domingo, 2 de junio de 2024

"...IT CANNOT BE DENIED THAT BUKELE AND SIMILAR MOVEMENTS.... ARE FULL OF THE BEST INTENTIONS...."


 


El reciente encuentro entre el presidente argentino y el salvadoreño debería ser preocupante.

Pero parece no serlo para muchos liberales.

Que lo sea para la izquierda, habituada, casi con necesidad metafísica, a denostar a los dictadores de derecha pero no a los de izquierda, NO es preocupante, es parte del mismo circo al cual nos tiene acostumbrados. 

Pero si hay algo que caracteriza al liberalismo político, al menos ese de Locke, Montesquieu, Tocqueville, El Federalista, la evoluciuón del commmon law y esos extraños nombres y acontecimientos, es el debido proceso. 

Esto es, que nadie puede ser privado de su libertad sin mediar las debidas garantías jurídicas para que ello no depende de la voluntad arbitraria de los gobernantes.

Es el eje central de la libertad política, y creo que ocupa un nivel deontológico más alto que las políticas económicas de mercado. Que un gobierno controle precios arbitrariamente es un horror, sí, pero que te pueda meter preso cuando quiera, con una mera orden ejecutiva, es totalitarismo puro y simple.

Esa es la situación en El Salvador. 

Pero los liberales miran para otro lado, porque Bukele no es comunista y porque parece ser liberal en lo económico. 

¿Basta eso para alinearse con alguien? Lo mismo hicieron la mayor parte de los liberales en el 76 con Videla (con un nivel de conocimiento mucho menor de lo que estabas sucediendo, cabe aclarar); lo mismo hicieron muchos liberales y conservadores con la Patriot Act de Bush (h) (es más, la mayoría no se acuerda de lo que estoy hablando). 

Sacrificar las garantías constitucionales en aras de la seguridad y "contra el comunismo" es una vieja tentación muy conocida. Implica la total debilidad instituciuonal y su retroalimentación. Pero si hay algo que caracterizó al liberalismo político, al menos desde el s. XVII, es el marco institucional. No se lo puede vendeer al mejor postor cuando las papas queman. 

El Miércoles pasado analicé con mis alumnos esta famosa frase de Mises en su libro "Liberalismo": "...It cannot be denied that Fascism and similar movements aiming at the establishment of dictatorships are full of the best intentions and that their intervention has, for the moment, saved European civilization. The merit that Fascism has thereby won for itself will live on eternally in history. But though its policy has brought salvation for the moment, it is not of the kind which could promise continued success. Fascism was an emergency makeshift. To view it as something more would be a fatal error.".

Tuvimos que trabajar mucho para disculpar a Mises, de 46 años, en 1927. Hubo que analizar el contexto histórico, la psicología de Mises, etc. Su frase final fue importantísima: "...But though its policy has brought salvation for the moment, it is not of the kind which could promise continued success. Fascism was an emergency makeshift. To view it as something more would be a fatal error". Pero para la primera ("...It cannot be denied that Fascism and similar movements aiming at the establishment of dictatorships are full of the best intentions and that their intervention has, for the moment, saved European civilization. The merit that Fascism has thereby won for itself will live on eternally in history."), lo mejor que se puede decir es "bueno, pobre Mises, nadie es perfecto". 

Los liberales que hoy apoyan a Milei en sus efusivos abrazos con Buekele quedarán igual. Estamos en 2024, a 97 años de esa frase de Mises. Dentro de otros 97 años, en el año 2121, leeremos esta frase, que podría ser escrita hoy por muchos: "...It cannot be denied that Bukele and similar movements aiming at the establishment of dictatorships are full of the best intentions and that their intervention has, for the moment, saved Central-American civilization. The merit that Fascism has thereby won for itself will live on eternally in history".

Y para colmo, sin el final. 

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