(Punto 3 del Cap. 5 de "La hermenéutica como el humano conocimiento", de próxima aparición).
Curiosamente, si hay algo que esencialmente humano, es la ciencia. Dios no la necesita ni los animales tampoco. Dios tiene la ciencia de visión y la ciencia de simple inteligencia, pero eso no es ciencia en el sentido que va desde Ptolomeo hasta Howking. Y los animales son extraordinarios y asombrosos. Un hormiguero parece un sistema de conocimiento en red, donde cada hormiga es una neuronita. Pero, que sepamos, no escriben, no teorizan, ni se equivocan[1].
Curiosamente, si hay algo que esencialmente humano, es la ciencia. Dios no la necesita ni los animales tampoco. Dios tiene la ciencia de visión y la ciencia de simple inteligencia, pero eso no es ciencia en el sentido que va desde Ptolomeo hasta Howking. Y los animales son extraordinarios y asombrosos. Un hormiguero parece un sistema de conocimiento en red, donde cada hormiga es una neuronita. Pero, que sepamos, no escriben, no teorizan, ni se equivocan[1].
Que
se haya separado a la ciencia de las humanidades es un típico resultado de una
noción positivista de conocimiento donde no
hay conciencia histórica. Una noción de conocimiento que cree que la
ciencia es abrir los ojos, ver los hechos, anotarlos y que luego otros hagan lo
mismo. Una noción de conocimiento donde se cree en los “datos”; en que conocer
es conocer el “qué”, sin saber el “por qué”. Ya hemos visto que no es así. Pero
no nos convencemos. Seguimos haciendo programas de estudio donde enseñamos “la”
Física, “la” astronomía, e incluso, terriblemente, “la” filosofía, sin historia de la Física o de lo que
fuere. Que no es un conjunto inconexo de fechas y nombres sino entender de qué
problema y contexto anterior tal autor dijo tal cosa. Y lo terrible es cuando
ello se lleva a ciencias sociales, donde por ejemplo se estudia “economía” sin historia del pensamiento económico.
Pero,
me dirá el lector, necesitamos técnicos. El médico de emergencias no necesita
historia de la medicina, ni el ingeniero, que está a cargo del simple
puente, necesita historia de la Física.
Ok, pero entonces reconozcamos, de una vez, que eso no es universidad, sino la
barbarie del especialismo, al decir de Ortega, justificada tal vez por la
necesidad de cosas prácticas que deben hacerse aunque no comprenderse. Perfecto, los medievales eran más sabios, distinguían las escuelas de artes y oficios
de las universidades. Ahora estas últimas son escuelas de artes y oficios,
donde se enseñan de memoria técnicas prácticas. Pongámosle entonces el
nombre correspondiente: tecnicaturas, y que deberían durar menos años para lo
que realmente se pretende.
¿Pero
qué decir de una carrera de Física, no una tecnicatura terciaria en ingeniería?
Que sufre de lo mismo. Si es un estudio universitario de Física, con doctorado,
tiene que saber de dónde han emergido
los paradigmas diferentes (Ptolemaico, atomista, aristotélico, copernicano, Einstein,
cuántica) para luego poder hacer investigación y hacer avanzar la ciencia. Me
van a decir: no, según Kuhn la ciencia avanza con el humilde puzzle solving de la ciencia normal,
esto es, con miles de repetidores que luego entran en crisis sin darse cuenta.
Tiene razón Kuhn en que ello es habitualmente así, pero no por ello hay que
desesperar y evitar todo intento de educar al científico en la creatividad del saber teórico. Por eso, lamentablemente, los
físicos, no ya los ingenieros, no saben ni les interesa quiénes fueron Koyré,
Duhem, Jaki, Kuhn, Lakatos o Feyerabend. Porque todos ellos hicieron historia
de la física y en cambio ellos creen que
saben “la física” cuando en realidad no saben más que un determinado período histórico, el actual, que ellos ven como
un eterno presente como si fueran dioses. Formar a Físicos es formarlos en
la historia de la filosofía y de la ciencia que incluya la lectura directa de
los clásicos. ¿Ah, no quieres? Entonces estudia una tecnicatura en
ingeniería de 4 años. Llama a las cosas por su nombre y dales el tiempo que
tienen. Pero no, el positivismo ha creado un mundo ilusorio donde llamamos
doctores a un conjunto de técnicos entrenados para repetir y hacer muy bien el puzzle solving de la ciencia normal. Eso
no ha matado a la creatividad humana, que se abre paso como la vida en medio de
las piedras, pero si quieres vida, haz un
buen terreno y no esperes que las florecillas crezcan de casualidad entre los cascotes.
Hermoso su aporte. Gracias.
ResponderEliminarHermoso su aporte. Gracias.
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