H. Hola su eminencia
reverendísima!!!!!!!!!!!!!!!! Un gran saludo al único que no se olvidó del ser.
ST: Hi, Degger, ¿cómo anda? Bueno, a ver, pare
con los eufemismos. Primero, ante todo, yo soy fraile. Segundo, quiero mucho a
Gilsón y Echauri, pero yo soy yo.
H. Bueno, suerte que no dijo “Yo Soy”…………
ST. Anda de buen humor hoy. Mejor, no me
acuerdo de muchos chistes en sus escritos.
H. Mire quién habla.
ST. Bueno, ok, reconozcamos que ninguno de los
dos tuvo vocación de Woody Allen. A ver, volvamos al famoso ser.
H. ¿El yogur?
ST. Y dale. No, su concepción ontoteológica de la metafísica.
H. Querrá decir, la suya.
ST. Yo no me explico a mí mismo con sus
términos.
H. Perdón, pero usted ya sabe que para mí, la
escolástica es ontoteológica.
ST. Si, claro. ¿Sabe en qué se parecen usted y
Descartes?
H. ¡No me ofenda!!!!!!!!!!!!!!
ST. Je je. En que ambos me estudiaron a través
de la escolástica jusuítica.
H. ¡Ah!!!! ¿Usted la des-autoriza?
ST: No, todo el mundo tiene el derecho a
interpretarme como le parece. El problema es que parece que el único que no
puede interpretarse a sí mismo soy yo.
H. Ok, bueno, deconstrúyase.
ST. Usted, como diría su alumno, Gadamer, no
pudo evitar verme desde el horizonte de una fe protestante con herencia en la
mística renana. Creo que no pudo entender bien mi síntesis entre razón y fe.
H. ¿Ah no? Pruébeme.
ST: Yo nunca hablé de una filosofía y una
teología separadas. Hablaba de una Sacra Doctrina. “Filosofía” era para mí la
filosofía de Aristóteles, que utilicé, como otras, como herramienta de
explicación teológica.
H. Ahá. O sea que usted, de aquí no
es…………..
ST: ¿Del s. XX? No, claro.
H. Oh!!!!! ¿Y los “tomistas”?
ST: Déjeme seguir. Le decía que todo mi
pensamiento se entiende sólo desde el horizonte judeo-cristiano.
H. ¡Ah!!!!!!!!!!!!!!! ¿Y la famosa filosofía
como ciencia autónoma de la teología, a la luz natural de la razón?
ST: Yo nunca dije eso.
H.: Bueno, dígaselo a los tomistas…………..
ST. Les envié un email pero no me contestaron.
Pero usted debatió con ellos, no conmigo.
H. ¡Vamos, Tomasito!!!!!!!!!!!! ¿Dijo usted o
no dijo que Dios es el mismo ser subsistente?
ST. Ipsum
suum esse, si. No confundir con esse, esste y aqquél.
H.Ok,ok. Entonces……………..
ST: Entonces nada. Era un juego de lenguaje
para expresar lo inexpresable.
H. ¡Ah!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ¿Ahora
Wittgenstein y Pseudo Dionisio?
ST: ¿Why not? Todo vale, dice Yerabend, un
hombre de Fe.
H. Ay Dios……………………………………………………………….
ST, si, ok, volvamos a Dios.
H. Adiós.
ST. No, espere. Le decía: Lo que podemos
concebir es lo finito. Cuando llegamos a que hay una causa no finita, a “eso”
lo llamamos in-finito, vía negación. Sí,
es teología negativa….
H. Pero usted afirma que Dios ES el mismo
ser….
ST. Sí, claro, por analogía, por comparación
negativa, vía deducción, con las creaturas.
H. Pero usted dice que las creaturas tienen la
famosa distinción entre esencia y existencia, e incluso que de ello se
demuestra la existencia de Dios.
ST: Lo que es y aquello por lo cual algo es,
si me permite la corrección, y las vías, sí: eran un debate con el bueno de San
Anselmo. Todo el mundo las tomó como un debate con los agnósticos. En mi tiempo
había otras formas de entretenerse, por ejemplo, andar en burro.
H. ¿Había que sacar pasaje?
ST. No, tampoco pasaporte. Era una época muy
liberal.
H. Qué horror. Mejor volvamos a las vías.
ST: ¿Las del burro?
H. No, las 5 vías……………..
ST. Ok.
H. ¿Usted las sigue defendiendo?
ST: Si. Detrás de sus circunstancias epocales,
que hoy habría que aclarar –juego de lenguaje incluido- su núcleo sigue siendo
defendible.
H. Bueno, ese es el problema. Su núcleo es la
distinción esencia-existencia, clave del olvido del ser, que la escolástica
arrastró desde San Anselmo, aunque usted estuviera en contra de su famoso
argumento.
ST. Usted sabe bien que yo hablaba de
esencia-acto de ser.
H. Es lo mismo.
ST. No, de ningún modo. El acto de ser de las
creaturas es el ser dado por Dios. Tener acto de ser está implicado en la
noción de creación. La distinción se origina en que lo creado tiene acto de ser dado por
Dios. Dios –vía negativa otra vez- “no lo tiene”.
H. Entonces su demostración de la existencia
de Dios –ya sé, de que Dios es la causa primera de las creaturas- es una
petición de principio.
ST: Yo no pedí nada. Y además, la lógica, ¿a
usted qué le importa? ¿No era parte del olvido del ser?
H.: ¡Pero a usted sí le importaba!
ST. Si claro, lo que yo decía intentaba tener
sentido………………
H.: Vamos, ¿quién es ahora, Carnap?
ST: Pobre Carnap, al menos su lógica y su
ciencia la sabía muy bien.
H.: No me extraña que lo prefiera a él…..
ST: No es eso, y no se ponga celoso.
H.: Basta, estábamos en que…..
ST. En que la distinción esencia-esse era un
modo de explicar que la creatura tiene el ser dado por Dios, listo, lo cual
presupone la creación.
H. Ah si ¡!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pero entonces
se le fue a la miércoles una filosofía autónoma de la Fe……………….
ST: Ya se lo dije. ¿Cuándo tuve esa pretensión?
H. ¿Y entonces?
ST: ¿Entonces qué?
H. ¿La distinción entre la razón y la fe?
ST: Muy simple, yo soy un fraile dominico,
contemplo a Dios y predico a Dios, y para predicar a Dios, a Dios Padre, uso la
razón, tomando todos los elementos que pueda. Entonces sí, hay algunos
argumentos que no dependen de la revelación, pero sí dependen de un horizonte
cristiano para la comprensión de lo que está haciendo el teólogo.
H. ¡Pero eso no es lo que después dijeron de
usted!!!
ST: Mire, una foto mía en la web no pudo haber
salido.
H: Vamos, Tomasito, me refiero a que….
ST: Si ya sé. Bueno, ya se resolverá.
H. Pero entonces, ¿cómo hablaría hoy con quien
no tiene Fe, si todo lo suyo la presupone?
ST: Trataría de que mirara a su interior, y en
la experiencia de su nacimiento y de su muerte pudiera ver algo de lo que desde
mi horizonte es la creatura.
H. No fue ese su planteo habitual..................
ST: Es que me cansé de todo lo que se mueve. Que lo mueva otro.
H. ¿Y su aristotelismo?
ST: Bien, gracias. Igual que el suyo.
H. Pero el mío no es el suyo………………
ST. Si claro. Además usted lee Griego, yo no.
H.: O sea que está confesando que su
interpretación pudo haber estado equivocada.
ST: Si, pero no me importa en absoluto. Yo
nunca fui historiador de la filosofía antigua. Utilicé los textos de
Aristóteles, traducidos por mi amigo Willy…………….
H. No me diga que le decían así……………..
ST. ………………..
ST: …………….para decir lo que yo quise decir.
Así de simple.
H. Bueno, ST, estoy un poco sorprendido. Creo
que en el s. XX nadie le va a creer.
ST: en el XIII tampoco……
H. ¿Y entonces quién lo entendió?
ST. No sé. Por ahí, Fr. Reginaldo….
H. ¡Reginaldo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Pobre, el
que le pedía que terminara la Suma……….
ST. Si, pobre, se quedó con la resta.
H. Bueno…………………………
ST. ¿No le gustan mis chistes?
H. No son sus chistes, ya sabemos de quién
son………………….. Bueno, pero al final lo del olvido del ser quedó olvidado, no?
ST: No, para nada. Yo nunca hablé del ser, ese
es el tema. Hablé de Dios y de las cosas creadas. Y eso fue todo. Es su
problema dónde quiere allí meter SU famoso ser.
H. No no, está bien, creo que lo voy
entendiendo.
ST: Y yo a usted, aunque nunca hablé Alemán.
H. No se preocupe, a usted con su Italiano y
su Latín le fue suficiente.
ST. Usted en cambio sabía más idiomas……….
H. Bueno, con saber Alemán era suficiente,
pero además estudié mucho Latín y Griego.
ST. “Con saber Alemán era suficiente”. My
God!!!! Bueno, ya comenzó el pavadómetro, estamos viejos, mejor sigamos mañana.
H. Ok, dónde nos encontramos?
ST: En I,
Q, 2, a. 3 Avenue and SCG I, 13 Street.
H. Ah qué gracia, ¿por
qué no se viene por mi casa?
ST: ¿El lenguaje? No,
me queda lejos.
H. Bueno, un punto
intermedio.
ST. ¿Entre su casa y
la mía? Mm…………………………………………….
H. Bueno lo pensamos.
ST. Ok. Cualquier cosa
lo llamo al celu.
H.: Ok, finalmente la técnica
me sirvió.
ST: Chau Martín.
H.: Chau Tomasito, un
abrazo a San Alberto.
ST.: Of
course. Abrazo.
H. Otro.
ST. Adío.
H.: Auf
Wiedersehen.
ST.: O sea,
ol-víden-sen.