Ah pero nada.
NO porque Netanyahu merezca el
Premio Nobel de la Paz.
Sino porque NADA justifica lo que
hizo Hamas.
Las cosas que hay que aclarar.
No hay gobierno que no haya
incurrido en acciones deplorables. Pero, si no somos anarco-capitalistas, esas
acciones son las de un gobierno en cuestión, pero no definen al Estado en
cuando tal. El Estado Argentino ES su Constitución del 53. NO Videla. El Estado
norteamericano ES su Constitución de 1787. No Dick Cheny. Israel ES la Resolución
181 (II) de la ONU de 1947.
¿NO estás de acuerdo con que se
haya creado el Estado de Israel? ¿Y ahora qué vas a hacer? ¿Lo que hace Hamas?
¿Eres anarco-capitalista selectivo? ¿El Estado de Israel está mal
por ser un Estado? Ah, ¿entonces vas a declarar la guerra a todos los Estados
del mundo?
¿Dudas de la legitimidad de
origen de todo Estado? Bien, Hume te apoyaría. Detrás de todo Estado, de toda
propiedad, si te vas atrás en el tiempo, encontrarás una acción deplorable. La
democracia argentina actual es legítima, pero fue creada jurídicamente por un
decreto de Bignone. Y la resolución 181 era justificada, creo yo, pero la ONU
desde su nacimiento tuvo problemas de legitimidad. Pero por eso mismo, sólo queda la legitimidad de ejercicio del
momento presente para adelante. Respetar los límites que haya, establecer
libre comercio, libertad religiosa y convivir. No queda otra o la destrucción
total. Y no es un argumento utilitario. Detrás se encuentra el reconocer al
otro su derecho a la existencia.
En el origen de toda propiedad,
de todo contrato, de toda autoridad, se encuentra el paso de la guerra a la
paz. Y ese paso es en sí mismo una amnistía mutua de todo lo anterior. Inútil
es seguir discutiendo por territorios y quién fue más malo que quién. La cuestión
es respetar los derechos individuales DE TODOS y mirar para adelante. Tal vez
más adelante, precisamente, se logren algunos ideales anarcopitalistas de ciudades
estados y confederaciones libres. Pero no ahora. Ahora hay que convivir en paz.
Pero estas aclaraciones son casi
inútiles. Porque detrás del odio atávico a los judíos se encuentra el odio a la
libertad. Los judíos, antes de ese maso a la gran transformación, a esa
sociedad contractual que tanto molesta a Karl Polanyi, tuvieron que dar ese
paso desde que el Imperio Romano los convirtiera en los parias de la Historia
(cuántos Titos resucitados hay hoy). Ellos tuvieron que recurrir al libre
comercio y defender su libertad religiosa. Ellos NO pertenecieron a nadie, y
está MUY bien. Como dije en otra oportunidad, “…Finalmente, como dice Hayek, la sociedad extensa se abrió
paso ante la tribal, y todos tuvieron que saber que si quieren comer, no pueden
robar, ni esclavizar, ni vivir en una aparente comunidad que sería inocente de
la explotación del diferente. Pero casi todos, excepto en EEUU, se resistieron
hasta donde pudieron y se siguen resistiendo. El marxismo leninismo, el
nazifascismo, fueron (SON) todas formas atávicas de resistirse a NO ser
explotadores del diferente. Pero, oh casualidad, los nazis, los fascistas, los
franquistas, se hicieron eco del odio visceral al judío, que representaba en la
historia a todo lo que ellos odiaban con más fuerza: el otro, el diferente, el
que ejerce su liberad, su religión, su comercio, que es emprendedor, científico,
empresario, creador. Las teorías conspirativas más absurdas, los temores
atávicos del inconsciente reprimido, alimentaron y alimentan al odio al judío
que sigue siendo despreciado excepto, oh casualidad, en los ambientes liberales
clásicos y libertarios, que habito hace más de 40 años y en los cuales JAMAS
escuché una sola palabra o expresión antisemita. Qué casualidad.”
👍🏼👏🏼
ResponderEliminarCoincido en todos los términos con este análisis sustentado en profundos valores humanos y éticos.
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