domingo, 9 de febrero de 2025

SOBRE LA OMS, LA USESCO O ETC.: LAS TESIS DE MISES Y HAYEK NO SE APLICAN SÓLO A ECONOMÍA, PERO NO SE TERMINA DE ENTENDER.

Han causado escándalo (excepto, tal vez, en los que haya entendido al artículo de Hayek sobre los fenómenos complejos) las declaraciones de Trump y de Milei sobre salirse de la OMS. Sí, puede ser que como política comunicativa no haya sido la correcta. Puede ser que la OMS sea un desastre pero con no llevarle el apunte o dejar de financiarla (NO en nuestro caso, claro) en silencio era suficiente. Es una tentación llegar al poder y hacer grandes declaraciones desde el poder pero que no convencen a nadie. Porque la izquierda es tan hábil que siempre aprovecha para convertir en malvado al ingenuo.

Pero ese no es el fondo de la cuestión. Otros han estado en desacuerdo -la mayoría- porque, aunque coincidan con que ESTA OMS es un desastre, sueñan con una OMS “buena”. Lo mismo que los gobiernos que no quieren controlar precios pero igual mantienen a la secretaría de comercio en su lugar y nombran a un secretario de comercio “liberal” sin advertir que la clave de la cuestión es que NO debe haber una secretaría de comercio, sencillamente porque no es función del Estado controlar al comercio, y eso porque el comercio es un orden espontáneo tal que si el Estado quiere controlarlo, lo desordena (Hayek). En el fondo, el mismo argumento de Mises para la imposibilidad de cálculo económico para el socialismo: la paradoja de la planificación es que la planificación es el caos. 

Pero eso no sólo para la economía. Salud, educación, seguridad social, lo mismo: no puede haber una planificación central, so pena de caer en la imposibilidad de cálculo económico explicada por Mises. Pero que con Mill, Popper, Hayek y Feyerabend sabemos que es un problema más amplio: las planificaciones centrales disminuyen la calidad y cantidad de conocimiento humano. La planificación central de la educación implica que las propuestas pedagógicas serán cada vez más pobres, y la planificación central de la salud implica que la calidad de los tratamientos será cada vez peor, porque la planificación central impide la libre crítica. Popper 101. 

Por ende, el problema de la OMS es que los fenómenos complejos (como la economía, la salud, la educación, las papas fritas) no se pueden planificar. La OMS es el intento de planificar centralmente la salud, y como toda planificación central, fracasa. Es inútil que pongan a su cargo a los médicos más bondadosos y honestos. Igual fracasarán. 

Por ende, ¿qué hacer con las disposiciones de la OMS? Escucharlas como cualquier otra, en libre competencia, y me refiero a diversos médicos de diversas corrientes epistemológicas que optarán libremente por este o aquel tratamiento y lo dialogarán con el que decide, porque es SU cuerpo: el paciente. 

Y en todo caso, explicar todo esto con calma. Con calma porque el poder tiene la tentación de suponer que “decretar” implica “convencer”. 

No es cuestión de que todos hagan un doctorado en el ensayo de Hayek sobre los fenómenos complejos. Es cuestión de explicar algo de esto con calma, sin grandilocuencias, y mientras tanto abrir y liberar paulatinamente al sistema de salud a la libre competencia, gradualmente, para que nadie se asuste. 

Pero es un equilibro difícil. Porque mientras los burócratas mundiales sigan ejerciendo su coacción, la gente se siguirá muriendo. 


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