Si, fue digno de la mejor película. A Woody Allen le
faltó imaginarse esta escena en Robó,
huyo y lo pescaron. Un altísimo ex funcionario,
a la madrugada, tirando bolsas de dólares robados por la ladera de un convento.
Impresionante. Grotesco, en realidad, como grotesco fue el final de fiesta del
gobierno de Isabelita Perón. Un ADN que, se ve, lo tienen bien incorporado.
Pero el problema consiste en que casi todos piensan
que ESO es el kirchnerismo. Y no, lamntablemente no.
A todos habrá asombrado la carta en facebook de
Cristina Ferdández de Kirchner. A mí no. Fue coherente. Se aferra a una
ideología que siempre la sostuvo.
Lo voy a repetir: el kirchnerismo ES Montoneros. ES el
peronismo marxista violento. Que tal vez volvió como comedia, puede ser. Pero el
daño que podrían haber hecho es tan terrible que, justamente, lo que nos salvó
de ese peronismo fue su propia impericia –más de Cristina que de Néstor- en lo
cual se incluyen sus grotescos actos de corrupción. Porque fueron sus
psicópatas y mafiosos personajes, finalmente, lo que inclinó a muchos
votantes por Mauricio Macri, en ese 54% vesus 46% que algún día también se
sabrá.
De lo contrario, con un poco de buena administración y
honestidad, el kirchnerismo seguiría en el poder. Porque lo que lo define no es
su corrupción. Lo definieron, en cambio, estas cosas:
-
Su
política de derechos humanos, juzgando para un solo lado, poniendo presos
políticos y apoyando a Hebe de Bonafini.
-
Su
desprecio sistemático de la división de poderes. Eso no es corrupción. Es
autoritarismo 101, “por el bien del pueblo”.
-
Su
consiguiente desprecio por las instituciones republicanas y la concentración del
poder.
-
Su
persecución de la prensa libre, porque en realidad son “los medios concentrados”.
-
Su
tremenda carga impositiva, su gasto publico, su estatismo.
-
Su
apoyo incondicional a Castro y Venbezuela.
-
Su
política de redistribución del ingreso basada en los “planes trabajar” y etc.
¿Es necesario seguir? No, lo necesario es recalcar que
todo ello fue apoyado y seguiría apoyado por la mayoría de la población, o a
muchos no les importó en absoluto, mientras pudieran seguir con su asadito del
domingo, Tinelli y el fulbo.
Ahora bien, ninguna de esas políticas implica necesariamente
corrupción, y menos aún este tipo de corrupción grotesca que hemos vivido.
Pero sí fueron medidas que incentivaron las causas
estructurales de la corrupción, cosa que también la mayoría de las argentinos
ignora, especialmente aquellos que dicen que “lo que se necesita es gente
honesta” cosa en la cual este gobierno ha caído también.
Como siempre, somos los liberales clásicos los que nos
matamos todos los días explicando qué es la escuela del Public Choice, que explica lo que es una sociedad en busca de la
torta del estado y los problemas de incentivos al gasto que ello produce, con
lo cual la tentación de robarse gran parte del presupuesto es enorme. Pero no,
no vaya a ser que algún dirigente lo estudie. Porque la responsabilidad principal
la tienen por un lado los académicos que desprecian todo esto y, por el otro,
los que dicen no tener ideologia, los que dicen que lo importante es la
gestión, y miran con desprecio a cualquier encuadre “teórico” que alguien
intente explicarles.
Por lo tanto:
-
El
autoritarismo y el estatismo de los Kirchner, y su opción pro-Cuba y
pro-Venezuela, NO son una cuestión de corrupción sino una profunda cuestión
ideológica, heredada del peronismo de los 70 y que siguie siendo apoyada por la
mayoría de la población, incluso políticos y académicos que siempre se dijeron
NO kirchneristas.
-
Nos
salvamos del kirchnerismo NO porque la población haya rechazado eso, sino por
las divisiones internas del peronismo (NO la división de poderes), sus
asesinatos visibles (Nissman); sus
robos, fraudes y corrupciones grotescas,
y sus psicopáticos personajes.
-
El
estatismo de los Kirchner fomentó aún más, por supuesto, las causas
estrucutrales de la corrupción (el Estado central) que NINGUN gobierno, desde
el 55, pudo revertir.
-
Los
académicos, y los dirigentes políticos ignoran o desprecian las enseñanas del
liberalismo clásico y de la Escuela del Public
Choice que podrían explicarles cuáles son las causas estructurales de la
corrupción.
-
El
actual gobierno parace despreciarlas también. Que Dios los ayude.
Sí. Robó, huyó y lo pescaron. Fue pescado López y
serán pescados algunos otros. Pero la
ideología kirchnerista no robó, no huyó, y NO la pescaron ni la perciben la
mayoría de los anti-kirchneristas que hoy festejan.
8 comentarios:
Señor Zanotti. Disculpe que voy a interrumpir su publciacion con otro asunto.
Me gustaria saber si me permite su email, pues me gustaria debatir con usted sobre esto que llama "Liberalismo cristiano". Gracias. Saludos cordiales.
Estimado filósofo (para los japoneses es muy importante presentarse por el nombre, entre paréntesis), mi email es gabrielmises@yahoo.com Pero te adelanto que mi salud mental no me permite reiterarte por ese medio toooooooooooooooooooooodo lo que he escrito desde 1984 hasta la actualidad. Puedes leer mis cosas en institutoacton.org, en https://austral.academia.edu/GabrielZanotti, poniendo en internte Gabriel Zanotti pdf, etc. Entonces, cuando hayas leído algo, lo debatimos. Ah!! Primera aclaración: nunca hablé de "liberalismo cristiano".
Bueno estimado XX respeto tus razones para no decir tu nombre, y espero que tú entiendas las mías para tratar de preservarme ante quien no conozco. Ahora que por tu respuesta te conozco un poco más, te podrás imaginar que estoy abierto a todas las preguntas que tengas, siempre dentro de los límites de espacio que un email demanda. Un abrazo cordial.
Gabriel ¿Por qué pensás que autores como Buchanan son tan poco conocidos o estudiados (al menos localmente)?
Por incompetencia académica y prejuicios. El primer gran libro de Buchanan es de 1962. Es un clásico de la finanzas públicas. Pero claro, como es "liberal" NO se lo lee...............
Comparto. Gracias por ponerle discurso a nuestros disgustos.
Muy bueno lo que escribiste, pero sí que no se sabia de la perversidad del modelo, era empobrecernos para tenernos de rodilla, era cargarse el capital, cosa que la gente no votó y nos salvamos por muy poco aunque la diferencia en porcentaje fue mayor pero al final safamos, lo único que le quedaba era modificar la constitución y soné que pasaba, la gente no sabia del peligro de esta ideología.
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