domingo, 23 de febrero de 2025

COMUNUICACIÓN SOCIAL 101 PARA LOS DE LA LIBERTAD AVANZA…………..

 

……………o de lo contrario Kiciloff avanza.

Como ya está avanzando.

El tema del ser y del aparecer forma parte del acervo filosófico y cultural occidental desde la más límpida Antigua Grecia. La diferencias entre argumentación, retórica, la belleza del lenguaje y la verdad del lenguaje, también.

Lo ideal es que la verdad sea bella y que la argumentación tenga retórica, y por ende que lo que parezca bueno sea bueno.

Pero el ser humano es capaz de separar todo ello y por ende la mentira como arma política es algo que ya le preocupaba a Platón.

Por ende, que la izquierda y el kirchnerismo estén aprovechando el desliz del presidente para hacerse una fiesta de cinismo, es obvio. Claro que no tienen autoridad moral alguna para hablar de la corrupción del otro y además el Presidente no fue corrupto, sino loco y acelerado, como es.

En comunicación social, el parecer antecede al ser. Obvio que el parecer “debe” ser, pero no siempre es así. Moisés tenía que parecer bueno, no solo serlo. Mandela debía “parecer” ser una persona que perdonaba, además de serlo.

Pero entre Moisés, Mandela y Milei hay tres diferencias apreciables.

Moisés formaba parte de una época donde la comunicación social no tenía los medios masivos de comunicación.

Mandela sí.

Pero en la época de Mandela no había redes sociales. Con Milei sí.

Con las redes sociales, las diferencias entre el ser y el parecer, entre el argumento y la retórica, se intensifican.

Por ende, en este mundo actual es importantísimo NO PARECER corrupto.

Y es obvio que la audiencia va a ser engañada por la demagogia de la izquierda, que por más que sus personajes sean el colmo del cinismo, la mentira y la corrupción, se ven favorecidos por una audiencia que cree en general que los ideales de la izquierda son buenos y los de la derecha, malos.

Por ende, es inútil que ahora se maten publicando en redes los ejemplos de la izquierda corrupta. La audiencia no disculpará por ello a quien ahora parece corrupto aunque no lo sea.

Es inútil que ahora expliquen que la intervención del monje negro en la entrevista fue justificada. El asunto es la apariencia de corrupción.

Por ende un político no sólo debe ser bueno; también debe parecerlo.

Finalmente no es tan distinto a la imagen que debe dar un docente ante sus alumnos, un padre ante sus hijos o un médico ante sus pacientes. No es cuestión de ser perfecto, pero sí de ser bueno y estar sanamente consciente de que la audiencia primero percibe. Son Berkeley. Esse est percipi.

Por lo tanto la principal preocupación que ahora deben tener es que el Presidente crezca y deje de ser un niño que juega con fuego, perdón, con tweeter, con X o con lo que fuere; que deje de rodearse de un triángulo impenetrable; que de conferencias de prensa ante todos los periodistas posibles y que cambie su imagen.

Comprendo que no lo puedan hacer, pero lo preocupante es que no se den cuenta de cuál es el problema.

Pero hay un problema mayor. Supongamos que alguien se diera cuenta pero el Presidente no.

Entonces estamos en problemas.

Pero, ¿es una suposición?

Houston we have a problem….

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