lunes, 20 de enero de 2025

¿HAY SÓLO DOS SEXOS? LA REACCIÓN CONSERVADORA

En una sociedad libre, si hay dos, 10 o 200, es una cuestión de free speech y libertad religiosa. Cada uno tiene derecho a pensar al respecto lo que quiera, a decir lo que quiera y a profesar la religión que le plazca. Y en una posición estrictamente libertaria, el Estado Federal nada tiene que decir sobre eso, pero, claro, tampoco tiene nada que obligar sobre eso ni tampoco tiene a nadie que perseguir sobre esa cuestión porque piense así o porque piense asado.

Los que me conocen saben que no soy escéptico al respecto. Pienso de ese tema lo que afirma el Catecismo de la Iglesia Católica (y seguiré pensando así aunque el Papa actual lo quiera modificar). Que, por supuesto, no es una cuestión de Estado. Los que me conocen saben además de mi convivencia con todo el mundo, sencillamente con todo el mundo. Mi único límite de convivencia es la coacción. Puedo convivir con marcianos, el límite es que me obliguen a ir a Marte (que, by the way, no estaría mal 😊).

Que un presidente electo, en su discurso de toma de mando, haya afirmado que hay dos sexos, como presidente, como jefe de Estado, es por ende contrario, “en sí mismo” al espíritu libertario. Pero que lo haya hecho es una reacción. Una reacción contra algo horrendo ante lo cual casi todos los que ahora (libertarios inclusive) ponen el grito en el cielo miraron para otro lado y no les importó en absoluto.

La reacción corresponde a una acción, y esa acción es la del partido demócrata de los EEUU, que se hizo eco de la tercera etapa del marxismo donde los explotados son los colectivos explotados por el capitalismo, entre los cuales estaban los homo, las lesbians y los trans. Y no sólo prohibieron el free speech y la libertad religiosa de quienes pensaban diferente, sino que además persiguieron penalmente a todos aquellos que se oponían a las cuotas correspondientes y a la contratación forzada de los “explotados por el capitalismo”. Pero no sólo eso. Con la venia y la complicidad criminal de pedíatras y maestros, arrancaron de la patria potestad de sus padres a los menores que tenían problemas de identificación de sexo; les aplicaron bloqueadores de hormonas, y les hicieron cirugías de reasignación de sexo, o sea, mutilaciones sin vuelta atrás, ya sea del pene en los varones y de las mamas en las niñas. Y a los padres que se opusieron les mandaron el FBI a sus casas y los calificaron de domestic terrorists. Y también a los padres que osaron perseguir a ursos bigotudos ya grandes, disfrazados de mujer, supuestamente “trans” que entraban a los baños de las niñas y las violaban. ¿Quién iba preso? El padre que defendía a su hija.

¿Se enteraron de todo esto? No, estaban todos muy preocupados leyendo los editoriales del New York Times y escuchando a la CNN donde se analizaba el “nazismo” de Trump. Y mientras tanto todos los medios digitales que denunciaban estas cosas eran silenciados y censurados por mis-information y acusados y vilipendiados de ser medios conspiranoides delirantes que, claro, la gente “seria” no leía…..

Todo eso sucedió, mientras así todos miraban para otro lado.

Excepto, claro, las verdaderas victimas (entre ellos mujeres deportistas a las cuales les era arrebatada la justicia de su triunfo) que votaron masivamente a Trump.

Así que ahora, bienpensantes y democráticos intelectuales -libertarios inclusive-, que se rasgan las vestiduras mientras niegan su categoría de complicidad intelectual, ahora tienen la reacción.

Ustedes, totalitarios del LBGT, son los responsables del discurso de Trump.

Agradézcanselo a Biden.

Y sigan mirando para otro lado. 

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