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domingo, 12 de enero de 2025
domingo, 5 de enero de 2025
LOS CRUELES RESULTADOS DEL ESTATISMO
“…Tienen más de 75 años y manejan al menos 10 horas diarias para llegar a fin de mes: “Sólo con la jubilación es imposible””. Ese es el título de la triste nota escrita por Julieta Roffo y publicada en INFOBAE el 31 de Diciembre del pasado 2024 (https://www.infobae.com/sociedad/2024/12/31/tienen-mas-de-75-anos-y-manejan-al-menos-10-horas-diarias-para-llegar-a-fin-de-mes-solo-con-la-jubilacion-es-imposible/)
Algunos párrafos hablan por sí mismos: “…Alfredo aprovecha los semáforos largos para masajearse la espalda. “Cinco o hasta seis horas me banco bastante bien, pero después de eso me empiezan a doler la cintura y los riñones”, le dice a Infobae desde el asiento delantero de una Renault Kangoo”. Y sigue: “…A los 79 años yo debería estar descansando, no me da más el cuerpo, pero acá estoy. Es esto o no llegar a fin de mes ni con la comida ni con los remedios”, dice Alfredo, un ex empleado administrativo de una empresa farmacéutica y uno de todos los jubilados de la Argentina a los que ese ingreso no les asegura poder afrontar sus gastos más básicos”.
Sigamos un poco más: “…El esposo de Carmen tiene Alzheimer y 80 años. Entre las jubilaciones de los dos juntan alrededor de 850.000 pesos mensuales, y a eso le suman la jubilación mínima de Marcia, la hermana de Carmen, que vive con ellos. Para el Día de la Madre, los tres hijos del matrimonio le hicieron un regalo atípico a Carmen: “Ahorraron entre los tres y me instalaron el equipo de gas en el auto, porque yo había arrancado a manejar para las aplicaciones pero con nafta no rinde. Mis hijos están muy angustiados con no poder ayudar económicamente todos los meses, pero acá invirtieron porque yo volví a trabajar después de muchos años”, explica”
¿Es necesario seguir? Cuando lo leía pensaba en la interpretación habitual del tema a la que el peronismo nos tiene acostumbrados. Claro, lo que pasa es que los gobernantes, de los cuales debe depender la jubilación, son malos. Si fueran buenos aumentarían la jubilación a cifras dignas y ya está.
Claro, los malos preguntamos: ¿y cómo se financia? ¿Con inflación? Es un severo impuesto que se paga después. ¿Con más impuestos? Se paga inmediatamente. ¿Con más deuda pública? La pagarán los nietos de estas víctimas, que tendrán los mismos sufrimientos.
¿Y cuál es la solución? A largo plazo, seguros privados de capitalización, en dólares o en la moneda que tenga valor.
¿Y a corto plazo?
No hay solución.
No hay solución a corto plazo para este problema, ni para los mercados regulados hiper-concrentrados, ni para la inflación reprimida de servicios esenciales, ni para las altas tasas de interés, ni para los bajos salarios reales ni para nada que haya sido producto de la intervención estatal. Sólo queda liberar, desregular, privatizar y, si Dios ayuda, esperar como mínimo 20 años.
Mientras tanto, no hay magia.
Pero los que sabemos estos somos los malos y desalmados. Los buenos, en cambio, aquellos a los cuales se les estrecha el corazón al escuchar tanto sufrimiento, son los que emiten monera, suben impuestos, se endeudan, estatizan y controlan.
Pero no. Aunque nadie nos crea, hay partidarios del libre mercado que tenemos corazón y por eso bregamos por el libro mercado hace millones de años.
Por eso dije “víctimas”. Las personas que sufren son las víctimas de miles de gobernantes que con conciencia culpable deberían haber pensado al menos dos veces las estupideces que han propuesto. Ellos han sido los verdaderos explotadores de una población indefensa ante la supina ignorancia de miles y miles de funcionarios que hace décadas deciden el destino fatal de estas personas detrás de sus escritorios y sus privilegios gubernamentales de siempre.
Que Dios los perdone. Mientras tanto, “…los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos”.
domingo, 29 de diciembre de 2024
HAEC ECCLESIA SUBSISTIT
Una de las más grandes críticas de los tradicionalistas anti-Vaticano II es al verbo “subsistit” aplicado a “esta Iglesia” en el siguiente párrafo de la Lumen gentium: “…Esta Iglesia, establecida y organizada en este mundo como una sociedad, subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él [13] (1) si bien fuera de su estructura se encuentren muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica”. (Haec Ecclesia, in hoc mundo ut societas constituta et ordinata, subsistit in Ecclesia catholica, a successore Petri et Episcopis in eius communione gubernata(13), licet extra eius compaginem elementa plura sanctificationis et veritatis inveniantur, quae ut dona Ecclesiae Christi propria, ad unitatem catholicam impellunt). (Cap. 8).
Por supuesto, el párrafo escandaloso, alimentado por el “subsiste” (supongo que los tradicionalistas habrían estado de acuerdo con “es únicamente en la Iglesia Católica”) es “…si bien fuera de su estructura se encuentren muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica”. Y más particularmente, “…si bien fuera de su estructura se encuentren muchos elementos de santidad y verdad”.
Ahora bien, ¿es falso que fuera de la Iglesia hay elementos de santidad y verdad? No, no es falso, pues como decía San Justino, en el s. II D.C., todo lo que de verdad se ha dicho nos pertenece a nosotros los cristianos, y, además (y esto es patrimonio común) la Gracia sopla donde quiere y cuando quiere y, por ende, puede haber santidad derramada por la Gracia de modo extra-ordinario por la libérrima voluntad de Dios donde y cuando El quiera.
Por ende, si la intención de “subsiste” fue permitir el párrafo siguiente, no era necesario. Se podría haber dicho perfectamente, sin contradicción, “…Esta Iglesia, establecida y organizada en este mundo como una sociedad, es únicamente la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él, y fuera de su estructura se encuentran muchos elementos de santidad y verdad que, como bienes propios de la Iglesia de Cristo, impelen hacia la unidad católica”.
Ahora bien, el “subsiste” es perfectamente compatible con “es”. Porque sustancia es en Santo Tomás el primer analogado del ente: los accidentes son en, no la sustancia. Por algo Santo Tomás distingue (I, q. 29, a. 2c) (2) entre realidad de naturaleza, subsistencia e hipóstasis. Hipóstasis en cuando “sub-stare”, en cuando da el ser a los accidentes, que son en; realidad de naturaleza en tanto que toda sustancia tiene una determinada gradación entitativa o naturaleza o esencia; subsistente en tanto es por sí, no en otro. En el ente finito los tres aspectos se identifican in re; Dios no es sustancia, en tanto sustancia es modo de ser finito, pero es “subsistente”.
Por ende, decir que la Iglesia “subsiste” (3) es predicar de ella el primer analogado del ente y, por ende, el “subsiste” equivale al “es”.
Pero, además, es interesante ver cómo Santo Tomás utiliza el término “subsistir” en el caso de la forma sustancial humana. La forma sustancial racional es subsistente, eso implica que “sigue siendo” aún cuando la materia primea haya dejado de ser. O sea que desaparecido el cuerpo, que es el resultado de la unión entre formal sustancial y materia prima, la forma sustancial “racional” (o sea la del ser humano) sigue siendo, aunque sin la Gracia de Dios (esto forma parte ya de la Escatología) no pueda ejercer sus actos propios de inteligencia y voluntad pues para entender tiene que pasar al acto 2do con la sensibilidad como causa eficiente instrumental. Pues bien, análogamente, un bautizado (4) que no esté en el Cuerpo Místico de Cristo (la Iglesia) “sigue siendo” bautizado, subsiste, en ese sentido, y tiene la Gracia del bautismo, y ejercerá los actos de bondad y verdad que emerjan del bautismo por la Gracia de Dios. Y sólo Dios es juez, por supuesto, de su conciencia.
Con Santo Tomás en la mano, por ende, y un poco de buena voluntad hermenéutica, no hay problema. Bueno, por lo demás, problemas siempre puede haber, porque ningún texto, ni siquiera los dogmáticos, se salvan de la ambigüedad sin el debido contexto: mucho más, los textos del Magisterio ordinario y universal de la Iglesia, y eso incluye tanto a los textos del Vaticano II como a los textos anteriores al Vaticano II, muchos de los cuales no requieren para los tradicionalistas ninguna aclaración porque ellos están tranquilos con el contexto.
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(1) La nota 13 dice: “…Se dice «Santa (católica apostólica) Romana Iglesia»: en Prof. fidei Trid., 1. c., y Conc. Vat. I. const. dogm. de fe católica Dei Filius: Denz., 1782 (3001)”.
(2) “…Et hoc quidem, communiter accipiendo, nominari potest et nomine significante intentionem, et sic dicitur suppositum. Nominatur etiam tribus nominibus significantibus rem, quae quidem sunt res naturae, subsistentia et hypostasis, secundum triplicem considerationem substantiae sic dictae. Secundum enim quod per se existit et non in alio, vocatur subsistentia, illa enim subsistere dicimus, quae non in alio, sed in se existent” (https://tomasdeaquino.org/suma-teologica/I_q29.htm#2)
(3) Brunero Gherardini sugiere algo parecido en Vaticano II, una explicación pendiente, Parepecia, Madrid, 2011, p. 218.
(4) Esta es una preocupación permanente de Benedicto XVI en sus reflexiones sobre el Vaticano II en Obras Completas, tomos VII/1 y VII/2, BAC, Madrid, 2012.
domingo, 22 de diciembre de 2024
domingo, 15 de diciembre de 2024
EL LIBERALISMO ES, ANTE TODO, UNA ETICA DEL PODER
Se está discutiendo mucho, últimamente, qué es el liberalismo. Tal vez venga bien detenerse por un momento y ver concretamente a un liberal. Cuando a Mises se le preguntó cuál sería su primera medida si le dieran plenos poderes, dijo, sin dudar, “renunciaría inmediatamente”.
Eso es una ética del poder. El liberalismo no es sólo la teoría del poder limitado, sino la praxis del poder limitado.
Comprendo a quienes tengan una visión hobbesiana de la política agonal y del poder e intenten llevarla a la praxis del liberalismo. Según ellos, el liberal debería jugar los trucos sucios de la política para mantenerse en el poder, y ese poder, utilizado para luchar contra los totalitarios, convierte en buenos a los malos trucos.
Pero no.
Sólo nos convierte en otros sucios entre sucios.
El liberal se ubica dentro del juego republicano. No es tonto, intenta no perder el apoyo de la opinión pública, e intenta hacer alianzas con los moderados de los demás partidos. No se rodea de una camarilla impenetrable, no impone el secretismo, no insulta, no excomulga. Si hace todo eso es que era un simple político y no un estadista con autoridad moral. Y si la autoridad moral no logra el apoyo de la población, es que la cultura se ha degradado, pero ese fango no puede contagiar al liberal al punto de convertirlo en autoritario.
Claro que el marco cultural determina el tipo de líderes que se tengan o que se sufran. Pero eso no es excusa para no ser lo que se debe ser.
El liberal no tiene enemigos, tiene adversarios. Se siente cómodo en la división de poderes y no le pasa nada si tiene al Congreso en contra y a la prensa en contra. Ve en ello la vida de la República y si por ello no puede mantenerse en el poder, lo pierde con toda naturalidad y…. Listo.
Lo contrario es una victoria a lo pirro, de corto plazo, una película de efectos especiales pero no es la vida de una república estable donde el liberal forma parte de los constitutional essentials, de los consensos de una democracia madura y estable, y no de facciones; tal vez más lenta, pero más efectiva y, sobre todo, superadora de una dialéctica falsa entre el deber y la eficiencia.
Eso es el liberalismo. No estoy inventando nada. Que sea difícil es obvio. Las cosas más importantes de la vida humana son lo que los escolásticos llamaban bienes arduos. Requieren fortaleza.
Y si no la tienes, inútil será que la pretendas a los gritos.