lunes, 26 de agosto de 2024

PARA LOS VIGILANTES DE LA MISINFORMATION

 "................Pero lo terrible no es Biden y su banda de totalitarios. Lo terrible es que este tema de la mis-information, las fake news y etc se ha hecho carne en las más nobles carreras de comunicación y en los más altos niveles científicos y filosóficos, donde mucha gente de buenas intenciones creen que están haciendo un favor al mundo “vigilando” la “misinformation”, o sea, vigilando el pensamiento de los que no piensan como ellos."


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domingo, 8 de mayo de 2022

LA INFORMACIÓN COMO ARMA TOTALITARIA





Hemos sido culturalmente formados en el supuesto de que la verdad radica en una información objetiva que debe ser depositada en una inteligencia pasiva que copia y repite.

Eso ha tenido profundas consecuencias culturales. Que la ciencia es el lugar de los hechos objetivos; que la verdad es la adecuación con los hechos; que la verdad radica en los datos, que las ciencias son una cosa y las humanidades son otras; que el alumno debe tomar nota, repetir y sacarse 10, son sólo algunos de los presupuestos culturales que casi nunca nos cuestionamos. Excepto, claro, que nos agarre el ataque de escepticismo postmoderno ante la “amenaza” de cualquier postura filosófica que quisiera afirmar la existencia de Dios, del alma, de la libertad y de la dignidad humana.

En la comunicación social, el tema es largo. Los hechos son sagrados, las opiniones son libres; que tienes derecho a tu propia opinión, pero no a tus propios hechos, son frases repetidas ad infinitum que evidencian claramente ese positivismo cultural. Lo peor sucedió hace décadas cuando emergió el llamado “derecho a la información”. Para varios autores (europeos, de saco y corbata, con varios idiomas y doctorados) la vieja “libertad de expresión”, el perimido “free speech” debían ceder su lugar al “derecho a la información” que protegiera a los pobres ciudadanos de la mera interpretación sesgada de lo que las pérfidas empresas periodísticas decidieran que era noticia. Y claro, desde luego, ¿quién es el llamado a garantizar ese derecho a la información? El gobierno, desde luego.

El problema se acrecentó desde el 2015 cuando la desesperación del partido demócrata intentó convencer a todo el mundo que Trump estaba diseminando “fake news”. Mentiras siempre hubo, prensa amarillista siempre hubo, pero desde entonces se convirtió en una obsesión.

Una manera de enfocar el tema es reconocer que hay hechos objetivos, pero que no es el gobierno el que debe dictaminar al respecto. Sí, puede haber gente que mienta, ¿pero son los gobiernos los que deben dictaminar quién miente y quién no? Si la respuesta es sí, ¿cómo nos defendemos de las mentiras del gobierno?

Pero ese no es el punto. Lo esencial es que desde hace décadas, la filosofía de las ciencias y la filosofía de la interpretación, esto es, la hermenéutica, han dado un giro de 180 grados que no parece llegar nunca a periodistas, educadores, científicos, filósofos, gobernados y gobernantes.

Ese giro no es postmoderno, no niega que hay verdades, errores y mentiras. Simplemente nos advierte que todo texto, verdadero o no, es un mensaje, y que todo mensaje está proferido desde un ser humano, con su horizonte, hacia otro ser humano, con su horizonte, con un modo de hablar (juego de lenguaje) específico que ya implica un determinado contenido cultural.

Hoy desayuné con un café.

El lector dirá: ¿y eso qué tiene que ver?

Esa es la clave. “Hoy desayuné con un café”, es verdadero. Pero es irrelevante para lo que estamos tratando. En este con-texto, su relevancia consiste en ser un ejemplo.

¿Quién determina la relevancia de un mensaje verdadero? ¿Quién determina cuándo y de qué modo debe decirse?

En una sociedad libre, cada uno de nosotros. Eso es el free speech.

“Eres obeso”, le digo a un amigo, de repente, que efectivamente lo es.

¿Es “misinformation”?

No, es más, en cierto sentido, la fake news es que NO sea obeso.

Malvinas 1982. ¿Invasión o recuperación? ¿Cuál es la fake news allí?

¿Interrupción del embarazo o asesinato del no nacido? ¿Cuál es la fake news?

Entonces “depende de…”. Sí, pero eso no es relativismo o escepticismo. Sí, depende de nuestras convicciones, cuya verdad hay que saber defender y cuya defensa y debate es posible sólo en una sociedad libre, NO en una sociedad donde un gobierno garantice un supuesto “derecho a la información” cuando precisamente hemos visto que la “información” sin con-texto es imposible. Y la información con con-texto ya no es información: es conocimiento.

A partir del 2020, esto llegó al éxtasis del autoritarismo. La OMS decide qué es falso y verdadero, y los que no están de acuerdo con la OMS son negacionistas y conspiranoicos, y son literalmente perseguidos por la justicia, silenciados, apartados de sus cargos, etc.

La vacuna es segura, la vacuna no es segura; sí lo es, pero no “suficientemente”, etc……… ¿Por qué no dejamos que se debata libremente? ¿Cuál es el pánico ante la libre discusión?

Y ahora, el perverso pero coherente gobierno de Biden ha nombrado a una funcionaria para que “vigile” la “misinformation”, “ese gran peligro para la democracia”; sí, claro, ese gran peligro para el Partido Demócrata. Así, ahora, pensar y decir que hay sólo dos sexos, que los padres deben decidir sobre los contenidos educativos de sus hijos o que la elección del 2021 es dudosa (y etc.) es “misinformation” y más aún, “domestic terrorist”. Claro, si Goebbles lo hace está mal pero si lo hace Nina Jankowicz está bien.

Pero lo terrible no es Biden y su banda de totalitarios. Lo terrible es que este tema de la mis-information, las fake news y etc se ha hecho carne en las más nobles carreras de comunicación y en los más altos niveles científicos y filosóficos, donde mucha gente de buenas intenciones creen que están haciendo un favor al mundo “vigilando” la “misinformation”, o sea, vigilando el pensamiento de los que no piensan como ellos.

Así estamos. Y en esto, como en tantas cosas, muere Occidente. 

domingo, 25 de agosto de 2024

Brownstone Institute: To Jail You Go

 https://app.getresponse.com/view.html?x=a62b&m=BrXavN&mc=IQ&s=BFx19Og&u=tdPBh&z=EFHQGDO& 

To Jail You Go

Telegram’s billionaire CEO Pavel Durov has been arrested in France. We don’t know the charges specifically but he has been famously unwilling to provide a backdoor to governments. It’s all part of the goal of codifying a global surveillance state. 


We are closer to the Orwellian nightmare than most people think. There are a growing number of freedom fighters who are being jailed for the purely political crime of defending freedom. 


The CEO of Rumble has stated that he will not give in. There is no way to know who else is on the list or who will be next. For that matter, Steve Bannon is in jail right now merely for skipping out on a political witch trial, as many have done for decades without consequence. 


The problem of censorship is not one many people expected to hit the world in times when decentralization and digital information were supposed to make us ever more free. But with the rise of political populism, the control of information flows intensified and then reached a crisis with the Covid lockdowns of 2020 and following. 


The world of free speech is now heavily vexed by a powerful architecture of censorship, an industrial complex that uses corporate consolidation, third-party funding, and censorial embeds to marginalize based on opinion contrary to regime priorities both industrial and political. 


Brownstone Institute’s Censorship Working Group has taken on this topic together with a handful of other institutions and intellectuals to bolster the case for free speech and expose all the ways in which digital-age censorship works. 


In the course of a year, and with regular meetings, the group has together published nearly 100 or more articles, appeared in many dozens of videos and podcasts, supported other writers with information sources and documentation, weighed in on continuing litigation, and provided a credible counter to current trends. 


The battle is far from over but this group has made a difference in getting the word out and educating the public to support free speech. Brownstone’s millions of readers have read and shared a near daily stream of news analysis, research, and updates, and these have been cross-posted on author Substacks and other news sites, appeared in many languages, and kept the issue alive in an increasingly closed and controlled environment. 


To be sure, there is no final victory here, much less wins that definitively secure rights for the future. But given this, the Working Group has made a difference, even to the point of being cited in a new book by Justice Neil Gorsuch of the Supreme Court (Over Ruled). Ultimately, the people doing focused work on this topic are no more than a few dozen and the institutions involved can be counted on one hand, which is tragic but all the more reason why this group needed to come into existence. 


None of this would be possible without the support of donors who care deeply about broader issues such as this one. Brownstone Institute’s deep gratitude is very much due for having made this possible. 


It is our hope that we can continue these efforts for another year, as litigation continues, the issue heats up in public debate, and political trends increasingly draw attention to these issues. 


Resources:


Brownstone Institute on censorship

Aaron Kheriaty’s Substack 

Debbie Lerman’s Substack

Andrew Lowenthal’s Substack

Jeffrey Tucker on Epoch Times

Aaron Kheriaty, Debbie Lerman, Andrew Lowenthal, and Jeffrey Tucker. “The Closing of the Internet Mind,” The American Mind, May 22, 2024.


We have hope to renew this working group for another year but only you can make this possible. Brownstone Institute was founded to be there for truth and freedom and just such times. We provide a sanctuary from the chaos, providing light and safety to displaced intellectuals, writers, and so many others. Your support is all we have to make our work possible


You can still buy your ticket for our Philadelphia supper club on September 5th. Our guest speaker is Mary Holland, CEO of Children’s Health Defense and a leader in the health freedom movement for more than two decades. She’ll tell us about recent issues in children’s health and vaccines and will share stories about her advocacy work since the Covid pandemic.


Registrations for our November 1-2 conference and gala, at the William Penn Hotel in Pittsburgh, are open. Secure your spot. It’s the extravaganza of the year. You should come to be among friends in times fraught with peril. All the names you know will be present, including Robert Malone, Bret Weinstein, Jay Bhattarcharya, and many more. 


Here is some content since our last email. 


SCOTUS Versus Free Speech By Jayanta Bhattacharya. In a 6 to 3 ruling on the Murthy v. Missouri case, the Supreme Court ruled against me and my fellow co-plaintiffs, in effect rendering the US First Amendment a dead letter in the social media age.


Save the Voters, Replace the Schools By Peter St Onge. If we’re to save our democracy, we have to save our voters – by replacing government schools with schools that actually teach instead of indoctrinate. That could mean school choice, vouchers, or homeschooling co-ops.


The Managerialist Revolution in Medicine By Aaron Kheriaty. Will we recognize that the managerialist ideology undermines medicine’s goals of health, and summon the will necessary to cut through all obstacles and cut away the excrescences that undermine the ability of physicians to heal?


Anchors in a Sea of Chaos By Mattias Desmet. In a totalitarian system, no one is safe. The only anchor will be precisely what our rationalist Enlightenment society pushed to the background: loyalty to ethical principles even if it means losing whatever you possess in the world of appearances.


The Seven Deadly Sins of Our World By Toby Rogers. We need a revolution to replace the Covidians with people who understand liberty. But even once we take power and restore the basic freedoms of the past 250 years, we need checks and balances for science and medicine.


What Is Really Going on at Federal Agencies? By Jeffrey Tucker. Every single candidate should be asked to explain their answer to a basic question: what in your view is the role of government? Whatever the answer is, all existing practices of government need to be assessed in light of that.


My Board Certifications Have Been Revoked By Pierre Kory. What happened to me was censorship action. It was done for two reasons. The first was to destroy my reputation. The other was to send a message to doctors that if they stray from consensus, they will be punished.


The Forces That Imperil Public Order By Ramesh Thakur. Public disquiet has grown but bubbled along under the surface for decades at serially repeating instances of police refusing to enforce the law for fear of transgressing multicultural and woke pieties…


More on Time Theft By Eric Hussey. Government agencies feel no compunction about stealing my time since they are convinced that they are entitled, by law, to steal my time as duly paid representatives of the government.


All Warfare Is Based on Deception By Bert Olivier. ‘All warfare is based on deception’ may be applied to our present situation, where a very powerful enemy, who has taken the initiative from the start of the present crisis, has deceived us to its own advantage.


Who Is Tim Walz? By Ann Bauer. Since he became the presumptive VP candidate, stories have come out that I never knew—because media has been running cover for Tim Walz for years. He’s really just a lefty Trump, only with Hollywood and media on his side.


Rate Cuts Will Achieve Nothing By David Stockman. Notwithstanding the deleterious impact of rate cuts on investment trends, the Wall Street mantra still claims that rate cuts are necessary to prevent the economy from tipping over into recession. But this claim is not supported by the evidence.


Time to Connect the Dots By Russ Gonnering. What ties The Center for Health Security, The Department of Defense, The World Economic Forum, Big Pharma, Fauci, Gates etc. together? Is it merely a consortium of individuals and entities, or is something else behind it all, calling the shots?


Herd or Hero, Body or ‘Soul’ By Sinead Murphy. Our identity is such a merely theoretical construct that it is subject to endless reengineering and constant updating. Descartes got it upside-down. Bodies are obstinate and resistant. It is souls that are the playthings of those who conspire against us.


Toward an Archaeology of Anger By Haley Kynefin. Anger: What is its role? How do we interpret it? How do we wield and transform it? These are questions that may be key to understanding how to engage with those around us as we attempt to restore our world.

GRACIAS KARINA MARIANI POR DECIR AQUELLO QUE NADIE, NI SIQUIERA LIBERALES, PARECE TENER CONCIENCIA

 "............En estos mismos instantes Gran Bretaña arresta a ciudadanos por manifestarse o escribir en las redes, en Francia arrestan al fundador de Telegram por no arrodillarse frente a las órdenes censoras de las élites, en Brasil se persigue a las personas por sus opiniones y se obliga a 𝕏 a salir del país, en Australia se persigue a las redes para que controlen la información y se encarcela a las personas por no aceptar la ideología woke, la Unión Europea crea leyes estalinistas de control de la expresión. Los ejemplos son cada vez más y más aterradores y no ocurren en dictaduras sino en los países que se suponían respetuosos de los derechos individuales. La libertad está amenazada, como hace décadas no ocurría, en el corazón de las democracias liberales del mundo"

En https://voz.us/es/opinion/240825/15798/trump-debe-volver-hablar-libertad.html


PROHIBIDO ENTRAR AL CELULAR CON EL AULA


 

Los debates actuales sobre el celular en el aula revelan hasta qué punto el sistema educativo se sigue auto-percibiendo inmutable ante las nuevas circunstancias culturales que habían comenzado aún antes de internet. 

Mi padre, en su libro Etapas históricas de la política educativa, ya en 1972,[1]  describió la tercera etapa como la de los nuevos medios de comunicación. El había estudiado en Italia con Luiggi Volpichelli, quien ya en la década del 50 insistía en las virtudes educativas de la televisión. Antes de Internet, Volpichelli y Gozzer en Italia, y luego mi padre en Argentina, fueron los tres pedagogos que hablaron de la "tercera etapa de la política educativa", como aquella donde los métodos centrales del proceso educativo eran las nuevas tecnologías de la comunicación (en ese entonces, radio, cine, televisión, discos, grabadoras y, a partir de los 80, la telemática) ante las cuales los métodos educativos de la primera etapa quedaban caducos y desactualizados. Eso es, esa etapa donde el Estado Educador recurre al aula tradicional -dictado, copia, repetición- como el medio principal para "educar al ciudadano". La tercera etapa requería una transformación total. Y eso que ninguno de ellos vivió para ver lo que fue Internet. De algún modo lo previeron con la telemática. Gozzer decía: no se puede llegar a la luna con una carreta por mejor que esta sea. Hay que cambiar el modelo. El aula tradicional queda como la carreta frente a la Luna. El nuevo modelo es una situación en la cual el alumno se autoeduca de hecho y el docente queda como un profesor-tutor. Ello requería, a) una total desmonopolización del sistema educativo[2], para que la situación no quedara de hecho sino que se convirtiera en "de derecho", y b) nuevas funciones profesionales docentes[3], en las cuales los docentes son los tutores de lo que los alumnos ya aprenden y han aprendido con las nuevas tecnologías. 

Pero docenes, Estados y sindicatos se resistieron y se resisten con uñas y dientes ante este cambio que, sin embargo, ya llegó y gana de hecho la batalla: "... Los docentes comprobaron -decía mi padre- la fuerza tremenda que adquirían sobre sus alumnos, cómo actuaban al margen del sistema educativo y se sintieron –quizá subconscientemente– celosos y resentidos. No comprendieron que se trataba nada más que de nuevas armas puestas a disposición de la tarea educativa que les había sido encomendada y en cambio de disponerse a utilizarlas inteligentemente les dieron la espalda, desdeñosos, altivos y encastillados en su tradicional metodología. La situación no ha variado hasta hoy. Los docentes siguen entendiendo su profesión sólo dentro de los ámbitos escolares y en forma de relación directa de un maestro o profesor ante un grupo de alumnos. Diarios, revistas, discos, cinematografía, radiofonía, televisión, continúan constituyendo un mundo externo al sistema educativo formal, contra el cual la escuela debe –según parece– luchar implacablemente para reconstruir cada día lo que esos enemigos destruyen sin prisa y sin pausa”[4]. Y concluía: “…En esta batalla absurda, el docente está condenado a la derrota. La lucha es desigual, las armas incomparables y la pugna carece de razón.[5]

Por lo tanto, la situación no consiste en tratar de adaptar internet y el celular al aula, sino en comprender que es el aula tradicional la que debe ser eliminada. La tercera etapa ya ha llegado de hecho, pero se siguen viendo a las nuevas tecnologías de la comunicación como intrusos a los que hay que controlar más que como los nuevos métodos educativos de los cuales el docente tiene que ser el tutor que oriente. Para seguir con la metáfora, en el nuevo modelo el educando es el piloto, está al mando del plato volador, y el docente tutor se sienta a su lado aconsejándolo y orientándolo.

Lo que pasa actualmente es similar en la segunda etapa de la política educativa, en la década del 20 del siglo pasado, donde varios pedagogos advierten contra el racionalismo del aula positivista y quieren llevar al aula elementos del "mundo de la vida" que puedan superar esa concepción reducida del ser humano (copiar y repetir). La reacción general ahora es llevar el internet al aula tradicional. La intención es buena, pero es como pretender colocar un plato volador dentro de una carreta. No encaja.

Ante la imposibilidad mental de dejar de lado al aula tradicional, y ante las prohibiciones de Estados y sindicatos al respecto, el último intento consiste en la prohibición de ingresar a la carreta con el plato volador. O sea, la prohibición de internet en el aula, o sea la prohibición del celular, porque es el adminículo que por excelencia se escapa al “vigilar y castigar” del aula tradicional.

El problema es que computadoras portátiles y celulares han sincerado la situación. Antes, la mayoría de los alumnos desinteresados en el docente que monologaba podían mirarlo, tranquilamente, mientras pensaban en otra cosa, como yo hice el 99% de las horas que tuve que estar encerrado en el aula. Ahora, sencillamente, se nota que están en otra. Ah, entonces los prohibimos y listo. Tapar el sol con la mano es una vieja tentación. O como los fabricantes de velas caricaturizados por Bastiat, cuando pedían que el Estado prohibiera la libre competencia del sol.

Por supuesto, puede ser que dentro del aula se den, aún, auténticos espacios de conversación y por consiguiente de aprendizaje. Pero eso es a pesar del aula, no por el aula, como el mercado que aún queda en el mundo, que es a pesar del Estado y no por el Estado. El ser humano responde a incentivos normales. El docente heroico no es la solución[6].

La prohibición del celular en las aulas es un grave síntomas de la incomprensión de qué es lo que verdaderamente sucede con la educación hoy. Lo que sucede es que el eje central de la educación, hoy, está y seguirá estando fuera del aula a la cual se mantiene como un icónico totem cuya superación es, claro, un tabú. Mientras tanto generaciones y generaciones siguen perdiendo las horas más preciosas de su vida. Los sindicatos y sus criminales huelgas son un problema, pero no son el problema. El problema es el aula, por mejores que sean sus edificios, sus equipos y sus docentes.

Mientras no sea vea cuál es el problema, no habrá solución.

 



[1] Zanotti, Luis J.: Etapas históricas de la política educativa, Eudeba, Buenos Aires, 1972. De Zanotti, ver: La hora de encontrarse a sí mismo, Ed, de Belgrano, Buenos Aires, 1994; El Normalismo, Comité Permanente de Educación Media, Buenos Aires, 1959; “La desinstitucionalización del sistema educativo”, Revista del IIE, Nro 26, Mayo de 1980; “Posibilidad y alcances de la política educacional como una disciplina autónoma; Revista del IIE, nro. 62, Junio de 1988; “En torno al buen uso de la libertad de enseñanza”, Asociación por la libertad de enseñanza, Buenos Aires, 1963; “El cuestionamiento de las instituciones escolares”, en VVAA, Educación, ideología y política, IIE, Buenos Aires, 1975; Precisiones pedagógicas, Guadalupe, Buenos Aires, 1967; Los objetivos de la Escuela Media, Kapeluz, Buenos Aires, 1976; Política Educacional, Laserre, Buenos Aires, 1960; Etapas históricas de la política educativa, op.cit; La escuela y la sociedad en el s. XX, Estrada, Buenos Aires, 1970; “El monopolio educativo”, La Nación, 5-4-72; “Nuevas funciones profesionales docentes”, Revista del IIE, Nro. 19, Noviembre de 1978. Todos estos libros y todos sus artículos se encuentran compilados en Zanotti, Luis J.: Su obra fundamental, Instituto de Investigaciones Educativas, Buenos Aires, 1994; versión on line en www.luiszanotti.com.ar.  Sobre Zanotti, ver Zanotti, Gabriel J.: Luis J. Zanotti: sus ideas fundamentales y su importancia para nuestro tiempo, Instituto Acton, Buenos Aires, 2022

 

[2]  Zanotti, Luis J.: “La desinstitucionalización del sistema educativo”, op.cit.

[3] Zanotti, Luis J.: ““Nuevas funciones profesionales docentes”, op.cit.

[4] Op.cit. p. 25

[5]Idem.

sábado, 24 de agosto de 2024

SOBRE LOS MILITARES DETENIDOS EN ARGENTINA, VUELVO A DECIR LO QUE YA DIJE EN EL 2012

 domingo, 20 de mayo de 2012

¿HAY PRESOS POLÍTICOS EN LA ARGENTINA?

Según el gobierno, obviamente, no. Las leyes de obediencia debida y punto final, para decirlo en esas mismas palabras, no debían poner punto final a lo indebido. Los delitos fueron, además, de lesa humanidad y no prescriben. Por ende los militares octogenarios que ahora están siendo procesados y encarcelados merecen ese proceso y esa condena. 

Pero hay otros que dicen que no. Hay varias razones.

1. ¿Tienen los kirchneristas, la mayor parte de ellos montoneros y-o simpatizantes de esas ideas, autoridad moral para erigirse en líderes de la justicia y los derechos humanos?

2. ¿Sólo los militares cometieron delitos de lesa humanidad? Esto está discutido. Las organizaciones terroristas también los pueden cometer, como ETA o similares. No es privativo del terrorismo "de estado".

3. Las leyes de obediencia debida y punto final fueron anuladas, no derogadas. Eso no existe en nuestro ordenamiento constitucional.

4. Aún en caso de que hubieran sido derogadas, la derogación no rompe el ppio. de no retroactividad de la ley, que rige especialmente para el caso de cosa juzgada, ppio. elemental del debido proceso que debería ser respetado por todos quienes dicen defender los derechos humanos.

5. Por ende, la hipótesis de que la venganza y la más pura venganza es la causa por la cual el gobierno actual ha "anulado" leyes y condenado militares post-cosa juzgada, es altamente plausible dado un elemental conocimiento de la naturaleza humana.

Por lo demás, si es verdad esto, (http://www.actualidadmiami.com/player/default.aspx?tipo=1&id=2440), evidentemente la Argentina sigue sumida en la crueldad. Que alguien diabético, sin sus dos piernas, en una camilla, haya sido llevado a juicio, es simplemente un ejemplo de algo aberrante, además de que seguramente la mayor parte de los condenados en avanzada edad, en cárceles comunes, mueren por falta de atención médica adecuada: y si están allí por una anulación inconstitucional y por violar el ppio. de cosa juzgada, peor. Ello es entonces una vergonzante ausencia de estado de derecho.

Nada de ello es justificado por las aberraciones anteriores. Quien ahora me relate todo el conjunto de atrocidades cometidas por los militares en la lucha contra la subversión (confesadas recientemente por Videla) no se da cuenta de que se introduce en esa forma de razonamiento vengativo que no termina nunca, que sólo ha sido superado por líderes como Ghandi o Mandela. 

Las sociedades no se recuperan nunca si, ante casos horribles de guerras civiles o cuasi-guerras, no saben perdonar. Pero eso escribimos en este blog http://gzanotti.blogspot.com.ar/2008/08/perdonar-o-morir.html. La cuestión es simple: ambos bandos cometieron aberraciones morales. Por ende o se condena a todos o se perdona a todos. Yo pido perdonar a todos como camino hacia la reconciliación. Hace falta una asociación de víctimas de la subversión y de la represión ilegal militar que tenga al menos dos miembros. Ese sería el inicio. Porque mientras tanto, quienes defiendan a las víctimas de la subversión defiendan a su vez al Proceso de 1976 en adelante como si en ello todo hubiera estado justificado, caen en el mismo error que el kirchnerismo. 

El problema es, sin embargo, que el kirchnerismo ha logrado convencer a la opinión pública de que los terroristas de los 70 eran "los buenos" y los militares "los malos". Eso es tan infantil como falso.

Conclusión: la Argentina actual sigue desangrándose por la venganza. 

Asociación de víctimas de la subversión y de la represión ilegal militar. Amnistía para todos. Yo me ofrezco a ser miembro. 

¿Hay alguien más?

viernes, 23 de agosto de 2024

IMPORTANTE....................

 "...................if Trump continues his personal insulting attacks against Harris and fails to show the American people the REAL Kamala Harris: the anti-law enforcement Harris, the anti-Second Amendment Harris, the anti-border protection Harris, the anti-peace Harris, the anti-free economics Harris, the anti-religious freedom Harris, the anti-national sovereignty Harris, the anti-parents’ rights Harris, the anti-freedom of speech Harris, the anti-unborn baby’s right to life Harris, the anti-Constitution Harris, the anti-Bill of Rights Harris, etc., Trump is going to lose in November."

Is Trump Trying To Lose the Election?

Trump’s election in November should be a walk in the park. The Joe Biden/Kamala Harris White House was among the least popular president/vice president tandems in U.S. history, with Harris’ poll numbers sinking below Biden’s.

America is in the midst of an undeclared recession. Most of the American people are fed up with Biden’s proxy war with Russia in Ukraine. And, believe it or not, most Americans do NOT want the U.S. fighting a war in defense of Israel. A large percentage of the U.S. population is opposed to Biden’s military assistance of Israel’s genocidal war against the Palestinians in Gaza. Most Americans are thoroughly disgusted with Biden’s open-borders policy that has facilitated the invasion of tens of millions of illegal aliens and tens of thousands of violent criminal illegals into our country.Surprise, Kill, Vanish...Jacobsen, AnnieBest Price: $10.84Buy New $15.21(as of 01:17 UTC - Details)

Plus, Donald Trump survived an assassination attempt, giving him victimhood status, which in today’s America is a very desirable commodity. At the time of the assassination attempt, he gave the appearance of strength and leadership that reminded many Americans of Ronald Reagan. And remember that Reagan won two landslide elections.

Trump is a shoo-in, right? He should be, but he’s not. He does what Trump does best: He makes people hate him. He can’t help it; it’s just the way narcissistic people who think they are God affect folks.

Faithful readers of this column know I don’t like Trump. Call me what you want, but I speak and write with honesty and sincerity. And I honestly have zero respect for the Orange Man. But, then again, I have zero respect for Joe Biden and Kamala Harris. They are all disgustingly revolting to me—down to my core.

So, I don’t have a dog in this fight. Therefore, the topic about which I am writing today is as objective and unbiased as it can possibly be.

Trump should win the November election in a landslide, but he won’t. He might win, but he might lose. And if he does lose, it will be his own fault.

This column was written before Kamala’s acceptance speech today, so I am not privy to what she will say or how she will say it. It wouldn’t matter though, because I wouldn’t watch it anyway. And, no, I didn’t watch the Republican National Convention either. As far as I’m concerned, time would be better spent watching reruns of Bozo’s Circus.

Here is a sample of what I’m talking about:

Republican presidential nominee Donald Trump fixated on Vice President Kamala Harris’s appearance in terms he acknowledged were offensive, rejecting pressure from GOP allies to emphasize policy differences over personal attacks.

He appeared to take exception to a Wall Street Journal column that listed Harris’s appearance as one of her political assets, saying, “I am much better looking than her. I’m a better-looking person than Kamala.”

In other recent remarks, Trump suggested Harris’s appearance would undermine her with world leaders, saying they would view her as a “play toy” and declining to specify why.

Trump’s continued focus on Harris’s gender and race comes as the Democrat has opened a gaping lead with female voters. A new New York Times-Siena poll found Harris ahead of Trump by 14 percentage points with women in the swing states of Arizona, Georgia and Nevada, where Trump and President Joe Biden were tied among women in May. In Pennsylvania, women backed Harris 54 percent to 41 percent, while men supported Trump, 49 percent to 42 percent, according to a Quinnipiac University poll this month.

Trump has a long history of insulting the appearance of female rivals and critics, including 2016 Republican candidate Carly Fiorina and Stormy Daniels, an adult-film actress who has said she had a sexual encounter with him. A New York jury convicted Trump in May of covering up hush money payments to Daniels. [That’s the one charge we all know Trump was guilty of.]

Trump repeatedly described Harris as a “lunatic” and mocked her laugh. “As soon as she laughs, the election’s over,” he said.

(Source)

That’s classic Trump. All he knows to do is attack the person who opposes him. Do Floridians remember the personally insulting things Trump said about Governor Ron DeSantis? With Trump, it’s never about ideas; it’s always about him and whoever the person is that opposes him. It doesn’t matter if they are Republicans or Democrats, whites or blacks, males or females—although his misogynistic nature makes his personal attacks against women especially abusive.

But Trump knows almost nothing about ideas; and he doesn’t care that he doesn’t know. He has the attention span of a gnat. With Trump, it’s ALWAYS about personalities.

If Trump had any sense of humanity and humility, he would simply tell the truth about Harris’ track record and earn his victory with her own words and actions, the way Tulsi Gabbard defeated her in the Democratic primaries in 2020. He would talk about her laxity of the law as a prosecutor in San Francisco. He would talk about her extreme woke agenda. He would talk about her extreme opposition to the Second Amendment and support for gun confiscation and her opposition to the right to life. He would talk about her total failure in her role as America’s Border Czar under Biden.

But what does Trump do? He mocks Harris’ race and ethnicity. He says, “She’s stupid.” Whether she is or isn’t stupid is not the issue. You don’t win over undecided voters by publicly calling your opponent stupid. Trump calling Harris stupid IS STUPID. Plus, a true gentleman would not display egregiously disrespectful diatribes against a woman personally, regardless of their political differences. But Trump is anything but a gentleman. (That’s another mark of America’s demise: the absence of chivalry.)

And, as far as Kamala’s laugh goes, yes, some people do find it irritating. (However, I’m not sure it’s the laugh itself or the way she uses laughter to deflect questions that she doesn’t want to answer.) But here’s a news flash, Donald: By laughing (however it sounds), Harris is showing people a very likable human trait. I don’t believe I have ever seen Trump laugh. The man barely even smiles.

This election—as are all national elections—will not be decided by Democrats or Republicans. It will be decided by the independents, the non-aligned, the uncommitted. That’s the group of people that are going to decide the November presidential election. And if Trump continues his personal insulting attacks against Harris and fails to show the American people the REAL Kamala Harris: the anti-law enforcement Harris, the anti-Second Amendment Harris, the anti-border protection Harris, the anti-peace Harris, the anti-free economics Harris, the anti-religious freedom Harris, the anti-national sovereignty Harris, the anti-parents’ rights Harris, the anti-freedom of speech Harris, the anti-unborn baby’s right to life Harris, the anti-Constitution Harris, the anti-Bill of Rights Harris, etc., Trump is going to lose in November.

As I have tried to remind readers repeatedly, the only Democrat Trump has beaten is Hillary Clinton, who was the most hated politician in America and, perhaps, the only person in the country who was naturally more unlikable than Donald Trump. If Trump thinks he’s going to beat Kamala in a personality contest, he is thoroughly self-deceived. But, again, that’s a mark of a genuine narcissist.

And there is one more thing that Trump could do to undermine Harris’ campaign: He could actively court the millions of people in this country (most of them non-Republicans) who are justly angry at Israel’s ongoing massacre of the Palestinian people in Gaza. There are hundreds of thousands of Democrats and Independents who, at this moment, are not going to vote for the Democratic ticket in November, because of the Biden/Harris partnership with Netanyahu’s genocidal slaughter of innocent men, women, children and babies in Gaza. Trump has an opportunity to pick up many of those voters by showing a little compassion for the Palestinian victims.

But what is Trump doing? He continues to vociferously support Israel’s ethnic cleansing and genocide of the Palestinian people. Rah-rahing Israel’s war in Gaza might sell well with Republican audiences, but those people are not going to put Trump back in the White House by themselves.

I expect Harris to make some kind of overture to the pro-Palestinian Democrats and Independents in an attempt to gain their support. I’m not sure she’ll be able to do it, however. She is just as controlled by the Zionist lobby as Biden, Trump, Schumer, Johnson and all the rest of the corrupt politicians inside the Beltway.

So, what could easily happen in November is that thousands of voters—who usually vote Democratic—will just sit out this election. But if GOP strategists think that those folks sitting out will be sufficient to toss Trump the election, they are taking a huge gamble.

Add to Trump’s enslavement to his own ego and narcissism events like this:

Former First Lady Melania Trump has hosted her first major 2024 presidential campaign event on behalf of her husband, Donald J. Trump, at the couple’s Mar-a-Lago resort residence, raising over $1 million for the pro-LGBT GOP group Log Cabin Republicans.

Like their woke neo-Marxist Democrat counterparts, the Log Cabin Republicans declare on their website “that being a member of the LGTBQ community is something that should be celebrated.”

Whether wittingly or not, by including themselves within that powerful, divisive political “LGTBQ community” identity, the Log Cabin Republicans and their supporters – including Former President Donald and Melania Trump – are aligning themselves with Marxist political power.

(Source)

The business world—including Harley-Davidson—has already discovered that going woke means going broke. Of course, politicians don’t have to worry about going broke as long as they have the Israeli lobby footing the bill.Defending Dixieu2019s ...Bishop, Isaac C.Buy New $17.98(as of 01:30 UTC - Details)

Does Trump really believe that he is going to gain enough woke enthusiasts to overbalance the number of conservative Republicans who are repulsed by such actions? Trump must be assuming that Republicans will vote for him no matter what he does. And on that point, he might be right.

But some constitutional conservatives won’t forget that Donald Trump appointed more CFR/Bilderbergers to his administration than Joe Biden or Barack Obama.

Usually, when the economy of the country is in as bad of shape as ours is now, the incumbent party loses a presidential election, war or no war. That’s why I said at the beginning of this column, this election should be a landslide win for Trump. And if Robert Kennedy decides to end his campaign and endorse Trump, which is being reported he will do, that would be a significant boost to Trump’s election chances.

Again, this election is Trump’s to lose. But if he keeps trying hard enough, he just might do it.