Pasó lo que tenía que pasar. Milei está haciendo menos de lo que prometió. Para unos es mucho. Para otros es poco.
Obvio, porque todo depende del contexto ideológico desde el cual se mire el panorama. Para un Grabois (lo más serio de la izquierda argentina) es mucho. El, y en general el peronismo de izquierda, sabe que no hay que emitir más, pero la solución son más impuestos confiscatorios para los que más tienen. Para nosotros los libertarios, que no haya libertad cambiaria, que no haya liberación del curso forzoso, y toda esa ingeniería constructivista de impuestos, es poco. Muy poco aunque el diagnóstico esté bien, y hasta allí, porquen como dijo Roberto Cachanosky, el problema no es el déficit sino el gasto publico.
Ahora bien, este "sabor a poco" (https://www.infobae.com/opinion/2023/12/13/anuncios-con-sabor-a-poco/) no es fruto de la ignorancia de que sea necesario una transición, donde la gradualidad es inevitable. Claro que hay que diferenciar entre el corto, mediano y largo plazo, y más en una situación como en la Argentina. El asunto es cuáles son las políticas inmediatas de corto plazo. Esa es la pregunta del millón y de eso depende que se pueda pasar o no al mediano o largo plazo o que todo fracase nuevamente.
El problema no radica es una alianza con lo mejor del Pro. El problema radica en que esa alianza fue hecha a las apuradas. Una alianza que dejó afuera, obviamente, a lo mejor de los economistas liberales argentinos, ante los cuales Caputo era totalmente prescindible.
El problema no radica en una alianza con los sectores conservadores y-o nacionalistas católicos. El problema radica en el grado de conocimiento que Milei tiene de esos sectores y en la sinceridad con la cual esos sectores se acercaron a Milei. Que no creo que sea mucha.
Ahora, aguantar la respiración y esperar. Milei está a tiempo de profundizar sus reformas e ir más adelante. Pero también puede ser que nunca lo haga.
En ese caso, Macri 2018, (https://gzanotti.blogspot.com/2023/12/cuidado-con-macri-2018.html ) pero esta vez con el liberalismo y la escuela Austríaca como agentes del fracaso. El peor panorama posible. Y Kicillof presidente.
Por supuesto, si me equivoco, el primer aliviado por mi error seré yo.
Profesor, igualmente diferenciando en corto, mediano y largo plazo, dos días tras asumir es el corto plazo del corto plazo, no? Todavía queda bastante por determinar que tan prudentes son las medidas a corto.
ResponderEliminarProfesor, igualmente diferenciando en el corto, mediano y largo plazo. Siendo que transcurrieron solo dos días tras asumir, este es solo el corto plazo del corto plazo, no? Quedan, esperemos, todavía bastantes medidas como para determinar la prudencia del corto plazo, considero.
ResponderEliminarPor eso dije "........Milei está a tiempo de profundizar sus reformas e ir más adelante". Pero tengo dudas de que los Macri Boys quieran ir más adelante.
ResponderEliminarWait & see, es importante testear las reacciones de la calle y los grupos de poder. Recién ha comenzado el primer round...
ResponderEliminarCoincido en la prudencia y hasta el escepticismo empirico necesarios.
ResponderEliminarPor ahi, me atrevo a pensar, lo que falto es una comunicacion directa del presidente en funciones inicial, a modo de "cadena nacional" en donde vuelva a precisar el marco de las medidas y darle un contexto antes de que salgan a hablar ministros y portavoces.
Termino quedando como primer acto de gobierno una serie de medidas que es muy dificil de evaluar cual foto.
Pero bue...siempre un placer leerlo.
La sinceridad de los nacionalistas católicos que nos acercamos, aún no compartiendo varias ideas, fue sincera. Deberías ver el tono con el cual nos critican los integristas. Y aún así aguantamos. No soy yo. Somos muchos. Nos ha costado la ruptura definitiva o un distanciamiento enorme con varios amigos. Si eso no es sinceridad, no sé qué es la sinceridad.
ResponderEliminarEl único sincero que conozco sos vos. Y para probarlo tengo un argumento que lamentablemente no voy a dejar por escrito.
ResponderEliminarPero hay muchos nacionalistas y tradicionalistas, de CABA y de las provincias que están apoyando sinceramente este gobierno. No como lo ideal sino como el bien posible. Algunos que son referentes conocidos y muchos simples ciudadanos de a pie. Y que además no lo hacen por un cargo sino porque entienden que es una posibilidad de conseguir ciertos bienes parciales y frenar ciertos males parciales. Tuve reuniones o intercambios con estos nacionalistas no solo en CABA o en Buenos Aires sino también en Santa Fe, Tucuman, Mendoza y San Luis.
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