Se ha popularizado mucho, y ha sido objeto de burla y sarcasmo, el video de un grupo de antivacunas con un señor con metales pegados al cuerpo y otro tipo de argumentos que sólo han servido para desacreditar un tema que no tiene nada que ver con eso.
Formo parte de un grupo de personas no vacunadas contra el Covid 19, pero no lo hicimos porque supiéramos de algo que pasaría después, ni porque tuviéramos informes atemorizantes de ciertos efectos secundarios. Tampoco andamos por allí asustando a los ya vacunados, ni estamos pregonando que todas las vacunas son perjudiciales, y menos aún estamos pidiendo prohibir la vacunación.
No lo hicimos por una decisión individual, a la que creo que teníamos derecho, basada en la evaluación costo-beneficio.
1. Fueron vacunas experimentales de emergencia. No soy biólogo, pero sé que actúan en el ARN mensajero. Como paciente, tengo derecho tanto al consentimiento informado como al rechazo informado de cualquier tratamiento médico experimental.
2. Las farmacéuticas estaban legalmente protegidas de responsabilidad civil y/o penal por los efectos adversos.
3. Ya en su momento, algunos biólogos y médicos advirtieron, equivocadamente o no, sobre la miocarditis como posible efecto secundario. Como paciente, tengo derecho a evaluar el costo-beneficio de inocularme un tratamiento experimental sobre el cual había un margen de duda, sobre todo para quienes tenemos condiciones cardíacas congénitas.
4. Desde el principio, algunos decidimos asumir el riesgo de infectarnos con un coronavirus que no nos iba a matar: no teníamos condiciones preexistentes, éramos menores de 65 años y nuestro sistema inmunológico estaba en buenas condiciones.
5. Desde el principio, hubo tratamientos alternativos, con fármacos autorizados, que fueron repentinamente prohibidos, y penada toda difusión y discusión. Eso me resultó muy sospechoso de un tema político más que médico.
6. No formo parte de los grupos antivacunas. Pero soy partidario de la libertad de expresión en todos los ámbitos. Estoy formado en Popper y Feyerabend y por ende considero que todo está abierto a la libre crítica, incluso lo que nos parezca absurdo.
7. Acción y reacción. Los antivacunas absolutos son una reacción. Se los critica duramente. Muy bien, pero igual crítica merecen los que forzaron la vacunación contra el Covid 19 con medidas totalmente soviéticas y violatorias de todas las libertades individuales habidas y por haber.
8. Quien tema contraer el Covid 19 que se vacune, y no tiene nada que temer, por ende, si es que la vacuna es efectiva. Sobre la efectividad de las vacunas también hay debates que creo que deben desarrollarse con toda libertad.
Nada de esto es absurdo ni ridículo. Mucho menos cuando quienes tratan de ridiculizarlo fueron partidarios, en su momento, del totalitarismo cruel y degradante más absoluto.
