El desafío tecnológico: qué es la "desmonopolización" del sistema educativo
Las empresas están contratando según las capacidades
profesionales específicas independientemente de las instituciones que hayan
sido necesarias para lograr esas habilidades.
martes, 23 de julio de 2024 · 11:45 hs
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Mi sobrino es experto en hardware, y hace años que trabaja en una importante organización reparando cuanta computadora se le pase por el camino. Trabaja en blanco, el empleo es estable y el salario es bueno, pero no tiene título. No egresó de ningún instituto adscripto al sistema educativo nacional. ¿Eso es un problema? Para nosotros, para la organización que lo contrató y para él, obviamente no.
Así como él, hay miles de jóvenes profesionales
trabajando en finanzas, negocios digitales o comunicación, y son
excelentes profesionales. El asunto es transformar esto en algo de
derecho, porque el sistema ya está "desmonopolizado"
de hecho. Las instituciones formales ya están compitiendo con infinitas
posibilidades educativas potenciales, fuera del sistema
educativo que “exige” que haya títulos oficiales. Y las
instituciones educativas adscriptas al sistema
educativo nacional (desde la primaria hasta la universidad, sean
privadas o públicas) están perdiendo una casi invisible batalla. Invisible por
ahora.
Hay miles de jóvenes profesionales trabajando en finanzas, negocios digitales, comunicación, etc., SIN título académico ni habilitante reconocido por el Estado.
Esto no es de ahora e importantes pedagogos, como Luigi
Volpicelli y Giovanni Gozzer en Italia, en las décadas de los 50 y 60, y Luis
Zanotti en Argentina, desde la década de los 60 y 70, ya lo estuvieron
advirtiendo: las nuevas
tecnologías de la comunicación desplazan espontáneamente a sistemas
educativos formales con un formato tradicional de aula y metodologías
anteriores a las nuevas tecnologías. Para las cuales se necesitan,
además, nuevas funciones profesionales docentes, ante las cuales la
mayor parte de los docentes no estamos preparados y son además
el pánico de los sindicatos.
Si no se quiere que el sistema quede totalmente obsoleto, si
no se quiere que los mejores migren espontáneamente hacia las nuevas
tecnologías de la comunicación, hablando Inglés y dominando física
cuántica como si fueran Stephen Hawking, pero sin haber pasado por la
universidad, entonces el sistema formal se tiene que
"desmonopolizar". Cualquiera que demuestre las competencias necesarias
debe poder entrar a cualquier universidad, aunque no haya cumplido con los
requisitos del sistema formal, y cualquiera que demuestre las competencias
profesionales necesarias debería poder ser contratado por empresas o
universidades, sin que ningún reglamento estatal, ni sindicatos ni licencias,
que se lo prohíban. Porque, además, en última instancia, por mejor que sea un
sistema monopólico, como toda planificación central es siempre intrínsecamente
ineficiente ante la competencia potencial, además de violatorio de la libertad
de enseñanza.
Si no se quiere que el sistema quede totalmente obsoleto, si no se quiere que los mejores migren espontáneamente hacia las nuevas tecnologías de la comunicación.
Pero si el sistema se abre, ya sea privado o estatal, se
deberá adaptar (o morir) ante las exigencias de una nueva sociedad, una
sociedad con nuevas tecnologías de la comunicación, que muchos
usan, pero no quieren admitir como sistemas pedagógicos más eficientes.
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