Estaba viendo algunas
noticias de Argentina, para acortar un tiempo el Purgatorio, y de repente
encontré a Tinelli diciendo que no va a hacer más algunas barrabasadas
habituales con ciertas señoritas –legalmente mayores, así que la
responsabilidad es mutua- y a Pamela David diciendo que ya no va a dar más
clases de anatomía femenina en público. ¡Oh!!!! ¡Pero qué bien ¡!!!!!!!!!!!!!!!!
¿Es el espíritu navideño? ¿Se hicieron luteranos o católicos?
Bueno, no, claro. Parce
que descubrieron que no hay que cosificar a la mujer. Tinelli –cuya conciencia
no juzgo, pero cuyas acciones son intrínsecamente perversas- se excusó diciendo
que él es de otra generación. La verdad quiero decirle que desde Pentecostés el Cristianismo enseña a varones y mujeres a no
cosificarse mutuamente, a respetarse, a guardar su sexualidad para el
matrimonio, sabiendo que ello es imposible sin la Gracia de Dios, y no juzgando nunca el fuero interno de
quienes no lo hacen, porque sólo Dios es el Señor de corazones y
conciencias.
Y a las señoritas y
señoras que ahora descubren que hay que vestirse con prudencia y recato, miren
qué novedad, el cristianismo y el catolicismo en particular enseña eso hace
2000 años.
¿Pero por qué? ¿Tendrá
razón la otra gran filósofa, Sol Pérez, quien justifica sus clases de anatomía
diciendo que “tiene derecho a ser libre”? Interesante que se reserve ese
derecho sólo para el exhibicionismo histeroide, en una sociedad que no te deja
ser libre ni para salir al exterior si no te ponés las vacunas que a un genio
se le ocurran. Pero, dejando de lado estas geniales lecciones de filosofía
política, claro que toda señorita o señora tiene derecho a que los varones no
la miren ni la molesten en absoluto aunque sean la maja desnuda, pero lo tienen
porque el Catolicismo es el que siempre ha enseñado al varón la castidad en la
mirada, aunque nos sea casi imposible y necesitemos para ello la Gracia de
Dios infinita multiplicada por infinito. Y las católicas que saben distinguir entre estar
elegantes y estar explotando en un des-vestidito J[1]
lo distinguen NO porque “no tengan el derecho a ser libres” sino porque saben
que el Catolicismo manda a ambos sexos el deber de guardar su sexualidad al
cónyuge, y NO porque la sexualidad sea mala sino precisamente por lo contrario.
Las feministas, por
ende, tendrían que dar gracias al Catecismo de la Iglesia Católica que, sin
embargo, odian con toda su fuerza. ¿Será porque los católicos hemos perdido
nuestra autoridad moral, por el tema de los abusos y otras cosas? Ah, en eso no sólo ellas, sino todos, tienen
toda la razón. Pero no de católicos vive el ser humano, sino de la Palabra de
Dios, y esta última no ha sufrido ningún tipo de corrupción.
¿Será porque el
catolicismo es exigente en el fuero interno pero no se le ocurre andar
persiguiendo jurídicamente a quienes no puedan tener la castidad de Santo
Tomás? Porque eso sí que es así, en doctrina. El catolicismo distingue a la justicia humana del confesionario.
Pero los que quieren poner preso a los que miren indebidamente por la calle,
obviamente no lo hacen, evidenciando con ello una filosofía política autoritaria
y una nula psicología y especialmente una ignorancia supina del psicoanálisis.
¿Quieren todos, ahora,
entonces, respetar la dignidad de la mujer y del varón, y a su vez comprender
la naturaleza humana? Háganse católicos, porque el respeto a la mujer está en
su esencia, en ese Cristo que hablaba libremente con toda mujer, que las trataba
con dulzura y total limpieza en la mirada. El feminismo auténtico es el liberal
–igualdad de derechos- y el cristiano –respeto moral a la dignidad de la
mujer-. Todo lo demás es ideología, fanatismo y confusión.
[1]
Tengo amigas católicas cuya belleza supera ad
infinitum a muchas prostitutas light que se llaman a sí mismas modelos.
Que saco viejo inmundo y resentido. Sacar de contexto una noticia. Seguramente será de los dinosaurios que se niegan a un cambio cultural
ResponderEliminar