domingo, 20 de octubre de 2024

SOBRE EL ABORTO Y LA EDUCACIÓN SEXUAL OBLIGATORIA

 Muchos dirán que las aguas de la política argentina están suficientemente agitadas como para convertirlas en maremotos. Es verdad. Sin embargo, en esas dos cuestiones hay dos cosas muy simples que se podrían hacer y sobre las cuales debería haber consenso. 

Sobre el aborto: hay que revisar la ley actual y ver si deja lugar a la objeción de conciencia personal e institucional. Lo dudo. Las instituciones médicas privadas deben tener la libertad de no efectuar abortos si ello va en contra de su cosmovisión del mundo: los derechos allí implicados son la libertad religiosa y la libertad de asociación. Mucho más si se trata del personal de salud. Se trata, en esta circunstanacia, de NO prescribir de manera obligatoria. Creo que en eso se pueden encontrar creyentes, agnósticos, liberales e intervencionistas. 

Lo mismo con la educación sexual. El problema no es la educación sexual, sino que sea obligatoria en los institutos privados, que deberían tener la libertad de opción de ofrecerla o no (conforme, a su vez, con lo que los padres digan). Nuevamente, la libertad de enseñanza es lo que está en juego. También sería deseable que hubiera consejos de padres en los institutos primarios estatales que decidieran la cuestión, pero eso es mucho pedir para la tradición cultural argentina. Sin embargo, para asombro de muchos, esos consejos de padres ya estaban establecidos en la Ley 1420. 

Como vemos, dos cuestiones que deberían ser obvias: libertad religiosa y libertad de enseñanza. 

Libertades individuales. Lamentablemente están lejos de ser obvias y así estamos. 

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