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domingo, 22 de diciembre de 2024
domingo, 15 de diciembre de 2024
EL LIBERALISMO ES, ANTE TODO, UNA ETICA DEL PODER
Se está discutiendo mucho, últimamente, qué es el liberalismo. Tal vez venga bien detenerse por un momento y ver concretamente a un liberal. Cuando a Mises se le preguntó cuál sería su primera medida si le dieran plenos poderes, dijo, sin dudar, “renunciaría inmediatamente”.
Eso es una ética del poder. El liberalismo no es sólo la teoría del poder limitado, sino la praxis del poder limitado.
Comprendo a quienes tengan una visión hobbesiana de la política agonal y del poder e intenten llevarla a la praxis del liberalismo. Según ellos, el liberal debería jugar los trucos sucios de la política para mantenerse en el poder, y ese poder, utilizado para luchar contra los totalitarios, convierte en buenos a los malos trucos.
Pero no.
Sólo nos convierte en otros sucios entre sucios.
El liberal se ubica dentro del juego republicano. No es tonto, intenta no perder el apoyo de la opinión pública, e intenta hacer alianzas con los moderados de los demás partidos. No se rodea de una camarilla impenetrable, no impone el secretismo, no insulta, no excomulga. Si hace todo eso es que era un simple político y no un estadista con autoridad moral. Y si la autoridad moral no logra el apoyo de la población, es que la cultura se ha degradado, pero ese fango no puede contagiar al liberal al punto de convertirlo en autoritario.
Claro que el marco cultural determina el tipo de líderes que se tengan o que se sufran. Pero eso no es excusa para no ser lo que se debe ser.
El liberal no tiene enemigos, tiene adversarios. Se siente cómodo en la división de poderes y no le pasa nada si tiene al Congreso en contra y a la prensa en contra. Ve en ello la vida de la República y si por ello no puede mantenerse en el poder, lo pierde con toda naturalidad y…. Listo.
Lo contrario es una victoria a lo pirro, de corto plazo, una película de efectos especiales pero no es la vida de una república estable donde el liberal forma parte de los constitutional essentials, de los consensos de una democracia madura y estable, y no de facciones; tal vez más lenta, pero más efectiva y, sobre todo, superadora de una dialéctica falsa entre el deber y la eficiencia.
Eso es el liberalismo. No estoy inventando nada. Que sea difícil es obvio. Las cosas más importantes de la vida humana son lo que los escolásticos llamaban bienes arduos. Requieren fortaleza.
Y si no la tienes, inútil será que la pretendas a los gritos.
domingo, 8 de diciembre de 2024
EL NIÑO Y LA GARZA: UN NUEVO VIAJE, ESTE VEZ DE MAHITO, Y EL REGRESO CON MADUREZ A UN MUNDO IMPERFECTO
Hayao Miyazaki nos vuelve a asombrar una vez más con su última creación, conocida en ambientes hispanoparlantes como El niño y la garza. Nuevamente se trata de un viaje simbólico a un mundo interior, como Chijiro, pero esta vez de Mahito, otro niño-héroe que hace su camino -el famoso camino del héroe-, otro niño como esos tantos niños y jóvenes en esa pureza de aprendizaje que Miyazaki ha sabido retratar y regalarnos en casi todas sus películas.
Otra vez, como en la terrible La tumba de las luciérnagas, la guerra y su crueldad, en ese mensaje pacifista permanente de Miyazaki. Mahito pierde a su madre en un incendio, de esos tantos incendios, frutos de los terribles bombardeos. Su padre se muda entonces a una casa en la campiña, casándose con la hermana de su mujer, Natsuko, que acoge a su sobrino como un hijo, en la ternura de su rostro angelical y de su regazo, que contiene ya otro niño por venir.
Pero Mahito está intranquilo. La muerte de su madre lo persigue, y no termina de aceptar ese nuevo matrimonio entre su padre y su tía. Sale a explorar los alrededores y llega…. A una extraña torre, construida al parecer por el tío de la madre de Natsuko, que al parecer “había perdido la cabeza por leer tantos libros”…. Según el relato de las ancianas que vivían en la zona, esas ancianas graciosas y a veces grotescas que tanto aparecen también en las películas de Miyazaki.
En determinado momento -luego de que Mahito sufriera bullying por parte de sus compañeros de escuela- Natsuko, misteriosamente, se pierde. Todos salen a buscarla; Mahito, también, pero tal vez buscando a su madre. Una garza, mitad ave, mitad hombre, lo sigue, en actitud molesta y hostil.
En esa búsqueda aparece un mundo paralelo, como aparece también en El viaje de Chijiro, un mundo simbólico decisivo para la vida interior de nuestro joven héroe. En ese mundo se encuentra con otro joven de su edad, al parece al cuidado de ese mundo, donde existen las warawaras: extrañas creaturas blancas y redondas, todas iguales, casi sin identidad, que ascienden a un cielo misterioso donde van……. A nacer y a ser personas. No hay creación, hay transformación. Símbolo shintohista…
Aparecen repentinamente unos malos pelícanos, pero una bella niña, Himi, defiende a las warawaras y cuida maternalmente a Mahito. Lo lleva a su casa, le ofrece el té. Pero Mahito sigue buscando. Encuentra a su madre -la extraña garza sigue revoloteando-; aparecen nuevamente las vendas de sus heridas, el fuego, la muerte….. Mientras tanto Himi es capturada por lo que al parecer es el rey de un estado totalitario. Pero ese rey no es el dueño de ese submundo: el dueño es el tío abuelo de Himi, que negocia con el rey malo la liberación de Himi…. Quien se reencuentra con Mahito en un abrazo muy especial.
El misterioso tío abuelo de Himi habla con Mahito. El quiere que su submundo sea un reino de plena justicia. Le propone a Mahito ser su sucesor. Pero Mahito duda. Finalmente dice que no. Quiere volver a su mundo imperfecto. “Haré amigos” le dice al rey bueno, y comienza a amigarse con esa imperfecta mezcla entre ave y humano que era la garza. El rey bueno, el tío abuelo de Himi, teme perder su mundo perfecto. El rey malo, el de los pelícanos, intenta alinear las figuras geométricas (¿Kepler? ¿Neoplanonismo pitagórico?) de la justicia pero…………… Todas caen…………. Y el mundo subterráneo colapsa. En medio de ese colapso, Mahito descubre que Himi era su madre, que iba a nacer en el mundo imperfecto y lo iba a dar a luz… E iba a morir. Mahito le ruega que no, que se quede allí, que no muera, pero Himi le dice que sí, que prefiere su futuro, prefiere nacer de vuelta y morir porque de ese modo………………… Será su madre.
Todo vuelve a la normalidad. Todo vuelve al mundo imperfecto. Natsuko revive, vuelve y tiene a su hijo; Mahito vive con su padre, Natsuko y su hermanito. Todo vuelve, sí, pero vuelve distinto. Mahito es diferente. Ha visto a su madre ser una niña que da su vida por él. Ha decidido aceptar la imperfección de su mundo. El viaje al mundo paralelo lo ha transformado. Tal vez, el viaje que necesitamos todos, el viaje donde vemos la bondad, el sacrificio y el heroísmo de la vida cotidiana, para volver luego a esa misma vida, pero transformada en aceptación. No de la maldad, pero sí de la bondad posible; no del reino perfecto, pero sí de una vida buena -no de una buena vida- siempre en crecimiento, siempre en camino, hacia tal vez un reino definitivo de justicia que no es de este mundo, pero da sentido a nuestro mundo, pequeño, insignificante tal vez. No somos nada ante la majestuosidad del infinito del universo material. Somos un junco, pero un junco que piensa (Pascal); que es consciente de sí, que deja de soñar con el cielo estrellado sobre sí, para vivir (Kant) la ley moral en sí. Somos, y seremos siempre, un imperfecto anhelo de perfección. Somos humanos en busca de Dios, un Dios que se hace una niña que muere, para hacernos nacer.
domingo, 1 de diciembre de 2024
HACIA UNA RENOVACIÓN EN LOS AMBIENTES LIBERALES
domingo, 24 de noviembre de 2024
EL TERRIBLE CASO DE RONALD OJEDA, DISIDENTE VENEZOLANO ASESINADO EN CHILE
".... “Quita el derecho y, entonces, ¿qué distingue el Estado de una gran banda de bandidos?”
San Agustin.
Había estado en Chile varias veces, por diversas actividades académicas, pero mi última visita, del 15 al 18 de este mes, fue distinta.
Fui invitado por el presidente del Partido Libertario de Chile, Italo Omegna Vergara, y durante esos cuatro días puede ver diversas manifestaciones de la derecha chilena, desde tradicionalistas hispanistas católicos hasta anarco-capitalistas, liberales clásicos y libertarios e incluso libertarios trabajando en barrios de emergencia. Al principio me sorprendió la sana convivencia entre todos ellos, pero conversando con Italo -a quien debo agradecer enormemente su cordialidad, su lucidez, su rapidez- pude entender un poco más una de las razones principales de ese panorama, tan diferente al nuestro. La izquierda chilena es tremendamente castrochavista y violenta. Al lado de ellos, los kirchneristas son nenes de mamá, acostumbrados a sus corruptelas y a su capitalismo de amigos. La izquierda chilena no quiere una décima de capitalismo, ni de amigos ni de marcianos, y está dispuesta a matarte por ello todas las veces que sea necesario.
Entre varias de sus valientes acciones, Italo es el autor del prólogo al libro de Ronald Ojeda, Notas póstumas sobre su secuestro y asesinato (Editorial Entre Zorros y Erizos, 2024). Ronald Ojeda fue un disidente de la dictadura castrochavista dirigida ahora por el pérfido y ultracorrupto tiranuelo Nicolás Maduro, al cual, seguramente, la HAYA NO le dictará la orden de captura internacional que merece. Ojeda, guiado sólo por su sentido del deber y su conciencia moral, pero no por una formación ideológica previa, se enfrentó solo contra el cruel tiranuelo y se vio obligado a abandonar Venezuela con su familia en 2018, luego de ser secuestrado y torturado por el infame régimen en el 2017. Pasó por Colombia y Perú, hasta llegar a Chile, donde pidió asilo político, que le fuera otorgado recién en el 2023. Pero el régimen no perdona: el 21 de Febrero de 2024 lo secuestraron de vuelta, en una rápida operación comando (40 segundos: no precisamente unos improvisados) delante de su esposa y su pequeño hijo. Once días después se encontró su cuerpo, con signos de tortura, en una maleta a 4 m de profundidad, cubierta de cemento, etc.
La mayoría de los partidos de la socialdemocracia chilena pidieron el esclarecimiento del hecho, pero el presidente Gabriel Boric, en su cuenta de X, el 4 de Marzo, luego de un prolongado silencio, descalificó a esos pedidos como prejuicios anticomunistas y mentiras.
Iván Simonovis, otro disidente venezolano, preso durante 15 años, denunció este nuevo crimen del régimen pero Diosdado Cabello (qué nombre de pila paradójico) intentó ridiculizar la denuncia como un invento hollywoodense. Me sorprendió su frase final: “si nosotros podemos hacer eso, ¿quién nos para en este mundo?”
Quisiera que los lectores mediten sobre esa frase. Porque tiene razón. ¿Quién para a la narcodictadura chavista? Si el régimen puede penetrar en otro país y asesinar disidentes con asilo político, efectivamente, ¿qué es lo que no pueden hacer?
¿Están los países de América Latina exentas de las garras de los tiranuelos narcochavistas? No digamos, los argentinos, “acá no”: ¿están preparadas nuestras fuerzas de seguridad para detener a esas rápidas y eficientes máquinas de matar, entrenadas seguramente en esa Cuba que admiran los investigadores kirchneristas del CONICET?
Creo que los argentinos no tenemos conciencia aún de quiénes son las bestias narcochavistas. Con el aliento del Foro de San Pablo, siguen siendo, junto con Cuba y la complicidad de los gobiernos de izquierda de la región, los principales ejecutores de un plan sistemático para convertir a toda América Latina, si ellos pudieran, en la dictadura comunista que ERP y Montoneros quisieron para Argentina en la década del 70.
Los argentinos debemos conocer este terrible caso y tomar conciencia de la amenaza en ciernes para nuestra soberanía y nuestros aún inciertos proyectos de libertad. Lo que hizo el infame régimen de Maduro en Chile fue una invasión, un atentado a su soberanía, un acto de guerra, que no pareció preocupar en nada a Gabriel Boric.
Creo que el gobierno de Javier Milei debería tomar cuidadosa nota de este caso y tomar medidas importantes, tales como la ciudadanía argentina inmediata a todo disidente venezolano que requiera asilo político en nuestro país, facilitándole su ubicación laboral; debería facilitar y agilizar los trámites de ciudadanía a los inmigrantes venezolanos que han huido del infierno, y debería dejar muy claro ante la OEA que denunciará como una violación a nuestra soberanía nacional a cualquier persecución e intento de secuestro que sufra cualquier disidente venezolano en nuestro país.
El régimen venezolano no se anda con chiquitas. Son bestias totalitarias cuya crueldad y eficiencia asesina no tiene nada que envidiar a Stalin y otros desalmados por el estilo. No cortan calles ni demandan planes sociales. Es un ejército de termitas eficientes que secuestran, asesinan, violan y torturan, donde puedan y cuando puedan. Y NO se detendrán.
Tomen nota.