miércoles, 10 de marzo de 2010

EL INFALIBLE INCONSCIENTE DE CRISTINA KIRCHNER

¡Si ¡!!!!! Lo volvió a hacer. Donde pone el ojo, pone su inconsciente.

Y el inconsciente se ve, precisamente en lo que alguien NO quiere decir.

Ahora, la mesura le parece una censura. ¡Por supuesto! Por eso su inconsciente es infalible. Porque para el autoritario, para el que no ve límites a su poder, la mesura es censura. Elemental. De manual. Pedirle mesura a un autoritario es censurarlo. ¡Es verdad! Justamente, pedirle que no agreda, que no sea paranoico, que no insulte, que no tenga ironías crueles, todo ello es censurar su conducta, y bien. Pero claro, ella piensa que pedir límites al poder es ser autoritario. Ve el mundo al revés, eso es la ideología.

¡Qué problema, esto de la división de poderes!!! ¡Qué problema, este remanente irritable e inadvertido del liberalismo clásico!!!!

Pedirle límites. En fin: ¡qué desmesura!!!!

5 comentarios:

Claudio M. Conforti dijo...

Excelente comentario Gabriel. yo tbn. quedé sorprendido cuando la escuché!!!!

Juan Manuel Bulacio dijo...

Brillante Gabriel! Genial! Pese a que se abusa de la idea del inconciente, en este caso sirve estupendamente para la construcción teórica de lo evidente: el autoritarismo y la ideología para justificarlo. Un abrazo. JM

Anónimo dijo...

Cris-pasión. Eso es lo que produce cada vez que habla.

JR

Anónimo dijo...

Coincido ampliamente con el comentario y el sentido del mismo. Solo discrepo en que fuera el inconsciente y no el conciente de Cristina el que se expresó.

Desde mi punto de vista fue una declaración muy conciente, típica de personas autoritarias y antirrepublicanas pero astutas al mismo tiempo. En este caso, Cristina alza la bandera de la libertad de expresión para atacar a su presunto oponente (la corte), olvidándose intencionalmente que ocupa la primera magistratura del país, donde la prudencia debería ser un atributo obligatorio para quien ocupa dicho cargo. El problema de exigir mesura a quien expresa sus ideas libremente es que no está claro “cuanta mesura es la apropiada”. Desde mi punto de vista, coincido en que tenemos una presidenta desmesurada. Ahora bien, no estoy seguro que la corte haya actuado bien dando lugar a la astucia de la autoritaria presidente que tenemos. Hubiera preferido un fallo u alguna otra instancia legal, que obligará a la presidenta a explicar sus dichos y brindar las pruebas de las acusaciones que realizó sobre el poder judicial.

Saludos, Mariano

Anónimo dijo...

En esta vuelta coincido con el Joven Maravilla , que además lo explicó muy claramente . Hay dos clases de autoritarios , los que lo son sin saberlo y los que lo son y se jactan de ello . Esta gente , que está en la función pública desde hace décadas pertenece a la segunda clase . Nada en ellos es espontáneo , todo es deliberado . Hasta lo que pareciera ser un acto fallido como este . Cuando el Pingüino dice suavecito y "con todo amor" , como anteayer , que planean quedarse 20 años , la cosa es bastante explícita y nada inconsciente . Cuando Gatubela dice estar por encima de la ley sólo dramatiza los deseos de su pareja . La sincronización es envidiable en estos villanos . Y si algo falla en sus planes , aparece el Guasón Anibal . Mientras tanto la ciudadanía y la oposición parecen tan dibujadas como en Ciudad Gótica . M.S