lunes, 16 de junio de 2025

UNA EVALUACIÓN DEL GOBIERNO DE TRUMP AL DÍA DE HOY

 Siempre sostuve que el gobierno de Biden fue uno de los gobiernos más liberticidas en toda la Historia de los EEUU. Claro, para sostener eso hay que estar bien convencido de las ideas libertarias. Es desde ese horizonte que siempre hemos denunciado como cuasi-totalitarias las siguientes políticas, ante las cuales, incluso, muchos liberales dudaron, miraron para otro lado o aprobaron. Me refiero a:

1. Las medidas totalitarias durante el Covid-19. Nos referimos obviamente a los encierros y a la vacunación obligatoria. 

2. El absoluto alineamiento con las políticas autoritarias de la ONU, que siempre hemos criticado no desde el nacionalismo, sino desde una filosofía libertaria (nos referimos a todo el estatismo de la Agenda 2030, especialmente todas las intervenciones del Estado en materia de salud, educación y cambio climático).

3. La eliminación casi total de la libertad de expresión de quienes pensábamos diferente, sobre todo por la complicidad entre el gobierno de Biden y las big tech, utilizando a la información como arma totalitaria.

4. La persecución al disidente, por medio de redadas del FBI a familias conservadores que se oponían al adoctrinamiento de izquierda de sus hijos, y las injustas penas de prisión para los que se manifestaron pacíficamente en el famoso Jannuary 6.

5. El ocultamiento del pésimo estado de salud del presidente Biden.

6. Una política migratoria tolerante para con los criminales que entraban a los EEUU,

y me quedo corto.

Ante todo eso (cuya gravedad no se termina de advertir) muchos vimos como un mal menor la candidatura de Trump en el 2024, aunque hubiera sido mejor que hubiera dejado paso a otros candidatos. Pero que no lo hiciera y su masivo triunfo en Enero del 2025 muestran el real hartazgo de muchas personas de bien ante la tiranía del "king" Biden y su singular heredera al trono. Hasta los Amish salieron a votar. 

Desde luego, Trump no es libertario. Es un nacionalista norteamericano del cual no se podía esperar un discurso libertario.

Aún así, algunas de sus primeras medidas, en medio de una retórica coherente con su nacionalismo, fueron compatibles con una agenda libertaria. Su distanciamiento de la ONU y de las agendas de la OMS y de la UNESCO, su oposición a todo el lobby LGBT impuesto desde el gobierno federal (subrayo "impuesto desde el gobierno federal"), que violaba permanentemente las libertades de expresión, la libertad de enseñanza y la libertad religiosa; sus medidas de des-regulación y reducción del gasto federal... Todo ello estuvo muy bien y aún conocidas plumas del LewRockwell Institute tuvieron que hacer malabares, al principio, para decir esto sí, esto no, etc. 

Pero ese momento de "equilibrio", de "no tan mal", duró poco. No sólo sus insultos a quienes pensaran diferente (igual que Milei), sino sus aranceles, su política migratoria y ahora su manejo de los disturbios en Los Angeles, muestran un autoritarismo peligroso ante el cual todo libertario tiene que distanciarse.

Con una diferencia. Desde el principio, y ahora más que nunca, casi todas las voces críticas hacia estas medidas carecen de autoridad moral, excepto los del Mises Institute y los del LewRockwell Institute. Los mismos que apoyaron el totalitarismo de la pandemia, del lobby LGBT, del intervencionismo estatal y de los aranceles, AHORA salen a protestar cual blancas palomitas, incluso algunos liberales clásicos que durante el gobierno de Biden pensaban que estaban en liberalandia.

Eso no les quita su derecho a protestar ni quiere decir que sus críticas, "en sí mismas", sean incorrectas. Pero, discúlpenme que insista, la autoridad moral es necesaria. Los dobles estándares anulan la sinceridad de cualquier crítica. 

Dicho esto, es obvio que la situación actual es preocupante. Hubiera sido necesario un líder con capacidad de diálogo con los demócratas moderados. La izquierda de todo el mundo sabe que el caos y el sabotaje son lo suyo pero un manejo violento de la Guardia Nacional es precisamente lo que el ajedrez de la izquierda espera. De igual modo, no todos los inmigrantes ilegales son "criminales": no se puede igualar la criminalidad de asesinar, violar y secuestrar con la ilegalidad de personas indocumentadas víctimas de su pobreza e indigencia en todo sentido. 

Pero Trump no es ese tipo de líder. Todo esto lo que muestra es la falta de liderazgo en los libertarios, igual que en la Argentina. Ante el avance del totalitarismo de la ONU, la opción no debería ser entre ese totalitarismo, por un lado, y autoritarios en sus contenidos y en sus formas, por el otro. Pero es evidente que en todo el mundo hay un vacío que será llenado y es llenado del peor modo. Sí, la política no es lo nuestro, ya lo sabemos. En todo el mundo el sistema político tiene incentivos perversos que expulsan a las mejores personas. Pero del lado liberal y libertario nuestro deber es, por un lado, tomar distancia de las agendas de la ONU, y por el otro, no apoyar al 100% a líderes con contenidos y formas autoritarias. Tomar distancia académica y política y formar a nuevas generaciones......

.....Si es que queda un mundo que ellas puedan ocupar. 

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