Realmente lamento que en este momento, donde los ultra-antikirchneristas
saltan de alegría cada vez que encuentran una suma no declarada a un
kirchnerista, tenga yo que volver a recordar, no solo que el problema del
kirchnerismo NO es la corrupción (es más, eso fue nuestra salvación…) sino que
el llamado delito de enriquecimiento ilícito es totalmente contrario al
liberalismo clásico y a la tradición libertaria. La sociedad argentina
particularmente se encuentra obsesionada por cada peso no declarado, por cada
centavo que alguien no pueda “justificar ANTE EL ESTADO”, con lo cual no hace más que ratificar su
voluntad y mente socialista y totalitaria. Asi que me permito una vez más ser
antipático.
La declaración sobre derechos humanos que TODOS los
Lunes publico –redactada por mí y corregida por José Benegas- dice, en su punto
1: “….Toda persona tiene derecho natural al fruto de su propio
trabajo, o a lo legítimamente heredado o donado sin fraude. Ello incluye al
libre comercio”. A ver si lo aclaramos mejor: ¿cuál puede ser el origen de una suma de
dinero? El propio trabajo, la donación, la herencia, los intereses de los
mercados de capitales o…. El robo. Listo, no queda otra. Ahora bien, el delito
es el robo. Y toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Por
ende, si alguien piensa que otro robó, que lo acuse y que lo pruebe, de acuerdo
a las normas del debido proceso.
Es POR ESO que el punto 3 dice: “….Ninguna persona tiene por qué declarar ante nadie sus ingresos,
ni su origen o el destino.” ¿Por qué declarar ante el estado los ingresos? ¿No
implica ello violar todo el debido proceso, y considerar a las personas
culpables hasta que se demuestre lo contrario? ¿Por qué aclarar el origen de mis
bienes? ¿No es toda persona inocente hasta que se demuestre lo contrario?
Y si la respuesta es: para controlar el
pago del impuesto a la renta, ello implica no sólo que se considera que el fin
justifica los medios, sino que no se ha reparado en la inmoralidad y en el daño
económico del impuesto a la renta, que grava recursos que potencialmente
podrían haber sido destinados a la inversión. Si se pregunta de dónde va a
sacar el estado sus recursos, es que se olvidan dos cosas: uno, que sólo
debería haber impuestos indirectos –dejando de lado ahora el tema del
anarco-capitalismo-, y segundo, que la mayor parte de ingresos que reciben los
estados actuales son para funciones indebidas y desproporcionadas. Debe bajarse el gasto público y por ende drásticamente la presión
impositiva para favorecer de este modo el ahorro y la inversión, el único
modo de salir de la pobreza generalizada.
Por ende lo lamento mucho por los
macristas y demás argentimos obsesionados con las “obras públicas” y con el
presupuesto de un estado cuyos
ministerios, secretarías y subsecretarías son casi todos completamente
inútiles, intervencionistas y violatorios de las libertades individuales.
Están equivocados de base en su argumento para la necesidad del impuesto a la
renta.
Una buena prueba de la impresionante
inmunidad al liberalismo clásico que tienen los argentinos, es que la mayoría
de los nuevos funcionarios del gobierno macrista aceptaron ejercer funciones en
ministerios y secretarías que, como he dicho, sólo responden a la obsesión
reglamentarista e intervencionista de un socialismo cultural. Que un
kirchnerista acepte el ministerio del tomate, es coherente. Pero si no, hay que
estar del tomate…
Por lo demás, obviamente que deben ser
acusados y sometidos a debido proceso los funcionarios sospechados de robar fondos
públicos, pero ello NO implica justificar un sistema impositivo y legal
contrario a la sociedad libre y las libertades individuales.
Por que ese sistema es precisamente el que incentiva a NO
declarar fondos privados legítimamente
obtenidos, como un derecho a la legítima defensa ante un ROBO ejercido a la
propiedad genuina. Instáurese una sociedad libre, con seguridad judírica,
redúzcase drásticamente el gasto público y la presión impositiva, y ya verán
cómo todos los bienes no declarados afuera volverán
y NO como por encanto. Mientras tanto,
se seguirán yendo: y NO es inmoral, lo
inmoral es perseguir a quienes se defienden.
Lo lamento si con esto les arruino el
modo favorito de “cazar kirchneristas”. Al Capone debería haber sido apresado
por robo y asesinato. Que se lo haya condenado por la estupidez de no pagar
impuestos de dudosa moralidad, fue una derrota para la sociedad libre.
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