domingo, 9 de mayo de 2021

SI LEÉS A AYN RAND, PODÉS LEER A ZANOTTI :-)))

 Introducción a la nueva edición de filosofía para mí, re-escrito ahora como filosofía




 

 

Siempre estuve convencido de que la filosofía está en todos nosotros como nuestra sangre, pero ahora estoy más convencido que nunca.

Uno de los dramas culturales más perjudiciales de los últimos siglos es la separación total entre vida y filosofía. El academicismo exasperante de los filósofos, a tal punto que dejan de serlo, la discusión de problemas mal planteados –como el del conocimiento– y el imperio del cientificismo (como el Imperio de Star Wars) ha convencido a casi todos de que la filosofía es una cosa que nada tiene que ver con sus vidas. Casi todos creen que, por un lado, están los hechos, descriptos por una ciencia infalible que alcanza solo a la materialidad muda de un universo físico, y, por el otro lado, las llamadas humanidades, muy bonitas, muy cultas, pero subjetivas y por ende irrelevantes. Y es totalmente al revés. Esa creencia ya es una posición filosófica, y todo lo que hacemos, decimos y pensamos está dado por una concepción filosófica de la vida, del mundo, de la existencia, que nos abarca totalmente sin que nos demos cuenta. Despertar de ese sueño es la antipática tarea del filósofo. La verdad no está en supuestos facts que son independientes de la filosofía, sino en la fundamentación filosófica de nuestro horizonte del mundo. El ser humano que toma conciencia de ello, vive. El que no, es vivido (Héctor Mandrioni), habitando una Matrix que llama realidad.

Este pequeño libro tuvo su origen en un pequeño curso, pero es también el lugar donde están expuestas casi todas mis ideas filosóficas. No puedo decir al lector que mis ideas lo ayudarán, no tendrá más que correr el riesgo. Mis ideas sobre el ser humano, la vida y su sentido, la filosofía del lenguaje, de la ciencia, de las ciencias sociales, del conocimiento, mi hermenéutica y mi fenomenología están todas aquí. Es sintético, sí, pero no por razones didácticas, sino porque muestro en pocas palabras la entrada a diversas Narnias que el lector tiene que recorrer por sí mismo (eso es filosofar). La filosofía no es ni fácil ni difícil, ni corta ni larga, sino apasionante. Y la síntesis no tiene que ver con decir brevemente lo que es muy largo. Tiene que ver con que muchos filósofos inventan falsos problemas y terminología rebuscada para esos pseudoproblemas. Escriben en espiral. No van al punto sino después de varios tomos. Yo no. Sujeto, verbo, predicado y complemento. No es necesario nada más porque no hay nada más. Los mundos cotidianos de la vida son el camino del filosofar. ¿Entiendes la parábola del buen samaritano? Entonces ya está. ¿No entiendes La ciencia de la Lógica, de Hegel? Problema de Hegel. Espero haberme explicado.

Es la primera vez que re-escribo un libro. Habitualmente, los dejo como están, como testigos de una etapa de mi existencia. Pero ahora no sé bien en qué etapa estoy. Soy como la botella echada al mar. Que Dios vele por mí.

 

Gabriel J. Zanotti

Buenos Aires, diciembre de 2020.

 

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