comprar, qué ropa usar, qué obras ver... ¿Cuántas veces no juzgamos a los demás por todo eso? Olvidamos que hubo santos analfabetos, y también santos llenos de libros y de conocimientos humanos, y tanto unos como otros fueron santos porque amaron mucho. Simplemente por eso. Allí está la mejor canción.

Si tienes un cuarto lleno de libros, busca en ellos la verdad, y, si la encuentras, enséñala, porque esa será tu manera de amar.

Creo que será bueno que termine estas reflexiones citándote unas palabras cuyo contenido tiene mucho que ver con todo esto que he intentado transmitirte. Quien las escribió también era profesor, como Frank -aunque no de literatura- y tuvo también un cuarto lleno de libros. Tuvo una familia, a la que amó absolutamente, y ha tenido a miles de alumnos, a los que educó en el sentido más profundo del término -y, por lo tanto, amó-. Dice así: "Prepararse para ser adulto es, pues, mucho más, y más importante, que elegir una actividad o un estudio determinado. Es forjar un plan de vida sobre bases éticas, religiosas, políticas. Es saber si se puede mentir o no; si la violencia es admisible o condenable; si amaré a mi prójimo o seré indiferente a su suerte; si prefiero la frivolidad como constante o si soy capaz de adentrarme en las honduras de mi alma; si me siento criatura divina o si me supongo un accidente bioquímico sin sentido conocido; si prefiero saludar a mi vecino cortésmente o si lo ignoraré mientras nada tenga que esperar de él. Cuando tenga resueltos estos aspectos en apariencia tan simples, muchas actividades podrán complacerme. De lo contrario, podré ser un buen o mediocre profesional, tener éxito o fundirme en los negocios, llevarme más o menos bien con mi mujer o separarme de ella. Pero nunca seré un hombre pleno porque en mi juventud habré olvidado que debía preparar el futuro. Seré existencialmente pobre, sin remedio" (*).



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(*) Luis J. Zanotti, Cuando el presente es futuro, Fundación Banco de Boston, Buenos Aires, 1988. Los subrayados son nuestros.