1) Que la Open Society de Soros, las Fundaciones Ford y Rockefeller, la ONU, el Banco Mundial, etc., presionan en favor del aborto y del control demográfico es real;
2) Que Macri es responsable por haber abierto el debate de algo de suyo no debatible, contradiciendo además lo que prometió en la campaña, también es verdad;
3) Que el peronismo tiene grandes culpas en los males de la Argentina, desde 1946 hasta la actualidad, también es cierto;
Pero:
1) Hasta 2013 y sin dejar de reconocer imprudencias o errores, la Santa Sede fue un freno importante al accionar de esas entidades, sobre todo desde que Juan Pablo II fundó el Consejo Pontificio para la Familia, escribió notables encíclicas y documentos de teología moral, hizo pesar su papel en las Cumbres de Población de la ONU, etc., todo lo cual fue continuado y mejorado por Benedicto XVI. En cambio ahora tenemos un Papa que prefiere hablar del Mundial de fútbol, canonizar a un obispo guerrillero y sembrar errores por doquier. Y que sigue casi al pie de la letra al ala progresista del Nuevo Orden Mundial, a través su apoyo a los Movimientos Populares. Y la mayoría de la Jerarquía lo acompaña entusiasmada o muda;
2) Hubo gente del macrismo que en este asunto se jugó bien, con dinero, tiempo, logística, etc. Pienso en Nicolás Massot, Gabriela Michetti, Joaquín de la Torre, etc;
3) También hubo un buen número de peronistas (Peronistas por la Vida) que salieron al cruce, cada uno desde el lugar que pudo;
Y por fín:
1) Hay que mostrar que, con las enormes diferencias que los separan, hay a nivel mundial una oposición seria y no conspiranoica al Nuevo Orden Mundial, en la cual confluyen tradicionalistas, paleoconservadores, libertarios, nacionalistas católicos, etc. Basta pensar en pensadores o políticos tan dispares como Miguel Ayuso Torres (carlista), Pat Buchanan (paleoconservador), la gente de Mises Hispano (libertarios culturalmente conservadores) o el recientemente fallecido Padre Juan Claudio Sanahuja (nacionalista católico, a pesar de que no lo decía explícitamente, como buen sacerdote del Opus Dei que era);
2) No se llega al aborto sin los graves antecedentes que el liberalismo de corte positivista y unitario dejó en nuestro país: Constitución semi-laicista y relativista de 1853 (que como bien dice uno de sus artículos, puede ser reformada en "todas" sus partes, siendo entonces una verdadera "caja de Pandora"), estatismo y laicismo educativo (Normalismo, Ley Avellaneda, Ley 1420) , matrimonio civil, cultura cientificista y racionalista, leyenda negra anticatólica, etc. Eso no implica negar los aportes positivos del Orden Conservador como el crecimiento económico, el descenso del analfabetismo, la integración territorial de la Patagonia y la región chaqueña, el refinamiento social y cultural, la asimilación de la inmigración, la modernización científica y tecnológica, el desarrollo capitalista del sector primario de la economía, entre otras cosas.
3) Y así como hay un costado "oscuro" tanto en el peronismo como en Perón (maquiavelismo, demagogia, populismo, clasismo de hecho, alianza con corrientes políticas erróneas y peligrosas, sea cierta derecha neonazi, grupos masónicos y esotéricos o la izquierda nacional marxista), también hay otro costado de perfil más luminoso (lo mismo podría decirse de Roca e Yrigoyen, quienes junto con Perón, son los tres constructores del Estado argentino moderno, con sus virtudes y con sus vicios). Los aspectos positivos del peronismo a los que me refiero se dieron entre 1946 y 1954, y fueron ratificados por Perón como lo realmente esencial del peronismo, tanto en tres libros suyos que él consideraba los necesarios para la formación de cuadros políticos ("Una Comunidad Organizada", "Doctrina Peronista" y "Conducción Política") como en su testamento político: "Un Modelo argentino para un Proyecto Nacional". Me refiero a la enseñanza religiosa no obligatoria en los colegios estatales (implantada por decreto de Gustavo Martínez Zuviría en el gobierno militar, pero convertida por Perón en ley aprobada por el Congreso y asumida luego como parte de la Doctrina Peronista), sindicalismo nacional y cristiano (el ejemplo más claro fue Rucci, a diferencia de los sindicatos preferentemente comunistas, socialistas y anarquistas anteriores a 1943), reivindicación de la acción civilizadora y misionera de España en América (está explícita en el libro Doctrina Peronista pero también en otros escritos), formulación de una doctrina inspirada en el Magisterio Social de la Iglesia Católica (distante tanto del marxismo como del liberalismo iluminista, no sin defectos y heterodoxias), defensa del valor fundacional, cultural y espiritual de la Iglesia Católica (a pesar del artificial y lamentable conflicto de 1954-55), protección constitucional de la familia y de una educación de raíz clásico- cristiana (Constitución de 1949), creación de subsidios a los centros educativos de gestión privada, defensa y promoción de la tradición folklórica de raíz hispano- criolla, entre otras cosas.
Y también debemos hacer un "mea culpa" muchos nacionalistas, que hicimos incomprensible nuestro mensaje a lo largo de casi cien años, debido a nuestras tendencias integristas, militaristas y autoritarias....
Fernando
Gracias por publicarlo Gabriel. Es un día triste, pero en el que debemos estar muy unidos y en oración todos aquellos que compartimos la Fe católica o al menos la defensa del Orden Natural. Al margen de nuestras diferencias en temas políticos, económicos o sociales de carácter prudencial y opinable
ResponderEliminarFernando
Profe, si vamos a pedir libertad, pidamos libertades completas. ¿Por qué no puedo tener libertad en decidir YO cuando creo que comienza la vida? Me parece un poco antojadizo lo que Ud. plantea, respecto a qué libertades no pueden ser avasalladas, y cuáles sí. Dejemos decidir que cada una lleve el aborto en su conciencia, y no impongamos una visión sesgada sobre algo tan discutible como el comienzo de la vida.
ResponderEliminarPrimera lectura. Muy consistente y sugerente. Además de capacidad para examinar el propio modus operandi. Que bueno que no te consideres un miembro del club "resto de Israel".
ResponderEliminarVALE ESTA VERSIÓN. En lo substancial, de acuerdo con la valoración del peronismo. Mi espontaneidad me inclina a perdonarle mucho sin perder de vista sus pifiadas en la coyuntura política, muchas gruesas.
ResponderEliminarAgrego: los peronistas -¡aunque Usted no lo crea!- también nos arrepentimos... de vez en cuando.