Ayer, después de la Misa por los 20 años de la muerte de papá, tuvimos todos una reunión familiar, en casa.
De repente, mi hermano Pablo pidió la palabra y dijo que quería recitar una poesía que venía bien para la ocasión. Pidió reservarse para después el nombre del autor.
La recitó tan bien, con tanta comprensión y emoción por lo que estaba diciendo, que todos nos quedamos mudos, emocionados y extasiados. Yo tuve que hacer un chistecito para que todos recobráramos el aliento (bueno, después de mi chiste lo perdieron de vuelta para ya era otra cosa… :-)) ).
Era un soneto de Borges. Pablo explicó el sentido del soneto, lo comparó con otros autores, explicó de qué modo Borges había reinventado el soneto, nos lo hizo ver recitando la poesía de diferentes maneras (poniendo el acento en las rimas o no); de qué modo se ubicaban las palabras, etc.
Todos escuchábamos atentamente. Pero no sorprendidos: Pablo es una enciclopedia viviente de literatura, historia, historia política, geografía, pero no es sólo memoria: entiende, comprende, relaciona, y por ende, cuando habla, enseña.
¿Qué “es” Pablo? Para el sistema educativo formal, nada. No tiene ningún título que lo habilite a enseñar, en esta sociedad de esclavos donde necesitamos la anuencia del dueño de la granja para que alguien pueda enseñar formalmente.
En una sociedad libre, Pablo podría ser llamado por cualquier universidad para ocupar un puesto docente, y en el aula se verían todos sus “certificados”: sencillamente, la realidad habla por sí misma.
Pero mientras tanto, en esta sociedad esclavista, quien no pasa por la aprobación de otros seres humanos que coactivamente aprueban o desaprueban, erigiéndose en los sabios que juzgan al resto, Pablo será un cero para el sistema, como tantos genios sueltos que andan por el mundo sin que sus alumnos potenciales puedan gozar de su presencia, mientras muchos otros ignorantes y malas personas, pero con un cartoncito estatal, siguen haciendo tanto daño.
Si, claro, en el sistema que propongo una universidad podría poner a Tinelli a enseñar ética, y tal vez tenga muchos “alumnos”, pero si alguien cree que los sistemas estatales de control nos protegen de pequeños hitleres y tinellis en las aulas, está muy equivocado, y si alguien piensa que algunos seres humanos necesitan ser protegidos coactivamente por otros seres humanos, eso se llama, precisamente, esclavitud.
Mientras tanto mi hermano seguirá siendo profesor de Literatura, pero invisible. Tus alumnos de ayer, sin embargo, jamás olvidaremos tu clase magistral.
jueves, 29 de diciembre de 2011
domingo, 25 de diciembre de 2011
DERECHOS HUMANOS
Toda persona tiene derecho natural al fruto de su propio trabajo, o a lo legítimamente heredado o donado sin fraude. Ello incluye al libre comercio.
Por ende, todo impuesto que grave la propiedad o la renta es contrario al derecho natural y por ende intrínsecamente inmoral.
Y toda persona es inocente excepto se demuestre lo contrario.
Por ende, ninguna persona tiene por qué declarar ante nadie sus ingresos, ni el origen o el destino de sus ingresos.
Todo impuesto que grave la propiedad o la renta es contrario al derecho natural y por ende intrínsecamente inmoral.
Toda persona tiene el derecho de entrar, permanecer o salir de su territorio.
Por ende, toda persona tiene el derecho de emigración e inmigración sin declarar absolutamente nada de sus ingresos legítimamente adquiridos.
Si alguien ha adquirido sus bienes por robo, fraude, dolo, violencia o evasión de los pocos impuestos justos que pudiera haber (viejo debate), debe ser previamente procesado y recién allí la justicia tiene derecho a inquirir sobre sus bienes y revisar su propiedad.
Hasta entonces, toda pregunta coactiva sobre cuándo, cuánto, de dónde o hacia dónde, sobre los bienes propios, en viaje o no, es intrínsecamente inmoral.
Por ende, todas las personas que violen estos derechos, requisando, preguntando, expropiando y por ende robando lo que no deben, están haciendo un acto intrínsecamente inmoral, lo sepan o no, del cual son responsables, primariamente, desde los autores intelectuales de esas legislaciones, el poder ejecutivo que la impulsa, los legisladores que las sancionan, y los jueces que las hacen cumplir. Las responsabilidades personales, desde el punto de vista de la conciencia subjetiva, sólo las sabe Dios (no juzguéis y no seréis juzgados), pero ello es aplicable tanto al violador de menores como a los que expropian la propiedad ajena.
Todos los que ejecutan y hacen cumplir esas leyes son por ende los verdaderos criminales y delincuentes, y todo aquel que se resiste es el verdadero inocente que se está defendiendo del robo ejecutado por una banda de criminales, llámese gobierno o Al Capone.
Sólo la conciencia de estos derechos es la verdadera revolución. Mientras tanto, sólo la esclavitud es nuestro destino.
Por ende, todo impuesto que grave la propiedad o la renta es contrario al derecho natural y por ende intrínsecamente inmoral.
Y toda persona es inocente excepto se demuestre lo contrario.
Por ende, ninguna persona tiene por qué declarar ante nadie sus ingresos, ni el origen o el destino de sus ingresos.
Todo impuesto que grave la propiedad o la renta es contrario al derecho natural y por ende intrínsecamente inmoral.
Toda persona tiene el derecho de entrar, permanecer o salir de su territorio.
Por ende, toda persona tiene el derecho de emigración e inmigración sin declarar absolutamente nada de sus ingresos legítimamente adquiridos.
Si alguien ha adquirido sus bienes por robo, fraude, dolo, violencia o evasión de los pocos impuestos justos que pudiera haber (viejo debate), debe ser previamente procesado y recién allí la justicia tiene derecho a inquirir sobre sus bienes y revisar su propiedad.
Hasta entonces, toda pregunta coactiva sobre cuándo, cuánto, de dónde o hacia dónde, sobre los bienes propios, en viaje o no, es intrínsecamente inmoral.
Por ende, todas las personas que violen estos derechos, requisando, preguntando, expropiando y por ende robando lo que no deben, están haciendo un acto intrínsecamente inmoral, lo sepan o no, del cual son responsables, primariamente, desde los autores intelectuales de esas legislaciones, el poder ejecutivo que la impulsa, los legisladores que las sancionan, y los jueces que las hacen cumplir. Las responsabilidades personales, desde el punto de vista de la conciencia subjetiva, sólo las sabe Dios (no juzguéis y no seréis juzgados), pero ello es aplicable tanto al violador de menores como a los que expropian la propiedad ajena.
Todos los que ejecutan y hacen cumplir esas leyes son por ende los verdaderos criminales y delincuentes, y todo aquel que se resiste es el verdadero inocente que se está defendiendo del robo ejecutado por una banda de criminales, llámese gobierno o Al Capone.
Sólo la conciencia de estos derechos es la verdadera revolución. Mientras tanto, sólo la esclavitud es nuestro destino.
domingo, 18 de diciembre de 2011
BANALIDAD DEL MAL Y CRUELDAD (Sobre la terrorista ley del gobierno de considerar terroristas a quienes no piensen como el gobierno).
Podríamos elaborar mucho sobre la gravedad institucional de las nuevas disposiciones kirchneristas sobre el terrorismo. Podríamos explicar una vez más la importancia de la libertad de expresión; podríamos decir de vuelta que muchos liberales clásicos previmos esta situación “de terror” desde el 2003; podríamos preguntarnos qué autoridad moral tienen los actuales gobernantes para “legislar contra acciones terroristas”; podríamos reírnos de quienes el día después de las elecciones se reían de Elisa Carrió por su “resistencia al régimen”; podríamos elaborar una vez más sobre el origen esencialmente marxista-leninista, totalitario, antidemocrático y violento de quienes actualmente nos gobiernan y asombrarnos incluso de que no estemos peor.
Pero todo eso ya lo hemos dicho una y otra vez. Lo que ahora querríamos profundizar es la banalidad del mal del apoyo de la opinión pública. Dudo de que mucha gente de bien que ha votado a Cristina esté en la banalidad del mal, pero conjeturo que la mayoría de la población argentina, una vez más, se desinteresa totalmente de la suerte del perseguido, y en ello hay cierta crueldad. Si, la ley será aprobada totalmente y en principio todo parecerá seguir igual. Muchos seguirán con su vida cotidiana, algunos con su asaditos el Domingo, con su fútbol; otros con sus “dale bol….”, cotidiano, con Tinelli, Maradona y otras espantosas idolatrías y alienaciones habituales, con un marcado desinterés por la cosa pública (hasta que de repente todo explote, claro). De vez en cuando alguien será puesto preso por “terrorista”, pero, ¿qué importa? La vida seguirá igual. Ya pasó que “él” dijo que fulano debía ir preso y un mes después, oh casualidad, fue preso incluso con cosa juzgada. Pero, ¿a quién le importa?
Llamo a la buena voluntad y la honradez de todos, los que la votaron y los que no, a preguntarse sobre la frivolidad, indiferencia y en última instancia crueldad que hay en esta desidia. Por favor, no miremos al costado porque el otro tiene un pensamiento diferente al nuestro. Porque, finalmente, ese mirar al costado es el peor pensamiento, es precisamente la actitud que alimenta al más terrible de los males, como siempre sucedió. Los argentinos tenemos una política cruel. Por favor nadie diga que en otros lugares es peor porque estamos hablando de los trapitos sucios de la propia casa, que no se limpian porque la casa ajena sea más sucia. Los argentinos han demostrado crueldad. Desde las masacres mutuas entre unitarios y federales y diversas guerras civiles, desde la guerra contra el Paraguay, desde al enemigo ni justicia de Perón, los fusilamientos de Junio del 55, la barbarie de la noche de los bastones largos, los asesinatos y la crueldad de los montoneros y el ERP, la mafia de la triple A, la represión ilegal y bestial de los militares, la reverenda estupidez de Malvinas y cientos de episodios más: toda una historia de crueldad pero, como dije, de banalidad, de indiferencia, de la cuasi-complicidad de “mientras a mí no me toque”, o “no es tan grave”, o “qué le vas a hacer”; “estos b….se lo merecen”, “algo habrá hecho” y cuantas expresiones rodean nuestra banal, vana y alienada vida, ahora alentada con el vino para todos que no es precisamente igual a las Bodas de Caná.
Asistimos ahora a un episodio más. Y los kircheristas estarán mucho tiempo en el poder, se han enquistado en él porque son como la guardia pretoriana que el pueblo romano apoyaba. Pero, tal vez, alguna día lejano caigan, tal vez sólo por su propia ineficiencia (no tienen la perversa inteligencia del partido comunista chino -pero se le acercan-). Pero cuando caigan, ¿qué? ¿Los nuevos en el poder saldrán a perseguir a todos los kirchneristas? ¿Se regodearán con la venganza y así, in eternum?
La Argentina, creo, va a desaparecer como proyecto de país, sumido en el caos económico e institucional pero, sobre todo, sumido en la chatura moral del odio más vano y banal.
Pero todo eso ya lo hemos dicho una y otra vez. Lo que ahora querríamos profundizar es la banalidad del mal del apoyo de la opinión pública. Dudo de que mucha gente de bien que ha votado a Cristina esté en la banalidad del mal, pero conjeturo que la mayoría de la población argentina, una vez más, se desinteresa totalmente de la suerte del perseguido, y en ello hay cierta crueldad. Si, la ley será aprobada totalmente y en principio todo parecerá seguir igual. Muchos seguirán con su vida cotidiana, algunos con su asaditos el Domingo, con su fútbol; otros con sus “dale bol….”, cotidiano, con Tinelli, Maradona y otras espantosas idolatrías y alienaciones habituales, con un marcado desinterés por la cosa pública (hasta que de repente todo explote, claro). De vez en cuando alguien será puesto preso por “terrorista”, pero, ¿qué importa? La vida seguirá igual. Ya pasó que “él” dijo que fulano debía ir preso y un mes después, oh casualidad, fue preso incluso con cosa juzgada. Pero, ¿a quién le importa?
Llamo a la buena voluntad y la honradez de todos, los que la votaron y los que no, a preguntarse sobre la frivolidad, indiferencia y en última instancia crueldad que hay en esta desidia. Por favor, no miremos al costado porque el otro tiene un pensamiento diferente al nuestro. Porque, finalmente, ese mirar al costado es el peor pensamiento, es precisamente la actitud que alimenta al más terrible de los males, como siempre sucedió. Los argentinos tenemos una política cruel. Por favor nadie diga que en otros lugares es peor porque estamos hablando de los trapitos sucios de la propia casa, que no se limpian porque la casa ajena sea más sucia. Los argentinos han demostrado crueldad. Desde las masacres mutuas entre unitarios y federales y diversas guerras civiles, desde la guerra contra el Paraguay, desde al enemigo ni justicia de Perón, los fusilamientos de Junio del 55, la barbarie de la noche de los bastones largos, los asesinatos y la crueldad de los montoneros y el ERP, la mafia de la triple A, la represión ilegal y bestial de los militares, la reverenda estupidez de Malvinas y cientos de episodios más: toda una historia de crueldad pero, como dije, de banalidad, de indiferencia, de la cuasi-complicidad de “mientras a mí no me toque”, o “no es tan grave”, o “qué le vas a hacer”; “estos b….se lo merecen”, “algo habrá hecho” y cuantas expresiones rodean nuestra banal, vana y alienada vida, ahora alentada con el vino para todos que no es precisamente igual a las Bodas de Caná.
Asistimos ahora a un episodio más. Y los kircheristas estarán mucho tiempo en el poder, se han enquistado en él porque son como la guardia pretoriana que el pueblo romano apoyaba. Pero, tal vez, alguna día lejano caigan, tal vez sólo por su propia ineficiencia (no tienen la perversa inteligencia del partido comunista chino -pero se le acercan-). Pero cuando caigan, ¿qué? ¿Los nuevos en el poder saldrán a perseguir a todos los kirchneristas? ¿Se regodearán con la venganza y así, in eternum?
La Argentina, creo, va a desaparecer como proyecto de país, sumido en el caos económico e institucional pero, sobre todo, sumido en la chatura moral del odio más vano y banal.
domingo, 11 de diciembre de 2011
LA TERRIBLE AGONÍA DE EUROPA.
Europa agoniza. Crisis fiscales, default, desocupación, seguridad social agotada, moneda única agotada, y manifestaciones callejeras que indican que la rebelión de las masas es más frecuente que la hasta ahora inexistente rebelión del Atlas.
Gobernantes y gobernados sufren todo esto con sorpresa y angustia. ¿Qué pasó? ¿Qué salió mal? ¿Qué pasó con esos estados democráticos de la post-guerra, desarrollados merced a una economía de mercado y orgullosos de sus eficientes sistemas de seguridad social?
Pasó lo que pensadores liberales clásicos y economistas austríacos diagnosticaron y previeron desde muchos años antes (1912: Teoría de la moneda y el crédito, de Mises; 1922: Socialismo, de Mises; 1927: Liberalismo, de Mises; 1945: Camino de Servidumbre, de Hayek; 1949: La Acción Humana, de Mises; 1960: Los Fundamentos de la Libertad, de Hayek; 1962: El cálculo del consenso, de Buchanan; 1973: primer libro de Derecho, Legislación y Libertad, de Hayek). Pero, claro, nadie lee a los que dicen “cuidado con la fiesta”. Además, ¡estaba saliendo tan bien!!
Las objeciones al welfare state son de dos tipos: moral y económica. La moral es aún menos escuchada. Parece que es ético que las personas, en su salud, educación y seguridad social, deban depender de un gobierno (o sea, otras personas pero armadas…..) que les provea todos esos recursos. Pero aunque la escasez no existiera, ¿qué ética tiene la esclavitud? ¿No era acaso el argumento de muchos partidarios de la esclavitud que la mayoría no sabe ni puede cuidarse a sí misma? La respuesta casi “kantiana” sería: aunque fuera así, el fin no justifica los medios; la preocupación por el otro no justifica la esclavitud del otro, y no estamos hablando de la cabaña del Tío Tom: estamos hablando de las cabañas del tío Francia, Italia, Alemania, España, los países nórdicos: ¡qué bien que funcionaban esas cabañas!!!! ¡Qué bien que se estaba allí, disfrutando de esa esclavitud!!! Hospitales, escuelas y servicios sociales estatales verdaderamente eficientes, de excelente calidad… No, no era ninguna crueldad. Era la dulce esclavitud. ¿Y a quién le importaba que fuera esclavitud? Ignorance is blessing, dijo un famoso personaje de la Matrix.
Los liberales clásicos todo el tiempo defendieron esa eticidad de los derechos individuales pero, claro, siempre el recordatorio del deber es antipático.
Pero en la cuestión económica, los pensadores austríacos (Mises, Hayek) o no (Buchanan) no se quedaron atrás. La cabaña no es ni puede ser eficiente. No, no se trata de que por unas lindas décadas “las cuentas den”. Se trata de la imposibilidad del cálculo económico del socialismo (Mises, Hayek) que afecta también a los servicios estatales de salud, educación y seguridad social. Se trata de la inevitable tendencia al gasto y dilapidación de recursos de los servicios centralizados (Buchanan). Se trata de la escasez, permanentemente negada por el marxismo diseminado casi siempre por gran parte de mis colegas filósofos (claro, Marx era un filósofo, no vaya a ser que se contaminen leyendo a Mises), y por la identificación psicoanalítica que Freud describe entre los dictadores y las masas.
Pero la negación, mecanismo de defensa que puede llevar a la psicosis, no elimina la realidad de lo negado. La escasez y la dispersión del conocimiento son una condición humana inevitable. Negarlas sólo sirve para agravarlas. Para minimizarlas, hay un sistema llamado “estabilidad de la propiedad, mercado y cumplimiento de los contratos”, que parece a los contemporáneos más extraño que la teoría cuántica de la cual, al menos, nadie habla sin reconocer antes el cuánto de su ignorancia.
Por ende, si hay escasez en salud, educación y seguridad social, el mercado también actúa allí para minimizar la cuestión. Pero no, no se lo quiere ni se lo quiso ver, y así Europa erigió un estado central para colmo sellado por la bomba de tiempo de una moneda central y estatal que tampoco funciona porque la moneda también requiere del mercado.
Pero no, parece que los psicóticos, los parias sociales, los crueles totales, somos quienes negamos la posibilidad del “derecho” a todo ello. Ideologías negadoras de la escasez proyectaron la ilusión del welfare state provisor; la ilusión estalla en las manos y la tragedia se desencadena. Para colmo, hay psicosis pacíficas donde la alucinación puede sostener la estructura del paciente, pero en este caso no: la alucinación del estado provisor estalla y se rompe de una manera cruel. El estado era, es, intrínsecamente ineficiente en administrar recursos escasos; la pirámide social, oh sorpresa, se invirtió; los salarios mínimos, los costos laborales imposibles, subsidios y tarifas arancelarias crearon una masa de desocupados que estremecen a cualquier corazón, y la realidad de la escasez, echada por la puerta, reaparece cruelmente por la ventana.
¿Y EEUU? Estados Unidos ES Europa, con la diferencia de que fue el hijo que salvó al padre de sus propias miserias en la Segunda Guerra, pero, ahora, padece de la misma enfermedad.
Nadie puede saber si los actuales dirigentes están a la altura de las circunstancias. Mises sufrió mucho toda su vida por esto, porque lo angustiaba personalmente la crisis de la civilización occidental, ese Occidente donde varios colegas míos fueron verdaderos psicóticos peligrosos cuyo pensamiento alimentó a fascismos y estalinismos para colmo exportados a todo el mundo como las verdaderas armas de destrucción masiva, las más peligrosas, las que están en las mentes de las personas y de allí pasan a sus odios y a sus manos.
Quise ir al rescate de la civilización europea -dijo Mises- y me tuve que conformar con ser el historiador de su declinación. Es una amarga cita de 1942, dos años después de haber salvado milagrosamente su vida de la persecución nazi. ¿Qué diría ahora? Y estamos hablando de Europa y EEUU. ¿Qué decir de otras latitudes, arrasadas cual Cartago por dictadorzuelos graciosos o por totalitarismos inenarrables?
Como creyente poco puedo decir, porque sé que el Reino de Dios no es de este mundo. Sólo queda una súplica profunda para que la historia humana no sea el relato del mismo infierno.
Gobernantes y gobernados sufren todo esto con sorpresa y angustia. ¿Qué pasó? ¿Qué salió mal? ¿Qué pasó con esos estados democráticos de la post-guerra, desarrollados merced a una economía de mercado y orgullosos de sus eficientes sistemas de seguridad social?
Pasó lo que pensadores liberales clásicos y economistas austríacos diagnosticaron y previeron desde muchos años antes (1912: Teoría de la moneda y el crédito, de Mises; 1922: Socialismo, de Mises; 1927: Liberalismo, de Mises; 1945: Camino de Servidumbre, de Hayek; 1949: La Acción Humana, de Mises; 1960: Los Fundamentos de la Libertad, de Hayek; 1962: El cálculo del consenso, de Buchanan; 1973: primer libro de Derecho, Legislación y Libertad, de Hayek). Pero, claro, nadie lee a los que dicen “cuidado con la fiesta”. Además, ¡estaba saliendo tan bien!!
Las objeciones al welfare state son de dos tipos: moral y económica. La moral es aún menos escuchada. Parece que es ético que las personas, en su salud, educación y seguridad social, deban depender de un gobierno (o sea, otras personas pero armadas…..) que les provea todos esos recursos. Pero aunque la escasez no existiera, ¿qué ética tiene la esclavitud? ¿No era acaso el argumento de muchos partidarios de la esclavitud que la mayoría no sabe ni puede cuidarse a sí misma? La respuesta casi “kantiana” sería: aunque fuera así, el fin no justifica los medios; la preocupación por el otro no justifica la esclavitud del otro, y no estamos hablando de la cabaña del Tío Tom: estamos hablando de las cabañas del tío Francia, Italia, Alemania, España, los países nórdicos: ¡qué bien que funcionaban esas cabañas!!!! ¡Qué bien que se estaba allí, disfrutando de esa esclavitud!!! Hospitales, escuelas y servicios sociales estatales verdaderamente eficientes, de excelente calidad… No, no era ninguna crueldad. Era la dulce esclavitud. ¿Y a quién le importaba que fuera esclavitud? Ignorance is blessing, dijo un famoso personaje de la Matrix.
Los liberales clásicos todo el tiempo defendieron esa eticidad de los derechos individuales pero, claro, siempre el recordatorio del deber es antipático.
Pero en la cuestión económica, los pensadores austríacos (Mises, Hayek) o no (Buchanan) no se quedaron atrás. La cabaña no es ni puede ser eficiente. No, no se trata de que por unas lindas décadas “las cuentas den”. Se trata de la imposibilidad del cálculo económico del socialismo (Mises, Hayek) que afecta también a los servicios estatales de salud, educación y seguridad social. Se trata de la inevitable tendencia al gasto y dilapidación de recursos de los servicios centralizados (Buchanan). Se trata de la escasez, permanentemente negada por el marxismo diseminado casi siempre por gran parte de mis colegas filósofos (claro, Marx era un filósofo, no vaya a ser que se contaminen leyendo a Mises), y por la identificación psicoanalítica que Freud describe entre los dictadores y las masas.
Pero la negación, mecanismo de defensa que puede llevar a la psicosis, no elimina la realidad de lo negado. La escasez y la dispersión del conocimiento son una condición humana inevitable. Negarlas sólo sirve para agravarlas. Para minimizarlas, hay un sistema llamado “estabilidad de la propiedad, mercado y cumplimiento de los contratos”, que parece a los contemporáneos más extraño que la teoría cuántica de la cual, al menos, nadie habla sin reconocer antes el cuánto de su ignorancia.
Por ende, si hay escasez en salud, educación y seguridad social, el mercado también actúa allí para minimizar la cuestión. Pero no, no se lo quiere ni se lo quiso ver, y así Europa erigió un estado central para colmo sellado por la bomba de tiempo de una moneda central y estatal que tampoco funciona porque la moneda también requiere del mercado.
Pero no, parece que los psicóticos, los parias sociales, los crueles totales, somos quienes negamos la posibilidad del “derecho” a todo ello. Ideologías negadoras de la escasez proyectaron la ilusión del welfare state provisor; la ilusión estalla en las manos y la tragedia se desencadena. Para colmo, hay psicosis pacíficas donde la alucinación puede sostener la estructura del paciente, pero en este caso no: la alucinación del estado provisor estalla y se rompe de una manera cruel. El estado era, es, intrínsecamente ineficiente en administrar recursos escasos; la pirámide social, oh sorpresa, se invirtió; los salarios mínimos, los costos laborales imposibles, subsidios y tarifas arancelarias crearon una masa de desocupados que estremecen a cualquier corazón, y la realidad de la escasez, echada por la puerta, reaparece cruelmente por la ventana.
¿Y EEUU? Estados Unidos ES Europa, con la diferencia de que fue el hijo que salvó al padre de sus propias miserias en la Segunda Guerra, pero, ahora, padece de la misma enfermedad.
Nadie puede saber si los actuales dirigentes están a la altura de las circunstancias. Mises sufrió mucho toda su vida por esto, porque lo angustiaba personalmente la crisis de la civilización occidental, ese Occidente donde varios colegas míos fueron verdaderos psicóticos peligrosos cuyo pensamiento alimentó a fascismos y estalinismos para colmo exportados a todo el mundo como las verdaderas armas de destrucción masiva, las más peligrosas, las que están en las mentes de las personas y de allí pasan a sus odios y a sus manos.
Quise ir al rescate de la civilización europea -dijo Mises- y me tuve que conformar con ser el historiador de su declinación. Es una amarga cita de 1942, dos años después de haber salvado milagrosamente su vida de la persecución nazi. ¿Qué diría ahora? Y estamos hablando de Europa y EEUU. ¿Qué decir de otras latitudes, arrasadas cual Cartago por dictadorzuelos graciosos o por totalitarismos inenarrables?
Como creyente poco puedo decir, porque sé que el Reino de Dios no es de este mundo. Sólo queda una súplica profunda para que la historia humana no sea el relato del mismo infierno.
domingo, 4 de diciembre de 2011
LA IGLESIA NO ES EL SUSTITUTO DE NUESTRA IGNORANCIA
(Este artículo será publicado en www.institutoacton.com.ar esta semana).
Una nota al pie de un artículo anterior (1) , decía lo siguiente: “…El Compendio dice, en su nro. 64: “….Lo sobrenatural no debe ser concebido como una entidad o un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste, de tal manera que nada del orden de la creación y de lo humano es extraño o queda excluido del orden sobrenatural y teologal de la fe y de la gracia, sino más bien es en él reconocido, asumido y elevado”. Por supuesto que es así. Nada que objetar, la gracia supone la naturaleza, esto es, la cura, la redime. Pero los teólogos que redactaron esa frase deben explicar entonces qué es lo contingente u opinable en relación al depositum fidei, y deben explicar cómo se entiende la sana laicidad del estado afirmada explícitamente desde Pío XII en adelante y por el Vaticano II en el tema de la autonomía relativa de lo temporal. Deben explicarlo, (y sobre todo en el contexto en el que la afirman) o de lo contrario caen en un integrismo contradictorio con el mismo Vaticano II que proclaman”.
Voy a intentar una respuesta, no como teólogo, pero sí como creyente y filósofo partidario del pensamiento de Santo Tomás de Aquino.
Todo el cristianismo está atravesado por la distinción entre lo natural y lo sobrenatural. No es un debate de autores (aunque puede ser una cuestión de términos), porque la distinción depende de la misma noción de Dios creador y de lo que Dios puede hacer sobre pero no contra el orden creado. Dios crea, y lo creado se identifica con el orden natural, que tiene sus propias naturalezas, esencias y finalidades, y, por ende, sus ámbitos propios de acción. Esa es la relativa autonomía de lo creado según Santo Tomás: lo creado depende de Dios en cuanto a la creación, conservación, concurso y providencia(2) , pero esa dependencia de la causa 2da. en la Causa Primera no quiere decir que la causa segunda sea un títere. No, actúa desde sí misma: sus tendencias, potencias y movimientos dependen coherentemente de su naturaleza. Ese es el orden natural.
En cambio el “milagro” es, en Santo Tomás, que Dios pueda actuar sobre la causa segunda independientemente de su orden natural. El milagro es sobre la naturaleza, pero no contra la naturaleza(3).
Ello es precisamente lo sobrenatural. En el orden de la salvación, toda la salvación del pecado depende de la libérrima Gracia de Dios, fruto de su Misericordia. La Gracia posterior a la redención inunda, verdaderamente, toda la vida humana porque esa Gracia, gratuitamente donada por Dios, cura de raíz a la naturaleza humana, por eso la supone y eleva. Pero la gracia no surge de la naturaleza humana, viene de Dios, y viene de Dios a través de sacramentos (de modo ordinario) que superan, sin contradecirlo, al orden natural humano. Cada sacramento es un milagro: es algo sobre pero no contra la naturaleza humana, son regalos de Dios que penetran la naturaleza humana, la curan, la redimen (aunque no borran las consecuencias del pecado original), y precisamente por todo ello nada de la naturaleza humana es causa de la Gracia: porque nada finito como el ser humano puede llegar por sus solas fuerzas a la participación en infinito de Dios como inhabitación trinitaria en el corazón del hombre.
A la Gracia corresponde, por ende, todo lo sacro, la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo y las tres virtudes sobrenaturales. Pero todo ello, al asumir la naturaleza humana, implica también las cuatro virtudes naturales, entre ellas la justicia, y por ende un corazón redimido busca la justicia en todos los ámbitos. Ahora bien, ese corazón redimido no ha vuelto al estado de nuestros primeros padres, que gozaban del don preternatural de ciencia. La Revelación de Dios, el plan de salvación, el anuncio de la buena noticia consumada en Cristo, alcanza aquellas cosas necesarias para la salvación, pero no todo lo que corresponda además al orden natural. Dios ha creado un orden natural, tanto en lo físico como en lo social, pero el Plan de Salvación no ha revelado la naturaleza de esos órdenes naturales. Sí, es verdad que los mandamientos tienen consecuencias sociales, pero Dios no ha revelado directamente el régimen político y socio-económico específico que en cada situación histórica sea el mejor. Por ende es verdad que lo sobrenatural no es un espacio después de cuyo límite venga lo natural, porque Dios ha penetrado con su Gracia todo el espacio de la naturaleza humana, pero ello no implica que la naturaleza redimida sea igual a la naturaleza humana elevada previa al pecado original. Las consecuencias del pecado original se mantienen, hemos perdido el don de ciencia y por ende, en todo aquello que no es necesario para la salvación, necesitaremos hasta el fin de los tiempos el falible juicio de nuestro intelecto para todo aquello que Dios no ha revelado. Ahora bien, cuando el ser humano, redimido por la Gracia, piensa y actúa en aquello que no es directamente sacro y-o no directamente revelado, mantiene aún la influencia de la Gracia: porque su corazón redimido busca la justicia y porque intenta llegar, con el hábito de la prudencia, a la verdad. Pero si la historia de la salvación no se identifica con la historia humana(4), ¿de qué manera eclesial se realiza ello en la historia humana? Con la acción de los laicos en el mundo, que buscan iluminar las estructuras temporales de su tiempo con una mente y un corazón cristianos, sabiendo que, sin embargo, Dios no ha revelado “el” sistema social perfecto y por ende esa acción de fermento de las estructuras temporales no debe comprometer a la jerarquía de la Iglesia, la cual debe abstenerse de intervenir directamente en esas decisiones laicales, de igual modo que el laico debe abstenerse de pretender consagrar el pan y el vino como si tuviera propiamente sacerdocio ministerial.
Siglos y siglos de clericalismo han hecho que, sin embargo, jerarquía y laicos actuaran en un círculo vicioso integrista, como si hubiera un único sistema político y económico cristiano que tuviera que ser directamente dictado por la jerarquía y demandado por los laicos. El párrafo que ha dado origen a estas reflexiones, dado en un contexto de cuestiones muy opinables, muestra que ese integrismo, sea del color que fuere, no se ha terminado en la praxis y en el discurso de los católicos (a pesar de que la Iglesia, a partir del Vaticano II, habla permanentemente de sana laicidad del estado y legítima autonomía de lo temporal en un contexto de libertad religiosa). El problema actual de la Iglesia no consiste tanto en que un mundo laicista, no laico, no entienda esos valores. El problema consiste en que los católicos, jerarquía o laicos, los entiendan. A ojos de los no creyentes, la Iglesia aparece como un estado más, el estado del Vaticano. A ojos de los creyentes, también. ESE es el problema.
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(1) http://www.institutoacton.com.ar/articulos/gzanotti/artzanotti88.pdf
(2) Summa Theologiae, I, Q. 104, Q. 105, a. 5; Suma Contra Gentiles, II, caps. 15-21; I, cap. 67; III, caps. 71-76 y 96.
(3) Suma Contra Gentiles, III, 99.102.
(4) Ver “Libertatis nuntius” (1984), Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, en http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19840806_theology-liberation_sp.html
Una nota al pie de un artículo anterior (1) , decía lo siguiente: “…El Compendio dice, en su nro. 64: “….Lo sobrenatural no debe ser concebido como una entidad o un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste, de tal manera que nada del orden de la creación y de lo humano es extraño o queda excluido del orden sobrenatural y teologal de la fe y de la gracia, sino más bien es en él reconocido, asumido y elevado”. Por supuesto que es así. Nada que objetar, la gracia supone la naturaleza, esto es, la cura, la redime. Pero los teólogos que redactaron esa frase deben explicar entonces qué es lo contingente u opinable en relación al depositum fidei, y deben explicar cómo se entiende la sana laicidad del estado afirmada explícitamente desde Pío XII en adelante y por el Vaticano II en el tema de la autonomía relativa de lo temporal. Deben explicarlo, (y sobre todo en el contexto en el que la afirman) o de lo contrario caen en un integrismo contradictorio con el mismo Vaticano II que proclaman”.
Voy a intentar una respuesta, no como teólogo, pero sí como creyente y filósofo partidario del pensamiento de Santo Tomás de Aquino.
Todo el cristianismo está atravesado por la distinción entre lo natural y lo sobrenatural. No es un debate de autores (aunque puede ser una cuestión de términos), porque la distinción depende de la misma noción de Dios creador y de lo que Dios puede hacer sobre pero no contra el orden creado. Dios crea, y lo creado se identifica con el orden natural, que tiene sus propias naturalezas, esencias y finalidades, y, por ende, sus ámbitos propios de acción. Esa es la relativa autonomía de lo creado según Santo Tomás: lo creado depende de Dios en cuanto a la creación, conservación, concurso y providencia(2) , pero esa dependencia de la causa 2da. en la Causa Primera no quiere decir que la causa segunda sea un títere. No, actúa desde sí misma: sus tendencias, potencias y movimientos dependen coherentemente de su naturaleza. Ese es el orden natural.
En cambio el “milagro” es, en Santo Tomás, que Dios pueda actuar sobre la causa segunda independientemente de su orden natural. El milagro es sobre la naturaleza, pero no contra la naturaleza(3).
Ello es precisamente lo sobrenatural. En el orden de la salvación, toda la salvación del pecado depende de la libérrima Gracia de Dios, fruto de su Misericordia. La Gracia posterior a la redención inunda, verdaderamente, toda la vida humana porque esa Gracia, gratuitamente donada por Dios, cura de raíz a la naturaleza humana, por eso la supone y eleva. Pero la gracia no surge de la naturaleza humana, viene de Dios, y viene de Dios a través de sacramentos (de modo ordinario) que superan, sin contradecirlo, al orden natural humano. Cada sacramento es un milagro: es algo sobre pero no contra la naturaleza humana, son regalos de Dios que penetran la naturaleza humana, la curan, la redimen (aunque no borran las consecuencias del pecado original), y precisamente por todo ello nada de la naturaleza humana es causa de la Gracia: porque nada finito como el ser humano puede llegar por sus solas fuerzas a la participación en infinito de Dios como inhabitación trinitaria en el corazón del hombre.
A la Gracia corresponde, por ende, todo lo sacro, la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo y las tres virtudes sobrenaturales. Pero todo ello, al asumir la naturaleza humana, implica también las cuatro virtudes naturales, entre ellas la justicia, y por ende un corazón redimido busca la justicia en todos los ámbitos. Ahora bien, ese corazón redimido no ha vuelto al estado de nuestros primeros padres, que gozaban del don preternatural de ciencia. La Revelación de Dios, el plan de salvación, el anuncio de la buena noticia consumada en Cristo, alcanza aquellas cosas necesarias para la salvación, pero no todo lo que corresponda además al orden natural. Dios ha creado un orden natural, tanto en lo físico como en lo social, pero el Plan de Salvación no ha revelado la naturaleza de esos órdenes naturales. Sí, es verdad que los mandamientos tienen consecuencias sociales, pero Dios no ha revelado directamente el régimen político y socio-económico específico que en cada situación histórica sea el mejor. Por ende es verdad que lo sobrenatural no es un espacio después de cuyo límite venga lo natural, porque Dios ha penetrado con su Gracia todo el espacio de la naturaleza humana, pero ello no implica que la naturaleza redimida sea igual a la naturaleza humana elevada previa al pecado original. Las consecuencias del pecado original se mantienen, hemos perdido el don de ciencia y por ende, en todo aquello que no es necesario para la salvación, necesitaremos hasta el fin de los tiempos el falible juicio de nuestro intelecto para todo aquello que Dios no ha revelado. Ahora bien, cuando el ser humano, redimido por la Gracia, piensa y actúa en aquello que no es directamente sacro y-o no directamente revelado, mantiene aún la influencia de la Gracia: porque su corazón redimido busca la justicia y porque intenta llegar, con el hábito de la prudencia, a la verdad. Pero si la historia de la salvación no se identifica con la historia humana(4), ¿de qué manera eclesial se realiza ello en la historia humana? Con la acción de los laicos en el mundo, que buscan iluminar las estructuras temporales de su tiempo con una mente y un corazón cristianos, sabiendo que, sin embargo, Dios no ha revelado “el” sistema social perfecto y por ende esa acción de fermento de las estructuras temporales no debe comprometer a la jerarquía de la Iglesia, la cual debe abstenerse de intervenir directamente en esas decisiones laicales, de igual modo que el laico debe abstenerse de pretender consagrar el pan y el vino como si tuviera propiamente sacerdocio ministerial.
Siglos y siglos de clericalismo han hecho que, sin embargo, jerarquía y laicos actuaran en un círculo vicioso integrista, como si hubiera un único sistema político y económico cristiano que tuviera que ser directamente dictado por la jerarquía y demandado por los laicos. El párrafo que ha dado origen a estas reflexiones, dado en un contexto de cuestiones muy opinables, muestra que ese integrismo, sea del color que fuere, no se ha terminado en la praxis y en el discurso de los católicos (a pesar de que la Iglesia, a partir del Vaticano II, habla permanentemente de sana laicidad del estado y legítima autonomía de lo temporal en un contexto de libertad religiosa). El problema actual de la Iglesia no consiste tanto en que un mundo laicista, no laico, no entienda esos valores. El problema consiste en que los católicos, jerarquía o laicos, los entiendan. A ojos de los no creyentes, la Iglesia aparece como un estado más, el estado del Vaticano. A ojos de los creyentes, también. ESE es el problema.
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(1) http://www.institutoacton.com.ar/articulos/gzanotti/artzanotti88.pdf
(2) Summa Theologiae, I, Q. 104, Q. 105, a. 5; Suma Contra Gentiles, II, caps. 15-21; I, cap. 67; III, caps. 71-76 y 96.
(3) Suma Contra Gentiles, III, 99.102.
(4) Ver “Libertatis nuntius” (1984), Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, en http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19840806_theology-liberation_sp.html
jueves, 1 de diciembre de 2011
CURSO DE FILOSOFÍA PARA PROFESIONALES Y PARA TODOS (filósofos incluidos*): ABIERTA LA INSCRIPCIÓN AL CICLO 2012.
IMPORTANTE: la inscripción y preguntas es sólo escribiendo a gabrielmises@yahoo.com , NO por facebook o blog.
TEMAS:
Metafísica, fenomenología y hermenéutica.
No asustarse por los nombres. Hay que concentrarse en estas preguntas: ¿hay algo más allá de las ciencias? (metafísica). zanotti dirá: si. ¿Hay una filosofía que camine en el mundo de la vida (fenomenología) y que lo profundice? zanotti dirá: si. ¿Hay algo que esté más allá de la interpretación (hermenéutica) de ese mundo de la vida? zanotti dirá: no. ¿Nos saca ello de la verdad? zanotti dirá: ¡al contrario!
Temas específicos:
1. La metafísica “profunda” en Santo Tomás de Aquino
2. Sus posibilidades, hoy.
3. Husserl y la fenomenología.
4. Husserl y la fenomenología del mundo de la vida.
5. El diálogo con Edith Stein.
6. Heidegger el misterioso.
7. Gadamer y sus horizontes
8. Gadamer y sus horizontes II
9. Wittgenstein y sus juegos de lenguaje
10. Síntesis: el ser en el mundo
11. El ser en el mundo y la interpretación
12. El ser en el mundo y la verdad.
CUESTIONES PRÁCTICAS:
1. Fecha de inicio: martes 20 de Marzo.
2. Hora: 19 a 21.
3. Lugar: casa de Gabriel y Marcela, en Villa del Parque (la dirección será dada después del email correspondiente).
4. Condiciones de ingreso: a) buena onda; b) sentido del humor; c) habitar el Planeta Marte; d), enviar un email a gabrielmises@yahoo.com explicando por qué quiere hacer el curso; e) no olvidar el punto d; f) no olvidar sacar el pasaje de Marte a Villa del Parque con anticipación.
5. Costo, $ 200 por mes.
6. El material de lectura será enviado por email.
7. Cualquier duda o pregunta adicional, enviar un email a gabrielmises@yahoo.com
SOBRE EL MÉTODO:
Desde el 2006 hasta la fecha, ELEFE (Escuela libre de estudios filosóficos y epistemológicos) ha sido una alternativa al sistema formal de enseñanza. Sin pretender sustituirlo, sencillamente porque por ahora es jurídicamente imposible, sin embargo hemos hecho lo posible por crear un ambiente familiar, amistoso, serio y desacartonado a la vez, donde todos han podido expresarse, aprender y estar libres de los temores y presiones del sistema formal.
Sin dejar de lado estas reuniones, daremos un nuevo paso. Siempre he tratado, dentro del sistema formal, de abrir la filosofía para todos, tratando de programar post-grados en filosofía para profesionales de diversas carreras. Las tres veces fue imposible: el sistema formal es demasiado rígido y no quiero entrar en detalles que atentarían contra la caridad. Sólo quiero volver a decir que, en una sociedad abierta, respetuosa de las libertades individuales, cada uno estudia lo que quiere con quien quiere, tiene los títulos que su esfuerzo y libertad le otorgan, corre los riesgos respectivos y nadie impide a otros recorrer ningún camino. Menos aún con la filosofía: todos los seres humanos son filósofos; mi vida entera ha sido un llamado a despertar a los filósofos dormidos, a tomar la pastillita roja…
Ahora, sencillamente, en la paz y en la libertad de mi hogar, en la amistad del diálogo, en la calidez de la comprensión y estímulo al que quiere despertar al filósofo que lleva dentro, voy a ofrecer cursos de filosofía sistemáticos, una vez por semana, para profesionales y para cualquiera que quiera aprender. Sin pila, sin cable, sin temores, sin exámenes más que la existencia auténtica, sin títulos más que la propia seriedad de la vida y el prestigio del propio estudio. Ideal para quienes están más o menos en la mitad de la vida y miran con nostalgia la filosofía que no pudieron estudiar en su momento. Ideal para quienes ya están dentro del sistema formal, que ya tienen su título, y ahora, sencillamente, quieren volver al amor a la sabiduría que siempre llevaron consigo.
Por supuesto, me preguntarán por el contenido de los cursos. Antes que eso, y más importante, es el método, que es un meta-contenido que abarca todos los otros; es, como diría Karl Popper, una actitud más que una teoría. Ese método consiste en la siguiente paradoja: el zanottismo anti-zanottista :-)
Zanottismo porque, obviamente, yo doy clase desde mí, desde mi propia formación e ideas, que se pueden ver si abren mi CV y observan mi formación, mis escritos, etc. (ver en www.gabrielzanotti.com.ar). Por supuesto, sobre ese tema hay (¡Ay! :-) dudas. ¿Qué es Zanotti? ¿Tomista, popperiano, hermenéutico, liberal, husserliano, etc., etc., etc.? Yo tampoco tengo la respuesta, así que me pueden ayudar a descubrirla :-)
Pero anti-zanottista porque en mis cursos, aunque yo no lo pretenda, cada uno se ubica en sí mismo y en su carril. Yo lo único que hago es poner a cada tren, a cada uno, en su camino, aunque no sea el mío. A su vez, si alguien camina mi camino, lo hará libremente, por propia convicción, y entonces será su camino también.
Y ello es porque el Zanottismo es un método (nada original, pero sí muy olvidado en el sistema educativo formal) que consiste fundamentalmente en diálogo. En las clases de zanotti (sí, con minúsculas) todo el mundo puede estar en desacuerdo con cualquier cosa que diga zanotti, incluso, con esto último. En sus clases, no hay que saber para opinar, sino opinar para saber. En sus clases, las preguntas son parte indispensable de la planificación de clase. En sus clases, la libertad forma parte esencial del método. Ninguna pregunta molesta, al contrario, lo que molesta es la falta de preguntas. Y si alguien quiere atacar con alguna pregunta, zanotti hace Aikido lingüístico :-)
Por supuesto, todo esto lo saben mis ex alumnos y ahora amigos (que fueron alumnos porque siempre los traté como amigos), pero si alguien lo duda, try me.
El zanottismo antizanottista incluye otros métodos que se despliegan espontáneamente según aparezcan imprevisiblemente en las previsibles neuronas de zanotti: a) chistes ridìculos, de los cuales uno se ríe por lo ridículo, no por el chiste ), b) reflexiones sobre películas de Woody Allen, y películas de Hollywood que supuestamente no dan para nada (o sea, son heideggerianas ) c) ejemplos con Star Trek, donde ningún ser humano ha llegado antes, pero Zanetti sí ) d) reflexiones sobre el Aikido, e) otros imprevistos semejantes :-).
Este es el valor agregado de mis cursos, a parte de 26 años de resistir al sistema educativo formal.
El zanottismo antizanottista tampoco emite certificados de ningún tipo, coherentemente con el anarquismo libertario descripto :-). Sin embargo, si alguno quisiera que yo certificara su asistencia a mis cursos, lo acepto, en cuyo caso se pedirá un trabajo monográfico donde el asistente deba someter a crítica el material expuesto.
SOBRE EL POST-GRADO COMPLETO:
Este curso en filosofía, si se cursan los 4 cuatrimestres, es un post-grado completo de dos años. Como la inteligencia funciona sola y cada uno con sus tiempos (otro método zanottista) nadie debe preocuparse por la formación anterior o qué hizo antes. Los temas del post-grado completo son los siguientes:
1. Introducción al sentido de la historia de la filosofía.
La filosofía NO es un conjunto inconexo de sistemas, sistemas de ideas que parecen haber sido concebidos por gente lunática que tenía los pies en cualquier lado, menos en la Tierra. La historia de la filosofía es el despliegue coherente de la búsqueda de la razón humana por el sentido, y cada período, por ende, tiene un sentido que se explica por el anterior y se proyecta al posterior. La explicación de ese sentido, más que un show erudito de nombres y fechas (para eso tienen infinidad de libros y enciclopedias) es el objetivo de este curso. Esto es, no una “historiografía”, sino el sentido de la filosofía antigua, medieval, etc.
Temas específicos:
1. La filosofía antigua y la metafísica de Aristóteles
2. Los comienzos de la filosofía medieval
3. El apogeo de la escolástica y Santo Tomás de Aquino
4. Renacimiento, modernidad y Renato Descartes
5. Hume y la crisis de la metafísica racionalista
6. Kant I
7. Kant II
8. La metafísica después de Kant
9. Diversos temas de la filosofía contemporánea
10. Un no creyente, Popper
11. Una creyente, Edith Stein.
2. Los temas siempre presentes de la filosofía.
La filosofía, si no es humana, si no es un intento de respuesta a los interrogantes más profundos de la existencia humana, es tan importante como la historia del ping pong (sin menospreciar en absoluto al ping pong). Por eso estos temas serán dados desde una perspectiva humana y existencial y serán por ende una terapia filosófica.
Temas:
1. Filosofía de la filosofía.
2. La historia de la filosofía
3. Libre albedrío y determinismo
4. Alma y cuerpo, conciencia y objeto, mente y cerebro
5. El conocimiento
6. Conocimiento e interpretación
7. Conocimiento e interpretación II
8. Filosofía y lenguaje
9. Filosofía y lenguaje II
10. Filosofía y sentido de la existencia.
11. ¡Ay Dios!
3. Una inmersión en la filosofía de las ciencias.
Las ciencias parecen estar fuera de la filosofía e inmunes a sus debates y problemas. Por ello el objetivo de este seminario es mostrar que, en el siglo XX, los debates sobre filosofía de las ciencias han sido filosóficos y han llevado a replantear el sentido de las ciencias y re-ubicarlas en la filosofía. Al mismo tiempo, los temas resultantes de este enfoque son tan amplios que implicarán, como corresponde, un planteo global sobre las capacidades del conocimiento humano y la relación entre ciencias, filosofía, religión y política.
Temas específicos:
1. El surgimiento de la ciencia en la modernidad
2. El inductivismo: rígido, amplio, aristotélico.
3. El neopositivismo
4. Popper
5. Popper II
6. Kuhn I
7. Kuhn II
8. Lakatos
9. Feyerabend
10. Feyerabend II
11. ¿Y ahora qué?
12. De la ciencia a la filosofía.
4. Metafísica, fenomenología y hermenéutica.
No asustarse por los nombres. El seminario anterior nos dejará planteadas tres preguntas: ¿hay algo más allá de las ciencias? (metafísica). zanotti dirá: si. ¿Hay una filosofía que camine en el mundo de la vida (fenomenología) y que lo profundice? zanotti dirá: si. ¿Hay algo que esté más allá de la interpretación (hermenéutica) de ese mundo de la vida? zanotti dirá: no. ¿Nos saca ello de la verdad? zanotti dirá: ¡al contrario!
Temas específicos:
1. La metafísica “profunda” en Santo Tomás de Aquino
2. Sus posibilidades, hoy.
3. Husserl y la fenomenología.
4. Husserl y la fenomenología del mundo de la vida.
5. El diálogo con Edith Stein.
6. Heidegger el misterioso.
7. Gadamer y sus horizontes
8. Gadamer y sus horizontes II
9. Wittgenstein y sus juegos de lenguaje
10. Síntesis: el ser en el mundo
11. El ser en el mundo y la interpretación
12. El ser en el mundo y la verdad.
RECUERDEN QUE TODA DUDA DEBE SER DIRIGIDA A gabrielmises@yahoo.com
* Si bien este es un curso de filosofía para profesionales de diversas carreras, quienes hayan estudiado filosofía (profesores, licenciados y doctores) se podrán beneficiar ampliamente del mismo dado que se abordan temas filosóficos que usualmente se encuentran ajenos a los contenidos curriculares de las carreras universitarias y terciarias en filosofía.
TEMAS:
Metafísica, fenomenología y hermenéutica.
No asustarse por los nombres. Hay que concentrarse en estas preguntas: ¿hay algo más allá de las ciencias? (metafísica). zanotti dirá: si. ¿Hay una filosofía que camine en el mundo de la vida (fenomenología) y que lo profundice? zanotti dirá: si. ¿Hay algo que esté más allá de la interpretación (hermenéutica) de ese mundo de la vida? zanotti dirá: no. ¿Nos saca ello de la verdad? zanotti dirá: ¡al contrario!
Temas específicos:
1. La metafísica “profunda” en Santo Tomás de Aquino
2. Sus posibilidades, hoy.
3. Husserl y la fenomenología.
4. Husserl y la fenomenología del mundo de la vida.
5. El diálogo con Edith Stein.
6. Heidegger el misterioso.
7. Gadamer y sus horizontes
8. Gadamer y sus horizontes II
9. Wittgenstein y sus juegos de lenguaje
10. Síntesis: el ser en el mundo
11. El ser en el mundo y la interpretación
12. El ser en el mundo y la verdad.
CUESTIONES PRÁCTICAS:
1. Fecha de inicio: martes 20 de Marzo.
2. Hora: 19 a 21.
3. Lugar: casa de Gabriel y Marcela, en Villa del Parque (la dirección será dada después del email correspondiente).
4. Condiciones de ingreso: a) buena onda; b) sentido del humor; c) habitar el Planeta Marte; d), enviar un email a gabrielmises@yahoo.com explicando por qué quiere hacer el curso; e) no olvidar el punto d; f) no olvidar sacar el pasaje de Marte a Villa del Parque con anticipación.
5. Costo, $ 200 por mes.
6. El material de lectura será enviado por email.
7. Cualquier duda o pregunta adicional, enviar un email a gabrielmises@yahoo.com
SOBRE EL MÉTODO:
Desde el 2006 hasta la fecha, ELEFE (Escuela libre de estudios filosóficos y epistemológicos) ha sido una alternativa al sistema formal de enseñanza. Sin pretender sustituirlo, sencillamente porque por ahora es jurídicamente imposible, sin embargo hemos hecho lo posible por crear un ambiente familiar, amistoso, serio y desacartonado a la vez, donde todos han podido expresarse, aprender y estar libres de los temores y presiones del sistema formal.
Sin dejar de lado estas reuniones, daremos un nuevo paso. Siempre he tratado, dentro del sistema formal, de abrir la filosofía para todos, tratando de programar post-grados en filosofía para profesionales de diversas carreras. Las tres veces fue imposible: el sistema formal es demasiado rígido y no quiero entrar en detalles que atentarían contra la caridad. Sólo quiero volver a decir que, en una sociedad abierta, respetuosa de las libertades individuales, cada uno estudia lo que quiere con quien quiere, tiene los títulos que su esfuerzo y libertad le otorgan, corre los riesgos respectivos y nadie impide a otros recorrer ningún camino. Menos aún con la filosofía: todos los seres humanos son filósofos; mi vida entera ha sido un llamado a despertar a los filósofos dormidos, a tomar la pastillita roja…
Ahora, sencillamente, en la paz y en la libertad de mi hogar, en la amistad del diálogo, en la calidez de la comprensión y estímulo al que quiere despertar al filósofo que lleva dentro, voy a ofrecer cursos de filosofía sistemáticos, una vez por semana, para profesionales y para cualquiera que quiera aprender. Sin pila, sin cable, sin temores, sin exámenes más que la existencia auténtica, sin títulos más que la propia seriedad de la vida y el prestigio del propio estudio. Ideal para quienes están más o menos en la mitad de la vida y miran con nostalgia la filosofía que no pudieron estudiar en su momento. Ideal para quienes ya están dentro del sistema formal, que ya tienen su título, y ahora, sencillamente, quieren volver al amor a la sabiduría que siempre llevaron consigo.
Por supuesto, me preguntarán por el contenido de los cursos. Antes que eso, y más importante, es el método, que es un meta-contenido que abarca todos los otros; es, como diría Karl Popper, una actitud más que una teoría. Ese método consiste en la siguiente paradoja: el zanottismo anti-zanottista :-)
Zanottismo porque, obviamente, yo doy clase desde mí, desde mi propia formación e ideas, que se pueden ver si abren mi CV y observan mi formación, mis escritos, etc. (ver en www.gabrielzanotti.com.ar). Por supuesto, sobre ese tema hay (¡Ay! :-) dudas. ¿Qué es Zanotti? ¿Tomista, popperiano, hermenéutico, liberal, husserliano, etc., etc., etc.? Yo tampoco tengo la respuesta, así que me pueden ayudar a descubrirla :-)
Pero anti-zanottista porque en mis cursos, aunque yo no lo pretenda, cada uno se ubica en sí mismo y en su carril. Yo lo único que hago es poner a cada tren, a cada uno, en su camino, aunque no sea el mío. A su vez, si alguien camina mi camino, lo hará libremente, por propia convicción, y entonces será su camino también.
Y ello es porque el Zanottismo es un método (nada original, pero sí muy olvidado en el sistema educativo formal) que consiste fundamentalmente en diálogo. En las clases de zanotti (sí, con minúsculas) todo el mundo puede estar en desacuerdo con cualquier cosa que diga zanotti, incluso, con esto último. En sus clases, no hay que saber para opinar, sino opinar para saber. En sus clases, las preguntas son parte indispensable de la planificación de clase. En sus clases, la libertad forma parte esencial del método. Ninguna pregunta molesta, al contrario, lo que molesta es la falta de preguntas. Y si alguien quiere atacar con alguna pregunta, zanotti hace Aikido lingüístico :-)
Por supuesto, todo esto lo saben mis ex alumnos y ahora amigos (que fueron alumnos porque siempre los traté como amigos), pero si alguien lo duda, try me.
El zanottismo antizanottista incluye otros métodos que se despliegan espontáneamente según aparezcan imprevisiblemente en las previsibles neuronas de zanotti: a) chistes ridìculos, de los cuales uno se ríe por lo ridículo, no por el chiste ), b) reflexiones sobre películas de Woody Allen, y películas de Hollywood que supuestamente no dan para nada (o sea, son heideggerianas ) c) ejemplos con Star Trek, donde ningún ser humano ha llegado antes, pero Zanetti sí ) d) reflexiones sobre el Aikido, e) otros imprevistos semejantes :-).
Este es el valor agregado de mis cursos, a parte de 26 años de resistir al sistema educativo formal.
El zanottismo antizanottista tampoco emite certificados de ningún tipo, coherentemente con el anarquismo libertario descripto :-). Sin embargo, si alguno quisiera que yo certificara su asistencia a mis cursos, lo acepto, en cuyo caso se pedirá un trabajo monográfico donde el asistente deba someter a crítica el material expuesto.
SOBRE EL POST-GRADO COMPLETO:
Este curso en filosofía, si se cursan los 4 cuatrimestres, es un post-grado completo de dos años. Como la inteligencia funciona sola y cada uno con sus tiempos (otro método zanottista) nadie debe preocuparse por la formación anterior o qué hizo antes. Los temas del post-grado completo son los siguientes:
1. Introducción al sentido de la historia de la filosofía.
La filosofía NO es un conjunto inconexo de sistemas, sistemas de ideas que parecen haber sido concebidos por gente lunática que tenía los pies en cualquier lado, menos en la Tierra. La historia de la filosofía es el despliegue coherente de la búsqueda de la razón humana por el sentido, y cada período, por ende, tiene un sentido que se explica por el anterior y se proyecta al posterior. La explicación de ese sentido, más que un show erudito de nombres y fechas (para eso tienen infinidad de libros y enciclopedias) es el objetivo de este curso. Esto es, no una “historiografía”, sino el sentido de la filosofía antigua, medieval, etc.
Temas específicos:
1. La filosofía antigua y la metafísica de Aristóteles
2. Los comienzos de la filosofía medieval
3. El apogeo de la escolástica y Santo Tomás de Aquino
4. Renacimiento, modernidad y Renato Descartes
5. Hume y la crisis de la metafísica racionalista
6. Kant I
7. Kant II
8. La metafísica después de Kant
9. Diversos temas de la filosofía contemporánea
10. Un no creyente, Popper
11. Una creyente, Edith Stein.
2. Los temas siempre presentes de la filosofía.
La filosofía, si no es humana, si no es un intento de respuesta a los interrogantes más profundos de la existencia humana, es tan importante como la historia del ping pong (sin menospreciar en absoluto al ping pong). Por eso estos temas serán dados desde una perspectiva humana y existencial y serán por ende una terapia filosófica.
Temas:
1. Filosofía de la filosofía.
2. La historia de la filosofía
3. Libre albedrío y determinismo
4. Alma y cuerpo, conciencia y objeto, mente y cerebro
5. El conocimiento
6. Conocimiento e interpretación
7. Conocimiento e interpretación II
8. Filosofía y lenguaje
9. Filosofía y lenguaje II
10. Filosofía y sentido de la existencia.
11. ¡Ay Dios!
3. Una inmersión en la filosofía de las ciencias.
Las ciencias parecen estar fuera de la filosofía e inmunes a sus debates y problemas. Por ello el objetivo de este seminario es mostrar que, en el siglo XX, los debates sobre filosofía de las ciencias han sido filosóficos y han llevado a replantear el sentido de las ciencias y re-ubicarlas en la filosofía. Al mismo tiempo, los temas resultantes de este enfoque son tan amplios que implicarán, como corresponde, un planteo global sobre las capacidades del conocimiento humano y la relación entre ciencias, filosofía, religión y política.
Temas específicos:
1. El surgimiento de la ciencia en la modernidad
2. El inductivismo: rígido, amplio, aristotélico.
3. El neopositivismo
4. Popper
5. Popper II
6. Kuhn I
7. Kuhn II
8. Lakatos
9. Feyerabend
10. Feyerabend II
11. ¿Y ahora qué?
12. De la ciencia a la filosofía.
4. Metafísica, fenomenología y hermenéutica.
No asustarse por los nombres. El seminario anterior nos dejará planteadas tres preguntas: ¿hay algo más allá de las ciencias? (metafísica). zanotti dirá: si. ¿Hay una filosofía que camine en el mundo de la vida (fenomenología) y que lo profundice? zanotti dirá: si. ¿Hay algo que esté más allá de la interpretación (hermenéutica) de ese mundo de la vida? zanotti dirá: no. ¿Nos saca ello de la verdad? zanotti dirá: ¡al contrario!
Temas específicos:
1. La metafísica “profunda” en Santo Tomás de Aquino
2. Sus posibilidades, hoy.
3. Husserl y la fenomenología.
4. Husserl y la fenomenología del mundo de la vida.
5. El diálogo con Edith Stein.
6. Heidegger el misterioso.
7. Gadamer y sus horizontes
8. Gadamer y sus horizontes II
9. Wittgenstein y sus juegos de lenguaje
10. Síntesis: el ser en el mundo
11. El ser en el mundo y la interpretación
12. El ser en el mundo y la verdad.
RECUERDEN QUE TODA DUDA DEBE SER DIRIGIDA A gabrielmises@yahoo.com
* Si bien este es un curso de filosofía para profesionales de diversas carreras, quienes hayan estudiado filosofía (profesores, licenciados y doctores) se podrán beneficiar ampliamente del mismo dado que se abordan temas filosóficos que usualmente se encuentran ajenos a los contenidos curriculares de las carreras universitarias y terciarias en filosofía.