Ultimamente están circulando
libros, artículos, videos y grupos en Facebook donde se acusa a Mises de “graves”
errores, con la velada o no tan velada acusación de quienes no estamos de
acuerdo con ello somos dogmáticos, carecemos de espíritu crítico, y sólo somos
repetidores, y no renovadores, como ellos, que sí piensan, mientras que los
demás sólo sabemos repetir de memoria La
Acción Humana cual nuevas sagradas escrituras.
Creo que todo ello es muy
injusto.
Siempre hubo diferencias entre
los partidarios de la Escuela Austríaca. Pero hablar de una “nueva” EA es lo
que me sorprende. Puede ser, es un mundo abierto, pero permítanme dar un
ejemplo de lo que no me termina de cerrar.
Yo no puedo pretender ser un
innovador en los temas estrictamente económicos de la EA. Excede mi campo y mis
posibilidades. Tengo opiniones, sugerencias, nada más. No puedo pretender nada
más.
Mi campo es la epistemología. Y
allí, por supuesto que tengo “diferencias” con Rothbard, Mises o Hayek. Si yo
hubiera tenido otra actitud, en este momento habría hartado a todo el mundo con
mi “nueva” EA en epistemología. Habría denunciado los “graves” errores
epistemológicos de Mises y hubiera armado mi “nueva” propuesta. Why not? Todos saben que mis fundamentos
de la praxeología no son los mismos que los de Mises, y que mi método de la
economía se aleja de él al haber incorporado elementos de Santo Tomás, de
Machlup, de Popper, de Gadamer. Pero jamás se me pasó por la cabeza que haya
que “denunciar”, cual profeta de no sé qué antiguo testamento, a los “graves”
errores epistemológicos de Mises. Yo me considero dentro de la EA. Suscribo sus
grandes líneas: la teoría subjetiva, las consecuencias no intentadas, el
mercado como proceso, etc. Dentro de ello, he propuesto, sí, algunas cosas en
epistemología, sin pretender fundar nada nuevo, sino opinar en mi campo formando
parte de un paradigma viviente, corregible, renovable, pero paradigma al fin.
Que es más amplio de lo que se supone, y cuya historia demuestra más diversidad
de lo que cualquiera a primera vista pueda suponer. Creo que los “nuevos” no
advierten qué es la diversidad “dentro”
de un programa de investigación que, si alguna vez cambia verdaderamente en
algo “nuevo” eso será muy retrospectivo
desde un punto de vista histórico, una visión retrospectiva que nadie, en este momento, puede pretender
tener.
Y me produce curiosidad lo de “grave”.
En un programa de investigación progresivo, ¿qué es lo “grave” desde el punto
de vista de las diferencias que sus integrantes puedan tener? Grave es Hitler,
grave es Stalin, grave es Kim Jong-i, grave es ISIS, grave es la Reserva
Federal.
Por lo tanto, gente, calma. Sólo dentro de muuuuuuuuuuuucho tiempo sabremos qué fue lo verdaderamente nuevo. Mientras tanto, como dijo un gran santo, el bien no hace ruido y el ruido no hace bien.
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