domingo, 10 de marzo de 2019

ESTADOS UNIDOS: UNA PENA PROFUNDA.



Alguien podría decir que lo que da pena o no corresponde al Mundo 2 de Popper: los sentimientos. Y que si no tengo alguna cosa que decir que corresponda al Mundo 3, o sea, las teorías en sí mismas –el aspecto enternecedoramente platónico de la filosofía de Popper-. La verdad no sé. Creo sencillamente que hay elementos del Mundo 3 que derivan en Mundo 2. Por ejemplo, matar está mal (Mundo 3) y por eso las últimas leyes abortistas del Estado de Nueva York nos horrorizan (Mundo 2).

En realidad, si vamos a hacer una pequeña lógica de los mundos 2 y 3, podríamos decir que todos los que NO son liberales coherentemente odian a EEUU, porque fueron un buen ejemplo de liberalismo clásico, y porque creen que aún lo siguen siendo. Y obviamente todo lo malo que les ocurra a los EEUU les da una profunda alegría.

En cambio para mí, un liberal clásico anglosajón, la declinación de los ideales liberales (clásicos) en los EEUU me da una profunda pena. Creo que hay una coherencia: mi teoría (Mundo 3) es que el liberalismo clásico entró en declive en los EEUU hace muuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo, y mi mundo 2 es la pena profunda……………………..

Se podría decir que hay dos break-points fundamentales: la Guerra de Secesión, donde el poder centro de Washington se incrementa, y después de 1945, cuando se establece el New Deal, con el welfare state, y el poder de Washington se concentra en gran escala en casi omnipotentes órganos estatales como la CIA, la FED, y una obvia intervención de EEUU en todo el planeta, comprensible, claro, una vez que sólo por los EEUU nos libramos de que todo el planeta estuviera vitoreando a Hitler.

La CIA, especialmente, es un estado dentro de otro estado, una violación permanente del Estado de Derecho pero es MUY interesante cómo intentaron hacer la cuadratura del círculo jurídico, con una Patriot Act que legaliza lo inmoral…..

Pero nada de lo anterior obsta a que hasta el 2000, en principio, había una especie de aceptación tácita de ciertos principios básicos, por parte de ambos partidos. El ejemplo clave de ello es el famoso y único gran discurso de Al Gore luego de que la Suprema Corte diera como ganador a Bush (h): “no estoy de acuerdo, pero este es nuestro sistema”. Impresionante: “este es nuestro sistema”. And the story. No hubo protestas callejeras, no hubo golpes de puño a los que usaran gorras del partido republicano. La vida siguió. Vinieron las dos mediocres presidencias de Bush (h) y luego el triunfo de Obama. Y todo bien. Aparentemente a la Constitución, o algo de ella, la aceptaban todos.

Pero algo estaba hirviendo por debajo. Aún no tenemos buenas conjeturas para explicar el qué y el por qué. Pero, evidentemente, el pacto político fundamental de los EEUU se había quebrado hace tiempo (1).

Tal vez había finalmente un Deep State que no era solamente la CIA, sino una conjunción mucho más profunda y poderosa (2) que para imponer su agenda utiliza la absoluta falta de conciencia, por parte de las masas, de las libertades individuales. Sí, porque, finalmente, las masas son las masas. La Declaración de La Independencia, el Bill of Rights, la Primera Enmienda, no importan nada para ellas. Nunca importaron nada para Europa, para América Latina, para Asia, etc., pero creíamos que sí importaban para el norteamericano que bregaba por las protecciones del estado. No, tampoco. Importan sólo para un grupo de liberales clásicos extraterrestres llamados libertarios que somos tantos como los habitantes de la Luna en la Historia de los satélites.

Por supuesto, sobrevivía aún el arquetipo del patriota norteamericano que no estudió en Harvard: granjeros, comerciantes, con modales más rudos que los de Obama, seguro, y con las contradicciones típicas que todo nacionalismo tiene con “anyBill of Rights. La izquierda los desprecia profundamente (3), pero tal vez porque fueron también el arquetipo de la revolución contra Jorge III, que era en ese momento igual que el ala izquierda del partido demócrata: más impuestos y menos libertad.

El asunto es que ellos votaron a su espejo, Donald Trump, hartos de los políticos tradicionales de izquierda y de derecha.

Trump simboliza todo lo que la izquierda intelectualizada odia, aunque Obama haya hecho las mismas cosas y peor. El asunto son los símbolos. Y entonces se pudo ver esa grieta que, en el discurso de Al Gore, no sospechábamos.

La pura verdad es que el partido demócrata de los EEUU, dejando de lado las silenciosas excepciones del caso, es un conjunto de kirchneristas hablando Inglés. Mejor definición, no creo que haya (perdón). Cómo pudo ESO surgir en los EEUU, mm, por un lado es una muestra de que las ideologías fuertes son inmunes a las tradiciones, para bien o para mal. Por el otro, estábamos muy distraídos bajo las exquisitas formas de Obama, que te invitaba a entrar en la barraca nazi de una forma tan bonita que hasta le decías gracias.

Pero esas formas se acabaron. Se habían acabado, mejor dicho. No, ya no es Nixon versus Kennedy (a quien no lo mató un loco suelto, cabe aclarar), ya no es Rawls versus Nozick. La izquierda marxista, la verdaderamente tal, la marxista leninista, no lo soporta. Muestra toda su furia y su odio total contra todo lo que EEUU simboliza para el liberal clásico. No, Trump no es nuestro presidente. No, hay que cambiar el colegio electoral. Hay que ir a buscar a los que apoyan a Trump y golpearlos donde se encuentren (no estoy inventando: Maxime Walters dixit). Hay que acusar y denunciar de cualquier cosa a sus partidarios. No importa el debido proceso. No importa la presunción de inocencia. Todo republicano es una mala persona. Es un racista, homofóbico, fascista. Pero condenar a los judíos está bien. Y ahora todos somos socialistas. Hay que suspender el uso de automóviles. Hay que elevar al 70 % el impuesto a la renta. Seguro social, college, housing, todo debe ser provisto “gratis”. Y si es necesario hay que emitir. Y de vuelta: el que no, es una mala persona, un nazi que merece ser escrachado, perseguido, golpeado. Nada de libertad de expresión, excepto para la izquierda. Se debe insultar todo el día al presidente y a la primera dama, pero si dices he en vez de she, vas preso. ¿Libertad religiosa? Mm, cuidado con eso. Se acabó todo. No estoy exagerando, cualquier mínimamente enterado de las declaraciones de los dirigentes demócratas lo sabe. Y ni que hablar de los delitos de odio, discriminación, de lo criminales que son ahora todos los que osen no seguir la agenda de género. Y si tienes la mala suerte de vivir unos minutos después de que nazcas con una madre abortista, despídete. Ahora los demócratas son infanticidas.

Vuelvo a decir: si alguien cree que exagero, que siga con atención lo que está sucediendo ahora mismo en EEUU.

Trump intenta frenar todo esto, pero él no ayuda. Primero porque no tiene in mente las reformas profundas que necesitarían los EEUU (eliminación drástica de la CIA, de la FED, del Welfare State, hacer efectiva la Primera Enmienda, vuelta al Patrón Oro, etc.). Segundo porque él es el arquetipo que retro-alimenta los estereotipos demócratas. Es una lástima pero es así. Aunque sea reelecto, sólo podrá detener, pero no curar. Si la cosa no cambia, dentro de unos años Alexandria Ocasio-Cortes es electa presidente y allí tendremos a la Cristina Kirchner norteamericana. EEUU puede incurrir en hiperinflación como mínimo. No additional comments.

Una pena profunda. ¿Hay anticuerpos para esto en algunos dirigentes actuales de los EEUU? No lo sé. Hay algunas resistencias heroicas (4) pero son como gotas de agua que además no participan en política. El asunto es que cuando Europa, excepto Inglaterra, siguió firme su camino hacia la barbarie, EEUU fue el único que pudo salvarla. Ahora, ¿qué salva a los EEUU?

Mm, la pregunta es constructivista. No hay salvadores, no hay constructores. A veces hay estadistas pero necesitan un marco cultural detrás. Y sobre eso, so help us God.

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(1) Ver: https://gzanotti.blogspot.com/search?updated-max=2018-08-19T03:43:00-07:00&max-results=5&start=30&by-date=false

(2)  Ricardo Valenzuela la ha analizado muy bien:  
https://gzanotti.blogspot.com/2018/05/lean-por-favor-estos-articulos-de.html Hannity también. Parece que algo está surgiendo a la luz: https://www.facebook.com/FoxNewsVideo/videos/323173635222629/ 

(3) Sobre ese desprecio, ver http://institutoacton.org/2016/11/23/sobre-el-triunfo-de-trump-gabriel-zanotti/ 

(4) Deneen Borelli, Allie Stuckey, Elizabeth Johnston, Ben Shapiro y algunos pocos más... Algunos comentaristas de Fox News... Y luego las fundaciones libertarias y conservadoras que todos conocemos pero que parece que no existieran.........





2 comentarios:

Gustavo Garcia dijo...

Me gustó la reflexión. Es más fuerte la búsqueda de un padre bueno que la de la libertad. Los neurocientíficos dirán que es por una tendencia (del Mundo 1) a economizar energía. Y creo que están en lo cierto.

Gustavo Garcia dijo...

Acá hay un artículo que ilustra el sentimiento de una buena parte de los norteamericanos: https://eand.co/americas-authoritarian-nightmare-is-coming-true-1d4407177416.
Ilustrativo de lo que dices.