Esta semana estaba leyendo una versión bilingüe de los Prolegómenos, de Kant, y de repente tomé conciencia de algo que para muchos será obvio pero sabrán perdonar a este torpe filósofo para las lenguas, que se da cuenta tardíamente de cosas muy simples.
By the way sí, es otra oportunidad para
confesar mi incapacidad para las lenguas, fruto de un trastorno de atención que
no me permite tener la concentración necesaria para aprenderlas. Sólo hablo un
nivel advance intermediate de Inglés y eso que lo estudié toda mi vida,
y casi no termino mi Licenciatura en Filosofía por los exámenes desaprobados de
Latín y Griego. Por ende, tampoco leo siquiera el Alemán, lo cual para
filosofía es algo terrible. Me verás hablar muchas veces de los filósofos
alemanes que más conozco (Kant, Husserl, Heidegger), pero no tengo ningún
artículo académico sobre ellos porque, y me parece bien, las revistas
especializadas sólo admiten las citas en el idioma original. Y está bien.
Precios que hay que pagar por ser un ADD.
¿Y el Español? Ja ja sí, es mi lengua materna
pero no pronuncié una sola palabra hasta los tres años……………………………………….
Pero toda esta confesión de discapacidad me
viene bien para explicar mi asombro. Mientras leía (con gran placer, como
siempre) la lógica insuperable de Kant, ojeaba el original alemán. Reparé por
un momento mi experiencia de no entender absolutamente nada (bueno, conozco
algunos términos técnicos, como lebenswelt, dasein y olvíden-sen 😊) y esa experiencia de NADA me dejó pasmado. La ignorancia total de la
otra lengua era una experiencia de la nada. Y eso me hizo caer en el abismo del
milagro del lenguaje. El lenguaje es un milagro de evolución, algo ante lo cual
los mamíferos superiores deben tener una terrible experiencia. Ellos intentan
hablar como los humanos pero no pueden. Están como nosotros ante una lengua que
ignoran, pero no tienen siquiera una que hablan. Lo sé por mis conversaciones
con mi gatita. Cómo ella articula, entona, me mira, acompaña con el cuerpo, es
hablar, sí, pero está como alguien que ignorara todas las lenguas. Como
cualquiera de nosotros en una situación de ser extranjero total: gestos,
intentos, y la desesperación de NO poder, de no saber nada (el misterio de la
doble negación del Español). Terrible…………………
¿Y cómo es que hablamos aunque sea una lengua?
Ja ja nadie lo sabe. Sí, está lleno de teorías filosóficas y neurológicas sobre
la posibilidad del lenguaje, pero certezas…. Hay nada como la lengua que
ignoramos. Está lleno en youtube de vendedores de humo sobre la enseñanza de
las lenguas, y la pura verdad es que cada uno aprende lo que puede y como
puede, y lo demás son consejos, ayudas, ánimos, pero nada más. (Eso es así en todo....). Hay gente
honesta que te ayuda en ese casi imposible intento, y otros medio deshonestos que
te dicen que te lo van a hacer fácil y que esta científicamente comprobado que,
ja ja, por favor……………………..
La única certeza es que estamos creados a imagen
y semejanza de Dios, que es Logos, que es la Palabra, hecha carne además, y que
nuestra espiritualidad nos permite participar levemente en ese “decir el ser”.
Pero eso es todo. Nada más, nada menos. Nada menos porque nuestra comunicación
humana es fruto de una inteligencia espiritual que al captar los sentidos
universales los puede llevar a otros por medio de un cuerpo que le es
proporcional. Nada más porque cómo logramos eso, no sabemos y no lo sabremos
nunca con certeza. Qué sucede en el maravilloso cerebrito del niño que escucha
y aprende, Dios lo sabe. El adorable cerebrito de mi gatita también escucha
(porque mi esposa y yo le hablamos todo el tiempo), y está aprendiendo, se
nota: nos mira, nos entiende, nos responde, imita los tonos, y hasta entiende
el lenguaje indexical. Pero no podrá, no podrá hablar. Gracias a Dios no tengo
la tentación de Miguel Angel de golpear a su estatua y gritarle por qué no
hablas, porque la gatita no es mi creación, es una maravillosa obra de Dios que
miro con admiración y de la cual no soy dueño en absoluto, más allá del
tecnicismo jurídico de ser humanamente el dueño, un mero pacto jurídico del cual
no hay que abusar ni creérselo en absoluto.
Pero bueno, volvamos al lenguaje. Ese misterio.
Cómo estoy escribiendo esto, otro misterio, otro misterio de casi imposible
perennidad, porque lo que escribo tiene un sentido en sí mismo que se suelta de
mí y queda abierto a otro misterioso acto de comprensión tal vez siglos más
adelante, cuando yo sea nada pero lo escrito quede con un sentido potencial que
pasará al acto por otro ser inteligente cuya inteligencia será, precisamente,
comprender.
Que Dios nos mantenga abiertos al misterio del
lenguaje. Si el lenguaje es la casa del ser (Heidegger. ¿Lo habrán traducido bien?), y el ser finito surge de la nada, porque crear es dar el ser de la nada, asombra menos que hablar sea saltar el abismo de la nada. Y eso participa del misterio de la creación. No permitas que te anulen el misterio. Tal vez sea la única
posibilidad de comprenderlo.
2 comentarios:
Muy interesante la nota. Al Dr. Cortazar le hubiera interesado leerla, porque se dedicó bastante a estudiar los lenguajes, sobre todo algo que, aunque no le dio ese nombre, podrìa considerarse la "intraducibilidad" desde una lengua aborigen (ab-origen) a las nuestras actuales.
Totalmente................... Ya no sabía como meter ese tema, pero esa intraducibilidad es un signo claro del misterio del lenguaje...................................... La traducción es otro milagro: es aproximar un juego de lenguaje a otro......................
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