domingo, 13 de octubre de 2024

UN RELOJ Y SU TIEMPO


Hace poco buscando alguna cosa (que no encontrè, desde luego) descubrí que en el típico cajón de las cosas viejas estaba aún un antiguo reloj Longines, de mi abuelo materno, de esos que se usaban con una cadena y se guardaban en los chalecos de los trajes.
 

¿Cómo llegó ahí? ¿Cómo sobrevivió a todas los avatares a los que no sobreviven las cosas que nos importan?

¿Cómo sobrevivió a las mudanzas? Se lo tiene que haber dado mi abuelo Vicente a mi madre, o sea que pasó de la casa de mi abuelo en San Telmo a la casa de Carlos Calvo, de allí fue a Ituzaingó, y de allí fue a Tacuarí, y de allí llegó..... A mi cajoncito de las cosas gloriosamete inútiles (como este texto), de esas que se resisten al minimalisnmo y al desprendimiento.....

¿De quién fue por primera vez? ¿De mi abuelo? ¿De qué relojería salió? ¿Cómo llegó a esa relojería? ¿Qué pensaba mi abuelo cuando lo compró?

¿Cuántas y qué conversaciones escuchó ese reloj? ¿Cuántas veces calmó ansiedades o advirtió irreparables olvidos?

Un reloj que no sólo mide el tiempo, sino que tiene tiempo. Un reloj que es un símbolo del tiempo, de un tiempo que nos sobrepasa y nos supera. Yo ahora trataré de cuidarlo, bajo las protestas de que hay que desprenderse de las cosas, pero, ¿no lo perderé? Y si no lo pierdo, ¿me sobrevivirá? ¿Cuál será su final? ¿En que trasto de cosas viejas terminará, dónde será finalmente tirado, dónde será finalmente aplastado o fundido, sin que nadie le de las gracias?

¿Y si el reloj tuviera conciencia de que de algún modo lo amo y lo admiro? ¿Qué me diría? ¿Marcaría la hora mejor o peor? Si un reloj pudiera ofenderse, ¿qué pasaría con el tiempo? Y si el tiempo pudiera enojarse, ¿se iría, molesto? ¿Nos quedaríamos sin tiempo?

Aquí sigue, delante mío, marcando la hora. Su segundero sigue imperturvable. ¿Me estará mirando? ¿Me estará midiendo?

¿Y si dejara de funcionar? Estamos hablando de un mecanismo que funciona tal vez desde principios del 1910 o 1920. ¿Por qué seguirá funcionando, ante tantas cosas que se descomponen? Pero si dejara de funcionar, ¿no lo guardaré de vuelta en ese cajón? ¿Y hasta cuándo estará allí?

Cuántas preguntas. Y así con todo.......... Lo pequeño nos sobrepasa. Lo pequeño tiene un tiempo inconmensurable. Nos supera; también los seres vivos pequeños sufren de nuestro desdén e indiferencia. 

Bueno reloj, por ahora vivirás conmigo.

No es mucho, pero es todo lo que tengo. 

1 comentario:

Emanuel dijo...

Así es, ya lo dijo de otra forma tu amigo Tomás de Aquino: hasta "lo pequeño nos sobrepasa"...