domingo, 22 de marzo de 2015

REFLEXIONES SOBRE LA LUZ



Ya no me acuerdo qué día de la semana anterior tuve que ir a Retiro tomando el tren en Villa del Parque. Llegué a la estación y me senté a esperar el tren unos 5 minutos. Era un día soleado, relativamente templado, no había una nube y de repente casi no había muchos ruidos. La estación de Villa del Parque se convirtió repentinamente en un remanso de paz, de 5 minutos de paz. Miraba las casas, los arbolitos, la gente, protegido por una sombrita que llegaba a los nuevos asientitos ranzazzo J y mis anteojos negros que me permitían contemplar la intensa luz.

Me puse a pensar en la luz. Que si eran fotones u ondas, que cómo sería el mundo exterior visto desde Dios, sin la interfase de cómo son percibidos esos fotones por nuestro lóbulo occipital………….. Pensé además en qué importante había sido siempre la luz del sol para la humanidad, todo lo que simbolizaba, cómo nos atemoriza la noche y cómo nos sentimos protegidos por un sol moderado, por un agua moderada, excepto en los desiertos y en la inundaciones…………….

Pero de repente comparé la estación de Villa del Parque con su iluminación artificial a la noche. Era también hermosa: a la noche, iluminada, con su estilo antiguo y sus actuales modernizaciones, la estación luce realmente bella y pintoresca. Pero qué diferencia, claro, con la luz del sol. Me di cuenta porque en medio de la crisis energética algún genio había dejado todas las luces prendidas. Ni se notaban. Eran nada, sencillamente nada al lado de la luz del sol, y sin embargo a la noche no eran nada, lo eran todo…………………….

Me pregunté: nuestras conjeturas, nuestras filosofías, los conejos de un profesor, de un abuelo, de un amigo………….. Qué importantes que son a veces, qué bien que pueden hacer, pero………….. No son como la luz a la noche? No son como pequeñas luces al lado de la gran oscuridad de nuestro intelecto, con las cuales lo compensamos a él mismo de su propia ignorancia? Y, de dónde vienen esas pequeñas linternitas en nuestra mente? No serán fruto acaso de nuestra desesperación de hacer al otro algún bien, en medio de la crueldad del desierto frío y oscuro de la humanidad que fue expulsada del paraíso?

Y entonces me dije: si esas pequeñas linternitas nos pueden parecer, a veces, tanto………… Qué será la luz del sol? Qué o quién será el sol, cómo será estar sentadito allí ante su presencia? Esa pequeña paz de 5 minutos que yo había sentido, no será un adelanto de lo que ni oído oyó ni ojo vio de lo que Dios tiene reservado para los que lo aman?


Finalmente llegó el tren, todo se oscureció, de repente los ruidos, lo extraño, el cuidarse……………….. Pero quedé agradecido a Dios por su pequeño regalo. Me mostró, en la participación de las creaturas, lo que es El por esencia, la esperanza real de los pequeños niños que mientras tanto juegan a las escondidas, hacen travesuras y miran con ilusión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario