Hoy
Carla Yumatle publica esto en La Nación: “…Los argumentos que consideran al
embrión persona basados en su potencial y totalidad orgánica están subordinados
normativa y fácticamente al uso del cuerpo de la mujer. La potencialidad sobre
la cual se sostienen depende enteramente de la utilización del cuerpo de otra
persona que ya existe. No hay consumación factible de la persona potencial sin
la simbiosis física con una persona existente. El devenir de esa potencialidad
no es autónomo ni autosuficiente, y por lo tanto la idea de un organismo
completo es equívoca e inexacta”.
Su
argumentación es incorrecta. Primero, los argumentos a favor de que el embrión
humano es ya un ser humano no se basan en que es en potencia un ser humano,
sino que es un ser humano en acto:
por eso hablamos de embrión humano,
como una etapa del desarrollo del ser
humano. Para desarrollarse como humano tiene que ser ya humano, de lo
contrario se desarrollaría como otra cosa.
Dado
que el embrión es un ser humano en desarrollo, y dado que cuando el ser humano
nace también es un ser humano en
desarrollo, es incorrecto aplicar para esos casos la categoría biológica de
simbiosis, que se da para organismos no
humanos en los casos de mutualismo, comensalismo y parasitismo. Sobre todo,
la última: el embrión no es un parásito, pues su esencia consiste en
desarrollarse para salir del cuerpo de la mujer, sin desarrollarle
necesariamente problemas de salud.
Por
último, cuando el ser humano nace, no es
autónomo ni autosuficiente. Incluso, dada
la sociabilidad intrínseca, aunque compleja, del ser humano, podríamos
preguntarnos cuándo un ser humano es autónomo y autosuficiente, sobre todo
porque en los dramáticos casos donde los niños se han desarrollado fuera de la
sociedad humana, el daño físico y psicológico es (hasta ahora) irreversible.
Por
lo tanto, creo que la noción de “completo” que maneja la autora es errónea. En
el sentido del “desarrollo”, un niño que nace es muchas cosas menos “completo”.
Es más, ¿cuándo un ser humano es “completo”?
¿Cuándo actualiza totalmente sus potencialidades como humano?
Una
vez más, en los argumentos pro-abortistas se ven errores filosóficos muy
habituales que mal-entienden elementales nociones ontológicas como esencia,
accidente, acto, potencia, etc…
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