domingo, 2 de agosto de 2020

CORONAVIRUS: ¿POR QUÉ NO ELEGIR TU TRATAMIENTO?

Hace unos dos días, un grupo de médicos, en Washington, salió a la puerta del hospital donde trabajan a disentir vehementemente contra las tarapias ordenadas por la ONS para el coronavirus. Se pronunciaban a favor de la hidroxicloroquina. Inmediátamente, el escándalo, reseñado por Tucker Carlson aquí: https://www.foxnews.com/opinion/big-tech-censors-covid-19-video-tucker-carlson?fbclid=IwAR2m5-5ByMELti3TZRueCXG0Y8Z5XPJE0YPo-P9iCJCH1fn9p92J6f-Lg5s Y de vuelta lo mismo: que es información falsa, que no son científicos, que los hechos no los avalan, etc etc etc etc etc……………………………

Sobre la falibilidad de la ciencia, ya nos hemos pronunciado (http://gzanotti.blogspot.com/2020/07/cuarentena-prision-domiciliaria.html); sobre que no hay hechos duros sin contexto, ya nos hemos pronunciado (https://puntodevistaeconomico.com/author/gabrielzanotti/)  Lo que vamos a analizar ahora es lo siguiente: ¿de dónde hemos sacado que debe haber un solo tratamiento obligatorio prescripto por el estado? La respuesta es: de nuestra falta de conciencia de lo que significa la libertad individual.

La libertad no es para decidir entre chocolates o caramelos (pero oh, cuidado, que el estado allí también “te cuida”). Cuando hablamos de libertad individual, de una sociedad libre, hablamos de una sociedad de adultos donde cada uno decide, faliblemente, el camino de su existencia, no porque la verdad no exista, sino porque la verdad no se puede imponer por la fuerza. Ese es el fundamento de la libertad religiosa, de enseñanza, de expresión, de asociación.

Por ende, para analizar este escándalo no hay que ser médico ni pronunciarse a favor de uno u otro tratamiento, ni de invocar de vuelta supuestas hechos inapelables. El asunto es que cuando a un adulto un médico le dice “le conviene tal tratamiento”, la persona en cuestión es la que tiene que decidir (un día se lo tuve que recordar a un médico sobre una operación: el que pone el cuerpo soy yo, no usted). Puede equivocarse, sí, pero eso es la vida humana, en eso como en tantas cosas. Feyerabend se mató explicándolo bajo la escándalo de casi todos  (https://www.sigloxxieditores.com/libro/la-ciencia-en-una-sociedad-libre_17042/).  Yo tengo muchas cosas buenas que recomendar. Tal libro, tal película, tal medicamento, tal religión, tal universidad. Pero ni se me ocurre imponerlas por la fuerza……. Puedo aconsejar, intentar convencer, pero no puedo obligar. ¿Es necesario seguirlo aclarando? Parece que sí………

Por ende, ¿respiradores o hidroxicloroquina? No sé, pero, ¿qué tal si dejamos que médicos y pacientes decidan? No sólo por principio, sino por conveniencia, porque, ¿no comenzará a mostrarse rápidamente qué tratamiento era el adecuado?

¿O será que hay gente o instituciones a las que no conviene que la gente se cure del coronavirus?

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