domingo, 28 de mayo de 2017

SOBRE LA MUERTE DE LOS HUMILDES




Hace unos diez años que teníamos un plomero que se llamaba Miguel. Alto, pelo blanco, delgado, ya añoso, sus ojos reflejaban sin falta de alegría el dolor de una vida difícil. Llegaba, sonreía, calmaba, solucionaba los problemas, cobraba lo justo y a veces lo injusto para él. Yo fui desarrollando con los años una sutil amistad. Habitualmente lo acompañaba hasta su auto, ya viejito como él, llevándole su caja de herramientas. Hablábamos de la vida y yo lo escuchaba como a un abuelo. Y siempre así. Tenía mucho trabajo, estaba lleno de pedidos, pero si era urgente, venía y ejercía sobre los caños y sobre el agua un efecto parecido al de la Nanny McPhee.

A principios del 2016, en Enero, nos enteramos de que había muerto, en Septiembre del 2015. Un mes antes había estado trabajando en casa.

Y que ya estaba enterrado y olvidado.

Me quedé helado. El recuerdo es un recurso ante nuestros obvios lamentos por nuestra obvia mortalidad. ¿Pero qué pasa cuando no quedan ni recuerdos?

Sabíamos que tenía hijos y nietos pero nada más.

Aún parte de sus materiales están en nuestro balcón. Los había dejado para un próximo arreglo. Allí están. Casi como sus cenizas.

Nada. Pasó por el mundo en silencio, haciendo el bien, casi como si no hubiera existido. Qué curioso que los que hacen el bien en silencio no existan. Los que hacen mal y con mucho ruido, sí existen. Y pensar que Santo Tomás dice que el mal y el ruido no son existencias, sino privaciones…

En Guatemala, desde el 2003, nos hicimos amigos de Manuel. Un portero y guardia de seguridad. Manuel era bajito, delgado, de mediana edad. Con una amabilidad exquisita. Nos decía señorita Marcela y señor Gabriel. Pase, para servirle, qué manda. Con una naturalidad tal, con una esencialidad tan densa, que jamás le pedimos que nos dijera de vos, algo culturalmente inconcebible para él. Pero éramos amigos. Todos los años lo saludábamos con un gran abrazo. A la noche, en sus guardias nocturnas en el hotel, Marcela le preparaba un té con galletitas y yo se lo llevaba. Que gracias señor Gabriel, no se hubiera molestado señor Gabriel, gracias a la señorita Marcela. A la hora más o menos nos devolvía todo lavado y secado.

Y así, siempre. Era nuestro amigo. Uno de los mejores.

Y de repente, se murió.

Nos imaginamos que debe haber entrado en el cielo igual. Hola señor Pedro, gracias señor Pedro, qué manda señor Dios, muy amable señor Dios, para servirle señor Dios.

Pero se murió.

Y todo siguió igual, como si Manuel no hubiera existido.

La gente tan buena y humilde debería morirse con aviso. Pero no, tienen una muerte tan inexistente como su presencia.

Qué tan así es este mundo. Pero en el cielo deben haber entrado como los emperadores triunfantes entraban en Roma. Seguramente algo sorprendidos, pero Dios les debe haber explicado cómo son las cosas allí.

Mientras tanto aquí, se nos murieron. Llegaron a nuestra vida sin avisar. Se fueron sin avisar. De sorpresa. En silencio. En humildad.


Sea este un homenaje a todos los Migueles y Manueles del mundo.



domingo, 21 de mayo de 2017

DONACIÓN MUTUA NO ES IGUAL A COMPRA MUTUA

Hace poco, en una clase, dije a mis alumnos, hablando del matrimonio: hay una diferencia esencial entre “compra mutua” y “donación mutua”. El matrimonio no es poseer al otro, es donarse al otro. Si eso es mutuo, puedo hablar, si, de “mi” cónyuge, pero no porque lo compré, sino porque se me donó.

La donación no es explicable con la relación costo-beneficio que se da en el mercado con bienes materiales. Obsérvese:  “…que se da en el mercado con bienes materiales”.  Subrayo eso porque en ambientes liberales se ha malinterpretado muchas veces el axioma central de la praxeología de Mises. Por supuesto que toda acción humana implica el paso de una situación menos satisfactoria a otra más satisfactoria. Cuando hice mi compatibilización entre dicho axioma y la antropología de Santo Tomás de Aquino, el contexto era mostrar a diversos ambientes católicos que la praxeología de Mises no es utilitarismo ni tampoco el neokantismo de Mises. Pero ingenuamente supuse que bastaba aclarar que la situación más satisfactoria era compatible con acciones altruistas y punto. No me daba cuenta que muchos interpretaban la acción beneficiosa para el otro como una acción focalizada en mí, no en el otro. Como cuando muy agudamente alguien me dijo en un debate: es perfectamente coherente que Gabriel piense que la praxeología es compatible con el Cristianismo, porque él va a obtener su beneficio en el cielo.

Detengámonos en esto. Hace mucho tiempo, en la sala de profesores de la Unsta, le ofrecí un café a un prestigioso y consumado escriturista. El me dijo “gracias” y lo le dije “no Padre, no lo hago por usted, sino por mis tesoros en el cielo”. El sacerdote en cuestión, conocedor de tooooooooooooodas las discusiones al respecto, se rió con ganas. Entendió perfectamente.

¿Qué entendió? Que si el objetivo de mi acción sigo siendo yo, no hay amor al otro en tanto otro, aunque yo “done” todos mis bienes y ofrezca mil cafés. El amor cristiano es un amor de donación, donde la mirada está concentrada en el otro… En tanto otro. Cuando hago algo por alguien, es por ese alguien, no es por mí. Ahora bien, ello redunda en mí, sí, porque la acción buena me perfecciona como persona. Pero no es ese el fin de la acción: el fin de la acción es el otro.

Razonar, por ende, con una lógica de costo-beneficio de mercado para toda acción humana es una mala interpretación de la praxeología de Mises y el error antropológico de todos los economistas que han querido llevar el análisis micro a dimensiones de la acción humana que tienen que ver con la donación.

¿Cuál es mi diferencia con muchos colegas católicos y cristianos, por ende? Que ellos creen que la donación es algo que pasa por el estado. Cómo han podido creer que el estado puede obligar a alguien a donar, es un misterio más grande que la mente de Dios.


Mientras tanto, el hereje soy yo.

domingo, 14 de mayo de 2017

DESCARTES, EL FILÓSOFO DE LA MODERNIDAD CATÓLICA



(De un next book que estoy escribiendo).

Descartes es aún otra figura más controvertida que Galileo. Ha sido y es aún atacado desde todos los frentes. Importantes tomistas lo consideran como el inicio de un idealismo que culmina en Hegel. La mayor parte de libros de historia de la filosofía lo presentan como idealista. Hayek lo considera el inicio del constructivismo, con lo cual lo deja como un iluminista más. Desde la Escuela de Frankfurt se lo considera parte esencial de la dialéctica del Iluminismo. Para los heideggerianos es el pecado mortal absoluto. Para los postmodernos es el inicio de la modernidad mala y racionalista. Para los anti-fundacionistas (Popper y los neopragmaticistas) es el iniciador de una filosofía que busca fundamentos, un inicio, que no existiría. Para los neo-aristotélicos como Ryle es el dualista malo por excelencia. Dualista, racionalista, idealista, proto-hegeliano: las tiene todas. Pero nosotros lo vamos a presentar como otro representante del humanismo y renacimiento católico.

El proyecto de la filosofía de Descartes fue precisamente rescatar a la metafísica de los jirones que habían quedado de ella luego de los debates sobre la escolástica decadente, los neoartistotelismos no católicos y la caída de toda certeza luego de la revolución copernicana. Coincidía con San Agustín, aunque no lo había leído, en que las cuestiones de Dios y del alma eran las que fundamentalmente importaban. Su famoso cogito ergo sum no es idealismo. Fue encontrar el ser en la interioridad, lo cual se ubica en la línea agustinista. Para pensar, es preciso ser, y no al revés. Descartes no intenta encontrar lo real a partir de un sostén dibujado en la pared, como un importante tomista lo ridiculizó. La inteligencia, de la cual no se puede dudar, es la inteligencia real, en la cual se encuentra el ser. Ese ser es limitado como en toda la tradición escolástica. A los tomistas en general les cayó muy mal que mezclara la contingencia con el argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios, pero casi como un motivo de excomunión, cuando nadie puede decir que el argumento de San Anselmo está en contra de los Dogmas de la Fe: a lo sumo, será criticable filosóficamente, pero de ningún modo es algo contrario a la tradición católica. Que finalmente Descartes concluya, por el argumento ontológico, que Dios ha dejado su firma en nosotros, no es algo lejano a la tradición agustinista donde las verdades no contingentes en nosotros remiten a la verdad absoluta que es Dios. Cualquier católico puede no ser agustinista pero ningún católico puede decir que esa tradición agustinista está en contra de la Fe. En todo caso, cambia el contexto, la situación histórica: en Santo Tomás sus vías son un debate con San Anselmo –precisamente- mientras que Descartes parte de San Anselmo y la noción creacionista de finitud para demostrar apologéticamente a Dios en un s. XVII que se disponía a tirar a la metafísica cristiana a la basura.

El método en Descartes no es introducir el método matemático en la filosofía: es descubrir que la precisión deductiva puede ser el camino para el sano lenguaje filosófico, cosa que se encuentra también en Aristóteles y Santo Tomás de Aquino. Ellos no hablaban de lenguaje geométrico, claro, pero sí de lenguaje preciso, de lógica, de argumentación correcta: ese es el espíritu del método en Descartes. Entiendo que ello le pueda parecer un horror a algún post-moderno heideggeriano, como un olvido del ser, pero no sé qué tiene ello de contrario a toda la patrística y escolástica católica no decadente.

La demostración de que el mundo externo existe es a través de Dios. Sí, ello puede ser criticable desde una posición realista como la de Gilsón en la cual el mundo externo es evidente. Pero ello olvida que la evidencia del mundo externo sería imposible sin la evidencia del otro en tanto otro, paso fenomenológico que hereda el paso del sujeto que hace Descartes y que no pudo ser asumido ni por Gilsón, ni por Fabro ni por Maritain.

Por lo demás, es verdad que en Descartes hay que demostrar que la idea del mundo externo corresponde al mundo real. Los tomistas aristotélicos se consideran exentos de ese problema, y puede ser, siempre que se logre aclarar perfectamente que la noción de signum quo de Santo Tomás corresponde inmediatamente a la de signum quod. Pero NO es ello tan fácil de aclarar. Santo Tomás, aunque un tomista aristotélico no lo quiera ver, no dejó nunca de ser realmente agustinista. Agrega la teoría de la abstracción de la esencia de Aristóteles, interpretada a su modo, para explicar mejor el concurso entre el conocimiento sensible e intelectual, pero ello NO lo desprende de la teoría de la iluminación agustinista donde la inteligencia humana es participación en el Intelecto Divino. Por lo tanto, en el Santo Tomás auténtico, y no en el convertido en un mero comentarista de Aristóteles, la certeza del conocimiento de la cosa real se basa también en la certeza de las ideas en Dios. Descartes no hace más que reiterarlo a su modo. Tal vez lo más que le faltó a Descartes no fue precisamente Aristóteles, sino la intersubjetividad husserliana, pero eso es como decir que a Copérnico le faltaba Newton.

El dualismo cartesiano, por lo demás, no fue una cuenta mal hecha por un pensador distraído. Fue la coherente conclusión del rechazo a la forma sustancial de Aristóteles. Pero ese rechazo tampoco fue un capricho emergente de la famosa estufa. En pleno s. XVII, el neoplatonismo y neopitagorismo cristiano habían re-incorporado al atomismo griego –que permite crear y distinguir a la química de la alquimia- que tan injustamente maltratado había sido por Aristóteles en el cap. 1 de su Filosofía Primera. Ningún tomista posterior al s. XIII supo encarar la unidad de la forma sustancial con la naciente química que luego derivaría en la famosa tabla periódica de elementos. Santo Tomás había dejado una semilla con su teoría de los elementos en potencia próxima al acto, pero nadie pudo, quiso y supo combinarla con la química hasta avanzado el s. XX, con tomistas como Hounen, Jolivet, Selvaggi y por supuesto Mariano Artigas. Por ende lo que hizo Descartes en su época, al rescatar la espiritualidad de la res cogitans, fue impedir que la espiritualidad del hombre fuera absorbida por las ciencias de la res extensa, o sea las ciencias naturales, como pasa hoy con las neurociencias, frente a las cuales hoy las posiciones fenomenológicas herederas de Descartes son el único frente de combate serio contra el positivismo antropológico. El tomismo también, si tiene el cuidado de no creer que combinar la unidad de la forma con la ciencia actual es una tontería, si tiene el cuidado, como Mariano Artigas, de dedicarle varios libros al tema, y si tiene el cuidado de no hacer demasiadas alianzas con el aristotelismo extremo de Ryale y Kenny, donde la noción de yo individual se encuentra casi en peligro, y donde no de casualidad Kenny no logra entender la demostración de Santo Tomás de la subsistencia de la forma sustancial racional luego de la desaparición de la materia prima.

Por lo tanto tenemos en Descartes uno de los principales filósofos católicos de todos los tiempos. Defendió al espíritu humano del naciente positivismo pre-iluminista, defendió a Dios como causa primera con lo mejor de la tradición anselmiana y agustinista, distinguió claramente entre el espíritu y la materia, siendo intocable el primero por las ciencias naturales, y terminó de brindar los elementos claves de una física matemática con su geometría analítica. Aquí tenemos un ejemplo clave de una modernidad católica no-iluminista. Por supuesto que no podemos seguir hoy literalmente su pensamiento: hay que seguirlo vía la fenomenología de Husserl, en combinación con un Santo Tomás teólogo, católico, cosa que ya comenzó a hacer Edith Stein en su momento y que sigue haciendo hoy Francisco Leocata.





viernes, 12 de mayo de 2017

QUÉ ES EL DESAFÍO DE LA BALLENA AZUL, POR ROBERTO ESTEVEZ.


El desafío de la ballena azul o el desafío de la vida cotidiana

“Conocete a tí mismo
y se quien eres"
El desafío de la ballena azul no es un juego, sino una experiencia de manipulación psicológica, especialmente diseñada para adolescentes.

Desde el año 2015 escuchamos sobre un software criminal que, bajo la apariencia de un juego, realiza el peor de los males: la destrucción de la vida inocente.

El software criminal comenzó a circular en Rusia en 2015, y se viralizó a través de Vkontakte (VK) -el Facebook ruso-. Según los medios las cifras de suicidios adolescentes, desde entonces, comenzaron a crecer.

El desafío de la ballena azul” le debe su nombre a una característica muy particular de la especie marina, que por voluntad propia se acerca a las costas para morir.

El software criminal aprovecha los recursos de la informática y las redes de comunicación para realizar de otro modo, el proyecto de “Halloween III: Season of the Witch[1]. Según las declaraciones del diseñador de “El desafío de la ballena azul” Phillipp Budeikin, que hoy tiene 21 años, “los jugadores son los que no se quieren, los que no se valoran. Yo solo estaba limpiando la sociedad de estas personas”

Los promotores utilizan diversas estrategias (adecuadas a la edad), para introducir a las víctimas en grupos cerrados, donde el software criminal propone una progresión de actos que van rompiendo sistemáticamente los vínculos con la vida, con el objetivo específico de bajar sus defensas frente a la inducción final al suicidio: la prueba 50 del día 50.


Que es el suicidio
En la antigüedad pre judía el hombre es un instante en el ciclo de la vida, termine ésta en la “reencarnación” o en las “sombras”. Es recien con el pensamiento judío, a partir del cuestionamiento que genera la muerte de los hermanos Macabeo, que se comienza a abrir la posibilidad de que sin ser semidioses (griegos) o iluminados (buda) la vida tenga una continuidad superadora de la muerte, fuera del círculo de las estaciones.

Sin Abraham deteniéndose antes del sacrificio de su hijo Isaac, los Macabeos permaneciendo fieles ante los helenistas que los torturan y matan, y sin Jesucristo resucitado, la prolongación de las líneas de la historia nos permite especular que los sacrificios humanos y el suicidio podrían ser algo ordinario en nuestra cultura actual.

Desde hace años hay quienes se preguntan si el eclipse de las confesiones monoteístas no nos remitirá a esos orígenes, y creen encontrar en nuestro tiempo señales de una “cultura de la muerte[2].

En el pensamiento judío, cristiano e islámico cada cual es responsable de su vida delante de Dios. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella[3].
El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad con las sociedades familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo[4].

Incluso el catecismo de la Iglesia Católica prevé que “Si se comete con intención de servir de ejemplo, especialmente a los jóvenes, el suicidio adquiere además la gravedad del escándalo. La cooperación voluntaria al suicidio es contraria a la ley moral[5].


La ballena ya estaba en casa
En los párrafos anteriores, he tomado a propósito un texto de 1997 (CATIC) totalmente ajeno a los eventos que nos ocupan, para visualizar cómo el problema proviene de raíces anteriores y mucho más profundas. Este software, y otros productos promocionados por las redes, se basan en supuestos que contradicen sistemáticamente inclinaciones básicas del ser humano. Entre ellos afirma que:

·         somos los únicos dueños de nuestra vida,
·         no estamos obligados a perpetuar nuestra vida,
·         amarnos puede ser hacer cosas que nos dañan (excesos del alcohol y otras drogas, descuidos sistemáticos como workaholic, etc.),
·         siendo solo nosotros es como somos libres,
·         no hay vínculos a los cuales nos debamos,
·         cuanto más numeroso sea el público ante el cual estamos expuestos, nuestra vida vale más.

Estas frases, que resultan explicativas del proceso de desamor a sí mismo por el que progresa el software criminal, resultan de algún modo una especie de “sentido común cultural” en el contexto de nuestras vidas cotidianas.

Cada tanto, series como Por 13 razones (13 Reasons why), recientemente estrenada a través de la plataforma online Netflix, nos llaman la atención sobre la naturalización de la temática del suicidio en la población adolescente. Hay más de medio centenar de películas sobre la temática del suicidio, varias de ellas en la edad indicada[6], y muchas canciones populares de la población juvenil que se introducen en la temática del daño autoinflingido (“aquella tarde en el pasillo/ que sacaste un cuchillo/ y probamos el dolor“) y del suicidio (“cuando mi cabeza estalló”) [7] .
Sin ambargo la Humanidad no está enferma, fuera de nuestros ombligos, y de nuestras pantallas, hay un mundo maravilloso, que sigue y seguirá siendo maravilloso, aunque hoy se registre una dilución de los valores de la vida, y haya gente enferma que por muchos factores, incluido el de los lenguajes políticamente correctos, no llegamos a abordar.

En este mundo, los sectores medios en expansión, corremos acumulando cosas para que nos digan que nuestra vida tiene sentido y miramos sin ver a los niños y adolescentes, que quedan asi en las sombras.

En Argentina, nuestro sistema educativo, sistemáticamente destruido desde hace más de medio siglo, por modas que al tiempo se revelan irrelevantes, se reconoce que los alumnos de entre 12 y 14 años son los “patitos feos[8] a los cuales nadie se ha dedicado.

Para esa edad la cultura popular habla de mostrar “límites claros” que en el hacer la sociedad no sostiene. Cualquier educador puede dar testimonio de padres que teorizan sobre los límites que no sostienen ante sus hijos. Si así no fuera “la cultura del exceso” no sería un redituable negocio entre nosotros (previas, salidas descontroladas, viajes de egresados propios de la “despedida de un solterón”, etc.)

Igualmente habría que precisar que la simplificación mediática, de lo que la prudencia materno-paterna debe desarrollar, es además perjudicial, ya que en esa edad los adultos a cargo de los adolescentes deben cuidar de levantar su autoestima (sos hermosa, sos bueno aunque te equivoques),  no romper vínculos (nada puede hacer que deje de quererte), no dañar confianza (yo no comentare lo que conversamos), mantener la comunicación (¿qué tal si vamos juntos? ¿me acompañás? ¿jugamos a algo?) y no enojarse, como condición necesaria para poder dar, de forma clara y eficaz, limites firmes y en un contexto que no deje de ser cariñosos a la vez.

Esto es hoy de capital importancia en nuestra cultura, por cuanto esta edad se ha ensanchado. Algunos niños entran en ella, por la estimulación de los medios, ya a los 10 años (dos o tres antes que su cuerpo cambie), y siguen en ella hasta cinco años después de sus cuerpos (ya incluso en la Universidad, en la edad que sus bisabuelos trabajaban o cruzaban el Oceano para cnseguir trabajar de cualquier cosa).

Probablemente, este intento de independizar la conciencia humana de los cuerpos de la que es parte y por los que se vincula con los otros, esté entre los problemas de base, pero es algo que no podemos profundizar ahora.

La extensión actual de este maravilloso momento de la vida que es la adolescencia (última infancia y primera juventud) no modera sus complejas características, sino que corre el riesgo de volverlas crónicas:

·         La omnipotencia propia de nuestra Era,
·         la experiencia de fragilidad,
·         la excesiva dependencia de la mirada del otro,
·         la necesidad de ser aceptado y querido,
·         y la extrema amplificación de los sentimientos

Desde una “condición” que no acepta gradualismos, para quien no hay términos medios, ni matices, todo es blanco o negro, amarillo o violeta, rapado o largo… Los términos medios no existen, es la agonía o el éxtasis.

Son Narciso[9] y Dionisio[10], quienes pasan del éxtasis a la agonía en la que anticipan, teme y siente, que su mundo puede derrumbarse y periódicamente se derrumba ante sus ojos.

En la precariedad, de este tránsito necesario, para superar el desafío existencial propio de su edad debe cumplir una misión: tomar distancia, descubrir la distancia adecuada de los adultos que lo han acompañado desde la infancia. ¡Saberse por fin otro!

Así como en el pasado la tentación de un “shortcut” para ser (parecer) adulto fue el cigarrillo, hoy la droga más difundida es el alcohol. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo excesivo de alcohol causa 2,5 millones de muertos por año. Unos 320.000 jóvenes de entre 15 y 29 años mueren cada año a causa de problemas vinculados al alcohol, que representan el 9% del total de fallecimientos en esa franja de edad. No hay cifras ciertas de los deterioros cognitivos y fisiológicos de las secuelas del alto consumo, ni de las adicciones resultantes de por vida.

En este sentido la practica suicida del año 2014, que los medios de comunicación también insistieron en denominar “juego” se llamó "NekNomination", y consistió en ingerir de golpe la mayor cantidad posible de alcohol y desafiara los amigos, por medio de las redes, a superarlo. Muchos jóvenes murieron por eso, ya que la percepción del riesgo no es una característica de la edad, sino que cada vez se registran más modos en que asumen decisiones impulsivas que los acercan al borde de la muerte.

Como se ve “El desafío de la ballena azul” aprovecha y sustituye el desafío propio de la edad y navega en un Océano preexistente.


Como se adentran en el mar
Esos “líderes”, “administradores”, o “tutores en línea” utilizan perfiles falsos en Facebook, Whatsapp y cualquier otra red para:

·         contactar a través de spams en los correos electrónicos,
·         invitar a adolescentes a unirse a grupos cerrados,
·         “prevenirlos” de la peligrosidad del “juego”,
·         extorsionan a los adolescentes con información personal sobre sitios a los cuales han ingresado, sin conocimiento de sus padres, para obligarlos a iniciarse.

Una vez que se inician este es el itinerario:
1.      Córtate con un cuchillo escribiendo “f57” en tu mano y luego enviarle la foto al administrador.
2.      Levántate a las 4.20 am y ver los videos de terror y psicodélicos que el administrador te envía.
3.      Córtate en los brazos con una hoja de afeitar a lo largo de las venas, pero no muy profundo. Hacer sólo 3 cortes y enviarle la foto al administrador.
4.      Dibuja una ballena en una hoja de papel y envíasela al administrador.
5.      Si estás listo para “convertirte en ballena” escribe “SI” con un cuchillo en tu pierna. Si no estás listo, córtate a ti mismo varias veces (castígate).
6.      Desafío enviado mediante un método cifrado.
7.      Córtate con un cuchillo escribiendo “f40” en tu mano y luego enviarle la foto al administrador.
8.      Escribe “#i_am_whale” en tu estado de perfil (algo así como #yo_soy_ballena).
9.      Tienes que vencer tus miedos.
10.  Levántate a las 4:20 am y dirígete a un techo (mientras más alto mejor).
11.  Córtate con un cuchillo una ballena en la mano y enviarle la foto al administrador.
12.  Mira videos de terror y psicodélicos por todo un día.
13.  Escucha la música que “ellos” (administradores) te envían.
14.  Corta tu labio.
15.  Pincha tu mano con un alfiler muchas veces.
16.  Hazte algo doloroso a ti mismo, ponte enfermo.
17.  Anda al techo más alto que puedas encontrar, párate en el borde durante un rato.
18.  Dirígete a un puente y párate en el borde.
19.  Escala una grúa o al menos intenta hacerlo.
20.  El administrador hace alguna prueba para ver si eres una persona confiable.
21.  Tener una conversación con “una ballena” (otro jugador o el mismo administrador) por Skype.
22.  Ve a un techo, siéntate en el borde con las piernas colgando.
23.  Otra prueba enviada cifrada.
24.  Tarea secreta.
25.  Reúnete con “una ballena”.
26.  El administrador te dirá la fecha de tu muerte, la debes aceptar.
27.  Levántate a las 4:20 y anda a las vías del tren (visita cualquier línea del tren que puedas encontrar).
28.  No hables con nadie durante todo el día.
29.  Alardea que “eres una ballena”.
30.  a 49. Todos los días levántate a las 4:20 am, mira videos de terror, escucha música que “ellos” te envían, hazte 1 corte al día y habla con “una ballena”.
  50. Salta desde un edificio alto. Quitate la vida.

Cada prueba se manda a través de un mensaje por grupo de WhatsApp o cerrado de Facebook a las 4:20 de la madrugada. Más allá de que los participantes no tienen relación con los "tutores", una vez que cumplen cada prueba, deben enviar fotografías que lo certifiquen.


La presencia, derecho para navegar con ellos
Para aquel que tiene a su hija o hijo en esta red el hecho es angustiante, urgente y determinante; para el resto, que son la gran mayoría de los padres, la “ballena azul” siendo el animal más grande, es infinitamente inferior a la totalidad de los animales que pueblan el mar al cual estan expuestos nuestros hijos.

En este somero análisis, una de las cosas que mas ha llamado mi atención es el mecanismo de contactar (iniciar) a los adolescentes, por parte de los administradores del software, con la excusa se “prevenirlos” de la peligrosidad del “juego”, ya que es lo que muchos padres a mi alrededor están haciendo, así como las escuelas y el Estado.

Los criminales usan este recurso porque es eficaz, porque despierta la curiosidad de las chicas y los chicos en la edad que constituye el publico primario de las películas de terror, porque si se trata de medir fuerzas el adolescente siempre estara dispuesto, porque piensa que en última instancia no hay situación que se le pueda salir de las manos y porque cree que es inmortal.

Si estamos en un problema la solucion comienza por hablar de ese problema, pero hay que recordar a aquellos filosofos que definieron el mal como la ausencia de bien. Por lo que, si no estamos en el “desafio de la ballena azul”, lo bueno es una somera explicación preventiva para poder pasar a hablar del bien, de lo bueno, de la vida, del crecer, de los desafios reales de sus edades, de su cuerpo, sus sentimientos y su espiritu, y no de su ausencia.

El control de los padres no pasa por retirar los medios digitales, en torno a los cuales vivimos, de la vida de nuestros hijos, no pasa por exigir compulsivamente sus claves o hackearlas; pasa por convivir, que no es solo compartir el techo. Todo lo demas manda a los hijos a un “universo paralelo” a la simulación y “doble vida” que es tan frecuente en el mundo adulto.

El problema entonces vuelve a su mas frecuente cuestión: ¿Qué hacemos, qué compartimos, qué hablamos con nuestros hijos? En su abigarrada agenda, que nosotros les definimos ¿Hay un tiempo y lugar para nosotros? ¿En el exito que imaginamos, se logra con tres idiomas, cuatro artes, cinco deportes, y una inseguridad existencial de base?

Cuando en casa un hijo quiere hablar el mundo debe detenerse, no hay excusa.
El mundo actual no es un mundo hipercomunicado, sino un mundo de soledades hiperconectadas. La soledad es enorme y la mayor parte de nuestras relaciones son tangentes de un punto de interés, no amistades.
No le tengo miedo a la expresión tan maltratada de “ser amiga de mi hija” siempre y cuando sea yo el padre y él el hijo, y sobre todo, la amistad con mi hija/hijo no sea una “amistad” por interes: ¿Cuantos eligen desde pequeños las casas a las que irán o no sus hijos dependiendo del interes por tales o cuales “amistades”? ¿Cual es el sentido de vestirse la madre como la hija adolescente, o el padre emborracharse con su hijo sino beber de su juventud?

En un mundo lleno de mascaras solo se educa y se hace crecer siendo quien en verdad se es. Lo otro seduce, divierte (vierte fuera) y distrae de la madurez.

No hay profesión mas importante sobre la tierra que ser madre y padre. Ningun curso previo suple la mirada atenta, amorosa, compasiva y generosa; si dejaramos caer el tinglado veriamos maravillosas creaturas desde el inicio, desde que son pequeños, desde los primeros pasos.

Esa mirada compartida, comunicada, celebrada en la vida cotidiana, dice “¡que maravilloso que seas!” es el suelo bajo los pies del hijo en las distintas etapas de su vida:
“¡yo soy mirado, y amado!”
“¡yo he sido amado, yo soy aceptado, por mí mismo, no por si acierto o me equivoco!”
“¡yo soy amado y seguire siendo amado cuando me distancie!”
“¡yo fui soñado, amado, aceptado, respetado, acompañado por mis padres!”

Todos los seres humanos somos muy sensibles a las miradas de los otros, esto se nota mas en la adolescencia, entre los 11 y 14 años, pero nos acompaña toda la vida. La adolescencia es una etapa donde la fragilidad de la niñes se une a la ampliación del área de autonomía de la juventud, lo que los hace sensibles como niños, a miradas externas como jovenes. El adolescente paga un precio altisimo por pertenecer y ser aceptado por el grupo de pares, para no quedar afuera, que es su intento de no quedar solo.

Las redes sociales multiplican al infinito la posibilidad de minar, debilitar, dañar, sobre todo cuando no hay otro vinculo de mayor proximidad corporal e intensidad afectiva.

Roberto M. Estevez



[1] Halloween III: Noche de brujas en Argentina, una película de terror de 1982, donde se alienta a los chicos a usar unas máscaras, que contienen oculto un chip que será activado el 31 de octubre en la noche, a través de un comercial de televisión, matando a todos los que las estén usando en ese momento, en un inmenso sacrificio humano a distancia.
[2] El término "cultura de la muerte“ fue acuñado por el Papa Juan Pablo II en su encíclica "El Evangelio de la Vida" publicada el 25 de marzo de 1995 y se refiere a una mentalidad, a una manera de ver al ser humano y al mundo, que fomenta la destrucción de la vida humana más débil e inocente por parte de los más fuertes y poderosos, de los que tienen voz y voto. Lo aplique en el libro “Notas sobre la cosmovisión actual” EUNSTA, 2da (2006).
[3] Catecismo de la Iglesia Católica (CATIC) nro. 2280
[4] CATIC 2281
[5] CATIC 2282, que continua: “Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida.
CATIC 2283 No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida.”
[6] Solo a modo de ejemplo sobre la diversidad de enfoques podemos citar: El fuego fatuo - Le feu follet 1963, Girl, Interrupted 1967, Rodrigo D: No futuro 1990, Leaving Las Vegas 1995, Serial Experiments Lain 1998, Las Vírgenes Suicidas (The Virgin Suicides) 1999, Ruang rak noi nid mahasan (Last Life in the Universe) 2003, Mar adentro 2004, Tránsito (Stay) 2005, Melancholia 2008, Kill Me Please 2010, Submarino 2010, Oslo, 31. August 2011, Le magasin des suicides 2012, Pietà 2012. Sin contra películas que se refieren a espacios culturales donde el suicidio ritual es parte de su identidad: Los cuarenta y siete samuráis 1941, Seppuku (Harakiri) 1962, Mishima: A Life in Four Chapters 1985, 47 Ronin 2013, Last Knights 2015; extrapoladas al contexto norteamericano por películas como Ronin 1998.
[7] La canción El Che y los Rolling Stone de Los Rancheros (1995):
Contra una pared dejé pintados / nuestros nombres enlazados / salpicados con el aerosol / Junto a una leyenda que decía: /"Escapemos de esta vida, /viva el "Che" y los Rolling Stones".
Y me alejé de ti, / suerte que te perdí.
Fuimos como una tribu de salvajes / defendiendo con coraje / lo que dicta el corazón.
Recuerdo aquella tarde en el pasillo / que sacaste un cuchillo / y probamos el dolor.

La canción El fatasma (2004) de Árbol:
Salgo volando por la ventana / Y tantos días quedan atrás / Ya no me duelen todas las cosas / Que ayer / me podían molestar / Son cajones que se cierran / Para que nadie los vea / Son palabras que no pude decir / Pero ya no me importa / Porque nada me toca / Y no hay nada vivo dentro de mi
Floto en el aire desde esta tarde / Cuando mi cabeza exploto / Ahora el piso es de nubes me asomo cada tanto / A espiarte desde donde estoy.
[8] Expresión de Alfredo Manuel Van Gelderen, Miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes y de la Academia Nacional de Educación de la Argentina.
[9] Leyenda de un joven griego enamorado de su propia imagen reflejada en una fuente. Que, en una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su imagen, sede ante el vértigo y cae a la fuente para desaparecer.
[10] Dios de la vendimia y el vino inspirador de la locura ritual que lleva al éxtasis.

jueves, 11 de mayo de 2017

Análisis de "13 reasons why" por MATÍAS RUIZ DE LUQUE.


I.                   PERSONAJES.
Hanna Baker: alumna acosada por sus compañeros hasta llevarla a inducirla al suicidio, por hacer de su vida un infierno.

Clay Jensen: es el compañero y amigo personal de la alumna acosada. Quiso hacer público lo que le pasó a su compañera,  de quien estaba enamorado. Trabajaba en la venta de entradas de cine y de comida.

Justin Foley: Es el alumno que comenzó el acoso, al sacarle una foto a Hanna, cuando bajaba de un tobogán,  mostrando sus partes íntimas. Líder de los acosadores. Novio de Jessica Davies.

Bryce Walker: capitán del equipo de baloncesto y violador serial. Fue autor de la violación de Jessica Davies y de Hanna Baker.

Jessica Davies: alumna y compañera de Hanna, de quien estaba celosa por creer que ella coqueteaba con su novio, Justin.

Tony Padilla: amigo de Hanna Baker, fue quien difundió los 13 cassettes después de la muerte de Hanna. Es gay y está en pareja.

Alex Standall: alumno e hijo de un policía. Fue uno de los acosadores de Hanna. Publicó una foto de Hanna besándose con una compañera suya y se difundió por todo el colegio. No soportó la presión cuando salió a la luz el caso y se suicidó.

Zach Dempsey: la acosaba para salir con ella y le robaba las cartas que otros le dejaban en su buzón.

Tyler Down: alumno y fotógrafo de la revista y Anuario del colegio. Difundió fotos de Habla sin su permiso.

Kevin Porter: psicólogo del Colegio.  Fue el último en ver a Hanna Baker viva y no hizo nada cuando ella le contó que había sido hostigada y violada.

Marcus Cole: alumno y acosador de Hanna Baker. Se propasó con ella en un bar.

Courtney Crimsey: alumna y compañera de Hanna Baker.  Es lesbiana y le sacaron una foto besándola. Desconoció su amistad cuando el acoso aumentó.

Matt Jensen: padre de Clay. Escritor.

Shery Holland: alumna y compañera de Hanna Baker. Chocó un cartel de STOP y provocó un accidente al faltar el cartel.

Andy Baker: padre de Hanna Baker. Es farmacéutico y tiene su propio negocio.  Inició una demanda contra el colegio por no haber hecho nada para evitar el acoso y fue cómplice por su silencio.

Olivia Baker: madre de Hanna Baker. Inició una demanda contra el colegio por no haber hecho nada para evitar el acoso.

Lainie Jensen: madre de Clay.  Abogada del Colegio en la demanda iniciada por los Baker.

II.                HECHOS QUE LLEVARON AL SUICIDIO DE UNA ALUMNA.
Una alumna cometió suicido después de haber sido hostigada por sus compañeros de clase. ¿Cuáles fueron los hechos que llevaron a esta alumna a atentar contra su vida?

A)    Todo empezó con una foto tomada por uno de sus compañeros, que mostraba partes íntimas de ella al bajar de un tobogán. La foto se difundió rápidamente entre los alumnos y ella recibió fama de mujer fácil de conquistar y llevar a la cama.

B)    Le siguieron bromas sobre su físico y su parte posterior,  como si fuera prominente. La broma pasó a ser una forma de  humillación y ella se convirtió en víctima de la burla de todos.

C)    Se difundió la foto entre Hanna besándose con una compañera suya, Courtney.

D)    A esto se agrega el ataque a la integridad física de ella, con toqueteos indebidos, como si los acosadores tuvieran derecho a hacerlo para comprobar la mala fama que le habían creado, y la mujer, víctima de  este acoso,  tuviera que soportarlo.

E)     Se continúa con la intromisión en sus asuntos personales de la escuela, robándole cosas, ocultándole otras, publicándole cosas íntimas sin su consentimiento y privándole de su opinión;  En el contexto del bulling, se interpreta lo publicado a partir de la fama que le crearon.

F)     Los amigos y compañeros se alejan: unos por vergüenza; otros, por miedo; otros, por indiferencia; pero los que se unen a los acosadores culpan a ella de lo que le sucede.

G)    En ese contexto,  es violada una de sus compañeras; ella fue testigo ocasional de lo sucedido. Ni siquiera el novio la defendió. La víctima estaba borracha. El violador se aprovechó de ella por estar en ese estado.

H)    La alumna acosada es violada por el mismo compañero que abuso de su compañera.

I)       Como los compañeros,  padres y docentes no hicieron Nada, ella se suicidó, dejando como testimonio 13 cassettes grabados de la complicidad de sus compañeros en el suicidio inducido.

III.             ¿QUÉ HICIERON LOS ADULTOS PARA EVITARLO?
A)    Los padres se encontraban ausentes en la vida de sus hijos. Los padres de la alumna acosada se dieron cuenta del problema cuando ella se suicidó.

B)    Los docentes minimizaron los hechos.

C)    El psicólogo pidió que se quemaran las pruebas.

D)    Incluso los responsables hicieron voto de silencio  y persiguieron a  quienes intentaron dar a conocer los hechos.

IV.             ¿CUÁLES FUERON LAS CONSECUENCIAS?
A)    Se produjeron cuatro suicidios,  uno de los cuales era de uno de los responsables del acoso a la alumna.

B)    Se repitieron los abusos sexuales a estudiantes de la escuela.

C)    Se ocultó el delito y a los acosadores.

D)    Se estableció un grupo de dominadores y otros de dominados.

E)     La violencia se fue aumentando. Se lo justificaba por los éxitos deportivos y académicos.

F)     Robo de la bicicleta de Clay. El autor fue Justin.

G)    Descontrol de los alumnos con el alcohol y la droga, a lo que se suma el narcotráfico. Resultado de  esto es la muerte de un alumno por accidente de tránsito por exceso de alcohol.

H)    Se forman asociaciones ilícitas de acoso contra alumnos específicos.

I)       Fraudes contra alumnos que quieren hacer conocer la verdad.

J)       Se obliga a las porristas a tener sexo con los deportistas como forma de apoyo.

K)    Se divide a la población estudiantil en deportistas y comunes.

L)     Reducción de la mujer a nivel de objeto.

V.                MEDIOS DE PREVENCIÓN DEL BULLING.
A)    Diálogo entre padres, hijos y docentes: es fundamental para conocer lo que le pasa a todos los adolescentes, sus preocupaciones y deseos.

B)    Diálogo entre compañeros: los alumnos son los primeros testigos de lo que les sucede.

C)    Compromiso del psicólogo: es el confesionario secular. Debe estar al pendiente de lo que sucede con los alumnos.

D)    Campañas de concientización: tomar conciencia de la maldad del acoso a una alumna o alumno, para que no sean parte y denunciar si lo ven.

E)     Canales de denuncias de acoso contra alumnos específicos: se debe parar al acosador y sus acciones, porque lastima a sus compañeros y hace cómplice a otros.

F)     Publicación de alumnos acosadores: medida extrema que llega cuando se acabó el diálogo, porque hay que proteger a la población estudiantil.

G)    Llegado el caso,  denuncias y expulsión de acosadores: acabado el diálogo y las medidas preventivas,  no se puede dejar que el acosador continúe hostigando a sus compañeros.

H)    Protección de víctimas: apartar a los acosadores de los acosados y limitar su contacto.

I)       Unión de grupos de autoayuda: atacar los problemas psicológicos en víctimas y victimarios. Son nuevos canales de diálogo.

J)       Trabajos comunitarios a acosadores: ponerlos a trabajar por el prójimo para cambiar su actitud y la tendencia acosadora.

K)    Centro de estudiantes: ayuda a vehiculizar problemas comunes de los alumnos.

L)     Incentivar el espíritu solidario entre compañeros: es necesario que los alumnos se apoyen mutuamente en lo que necesitan, tanto personal como académicamente.


M)  Campañas de control de drogas y celulares: mucho de lo que hace el acosador pasa desapercibido para todos los que pueden hacer algo para evitarlo.