Como últimamente digo, al mal, al Maligno,
se le escapan muchas cosas, por suerte, incluso en lugares que ha invadido con
gran éxito. Tal es el caso de la película Los fantamas de mi ex. No
esperen ficha técnica. Simplemente aquí la tienen: https://es.wikipedia.org/wiki/Ghosts_of_Girlfriends_Past; https://www.filmaffinity.com/ar/film994845.html.
Con cierto parecido a https://es.wikipedia.org/wiki/Made_of_Honor,
la peli cuenta la historia de un exitoso fotógrafo que ha renunciado al amor y
cree encontrar la felicidad en el sexo casual sin compromiso y engañando a las
chicas, si es necesario, con promesas que no puede cumplir. Sí, parece que la
muerte de sus padres, en su preadolescencia, y un cierto fracaso con su gran
amor de su infancia, lo predispusieron a todo ello.
Nuestro antihéroe es invitado a la
boda de su hermano, que lo ama y admira, aunque no por mujeriego.
Coherentemente, arruina la boda de su hermano, primero diciendo públicamente de
todo contra la institución matrimonial y luego, ya accidentalmente, destrozando
la torta de bodas (yo la hubiera reemplazado con un Big Mac pero parece que la
novia no) y revelando a una gran chismosa un amorío anterior de su hermano con
una de las damas de honor, ante lo cual la novia de su hermano decide dejarlo y
cancelar la boda.
Pero antes de todo ello, aparecen
tres interesantes fantasmas (un recurso al realismo mágico digno de Woody Allen)
que le van recreando su pasado y su futuro.
El primero es un tío ya muerto, el
típico tío soltero mujeriego y playboy, quien como fantasma se arrepiente de su
pasado y trata de decirle a su sobrino que no cometa los mismos errores. A
nuestro antihéroe en cuestión se le van despertando sentimientos que tenía
dormidos, sobre todo cierta nostalgia y cierto renacimiento del amor real que
sentía por la deliciosa niña de su infancia, ahora invitada a la boda del
hermano, que aún lo ama, pero sabe que nada puede esperar.
El mismo papel juega una amiga
adolescente con la cual él tuvo una rápida y desastrosa primera vez. Otra vez
le muestra al amor perdido, la lista interminable de chicas engañadas,
coherente ello con algo que le muestra el tío solterón: las lágrimas derramadas
por ellas en forma de intensa lluvia de varios minutos y una cantidad
interminable de pañuelos que caen del cielo durante varios minutos también.
Finalmente, un bello ángel femenino
le muestra el futuro: la boda de su novia de su infancia, no con él
precisamente, y su funeral, al cual asiste sólo su hermano, convertido además
en un hombre avejentado, triste y solo.
Con sus sentimientos y valores
cambiados, transformado ahora en alguien que quiere amar de verdad, nuestro
personaje despierta de sus ensueños/pesadillas dispuesto a asistir a la boda
del hermano, que ya estaba, sin embargo, arruinada por sus estupideces.
Raudamente, sale atrás de la novia del hermano y las damas de honor, tratando
de convencerla de que lo perdone y regrese. Del alma le sale un discurso asombroso
cargado del valor del amor y del sentido de la vida, del valor del riesgo, del
disvalor de quedarse sólo por temor al compromiso. Su novia de la infancia lo
escucha y no lo puede creer.
El asunto es que la boda se hace y
él da un discurso, como el padrino del novio, cargado de valores sobre el amor
auténtico y el valor del compromiso para siempre.
Ya durante la fiesta, sale a
caminar, se encuentra con su novia de la infancia, quien le dice que aún no
puede creer que él haya cambiado. El le muestra una foto de ella que él, cuando
niño, le había sacado, que había mantenido siempre (siempre) con él. La
foto simbolizaba el “para siempre” del cual él había huido “para siempre” (el
que no quiere el compromiso para siempre se compromete para siempre
con su vacío existencial). Ella lo besa tiernamente y los dos reviven un baile
que en su adolescencia había quedado frustrado por su temor. Y los guionistas
dejan abierta la posibilidad del reencuentro.
Los guionistas... ¿Quiénes son los
guionistas? No son teólogos moralistas: uno es cantante y bailarín, el otro es
un deportista. John Lucas y Scott Moore. La sabiduría llega por caminos
misteriosos, aunque parece que ambos conocían un cuento de Dickens, oh NO
casualidad, “A Chirstmas Carol” donde el caso no es con un mujeriego sino con
un avaro.
El asunto es que el bien, la
apología del amor auténtico, los valores de la entrega, el compromiso y el
matrimonio, “se le escaparon” al Maligno y “se filtraron” por una peli de Hollywood
que había recaudado casi U$S 93.000.000 hacia fines del 2009.
Lo fascinante, aquí, es cómo se
cumple lo que mi padre llamó la tercera etapa de la política educativa.
Teólogos, filósofos, moralistas, predicadores, etc., podrán seguir enseñando en
vetustas aulas lo que es el amor auténtico y los valores del matrimonio
mientras se enojan porque sus alumnos chatean por whatsapp y miran las novedades
de sus amigos en Instagram. La clave de la nueva etapa educativa es que las
personas (niños, adolescentes pero también adultos) se auto-educan por esos
medios, donde están las diversas plataformas on line donde ven esta película u
otra con disvalores contrarios. El papel del docente no es sustituir a esas
nuevas tecnologías del conocimiento, sino estar junto a, ser tutor,
acompañante, de los valores o disvalores ya recibidos, para reencauzarlos por
medio de una pedagogía dialógica, a la cual, casi todos los docentes, no quieren terminar
de asumir, aferrados a su papel dictatorial dentro de 4 paredes que ya no
sirven absolutamente para nada. Excepto que se las supere con actitudes
heroicas que son la excepción que confirma la regla (https://gzanotti.blogspot.com/2017/02/the-john-keatings-problem-o-el-problema.html)
Educadores, los libros de Séneca,
Aristóteles y Santo Tomás, dados como lecturas obligatorias en medio de 4
paredes, ya no son el método. Ahora el primer paso son estas películas, y el
segundo paso es el rol tutorial del docente que los guiará a los clásicos de la
sabiduría.
No es algo que estoy proponiendo.
Es algo que hace rato que está sucediendo, en negro. Todo lo nuevo es proponer
que suceda en blanco, cambiando totalmente el esquema educativo convencional.
uN ESCRITO Claro, hondo, honesto, otra vez...
ResponderEliminarGRACIAS pora tanto.
Ema
Un escrito claro, hondo y honesto, otra vez.
ResponderEliminarGRACIAS por tanto.
Ema
Me encantó lo de "en negro" aplicado a la Educación!!!!!
ResponderEliminarNo hay UN método, así como no hay un sólo tratamiento para todos los enfermos. Si no se propone o exige la lectura de Séneca, Aristóteles o o cualquier otro clásico.... dejará de saberse que existe, o que tiene valor. Una cuestión son los temas, que pueden darse por otros autores, y otra los autores buenos, clásicos, que difícilmente puedan reemplazarse sin pérdida. Ya en el occidente europeo olvidaron el conocimiento del griego por siglos, y fue muy difícil recuperarlo. Sin querer opacar los grandes méritos de "Los fantasmas de mi ex", dudo que se pueda de ella obtener más que de cualquiera de los tres clásicos mencionados. También es cierto que casi ningún alumno los leerá, pero si no se propone un fragmento de sus obras, será más difícil llegar a ellos.
ResponderEliminarLa película no sustituye a los clásicos. Es un modo de llegar a ellos.
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