domingo, 30 de octubre de 2022

EL VATICANO II NO ES UN FRACASO


Otro ataque al Vaticano II, ataques que se están multiplicando como estrellas en el cielo desde que Francisco asumió como Pontífice.

Esta vez es Ross Douthat, quien, al parecer (https://www.religionenlibertad.com/opinion/71182025/vaticano-ii-restauracion-catolica.html?eti=7194##STAT_CONTROL_CODE_3_71182025##) habría afirmado que el Vaticano II no ha protegido al Catolicismo del Modernismo, del Marxismo o del Correctismo político: casi como si los hubiera engendrado.

Volvemos a decir, junto con Benedicto XVI, que el Vaticano II era necesario (https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2022-10/benedicto-xvi-concilio-vaticano-carta-ratzinger-steubenville.html) pues lo que estaba en juego era la relación entre Iglesia y Mundo Moderno (https://gzanotti.blogspot.com/2020/02/de-la-quanta-cura-querida-amazonia-el.html). Si toda la Modernidad fuera igual al Iluminismo, entonces estas críticas tendrían sentido. Pero la clave de la cuestión es que no es así. El Vaticano II asume como valores católicos a lo que fue precisamente la modernidad católica: la nueva ciencia, la des-clericalización del poder y la libertad religiosa. Solamente que esos documentos hayan sido escritos es un triunfo.

Que hayan sido malinterpretados, puede ser. Pero debemos distinguir dos tipos de ambigüedades: aquellas que emergen de un texto cuando es puesto en un contexto que le es ajeno, y aquellas que surgen de su propio contexto.

Las malinterpretaciones del Vaticano II son del primer tipo. Desde la tradición, desde lo esencial, el Vaticano II no contradice al magisterio anterior (lo esencial) sino sólo en temas contingentes (la reforma) y esa es la hermenéutica de la continuidad y la reforma de Benedicto XVI (https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2005/december/documents/hf_ben_xvi_spe_20051222_roman-curia.html)  Por ende puede ser que las aclaraciones que pide Mons. Schneider sean necesarias (https://www.encristoymaria.com/entrevista-integra-mons-athanasius-schneider/ ) pero no por el Vaticano II, sino porque ha sido interpretado desde un “Espíritu del Concilio” que le es ajeno.

El post-modernismo en el cual han sido educados generaciones y generaciones de sacerdotes y obispos no surge del Vaticano II, que es modernidad, no post-modernidad. Una modernidad cristiana, como explicaron Francisco Leocata y Augusto del Noce. Los post-modernismos en los cristianos surgen de querer coquetear, sin la formación suficiente, con Heidegger y Nietzsche, sin pasar por Santo Tomás, Rosmini, Husserl o Edith Stein. 

El marxismo no surge de los textos del Concilio, sino de la falta de diálogo, TOTALMENTE PREVIA al Concilio, con la Escuela Austríaca de Economía, principal herramienta intelectual que puede hacer frente a la teoría marxista de la explotación, que fue considerada casi de modo unánime como “la parte de verdad” del marxismo, por la mayor parte de los teólogos, y no sólo por los teólogos de la liberación y del pueblo. Teólogos que fueron, estos últimos, los autores de las Conferencias Episcopales Latinoamericanas que, como dijimos (https://gzanotti.blogspot.com/2022/10/francisco-y-el-concilio-vaticano-ii.html)  no tienen nada que ver con ese Magisterio que desde Pío XII en adelante “acompaña” los logros de la democracia constitucional para la Europa de la post-guerra.

Si los que critican al Vaticano II creen que la Iglesia saldrá de su crisis negando los mejores frutos del Concilio, están muy equivocados. ¿Creen acaso que una vuelta a la teoría del deicidio será la solución? ¿Creen acaso que un monumento a la Quanta cura pondrá de vuelta a la Iglesia de pie? ¿Creen que hay que suspender todo diálogo fraterno con todos los luteranos, anglicanos y ortodoxos? ¿Esa es su solución?

El que verdaderamente había puesto a la Iglesia en su camino fue Benedicto XVI, siguiendo los esfuerzos de Juan Pablo II. Que Francisco los haya interrumpido, no es culpa del Vaticano II. 

3 comentarios:

  1. Yo acepto los documentos de Vaticano II, cada uno según su grado de autoridad y de acuerdo a la Tradición. Y no creo que todos los males de la Iglesia actual comiencen con el Concilio. Pero permitime disentir con tu diagnóstico. A esta altura del desarrollo teológico y de los estudios históricos sobre el Concilio ya no se puede sostener que el problema fue solo de interpretación y de aplicación. Francisco es su peor manifestación, pero también hubo problemas con Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. En los textos de Vaticano II hay errores y ambigüedades propias de un Concilio mal preparado, mal conducido y mal escrito. Errores o ambigüedades sobre las fuentes de la Revelación, la colegialidad episcopal, el ecumenismo, el diálogo interreligioso, la confesionalidad del Estado, la libertad religiosa, etc. No comparto la visión de Mons. Lefebvre. Pero tampoco que todo esté claro con el Catecismo de la Iglesia Católica y el Magisterio de Benedicto XVI, pese a lo mucho que yo valoro sus aportes. Además Vaticano II no sólo son sus documentos sino también cómo se desarrolló, a qué reformas impulsadas por Roma llevó, cómo se lo interpretó y aplicó desde Roma y qué consecuencias se dieron a lo largo de estos 60 años. Hay mucho material al respecto y que poco tiene que ver con los sectores más radicalizados del lefebvrismo o del sedevacantismo, cuyo integrismo y falta de importantes distinciones soy el primero en rechazar.

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    1. Más allá del encuentro interreligioso de Asís que llevó adelante Juan Pablo II, que suele ser criticado, es una buena Enciclica en orden al Ecumenismo mas sanamente entendido la Encíclica "Ut unum sint"; por lo demás, estoy de acuerdo con tu crítica en lo que hace a la Colegialidad episcopal, el ecumenismo no sano. Comparto que se han dado lugar a malas interpretaciones, a veces, por una incompleta lectura a luz de la tradición de la Iglesia en lo que puede hacer a las relaciones de Iglesia y Estado, posiblemente

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  2. 1. "....En los textos de Vaticano II hay errores y ambigüedades propias de un Concilio mal preparado, mal conducido y mal escrito. Errores o ambigüedades sobre las fuentes de la Revelación, la colegialidad episcopal, el ecumenismo, el diálogo interreligioso, la confesionalidad del Estado, la libertad religiosa, etc". De vuelta: decime cuáles son esos errores y ambiguedades. Y vas a ver que son tales porque interpretás esos párrafos desde TU horizonte. O sea, un hoeizonte que cree que "el espíritu del Concilio" es EL contexto de textos que NO tienen que ver con ese contexto.
    2. Te voy a hacer una lista de los "errores y ambiguedades" de Mirari vos, Quanta cura, Libertas, Quas primas, Quadragesimo anno............. Para que veas qué significa que los errores y ambiguedades están en tus ojos y no en los textos.

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