Vean este discurso de Eva Vlaardingerbroek:
https://www.instagram.com/reel/C6R01hHoHuq/?utm_source=ig_web_copy_link
¿Tiene razón? ¿O no fomenta su discurso el odio indiscriminado contra el inmigrante o culturas diferentes?
No. Ella no lo aclara (ese es tal vez el problema), pero es una justa reacción ante la izquierda europea que no ha sabido distinguir entre liberalismo clásico y multiculturalismo postmoderno.
En el primero, todos los seres humanos tienen libertades individuales a través de las cuales se manifiesta una sana diversidad. Todos, europeos, africanos o asiáticos, tienen derecho, precisamente dentro del Estado de Derecho, a la libertad religiosa, de expresión, de enseñanza, de asociación, a través de las cuales las diversidades culturales conviven armoniosamente. Porque esas libertades implican, y este es su reverso, que para todos sea un delito matar, robar, violar, secuestrar. El consenso básico en un pacto constitucional liberal clásico es el acuerdo sobre ese pacto constitucional y, por ende, el límite de la libertad y la diversidad está en las libertades de los demás.
En el segundo, algunos suponen, guiados por el colectivismo ontológico, que las comunidades culturales son colectivos, no individuos, que tienen derecho a su propia identidad cultural aunque viole las libertades individuales básicas. Y que además tienen derecho a recibiur los beneficios de un Estado Providencia que, además de errado éticamente, está en el eje central de graves problemas económicos europeos.
Lo mismo sucede con el indigenismo en otras sociedades occidentales.
La libre inmigración tiene que ver con lo primero, no con lo segundo. En el liberalismo clásico que defendía Mises, (https://mises.org/es/library/book/liberalismo-en-la-tradicion-clasica) el libre movimiento de capitales y de personas suponía un respeto básico a las libertades individuales, cuya violación implica no sólo el derecho de autodefensa, sino un código penal liberal donde quienes violen dichas libertades perderán justamente su libertad.
Que no se pueda distinguir una cosa de la otra, es otra de las terribles consecuencias del abandono del ideario liberal clásico, que forma no sólo parte de la identidad cultural europea, sino que es un regalo de Occidente para toda la humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario