Hace
muchos, muchos años, observé una situación muy interesante (¿era interesante
porque la observé o la observé porque era interesante? J). Bien, dejando eso de lado, vuelvo. Era en un tren
hacia una localidad de la provincia de Buenos Aires, con los típicos asientos
uno frente al otro. De un lado una familia, en el otro lado, otra. Uno de los innumerables
vendedores ambulantes ofrece paquetes de caramelos. Una de las familias es muy,
muy pobre, y los ojos del niño acarician con nostalgia esos caramelos que nunca
verá. La otra familia parecía mejor económicamente, y compra el paquete de
caramelos. Sin embargo el niño de la familia más pudiente mantenía los ojos
hacia el suelo, mientras el otro niño mantenía sus ojos fijos en el famoso
paquete de caramelos, su por ahora objeto de deseo. La situación se mantuvo así hasta que me tuve
que bajar.
Conjeturemos.
¿Era el niño “pudiente” un marxista creyente? ¿Creía realmente que su riqueza
era la causa de la pobreza de la otra familia, y su mirada en el suelo
implicaba que estaba planeando la revolución? La verdad, no creo. Era un niño
de unos 7 u 8 años, no más.
¿A
qué se debía, entonces, su actitud? Obviamente no sé. Pero siempre me quedé
pensando si no había hecho, sin darse cuenta, un acto natural de empatía hacia
la pobreza del otro niño, ante su tristeza, y por lo tanto no quiso ostentar su
riqueza delante de él. ¿Why not? Estoy hablando de la empatía, no digo que el
niño era Fray Martín de Porres. Cualquier que haya leído a Adam Smith lo
entiende (entre paréntesis, pobre Smith. Para los marxistas, el infradotado de
la mano invisible, para Rothbard, un marxista. Evidentemente los autores
sutiles no son lectura para los absolutos ideológicos).
Digo
todo esto a cuento del escándalo que he visto en Facebook (una fuente muy
respetable para el Conicet J) en algunos liberales y libertarios sobre la
prohibición de Francisco de usar autos de lujo en el Vaticano. Todos han
pensado que Francisco es un marxista que piensa que los autos de lujo son la
causa la pobreza. ¿Saben que me parece que no? Porque Francisco es católico.
¡Oh, me dirán, lindo descubrimiento, por un lado, y peor aún, por el otro!!!
Si, lindo descubrimiento, porque me parece que es muy desconocido qué es ser
católico. Si cualquier persona puede tener empatía hacia el pobre, el católico,
por la parábola del buen Samaritano, la tiene más, y ante diversos tipos de
pobreza. Y en ese sentido, la riqueza material puede tenerse, desde luego, y
obvio que su adquisición no se debe a la plus valía, y obvio que luego se debe
usar conforme a la conciencia cristiana y con desprendimiento espiritual, pero
nada de ello obsta a que no deba ostentarse ante el otro. La austeridad, la
humildad, ante todo tipo de riqueza, es una actitud que nada tiene que ver con
Marx. Y me refiero a todo tipo de riqueza. Mi doctorado, mis libros publicados,
etc., (que sin caridad son sólo un charco maloliente de soberbia), ¿acaso me
paso todo el día ostentándolo ante los demás? Y, como ya dije una vez, no me
voy a poner a aclarar todo como si el lenguaje humano fuera la mathesis
universalis que pretendía Leibniz. Si alguien no sabe qué quiere decir “ostentar”,
búsquelo en su interior (en su interior, no en un diccionario). Y que todo esto
depende de la prudencia de la situación (que incluye lo histórico), ¿tengo que aclararlo?
Por
ende, no creo que a Francisco le preocupe que el presidente de los EEUU llegue
a la casa blanca en un auto de lujo pero, sobre todo, blindado hasta el
espejito retrovisor, para lo cual no le sirve un Fiat 600. Pero Francisco se
está dando cuenta de que el Vaticano no es un Estado como los demás (para mí
habría que abolir el estado del Vaticano y dejar de identificarlo culturalmente
con la Iglesia, pero ya me estoy acostumbrando al tiempo en el que vivo). Y que
sus “funcionarios” (qué horror, esa palabra) deben hacer acciones simbólicas de
empatía, de caridad, de desprendimiento, de austeridad. Yo personalmente me
mato de la risa ante el solo pensamiento de que algo de ello tenga que ver con
Marx, y espero que Francisco también.
Por
lo demás, si alguno cree que me he sumado al conjunto masificado de aduladores,
obsecuentes e hipócritas que nunca pisaron una Iglesia y que desde que asumió
Francisco creen que son el catolicismo caminando, no me conoce.
Por
lo demás, yo voy más allá de Francisco. Elimine, por favor, el Estado del
Vaticano, un lastre histórico espantoso, y que toda la jerarquía de la Iglesia,
comenzando por el Papa y siguiendo por cardenales, obispos y etc., viva en
conventos y parroquias. Elimine el IOR y que todos pongan su platita, como cualquiera,
en cualquier banco, y que económicamente todos se sostengan como puedan, como
cualquiera. Verá entonces que no tendrá que hacer campaña contra los autos de
lujo. Porque todos habrán sido vendidos para pagar las cuentas de la casa. And the story.
Creo, Gabriel, que no veremos la disolución del estado Vaticano -cuya existencia debió de ser algo inimaginable para las primeras generaciones de cristianos, pensemos sólo en la Epístola a Diogneto-. Lo positivo, tal como señalás, es orientar hacia una austeridad (palabra que prefiero usar a la por demás abusada "pobreza") a la estructura de la Curia Vaticana. De todos modos, esperemos que se den algunas reformas más profundas que los gestos e indicaciones -ciertamente muy valiosos- porque si no, como cualquier aparato tecnológico o humano, seguirá caminando más o menos igual en el futuro. Gracias por los sensatos comentarios!
ResponderEliminarExacto. Y hasta donde yo sé, Francisco de Asís tampoco era marxista (ni austríaco). Era (trataba de ser) cristiano.
ResponderEliminarMuy interesante.
Ema
Gabriel,
ResponderEliminarmuy interesante el tema
pero a mi el tema de los coches me ha chirriado un poco, la verdad. NUNCA he visto a un sacerdote en un bueno coche. Claro que habrá alguno, pero esas frases ya no se si son para dentro o para la galería, aunque sea el Papa
Un abrazo,
Esteban
Esteban:
ResponderEliminarClaro que no son todos, pero yo sí he visto sacerdotes con autos de alta gama... Y de todas formas, el auto es sólo uno de los tantos signos posibles.
Saludos.
Emanuel
Te doy otro punto de vista "¿Era interesante porque la observé o la observé porque era interesante?" Lo responde un viejo aforismo de la investigación científica que reza : " sólo quien sabe lo que busca , entiende lo que encuentra" . No creo que su autor supiera lo del giro hermenéutico .
ResponderEliminarBajar la mirada puede significar timidez u otras cuestiones no necesariamente relacionadas con una supuesta empatía natural hacia el que no tiene . A los 7-8 años , me parece que no hay algo como empatía hacia la pobreza , salvo que metan pica los adultos . No hubo tiempo de ser domesticado por el aparato educativo . Tener o no tener , son categorías muy diferentes a las de la adultez .
Hay dos aspectos del "tener" en el actual papa . Uno es la sana austeridad , que tienden a practicar todas las personas productivas : sólo importa lo necesario , lo innecesario es ostentación . Si hablamos de austeridad , hablamos de transparencia en el manejo del dinero . El segundo es el tema de las donaciones . Aquí debutó demagogo , porque si fuera coherente con lo de La Plata , tendría que donar por cada tsunami , accidente o atentado terrorista , un monto a los necesitados , sin distinción de países o credos . Así , en pocos meses fundiría cualquier banca , no sólo la vaticana . Pero no creo que Francisco busque la disolución del Vaticano . Hay una ambivalencia de origen a resolver , porque el cristianismo nació socialista y debe por lo tanto redistribuir su riqueza . La gran diferencia es que es un socialismo voluntario , mientras que los demás socialismos son coactivos . Tendrá que resolver esta contradicción , si pretende ser no sólo argentino o rey de un pequeño estado , sino de todos . M.S
Lo del "niño pudiente" fue empatía natural. Es normal entre niños en una civilización cristiana.
ResponderEliminarDe Rothbard, no sé si llamaría "marxista" a la teoría de los sentimientos morales de A Smith (que no he leído).
Lo que sí me gustaría saber qué habría pasado es si en lugar de niño pudiente hubiera sido una niña pudiente de nombre Ayn Rand. ¿Se habría comido el caramelo diciendo "Mi papi lo pagó con su trabajo y me lo regaló porque me quiere. Ergo, es mío por derecho natural y me lo como porque me da la gana. Si tú quieres un caramelo dile a tu papi que trabaje más y te lo compre"-?