Frente a mi observación de que NO tienen autoridad moral para protestar la casi totalidad de los argentinos por lo que hizo Alberto Fernández durante la pandemia, Lorena Clara Klappenbach dijo, y la aplaudo:
Por supuesto que es así. Prácticamente toda la sociedad apoyó el encierro absurdo, los protocolos delirantes, la estupidez de todas las medidas. El tipo que orgullosamente denunciaba al vecino porque había recibido la visita de la tía, el que denunciaba al comerciante que trabajaba igual, aunque fuera a escondidas, porque si no se moría de hambre, los indignados porque salían y había algunos "locos" que se atrevían a respirar al aire libre sin el trapo facial. Los fanáticos de la pcr ante cualquier moco. Los que se sacaron fotitos con cada dosis de la porquería experimental. Cómplices todos de la cuarentena cavernícola. El "prescindente" Alverso no lo hizo solo.
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