Que internet puede implicar
grandes cambios en la forma de aprender, no hay duda. Sobre todo, ya es una
revolución lo que ocurre en la educación informal no regulada por el estado,
donde personas de cualquier edad aprenden lo que quieren y como quieren por
medio de youtube, redes sociales, e-books, etc.
Pero no soy tan optimista
respecto a la educación formal, porque me parece que hay una tendencia a copiar
on line lo que es el aula NO on line.
Y, como ya dijimos, el problema es el aula. (https://puntodevistaeconomico.wordpress.com/2016/09/21/el-problema-es-el-aula/
)
Esto es, una estructura donde el
supuesto profesor repite un paradigma, los alumnos reciben pasivamente la información y
luego la tienen que repetir para obtener una nota.
Si ello se repite on line,
estamos en el mismo problema. A lo sumo habrá menos costos de transporte, pero
el problema educativo es el mismo.
El eje central de la
transformación pedagógica (http://gzanotti.blogspot.com.ar/2008/11/i-have-dream.html
) debe ser una estructura donde el alumno trate de comprender por su cuenta el
contenido de lo que YA está en diversas plataformas, papel o youtube, y el
papel del profesor es tutorial: la clase se transforma ipso facto en clase de
consulta. Donde el profesor es entonces profesor, esto es, algo adicional y
específico a lo que ya estaba disponible. Allí el docente guía, interpreta,
aconseja, con respecto a lo que alumno ya trató de comprender. El docente no
repite información que ya estaba disponible, sino que guía su comprensión. Ello
debe ser así para un sistema NO on line, y por ende TAMBIÉN para un sistema on
line. Y en ese caso sí, el internet ayuda a que esas clases de consulta sean
más dinámicas e interactivas con todo tipo de plataformas. SIN olvidar que el
contacto personal con el docente que
entonces es una guía, seguirá siendo indispensable.
Pero, a su vez, poco se logrará
si no hay una transformación en la política educativa con respecto a la
libertad de los sistemas de acreditación. Los títulos no deben ser fiscalizados
por el estado, sino por el mercado. Si siguen siendo fiscalizados por el
estado, entonces seguirá prohibiendo, como ya sucede, la validez de cursos on
line para pasar a instancias superiores. (http://luiszanotti.com.ar/diversosmedios2.htm
). Y esto lo están sufriendo ya los sistemas de e-learning que tratan de
competir con sistemas acreditados por el estado.
Yo mismo he educado libremente a mucha gente
que sencillamente ha “conversado” conmigo NO on line durante milenios, y yo
mismo respondo, contesto, guío ON LINE a muchas personas que quieren aprender,
de modo totalmente espontáneo e informal, pero luego esas mismas personas, que
ya han aprendido mucho, tienen que perder tiempo en los sistemas formal y estatalmente
acreditados, ya sea on line o no. NO hay una sociedad libre que reconozca los
resultados pedagógicos concretos independientemente de los títulos estatales
exigidos por la fatal arrogancia de los burócratas.
Por lo tanto, sin esas dos
transformaciones, con on line y sin on line… Todo seguirá igual.
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