sábado, 30 de junio de 2012

ES PERFECTAMENTE DEMOCRÁTICO HACER JUICIO POLÍTICO AL PRESIDENTE

Independientemente de si el Congreso de Paraguay tuvo razón o no, o si se excedió en sus funciones o no, o lo que fuere, la rápida reacción de la Sra. Presidente de Argentina revela una "doctrina de fondo" que hace a las más profundas falsedades del relato oficial. Para el kirchnerismo no tienen nada de antidemocrático las tropelías, los abusos, los autoritarismos y el perpetuarse en el poder que han demostrado sus gobiernos amigos, como Chávez en primer lugar, pasando por Correa, que no son más que burdas imitaciones del modelo ideal de los kirchneristas, Cuba, con Castro y sus secuaces, grandes héroes democráticos de la región que, por supuesto, nada tienen que ver con golpes de estado, dictaduras ni atropello a los derechos humanos ni merecen, desde luego, que se les retire ningún embajador.
La intención del relato oficial es clara. Frente al aumento cotidiano de su autoritarismo, su corrupción y sus probados deseos de perpetuarse en el poder (todo democrático, desde luego), cualquier oposición seria es "destituyente", "antidemocrática" y "golpista". Pero es precisamente al revés. La Constitución Argentina, donde aún sobreviven formalmente sistemas de limitación al poder (hasta que sea reformada nuevamente para que el lacónico hijito de la señora sea el próximo presidente) tiene, en sus artículos 53 y 59, los mecanismos constitucionales para el juicio político del poder ejecutivo, no sólo por delito sino por "mal desempeño" (por eso el juicio es político, no penal). ESO es lo que da pánico a la Señora Presidente y por eso ella y sus repetidores cubren a toda oposición "en serio"de todo tipo de epítetos antidemocráticos que en realidad corresponden en primer lugar para ella y sus abusos de poder. Vale la pena señalar esto una y otra vez, porque el relato oficial es falso pero potente como toda mentira que se repite una y otra vez, ante la indolencia, ignorancia, o complicidad de la opinión pública, ante la presión permanente a la prensa independiente del gobierno, y ante la abulia y complicidad de la OEA, MERCOSUR, UNASUR y cuantos vergonzantes organismos estén regidos por jefes de estado ignorantes, cómplices o cobardes como para decirle a la Sra. en público todo lo que se merece escuchar.

domingo, 24 de junio de 2012

LA RELACIÓN ENTRE LA PROPIEDAD PRIVADA Y LA POBREZA


( Publicado en Ideas de Libertad Nº 126, Instituto Ecuatoriano de Economía Política, julio de 2010.
2)


Es un gusto estar aquí en este seminario organizado por el Instituto Ecuatoriano de
Economía Política y compartir esta mesa con tan ilustres oradores. Vamos a desarrollar
este tema tan delicado que tiene que ver con la relación entre la propiedad privada y la
pobreza. Comenzaré diciendo que la propiedad privada no tiene precisamente buena
fama en cuanto a la generación de riqueza para todos. Tal vez tiene alguna fama en
cuanto a la creación de riqueza para unos pocos, para los ricos, pero al parecer genera al
mismo tiempo, una situación de pobreza muy extendida para la mayor parte de la gente.
Esta versión de la propiedad privada como causante de pobreza ha sido generada
filosóficamente por uno de los pensadores más importantes de toda la historia de la
filosofía y que sigue influyendo actualmente, que es Carlos Marx.

Carlos Marx desarrolló la teoría de la explotación y de la pauperización creciente. ¿Qué
significa esto? Para Marx el capitalismo, que es una etapa de la evolución dialéctica de
la historia, requiere como base institucional la propiedad privada, y ese capitalismo
genera un sistema de explotación entre empresarios y empleados. Esa explotación es
necesaria, para Marx no es algo que puede ocurrir o no, para Marx la historia es la
historia de la lucha de clases que llega en el capitalismo a su momento culminante
porque todo empresario para él es un explotador y todo empleado es necesariamente
explotado por medio de la plusvalía. Plusvalía significa que como para Marx la única
fuente de valor es el trabajo, todo lo que realiza el empleado con su labor que produce
ganancia, es un robo. Esta teoría descansa en la premisa falsa de que la única fuente de
valor es el trabajo.

Marx propuso otra de sus famosas predicciones: la teoría de la pauperización creciente.
Esto es, que a medida que se asiente el capitalismo, la pobreza en las naciones
capitalistas iba a ser cada vez más extensa. Esa idea de la pauperización creciente
producto de la propiedad privada, el capitalismo y el mercado, se extendió mucho
académicamente, se extendió mucho a nivel de creencia popular. Sigue siendo muy
aceptada tanto académicamente como popularmente. Además se extendió a nivel
internacional. Esto es si alguien dijera que en las naciones más desarrolladas el nivel de
pobreza ha disminuido, los marxistas explicarían ese fenómeno diciendo que las
naciones desarrolladas, industrializadas, del hemisferio norte, la pobreza ha disminuido
a costa de la explotación de las naciones pobres del hemisferio sur. Quiere decir que los
marxistas extendieron la teoría de la pauperización creciente a nivel internacional.
Aquí viene un segundo punto, muy importante. Y este es, ¿por qué Marx estaba
equivocado en esto? Justamente ya a fines del siglo XIX los economistas austriacos le
contestan a Marx, especialmente un economista de nombre Eugen von Bohm-Bawerk,
en una obra muy larga, que la denomina “Capital e Interés” explica algo que es
fundamental y que llegó poco a nivel académico: cómo se genera, precisamente, la
riqueza para la mayor parte de la población. Porque la pobreza, a diferencia de lo que
Marx consideraba, no es producto del capitalismo, no es una etapa de la historia que
esperaba la dictadura del proletariado para desaparecer. Hay pobreza porque hay
escasez, que es una condición natural de la humanidad. La escasez significa
sencillamente que la naturaleza no nos ha provisto a los seres humanos lo necesario para
la satisfacción de nuestras necesidades humanas. Los bienes y servicios que
demandamos no están colgados de los árboles, no surgen como maná del cielo. El
alimento, el vestido, las necesidades más elementales, por no decir las otras
necesidades, no surgen de la nada. Es necesario un largo y delicado proceso de
producción de esos bienes y servicios. Hay que producirlos. ¿Y cómo hacer para
producir esos bienes y servicios para la mayor parte de la población? ¿Cómo hacer para
que una situación de escasez relativamente se revierta? Porque la escasez no se puede
eliminar, se puede minimizar.

Es una utopía imaginarse un mundo sin escasez. Pero si se puede minimizar. ¿Cómo
hacer para minimizar la escasez? La clave para minimizar la escasez es que hay que
comenzar a producir una mayor cantidad de bienes y servicios que lleguen a la mayor
parte de la población de tal modo que haya la mayor cantidad de oportunidades de
consumo para la mayor cantidad de la población. El punto fundamental es el ahorro.
Este es un tema relativamente olvidado por la teoría económica cuando se habla de la
escasez, ¿por qué el ahorro? Porque si nosotros estamos en una situación en que
estamos consumiendo los frutos de los árboles, es una situación muy primitiva desde el
punto de vista económico. En ese caso necesitamos generar otros bienes y servicios. ¿Y
cómo los generamos? Una parte de la energía y del tiempo que necesitamos para el
consumo, lo vamos a tener que suspender, vamos a tener que abstenernos de consumir
para aquello que nos abstenemos de consumir lo destinamos a la producción de bienes
de capital que aumente la productividad.

Bienes de capital significa que podemos producir más en menos tiempo. Bienes de
capital son máquinas, herramientas, que nos permiten aumentar la productividad del
trabajo. Pero para producir bienes de capital, es necesario un proceso de ahorro previo.
En el ámbito social esto significa que los ciudadanos sean capaces de abstenerse del
consumo y que la abstención del consumo representada en dinero, va al mercado de
capitales y que la tasa de interés sea el indicador por el cual sabemos cuánto ahorro
tenemos para poder invertir. La inversión es el proceso de la utilización del ahorro para
la producción de bienes de capital. Cuando aumentan los bienes de capital,
contrariamente a lo que Marx pensaba, implica que hay más demanda de trabajo porque
los bienes de capital significan aumento de trabajo para esa producción. Entonces la
situación es: aumenta la producción, aumenta la demanda de trabajo a medida que
aumenta el valor del capital. Quiere decir que aunque la cantidad de población siga
creciendo, sin embargo, la expansión de las inversiones implica que el valor de la
producción aumenta y con ello el salario real aumenta y, contrariamente a lo que Marx
pensaba, a medida que se aumenta el salario real, por el aumento de la tasa de capital,
las oportunidades para todos va creciendo, la capacidad de ahorro de la mayor parte de
la población va creciendo.

Se produce así un círculo virtuoso: para generar bienes de capital es necesario el ahorro,
la fabricación de bienes de capital implica un mayor salario real, y esto a su vez implica
una mayor capacidad de ahorro lo que genera más inversiones, más cantidad de bienes
de capital. Esta es la teoría básica del desarrollo. Es decir, que contrariamente a lo que
Marx pensaba, a mayor capital, mayor elevación del salario real, y mayor nivel de vida
para todos los pueblos, y menor va a ser la pobreza, menor va a ser la indigencia,
menores van a ser las situaciones en las cuales las personas no tengan un nivel de vida
digno, noción que va cambiando según las relatividades culturales. Esto es fundamental,
esto es, el comprender que el ahorro y la formación de bienes de capital es vital para
expandir el nivel de vida de la gente. La palabra capital está tan denostada, tan llena de
connotaciones perversas, pero es la palabra que económicamente es fundamental.
El capital es lo que explica el aumento de inversiones, el aumento de demanda de
trabajo y el aumento del salario real. Les interesará saber como dato anecdótico, que en
la Argentina, lamentablemente, un movimiento político en los años 30 y 40 que se
llamó Peronismo – movimiento que aún gobierna- y como sucede en todos los
movimientos totalitarios, se le hizo al líder del movimiento, que se llamaba Perón, una
cancioncita adulona, endiosante, que elogiaba la figura del líder, y una de sus frases
fundamentales era “combatiendo al capital”. La cancioncita empezaba así “Perón
Perón, que grande sos, el mejor trabajador… Y terminaba “combatiendo al capital”. No
llama la atención, que Argentina de los años 40 en adelante, haya comenzado un
proceso de subdesarrollo completamente coherente con la cancioncita, un proceso de
pobreza, de miseria indignante para la mayoría de la población. Actualmente mi país es
un desierto indignante donde la gente se está muriendo de hambre de la manera más
perversa. ¿Por qué? Precisamente por combatir el capital. En la Argentina, la opinión
pública dominante considera que el capital, las inversiones privadas, son negativas. Así
estamos. Combatir el capital es lo peor que pueden hacer si se quiere reducir la pobreza.
Van a producir más pobreza. Porque aquí hay un punto importante: es el tema de la
escasez. Como se puede reducir la escasez. La regulación siempre tiende a
incrementarla. ¿Cómo salimos de la escasez? La población siempre se multiplica. Y está
bien que sea así. Está en el Génesis. Pero entonces, ¿cómo hacer para alimentar y
satisfacer las necesidades de la mayor parte de la población? Es el problema de la
escasez. Lo vuelvo a decir: lo “único” que se puede hacer es ahorrar e invertir en la
fabricación de nuevos bienes de capital como solución para minimizar el tema de la
escasez.

Pero yo he estado dando como tácito un tema. Este ahorro, tasa de interés, inversión,
capital, necesita cierta condición indispensable. Para fomentar el ahorro es necesario el
mercado y la propiedad privada. La propiedad privada de los medios de producción,
contrariamente a lo que se cree popularmente, no significa una acumulación de la
propiedad privada en sectores ricos y protegidos por privilegios y prebendas de los
gobiernos de turno. Propiedad privada no significa necesariamente grandes empresas
internacionales protegidas por los gobiernos de turno. Propiedad privada significa un
estimulo a la producción y al ahorro en situación de igualdad ante la ley y ausencia de
privilegios, entendiéndose por privilegios prebendas y subsidios, que implican
monopolios jurídicos para un grupo de personas. En cambio, en una situación de libre
mercado, debería haber ausencia de monopolios jurídicos, que haya libre acceso al
mercado, libre emigración e inmigración, que no haya barreras ni para entrada o salida
de personas, ni para la entrada o salida de capitales. Todas las personas que tengan
emprendimientos, pequeñas, medianas o grandes industrias, se encontrarían, como debe
ser, con la competencia extranjera que los obligue a mejorar la eficiencia de sus
propios productos. Esa institución de la propiedad privada es un requisito. Esta
institución de la propiedad privada estimulará el ahorro. Y se necesita algo más.
Necesita respetar la institución del libre contrato.

Un libre contrato es fundamental para la previsibilidad a largo plazo. La propiedad
privada, el libre contrato, tienen que estar protegidas constitucionalmente de manera
que los inversionistas puedan prever a mediano y a largo plazo. Fíjense este ensamble
entre conceptos jurídicos y económicos. Yo antes había dicho que la inversión se inicia
en el proceso de ahorro. Pero al ahorro implica una visualización hacia el futuro. El
ahorro es abstenerse de consumir en el presente para mirar hacia el futuro y aumentar
los bienes de capital. Pero si yo no tengo una previsibilidad hacia el futuro, ¿para qué
voy a ahorrar? ¿Para qué ahorrar, abstenerme de consumir en el presente para consumir
en el futuro, si sé que no hay futuro? Si no hay previsibilidad de que igual va a ser la
situación futura, la tasa de interés va a comenzar a bajar. Por lo tanto, debe haber
estabilidad jurídica para que los pequeños, medianos y grandes inversores, inviertan
porque están pensando hacia el futuro. Eso se llama proyectos de inversión a mediano y
largo plazo.

Debe haber protección de los contratos en la Constitución, pero esto no significa
protección de los ricos, significa protección de la propiedad privada para todos los que
todos los que estén en el mercado. Es una gran injusticia que los pequeños y medianos
productores tengan que cumplir una serie infinita de reglamentaciones, mientras que las
empresas multinacionales puedan invertir ya que pueden afrontar el costo de las
reglamentaciones injustas, mientras que el pequeño y mediano productor no lo puede
hacer. Por lo tanto todos los controles innecesarios que se le aplican al mercado deben
ser eliminados. El control debe ser sencillamente la igualdad ante la ley, el
cumplimiento al contrato establecido, pero no una serie de reglamentaciones infinitas
que imposibilitan la actividad comercial.

Toda esta serie de condiciones económicas y políticas son necesarias para la inversión a
largo plazo. Para reducir la pobreza, para iniciar un camino de desarrollo que beneficie
precisamente a los más desprotegidos, a los más pobres, para que el nivel de vida se
vaya expandiendo paulatinamente de manera que llegue a todos, es necesario un sistema
constitucional que proteja las condiciones jurídicas de inversión. Ese sistema
constitucional por otra parte, está unido a una serie de valores. Ese sistema
constitucional implica la protección de todos los derechos individuales, de tal modo que
nuestras vidas no dependan de quien llegue al poder. Quien llegue al poder debe ser
sencillamente un funcionario de nosotros, para administrar los bienes públicos que
expresamente se le deleguen, que deben ser pocos y necesarios, y en nuestras manos
deben estar las actividades educativas, religiosas, económicas, que no deben ser pasadas
necesariamente al administrador de los bienes públicos necesarios para la realización de
esas actividades, como ser la justicia, la seguridad, la defensa.

Nuestras vidas no deben depender de quien llegue al poder, no debería importar quién
es el presidente, o quién será el próximo presidente. Es indigno que nuestra vida
dependa de una persona que puede disponer de nuestros bienes arbitrariamente, de
nuestras libertades, porque todo eso además de ser inmoral genera pobreza, genera
miseria. ¿Quién va a invertir en un país como la Argentina, por ejemplo, ese gran
desierto del cual es dueño el matrimonio Kirchner? Tal vez las grandes empresas que
pueden afrontar grandes costos se pueden dar el lujo de invertir y además, gozan de
amistad y privilegio con el matrimonio Kirchner, pero la mayoría de la población sigue
sumida en la miseria, en la pobreza más indignante, en la desocupación, todo eso es
muy injusto. Los responsables de la pobreza son los gobiernos que impiden la
acumulación de capital y que impiden la operación de libre mercado.

Vuelvo a insistir en una cuestión muy importante: hay un olvido del tema del ahorro.
Yo dije antes que para que haya bienes de capital y la inversión necesaria para que haya
bienes de capital, todo lo cual genera un mejor nivel de vida, es necesario el ahorro.
Entonces, son necesarias una serie de garantías jurídicas, para que el ahorro sea
estimulado, para que las personas sean estimuladas a ahorrar, pero no por medio de
préstamos o subsidios, sino por condiciones de estabilidad que permitan ese ahorro. En
ese sentido los gobiernos, a veces con buenas intenciones, son los que
fundamentalmente impiden la formación del ahorro; primero por medio de impuestos
confiscatorios o sencillamente, impuestos a la renta, o un alto nivel impositivo.
Cuanto más impuestos, el ciudadano privado, menos puede ahorrar. Y menos que pueda
ahorrar, menos inversiones van a haber. Menos inversiones van a haber, más pobreza va
a existir. Los gobiernos se defienden diciendo que ellos requieren impuestos para hacer
obras públicas. Pero las obras públicas son gastos, no son inversión. Un gobierno
debiera decir: voy a gastar en realizar tal puente. Para financiar un puente o lo que
fuere, el estado tienes tres formas: mayores impuestos –que los ciudadanos no aceptan-,
deuda externa o inflación. El gobierno gasta y solamente puede financiar sus gastos por
medio de inflación, deuda externa e impuestos. Los tres implican mayor pobreza para la
población. El impuesto inflacionario es el más perverso y el más engañoso. El
gobierno, en vez de poner más impuestos, emite moneda, produce la inflación y los
salarios reales bajan. Puede ser que nominalmente se mantengan, pero lo que se puede
adquirir es menor. Es un impuesto engañoso. Ni que hablar de la deuda externa. El
gobierno se endeuda y luego son los pueblos los que tienen que pagar esa deuda con
más impuestos o más inflación. Es un círculo vicioso. Puede ser que alguna obra
pública sea necesaria, pero entonces el gobierno tiene que ser honesto y decir, “vamos a
gastar” porque políticamente necesitamos ese gasto.

Cuando los gobiernos van a gastar, los ciudadanos deben saber que ese es un gasto. Por
eso los economistas de la escuela austriaca proponen un sistema de bajos impuestos
indirectos suficientes para mantener un gobierno central eficiente pero pequeño y que
los gastos en bienes públicos sean a nivel municipal para que haya control de gastos y
no se dispense la moneda en gastos faraónicos. ¿Dónde van los impuestos que pagamos
habitualmente a esos gobiernos omnipresentes que tenemos en América Latina? Van a
algún lugar y no tenemos ningún control de los gastos respectivos. Y todo lo que se saca
del bolsillo es para engordar la obra pública que son gastos y que podrían haber sido
efectuados por la actividad privada si el gobierno no los hubiera efectuado.
¿De dónde salen los dineros para las grandes obras públicas faraónicas? Salen de
nuestro bolsillo. ¿De dónde sacamos entonces que la iniciativa privada pudo haberlas
hecho? Los recursos que salen para hacerlos están en el sector privado. Y no es sólo en
América Latina. ¿De dónde saca EEUU los millones de dólares necesarios para los
enormes proyectos espaciales? Sale de los contribuyentes norteamericanos. Por lo tanto
ellos pudieron haberlo hecho. ¿Por qué no lo hicieron? Tal vez porque el gobierno los
convenció de que era el único que lo puede hacer. O porque el gobierno les impide
hacerlo. Pero los recursos están siempre en el sector privado. Los gobiernos financian
las obras con más impuestos o deuda que extraen del sector. Todo esto lo único que
produce es que la capacidad del ahorro disminuya totalmente y aumente la escasez. La
escasez siempre esta. No puedo sacar las cosas de la nada.

Es falso que un gobierno pueda eliminar la escasez. Es falso que un gobierno pueda
decir: yo te voy a dar esto o aquello. ¿De dónde saca el gobierno esos recursos? Los
saca necesariamente de la iniciativa privada. Y por lo tanto la capacidad de ahorro es
menor. Y por lo tanto la pobreza es mayor. Hace unos años una persona me decía no es
posible que tenga que pagar para pasar por una carretera. Que el gobierno debía pagar.
La pregunta era ¿de dónde saca el gobierno los recursos para producir esa carretera? Los
saca de la inflación al emitir dinero para construir esa carretera. Y eso me lo decía
alguien que estaba viviendo la hiperinflación, proceso en el cual todos los sueldos
perdían su poder adquisitivo rápidamente. Los que no habían tenido la previsibilidad de
ahorrar en moneda extranjera quedaban en la más total indigencia. La gente no ahorra
en moneda extranjera porque no sean patriotas. No ahorra en moneda extranjera porque
no amen a su país. Ahorran en moneda extranjera porque la moneda nacional fue
licuada de una manera perversa por el gobierno nacional. El que depositó sus ahorros,
sus activos en moneda local perdía todo. Es como si el gobierno entrara en su casa de
una manera violenta y robara como cualquier delincuente. Es verdad. Todo eso es lo que
produce la pobreza y la miseria.

Por último, alguien me puede decir, con toda justicia, que el mercado no llega
necesariamente a todos. Alguien me puede decir, ¿qué pasa con las personas que por
razones personales especiales no tienen la capacidad para entrar al mercado y producir?
Por supuesto que siempre habrá ayuda privada para esas personas, pero podría haber
además otras ayudas. Pero Hayek decía, nunca espere ayuda de un gobierno federal
faraónico que no sabe qué hacer con nuestro dinero. Lo que Hayek proponía era un
principio de subsidiaridad a nivel estatal o municipal. Para Hayek era posible que el
Municipio provea algún servicio público, pero siempre de manera no monopólica, sin
recurrir a inflación, sin un impuesto progresivo a la renta, sin eliminar la actividad
privada.
Para Hayek, los gobiernos municipales podían ayudar porque había control de gastos y
siempre que no eliminaran la actividad privada competitiva. Por lo tanto es falsa la
dialéctica de que “mercado o nada”. Puede haber una acción municipal siempre que esa
entidad sea controlada por aquellos que pagan sus impuestos y siempre que ese
gobierno municipal tenga un alcalde que responda a las atribuciones específicamente
delegadas por nosotros que somos los ciudadanos. Siempre que, claro, los gobiernos
nacionales sean elegidos para custodiar la Constitución Nacional que es precisamente
aquella que custodia los derechos individuales.

Los gobiernos nunca debieran ser nuestros dueños. Nosotros somos los dueños de los
gobiernos. Los gobiernos son personas, son funcionarios con atribuciones
específicamente delegadas por nosotros. Los gobiernos son personas, son iguales a
nosotros. No son dioses. No saben más, ni tienen más capacidad por estar en el
gobierno, al contrario, tienen dificultades por estar en el gobierno. No tienen poder para
controlar nuestras vidas. Nuestras vidas son nuestras. Es difícil a veces asumirlo. Por
eso, el pasaje bíblico “abandonarás a tu padre y a tu madre”, también debe implicar:
abandonarás a tu gobierno, finalmente, no dependerás de él, asumirás tu vida y tu
propiedad. Es un mensaje ético pero que tiene como resultado la eliminación de la pobreza.

domingo, 17 de junio de 2012

LA TERMINAL, LA SENCILLEZ DE LA VIDA Y LA MONSTRUOSIDAD DEL ESTADO

La Terminal es una conmovedora película, cuya historia imaginaria (pero simbólica) es la de Viktor Navorski, un ciudadano de un ficticio país de la Europa del Este, que simplemente quiere regalar a su padre algo firmado por un famoso músico de jazz de New York, para lo cual sencillamente intenta ir a esa ciudad, obtener la preciada firma y volver.
Pero Víctor se encuentra con que su visa ha sido cancelada por un golpe de estado en su país y que por ende no puede ni entrar a los EEUU ni tampoco está ahora claro de qué país es ciudadano.
Víctor se encuentra así con lo que todos nos encontramos habitualmente: los gobiernos y sus regulaciones, creadas por personas que creen que son necesarias y con ellas controlan las vidas de los demás.
El encargado de hacer cumplir esas reglamentaciones, esa pobre existencia in-auténtica que se toma en serio su papel de carcelero, es Frank Dixon, jefe del aeropuerto. Se toma muy en serio lo suyo y no sabe qué hacer con un Víctor que, al igual que un Sócrates moderno, va a beber la cicuta del estado nación moderno sin desobedecerlo.


Víctor traba amistad con gente sencilla que trabaja en ese aeropuerto, cumpliendo diversos roles dentro de esa maraña de reglamentos, pero cuya vida pasa por otro lado.Enrique trabaja en aduanas pero su vida para  por su amor por la agente Torres, que es la que pone los sellos de visado.Es muy amigo de Joe, un afroamericano que trabaja con él, y de Gupta, un hindú cuya vida ha sido difícil, no molesta a nadie y vive de la tolerancia que "el régimen" tiene para con él, porque podría deportarlo.
Todos ellos viven sus vidas, que no pasan por los reglamentos estatales. Pasan por la amistad, el amor, el trabajo. En el fondo no creen en absoluto en las reglas que Frank cree absolutas, pero no lo saben. No hacen teoría contra ellas, como yo, sino que viven sus vidas "a pesar" de ellas. 
El caso más conmovedor es el de Cliff, otro habitante de un país imaginario que pretende pasar por New York en un vuelo en tránsito hacia Canadá para ayudar a su padre, que está enfermo, llevándole remedios. Qué pretensión. Qué insulto a la racionalidad instrumental y al gran rey estado-nación. Cliff no sabe que para llevar remedios hasta Canadá hay que completar una serie de papeles que él, obviamente, no tiene. Pero Cliff, el supuestamente ignorante ante el sabio estado, insiste, porque pretende -qué horror- ayudar a su padre. Cliff representa a la verdadera víctima contemporánea, el verdadero explotado que Marx no vio. Al ser humano honesto y sencillo, pisoteado por las pretensiones de otros seres humanos que se arrogan el derecho de decirle qué hacer con su vida, con sus viajes, con su dinero, con sus remedios, con su ir, venir, pasear y trabajar. Cliff se arrodilla, implora, ruega y llora ante Frank y ante la vista de todos, que esperan ver lo que ahora el nuevo déspota hará con su dedo, si hacia arriba o hacia abajo, cual romano emperador del nuevo circo racional del iluminismo. El dedo se inclina para abajo pero allí Víctor interviene: hace decir a Cliff que en realidad esas drogas no eran para su padre, sino para vacas, en cuya caso pueden pasar. El emperador Frank deja a Cliff con sus ahora drogas para vacas, pero repentinamente toda su furia se dirige hacia Víctor, al cual grita y empuja ante una fotocopiadora sacando copias de su mano pecadora contra el estado. Pero -oh casualidad- delante de un supervisor, un superior de la burocracia estatal que ha venido a ver la eficiencia del aeropuerto. El supervisor reta a Frank, diciéndole que a las reglas hay que agregar la compasión. Pero, en realidad, Frank es coherente, el supervisor es un bondadoso incoherente. Esas reglas no tienen compasión. La compasión es abolirlas. 


Víctor se convirtió en un héroe por ello, y todos los empleados del aeropuerto, desde el personal de  limpieza hasta gente que trabajaba en los negocios de comidas, pusieron la mano fotocopiada por el implacable Ftank en todos lados, como un símbolo de libertad. Gente sencilla, que no sólo no había leído a Hayek, sino que tampoco lo entenderían. Pero intuyeron algo: que Cliff había podido salvar a su padre gracias a Víctor. Claro, seguramente Víctor quedó muy antipático para las empresas farmacéuticas norteamericanas que lograron esa reglamentación por parte del nuevo Al Capone, esto es, el gobierno. Esas empresas sí que no habían leído a Hayek.
Mientras tanto la vida sigue. Enrique se casa con Torres, Gupta y Joe ayudan a Víctor para que conquiste el corazón de Amalia, una bella azafata. Eso no sale pero el que sale, finalmente, es Víctor, que por la ayuda de los mismos policías -protagonistas sin saberlo del derecho a la resistencia a la opresión- logra entrar a la ciudad de Nueva York, obtener su firma y volver. Algo simple y bello, un amor hacia su padre, como la sencillez de los primeros cristianos que sólo pedían honrar a Dios. Pero los gobiernos no entienden esas cosas. Ellos están para controlar, porque  lo contrario sería el des-control. No, es al revés, son esos millones de Franks los que están sueltos, des-ordenando el orden humilde y sencillo de las vidas de los demás.


La Terminal, sin que se haya advertido mucho, desnuda la ridiculez de las legislaciones gubernamentales a las cuales nos vemos sometidos a diario. Denuncia su ridiculez, su crueldad, sus nuevas y más refinadas formas de Gestapo y de SS. 
La próxima vez que pase por un aeropuerto voy a llevar un libro de Ludwig von Mises conmigo. Ningún aparatito va a sonar, ninguna lucecita se va a prender, no se acercarán policías, perros, ni la CIA ni el FBI, ni tampoco Gullermo Moreno ni la guardia pretoriana de Cristina Kirchner. Qué bien. Hasta ahora, hasta ahora......... No se han dado cuenta.

domingo, 10 de junio de 2012

EL VERDADERO OLVIDO DEL SER


En la rapidez de nuestra existencia cotidiana, nuestra racionalidad se enfrenta con un desafío. Por un lado, “sabemos” lo que “tenemos que hacer”. Sea cual fuere nuestro “oficio” –insisto: sea cual fuere-, éste se desarrolla en una serie de “acciones”, aprendidas, con mayor o menor grado de destreza o automatismo. Toda acción humana implica aliquo modo relación de medios a fines, y todos, de algún modo, tenemos nuestro “oficio”, una conducta externamente visible y con resultados humanamente “evaluables”, desde la Madre Teresa hasta el agente de Bolsa de New York. En ese sentido nuestra razón a veces calcula, planifica, mide, evalúa resultados. Contrariamente a ciertas advertencias apocalípticas, ello no es necesariamente negativo; es más, es un aspecto inevitable, necesario, positivo, de cierto aspecto de nuestra existencia, y muchas veces puede ser santo. Por lo tanto, no es cuestión de denunciar, dramatizar, de manera maniquea, este aspecto de nuestro mundo de vida. Simplemente, tiene un riesgo. Todo lo que es efecto, tiene su causa. En la vida humana, lo que es efecto, que se trasluce en la acción, tiene el riesgo de no verse como efecto, de cortar la visión hacia su causa, hacia su origen. Lo que cotidianamente hacemos puede ser dignísimo pero es efecto, no es el centro, el origen de lo que somos y de donde emerge ese efecto que llamamos acción. Como un círculo, tiene un centro. Nuestra acción cotidiana es el diario caminar sobre el círculo de nuestra existencia, y en ese sentido, sobre nuestra superficie. El riesgo es no ver el centro; el riesgo es quedarse en la superficie, en la superficie del yo, y no ver el centro, esto es, el yo, lo que primariamente, no actúa, sino que, radicalmente, es. El riesgo es caminar sin ver quién camina; el riesgo es conocer nuestro hacer pero ignorar nuestro ser; el riesgo es vivir olvidados de nuestro ser. El primer olvido del ser comienza por el olvido de nuestro ser.

De mi libro "Existencia humana y misterio de Dios", Unsta, Buenos Aires, 2009.

jueves, 7 de junio de 2012

HOY ES POR...................

.................clamar justicia para un solo lado, lo cual se llama venganza.
Por manipular a los jueces.
Por desobedecer a la corte.
Por manipular al poder legislativo.
Por perseguir judicialmente a los que sienten como amenaza.
Por la anomia institucional conseguida.
Por CONFISCAR los fondos de las AFJP.
Por comenzar a perseguir a la prensa libre.
Por subir la carga impositiva.
Por expandir el gasto público.
Por comenzar a emitir
Por controlar precios
Por re-estatizar empresas
Por subsidiar a las empresas de servicios públicos,
Por llevar a la economía a una nueva explosión
Por generar clientelismo político e intrumentalizar la pobreza.
Por privar a las provincias de su autonomía y eliminar el federalismo.
Por concentrar todo el poder
Por rodearse de los más resentidos por el odio, por rodearse de psicópatas, resentidos y grotescos autoritarios en cuyas manos está el país.
Por apoyar a delincuentes violentos llamados "organizaciones sociales" y "asambleístas".
Por apoyar a delincuentes llamados piqueteros, cuando les conviene
Por aliarse con Chávez, con Correa, con Cuba y con Angola.
Por promover el aborto y el matrimonio ESTATAL homosexual.
Por retrasar el país a 1945.
Por el dolor, no el dólar, de un país destruído.
Es por eso.
Tengámoslo claro.

TODO ESTO, excepto bailar en Angola, lo hizo NESTOR KIRCHNER. Cristina, triste y sencillamente, lo está llevando al nivel del ridículo.

martes, 5 de junio de 2012

SOBRE LOS COMENTARIOS DE JUAN MANUEL B.


COMENTARIO A JUAN MANUEL:
(lo publico como entrada porque no hubo lugar en la parte de comentarios).

Pensé mucho como escribir este comentario. Como no encontré el modo ideal ni tengo tiempo para hacer una nota extendida, decidí escribir algunas ideas, sin más.
-El psicoanálisis pretende ser la única teoría "profunda", lo cual es solo un calificativo y es falso. El cognitivismo estudia las creencias de las personas y como influyen en su vida cotidiana. Estas creencias se alojan en los esquemas cognitivos, que comienzan siendo innatos y se van desarrollando con la experiencia. Los esquemas cognitivos son estructuralmente memoria, y funcionan con sus reglas. Los contenidos, creencias, abarcan desde los mas profundos conceptos ligados a la propia identidad hasta los aspectos pragmáticos más cotidianos. Los esquemas profundos guían la forma de dar significado a la experiencia y gobiernan los esquemas más superficiales. La memoria, se desarrolla evolutivamente gracias al funcionamiento neuronal (plasticidad) y la experiencia de los intercambios con el mundo y con los otros. El psicoanálisis tampoco tiene el patrimonio de la historicidad del sujeto.

En todo eso tenés razón. Mayor razón, entonces, para que tu constructivismo realista, donde sabés que he colaborado, sea complementario con Freud. (OBSÉRVESE QUE DESDE AHORA EN ADELANTE EN VEZ DE DECIR “PSICOANÁLISIS”, DIRÉ “FREUD”).


La psicoterapia cognitiva aborda la modificación y especialmente el enriquecimiento de los esquemas cognitivos y las creencias para desarrollar nuevos significados, más creativos, realistas y funcionales. Según la profundidad de los esquemas a revisar, la terapia será más focal o más generalizada y profunda.

OK



-Ciertos aspectos del psicoanálisis no son abordados en el articulo de Gabriel, tales como la sexualidad infantil,


Si, la nombré cuando me referí al “perverso polimorfo”: el bebé, según Freud.


núcleo básico de la teoría.

Of course.


 En mi opinión es una mera construcción, sin base alguna que puede demostrarlo. Y es innecesaria, ya que hay aspectos evolutivos mucho más claros y precisos (desde Piaget, hasta Kagan entre muchisimos autores) además del mencionado tema de las creencias.

Creo que es una conjetura que explica muchas cosas, igual que las conjeturas de la Física, totalmente inciertas y contingentes según Popper.


Continuo pronto...
5 de junio de 2012 05:59
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Otro concepto básico de la técnica psicoanalítica es el de transferencia. Según él, todo lo que ocurre en los vínculos de la persona, particularmente en la terapia, es una especie de repetición de los modos vinculares con sus figuras parentales, regidas básicamente por la teoría de la sexualidad infantil.


Mm….. May be, creo que Freud lo dice mejor……..


De este modo, la persona del terapeuta no tiene importancia en si misma.


What? Eso no se sigue, al revés…………


Esto no condice con la realidad de lo que el paciente busca en una terapia, donde la comprensión y el vinculo son vehículos fundamentales para llegar al paciente y para que éste confié y se abra al terapeuta de un modo real, no con los recortes que al terapeuta le interesan.

Perfecto, ninguna contradicción con Freud…….


 Además de otras consideraciones que serian muy largas de enumerar, esta práctica entrena al paciente en centrarse en si mismo, en reconocer poco a los demás excepto en lo que toca sus propios intereses y motivaciones, etc. Por eso, creo que estimula una especie de solipsismo que afecta su capacidad de establecer vínculos profundos. Tanto mirar su psiquis se olvida o simplifica en extremo la de los demás.


No creo, JM, en Freud las primeras relaciones con padres y familiares son esenciales en la evolución del aparato psíquico.



Continua...
5 de junio de 2012 06:11
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Tampoco, pese a los esfuerzos de algunos, se ha logrado relacionar en forma adecuada el psicoanálisis con las neurociencias, lo cual deriva en graves fallas a la hora de tratar en forma concreta patologías psíquicas.


De mi parte, jamás recomendaría a nedie que abanone un psicofármaco recetado por vos, porque es totalmente complementario con una terapia como la que propone Freud, el cual, por lo demás, adelantó en su tiempo la posibilidad de medicamentos psicofarmacológicos.



 Por este motivo, el psicoanálisis debería abstenerse de tratar estos cuadros clínicos


Es complementario, no excluyente.


 y limitarse a aquellas personas que pretendan auto conocerse según esos parámetros. Como ya dije, para mi, esa elaboración de una teoría sobre si mismo


No es sobre sí mismo, es una reconstrucción de la historicidad del sujeto que, precisamente, el sujeto no recuerda, y donde las relaciones familiares son sencillamente esenciales.


 no ayuda a la persona, pese a la tranquilidad que le da tener un relato para explicar la propia complejidad, ni a sus vínculos.
En la practica diaria he visto incontables personas que creían que el psicoanálisis era la única forma de psicoterapia y que decepcionados no realizaban otros tratamientos.


Ese es el problema de algunos psicoanalistas, no de la teoría de Freud como él la trabaja hasta 1935. La mayor parte de las objeciones a Freud se producen por confundirlo por todo lo que vino después de esa fecha. He tenido que debatir con personas muy queridas a las cuales les cuesta distinguir Freud de Marx, como si él hubiera hecho esa horrible mezcolanza.



 La fortaleza del vinculo, la psicoeducacion, el lenguaje claro y las propuestas realizables les permite a estos pacientes recuperar la confianza en los tratamientos y dedicarse a ellos con renovadas esperanzas.

Perfecto. Sobre todo en Juan Manuel Bulacio, donde sus factores inespecíficos de la psicoterapia funcionan como la transferencia analizada por Freud. Por eso yo te mando pacientes JM: porque sos vos.


Hay otras áreas del saber popular que se han visto afectadas negativamente por el psicoanálisis. El hábito de suponer una causa inconsciente para todo ha llevado a la desresponsabilizacion en muchos casos,


Ya te dije, eso, problema de prácticas posteriores; Freud no era un escéptico moral, de ningún modo, y su terapia apuntaba a devolver a la persona su libre albedrío, en los términos que él lo pudo expresar.


 y en otras a una injusta atribución de causalidad interna, por ejemplo, en lo que hace a las enfermedades físicas.


Eso no es problema de Freud, es de irresponsables médicos que frente a un cuadro oncológico le dicen al paciente “eso lo producís vos” (sabés que yo lo he escuchado………..).


 Es un equivocado saber popular, que el cáncer se produce luego de un estrés severo y cosas así.


Correcto.



 La influencia de la mente sobre el cuerpo es innegable, pero también lo es la influencia del cuerpo sobre la mente. Las enfermedades son multicausales y nunca puede establecerse en forma fehaciente el origen psíquico de una afección.

I COUDN´T AGREE MORE!!!!!!!!!!!


Podrán establecerse correlaciones estadísticas y nada más, y trabajarse clínicamente sobre ambos niveles.
Continua...o no, se acabo mi tiempo hoy.
Saludos para todos. JM


GRACIAS JM POR TU INTERVENCIÓN Y ESTE DIÁLOGO J.

domingo, 3 de junio de 2012

SOMOS TAMBIÉN NUESTRO INCONSCIENTE

De vuelta....



Ultimamente estoy insistiendo mucho, en mis clases de filosofía, en que "somos también nuestro inconsciente". No es una buena noticia, en general, lo cual muestra que el tema es mucho más arduo de lo que parece.
Uno de los capítulos de Dr. House de la temporada 4, el Nro. 5, tiene como paciente a alguien que padece de una amnesia tal que intenta llenar los huecos de su memoria con la gente que tiene alrededor. Lo interesante, a efectos narrativos, es que "lee en lo más profundo" de sus interlocutores, de tal modo que el resultado es muy curioso: en segundos, los médicos que lo atienden se ven expuestos a lo que sería el resultado de largo tiempo de terapia psicoanalítica, esto es, parte de lo más profundo de sí mismos. El resultado es la negación consciente, desde luego, excepto House, cuyo narcisismo lo protege de dicha negación.
El problema radica en dos significados diferentes del "yo" que aún no han sido conciliados teoréticamente. Una cosa es el yo como la esencia individual; otra cosa es el yo como función de la psiquis. Ambos no son contradictorios y deben ser combinados, aunque aún ese trabajo no se haya hecho.
Para Freud el yo es una función de la psiquis, es un piloto, débil aunque consciente, que tiene que equilibrar las poderosas fuerzas de las alas llamadas super-yo y ello (ambos pueden ser parte del inconsciente). La forma más simple de verlo es simbolizarlo con Viaje a las Estrellas, la serie original. Kirk es el yo, McCoy el ello y Spock el súper-yo. Lo que no encaja es que el capitán Kirk no es débil: maneja bastante bien a su médico y a su primer oficial, que obviamente se pelean permanentemente. En realidad para que la analogía encaje Kirk debería ser reemplazado por cualquiera de los personajes que protagoniza Woody Allen.
Pero el yo, como esencial individual, como nuestra identidad más profunda, abarca a los tres. Somos esa pulsión originaria que éramos cuando niños, somos ese perverso polimorfo (palabras de Freud) que "éramos" cuando niños, y que luego, con ineludibles precios, tuvimos que re-adaptar a nuestro marco cultural, so pena de terminar perversos o psicóticos cuando adultos (no son calificativos morales, sino de estructura de personalidad según Freud). Los precios que pagamos son las neurosis, esto es, las formas adaptadas, sustitutivas, de las pulsiones originarias. Esas neurosis forman parte, sí, de la privación más que del ser, en términos escolásticos, pero, precisamente, en dichos términos, inciden decididamente en el comportamiento personal.
Ya grandecitos, cuando hemos dejado de ser el perverso polimorfo, her majesty the baby, "tan lindo él" :-)), somos (la analogía es de Freud) como la Roma actual en la cual está también, viva, la Roma antigua, al mismo tiempo. Si hemos tenido suerte, nuestras neurosis son llevaderas y hasta podemos llegar a ser "una buena persona" que hasta tratamos muy dulcemente a todos precisamente como defensa del niño que está profundamente dentro, vivo y gritando, que quiere matar a todo el mundo (y a uno en particular) que le quiera sacar a la madre. Somos ese niño, también, pero no nos damos cuenta y no queremos serlo. Está allí, supuestamente lejos, silenciado bajo toneladas de negaciones, y podemos circular así por la vida hasta que un día el niño aparece y el Sr. Spock ya es incapaz de frenar el motín a bordo del Dr. McCoy. Kirk no sabe qué hacer (el yo), la nave pierde el control, nos estamos cayendo y mientras tanto seguimos diciendo "estoy bien, estoy bien.....".
La terapia consiste en que tomemos progresiva conciencia del niño y de la forma sustitutiva (neurosis) que hemos necesitado para re-adaptarlo. Con esa progresiva conciencia, lograremos re-direccionar esa fuerza originaria, no eliminarla ni taparla.
Pero en general esto no sale porque no queremos saber que somos ese niño, y ello incluye el rechazo social profundo a cualquier cosa que filtre ese niño sin sus adaptados sustitutos. Se dice que Freud escribió en una época victoriana en la cual las normas para lo sexual eran muy estrictas, presuponiendo que ahora, entonces, no habría por qué tener problemas. Ello es muy ingenuo. Antes toda la furia social iba contra el sexo pre-marital; ahora va contra el sexo no consentido. Pero la incomprensión de las profundas e intrincadas causas inconscientes de nuestra conducta y de la ajena sigue siendo la misma. La condena moral a cualquier conducta (NO dije persona, dije conducta) que transgreda los 10 Mandamientos la doy por descontada, pero el asunto es por qué es tan difìcil cumplirlos, o qué tanto de libre albedrío queda en alguien cuya nave se ha ido a pique, abandonada a la madeja de pesadas neurosis nunca tratadas y siempre negadas. La misericordia, el perdón, la comprensión, el no juzguéis y no seréis juzgados, pasa también por conocer un poco más lo intrincado de nuestra psiquis, y cuán necesario es su cuidado para que finalmente el yo como esencia individual, como llamado, como vocación, como la persona que Dios llamó a la existencia, pueda surgir cual ave fénix después de admitir que, después del pecado original, her majesty the baby ha dejado de ser el lindo nene para convertirse en esa bomba de tiempo ante "la mirada de los otros": "¿Y a este qué le pasa?".
En esta época de supuesta "liberación de las represiones", en este época de "yo hago lo que quiero" (excepto, claro, votarla a Cristina para que te diga qué hacer con el dolar :-( ), todo esto se sigue desconociendo. Es más, esa supuesta vida "liberada" no es más que otro conjunto de negaciones más sutiles. No, no haces lo que quieres porque quieras ser madre aunque los bigotes de varón te salgan por el ombligo, ni haces lo que quieres porque vivas en la venganza permanente, ni haces lo que quieres porque creas que haces lo que quieres (existencia inauténtica). Haces lo que puedes. Ojalá lo supieras para, verdaderamente, ser libre, esto es, encontrarte a tí mismo.