domingo, 6 de octubre de 2019

SEGUNDA CARTA DE DIOS A LOS RANDIANOS




Hello randianitos!!!!!!!!!!!!!!! Me again ¡!!!!!!!!!!!!!!! Mi primera carta fue tomada con gran humor por muchos de ustedes, lo cual me alegra enormemente. Sin embargo, uno en España se enojó mucho. ¿Pero por que enojarse con alguien que no existe? Mm….

Por lo demás debo confesarles que la luna de miel con Ayn se está terminando. Me dijo de vuelta que yo no existo. ¿What???? ¡Pero si me tenés delante!!!!, le dije. Sí, pero vos dijiste, me dijo, que vos no existías, en la primera carta, así que me lo ratificó. No Ayn no!!!, le dije, no existo en el sentido de que no soy creado, sino el creador…………… Ah sí, andá a arreglarla, me dijo, y se fue a saltar por las nubes lo más campante. Además plantó bandera en una nube y dijo “¡esta nube es mía!”, y reclamó la propiedad. ¡Pero no, Ayn, esa nube era la de Kant!!!! Para qué. Se puso furiosa y me dijo que no iba a compartir con ese el mismo cielo. Bueno, basta, como ven la cosa se pone difícil……… ¿Algún consejo?

Y luego se me puso a discutir lo del egoísmo otra vez. Le dije que era un malentendido. Que yo lo que había querido decir era caridad, y le expliqué otra vez la parábola del buen samaritano. Me dijo entones que el samaritano era egoísta porque para él el herido tenía valor. ¡Claro que sí!, le dije, precisamente porque era humano. El valor es que es otro. Decime, Ayn, le dije: si yo te regalo una buena nube, y luego te digo que lo hice para quedar bien con Ricardo Rojas, entonces, ¿qué vas a pensar? ¿Qué lo hago por Rojas o por vos? Por Rojas, me dijo. ¿Y te parece bien? ¿Dónde queda mi amor por vos?, le pregunté. Y me dijo: nada de romanticismos ahora que te estoy respondiendo. Pero yo insistí: lo que te digo es que tenés que hacer cosas por el otro, no por vos. No, me dice: el otro y yo somos lo mismo. Ay Mi, le dije (ay Dios), eso en el axioma praxeológico, claro. Pero en un ser humano, le expliqué, la situación más satisfactoria puede ser el otro tanto otro, donde hay que poner la mirada. Entonces ella me dijo “Ay Diosssssssssss”. ¡Exacto!!!, le dije: HAY Dios ¡!!!!! O sea que yo Soy………. Otra vez, me respondió, ¿vos sos qué? ¡El que soy!!!!! Le dije otra vez………………. Y para qué, el que sos qué………………… Basta, gente, creo que se las voy a devolver.

¡Si!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Gritaron los randianitos abajo. Pero no gente, me dijo que se quedaba conMigo, porque abajo estaba Zanotti y no lo quería ni ver. No te preocupes le dije. Dad a Zanotti lo que es de Zanotti, y a Dios lo que es de Dios.

Y se quedó contenta.

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