domingo, 15 de octubre de 2023

AH PERO ISRAEL…………….

Ah pero nada.

NO porque Netanyahu merezca el Premio Nobel de la Paz.

Sino porque NADA justifica lo que hizo Hamas.

Las cosas que hay que aclarar.

No hay gobierno que no haya incurrido en acciones deplorables. Pero, si no somos anarco-capitalistas, esas acciones son las de un gobierno en cuestión, pero no definen al Estado en cuando tal. El Estado Argentino ES su Constitución del 53. NO Videla. El Estado norteamericano ES su Constitución de 1787. No Dick Cheny. Israel ES la Resolución 181 (II) de la ONU de 1947.

¿NO estás de acuerdo con que se haya creado el Estado de Israel? ¿Y ahora qué vas a hacer? ¿Lo que hace Hamas?

¿Eres anarco-capitalista selectivo? ¿El Estado de Israel está mal por ser un Estado? Ah, ¿entonces vas a declarar la guerra a todos los Estados del mundo?

¿Dudas de la legitimidad de origen de todo Estado? Bien, Hume te apoyaría. Detrás de todo Estado, de toda propiedad, si te vas atrás en el tiempo, encontrarás una acción deplorable. La democracia argentina actual es legítima, pero fue creada jurídicamente por un decreto de Bignone. Y la resolución 181 era justificada, creo yo, pero la ONU desde su nacimiento tuvo problemas de legitimidad. Pero por eso mismo, sólo queda la legitimidad de ejercicio del momento presente para adelante. Respetar los límites que haya, establecer libre comercio, libertad religiosa y convivir. No queda otra o la destrucción total. Y no es un argumento utilitario. Detrás se encuentra el reconocer al otro su derecho a la existencia.

En el origen de toda propiedad, de todo contrato, de toda autoridad, se encuentra el paso de la guerra a la paz. Y ese paso es en sí mismo una amnistía mutua de todo lo anterior. Inútil es seguir discutiendo por territorios y quién fue más malo que quién. La cuestión es respetar los derechos individuales DE TODOS y mirar para adelante. Tal vez más adelante, precisamente, se logren algunos ideales anarcopitalistas de ciudades estados y confederaciones libres. Pero no ahora. Ahora hay que convivir en paz.

Pero estas aclaraciones son casi inútiles. Porque detrás del odio atávico a los judíos se encuentra el odio a la libertad. Los judíos, antes de ese maso a la gran transformación, a esa sociedad contractual que tanto molesta a Karl Polanyi, tuvieron que dar ese paso desde que el Imperio Romano los convirtiera en los parias de la Historia (cuántos Titos resucitados hay hoy). Ellos tuvieron que recurrir al libre comercio y defender su libertad religiosa. Ellos NO pertenecieron a nadie, y está MUY bien. Como dije en otra oportunidad, “…Finalmente, como dice Hayek, la sociedad extensa se abrió paso ante la tribal, y todos tuvieron que saber que si quieren comer, no pueden robar, ni esclavizar, ni vivir en una aparente comunidad que sería inocente de la explotación del diferente. Pero casi todos, excepto en EEUU, se resistieron hasta donde pudieron y se siguen resistiendo. El marxismo leninismo, el nazifascismo, fueron (SON) todas formas atávicas de resistirse a NO ser explotadores del diferente. Pero, oh casualidad, los nazis, los fascistas, los franquistas, se hicieron eco del odio visceral al judío, que representaba en la historia a todo lo que ellos odiaban con más fuerza: el otro, el diferente, el que ejerce su liberad, su religión, su comercio, que es emprendedor, científico, empresario, creador. Las teorías conspirativas más absurdas, los temores atávicos del inconsciente reprimido, alimentaron y alimentan al odio al judío que sigue siendo despreciado excepto, oh casualidad, en los ambientes liberales clásicos y libertarios, que habito hace más de 40 años y en los cuales JAMAS escuché una sola palabra o expresión antisemita. Qué casualidad.”

2 comentarios:

  1. Coincido en todos los términos con este análisis sustentado en profundos valores humanos y éticos.

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