domingo, 6 de noviembre de 2016

SOBRE NUEVAS ESCUELAS AUSTRÍACAS DE ECONOMÍA Y OTRAS YERBAS



Ultimamente están circulando libros, artículos, videos y grupos en Facebook donde se acusa a Mises de “graves” errores, con la velada o no tan velada acusación de quienes no estamos de acuerdo con ello somos dogmáticos, carecemos de espíritu crítico, y sólo somos repetidores, y no renovadores, como ellos, que sí piensan, mientras que los demás sólo sabemos repetir de memoria La Acción Humana cual nuevas sagradas escrituras.

Creo que todo ello es muy injusto.

Siempre hubo diferencias entre los partidarios de la Escuela Austríaca. Pero hablar de una “nueva” EA es lo que me sorprende. Puede ser, es un mundo abierto, pero permítanme dar un ejemplo de lo que no me termina de cerrar.

Yo no puedo pretender ser un innovador en los temas estrictamente económicos de la EA. Excede mi campo y mis posibilidades. Tengo opiniones, sugerencias, nada más. No puedo pretender nada más.

Mi campo es la epistemología. Y allí, por supuesto que tengo “diferencias” con Rothbard, Mises o Hayek. Si yo hubiera tenido otra actitud, en este momento habría hartado a todo el mundo con mi “nueva” EA en epistemología. Habría denunciado los “graves” errores epistemológicos de Mises y hubiera armado mi “nueva” propuesta. Why not? Todos saben que mis fundamentos de la praxeología no son los mismos que los de Mises, y que mi método de la economía se aleja de él al haber incorporado elementos de Santo Tomás, de Machlup, de Popper, de Gadamer. Pero jamás se me pasó por la cabeza que haya que “denunciar”, cual profeta de no sé qué antiguo testamento, a los “graves” errores epistemológicos de Mises. Yo me considero dentro de la EA. Suscribo sus grandes líneas: la teoría subjetiva, las consecuencias no intentadas, el mercado como proceso, etc. Dentro de ello, he propuesto, sí, algunas cosas en epistemología, sin pretender fundar nada nuevo, sino opinar en mi campo formando parte de un paradigma viviente, corregible, renovable, pero paradigma al fin. Que es más amplio de lo que se supone, y cuya historia demuestra más diversidad de lo que cualquiera a primera vista pueda suponer. Creo que los “nuevos” no advierten qué es  la diversidad “dentro” de un programa de investigación que, si alguna vez cambia verdaderamente en algo “nuevo” eso será muy retrospectivo desde un punto de vista histórico, una visión retrospectiva que nadie, en este momento, puede pretender tener.

Y me produce curiosidad lo de “grave”. En un programa de investigación progresivo, ¿qué es lo “grave” desde el punto de vista de las diferencias que sus integrantes puedan tener? Grave es Hitler, grave es Stalin, grave es Kim Jong-i, grave es ISIS, grave es la Reserva Federal.


Por lo tanto, gente, calma. Sólo dentro de muuuuuuuuuuuucho tiempo sabremos qué fue lo verdaderamente nuevo. Mientras tanto, como dijo un gran santo, el bien no hace ruido y el ruido no hace bien.

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