En medio de Bin o Ben Laden, la beatificación de Juan Pablo II y las locuras de la política argentina, he decidido por un momento tener mi propia agenda. Al "grito" que me mandé en mi entrada anterior recibí una respuesta obvia por parte del único, de entre los miles, que se dignó a contestar: que el discurso de Benedicto XVI no es ex cátedra. A lo cual voy a contestar con algo, no gritado, que escribí hace 23 años. Espero que llegue a los católicos que gentan Fe y no política en su corazón.
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Por ultimo, nuestra reflexión final. Se habrá observado nuestra vocación por conciliar líneas del Magisterio que muchos consideran contradictorias. Pero eso no es tratar de forzar artificialmente las cosas. Al contrario, obedece a una legítima fe en el Magisterio, que solo se entiende a partir de la fe. Nosotros estamos convencidos de, que, en materia de derecho natural fundamental, no hay contradicciones en el Magisterio. Hay muchas veces una evolución en el contenido de ese derecho natural (1), pero nunca una contradicción. Si hay alguna diferencia de enfoque, ello se debe a que el tema en cuestión es opinable y contingente en relación a la fe. Pero en materias que competen específicamente al magisterio (fe y moral) no hay contradicción. No hay "Iglesia de ayer" e "Iglesia de hoy". Como dice Luigi M. Carli: "...o se confía siempre en la Iglesia, o no se confía nunca". Sí el Magisterio de fines del siglo pasado, en materia social, carece de toda validez, por estar "pasado de moda'", lo mismo se podrá decir de todo el Vaticano II en el 2088. Distinguir, en cambio, entre el mensaje moral fundamental y lo que está contingentemente unido a la circunstancia cultural del momento, nos ayudara a disipar nubarrones. También ayudará que el Magisterio se concentre en los aspec¬tos morales fundamentales y que los laicos asuman la responsabilidad de ser los portavoces de propuestas en los temas mas contingentes en relación a la Fe. Y que todos los fieles, laicos y no laicos, busquemos nuestra unidad en las cuestiones básicas de fe y moral. Y todo ello nos acostumbrará a ver con mas calma las cuestiones de este mundo, mundo muy importante, que debe vivirse dignamente, productivamente, y sin olvidar que es un caminar hacia el otro, la morada definitiva, la Casa del Padre, la contemplación amorosa de su Divina Esencia, nuestro Destino Final.
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(1)Aclaración (2011): quise decir "en la expresión del contenido del derecho natural".
El problema del magisterio derivado de Quanta Cura y concordantes respecto al Vaticano II y concordantes, excede a mi juicio absolutamente a las posiciones politicas del nacionalismo argentino, que es marginal en la materia, y ademàs no existìa como tal en la època de Quanta Cura.
ResponderEliminar¿ la doctrina sobre el derecho natural evolucionò sin contradicciòn? La Quanta Cura condenò la libertad de conciencia y de cultos como derecho propio de cada hombre, la Dignitates Humanae proclamò el derecho a la libertad religiosa. Donde antes se admitìa la tolerancia en determinados supuestos, y el deber del Estado de reprimir el ejercicio pùblico de otros cultos, ahora se indica un derecho natural universal y permanente a no impedirlos.
Lo importante no son las opciones politicas de los laicos, el problema es que hay prima facie una contradicciòn, una divergencia en documentos presentados como magisterio sobre un mismo tema. Desde la fe catòlica, eso es lo ùnico importante, y es lo que debe ser clarificado mas tarde o mas temprano por la Autoridad apostòlica.
Preguntas: "¿ la doctrina sobre el derecho natural evolucionò sin contradicciòn?" Para eso puse la nota (1). Además toooooooooooooooooooooooooooooodo lo que planteas está contestado en
ResponderEliminarhttp://www.institutoacton.com.ar/articulos/gzanotti/artzanotti18.doc
Y además las aclaraciones que pudes YA fueron hechas por Benedicto XVI. Pero claro, me vas a decir de vuelta que no son ex catedra.......... Lo de ustedes -Lefebrianos o sedevacantistas, sean nacionalistas argentinos o no- es precisamente una ausencia de sensus fidei, un no respeto al magisterio ordinario cuando este NO les conviene, un aferramiento a posiciones POLÍTICAS contingentes mezcladas con lo permanente. Es un problema de FE, no de política. Por eso les reitero: conviértanse.
Sin haber leído tu artículo, te digo que a menos que por otra misteriosa evolucion te hayan designado sumo pontífice, tu opinion es tu opinion, no magisterio.
ResponderEliminarLo de Benedicto
-suponiendo que te refieras a la famosa hermeneutica de la continuidad- no aclara ni cierra la cuestión porque el magisterio anterior no está abolido, obviamente. Te recomienda leer la parte final de Quanta Cura, de donde sale claramente la autoridad del documento.
Advertir y señalar ensenanzas prima facie opuestas no es carecer de sensus fidei, ni faltarle respeto al mag.ordinario, y muchos menos hacer posiciones politicas contingentes. Estas haciendo un juicio temerario sobre las motivaciones de otros. Al revés, es el respeto al magisterio y la imposibilidad de seguir contradicciones lo que genera la reacción tradicionalista.
VER ABAJO.......
ResponderEliminarSin haber leído tu artículo,
entonces léelo.
te digo que a menos que por otra misteriosa evolucion te hayan designado sumo pontífice, tu opinion es tu opinion, no magisterio.
Qué raro, es precisamente lo que yo les digo a ustedes. Son ustedes los que acusan de herejía al resto de los católicos. Ese es el problema.
Lo de Benedicto
-suponiendo que te refieras a la famosa hermeneutica de la continuidad- no aclara ni cierra la cuestión porque el magisterio anterior no está abolido, obviamente.
No, no es eso sólo.
Te recomienda leer la parte final de Quanta Cura, de donde sale claramente la autoridad del documento.
Eso está sumamente discutido. No es "claramente". Claro, es mi opinión, espero que tú digas lo mismo de tu opinión: que es tu opinión, excepto que a vos te hayan designado Sumo Pontífice y estés hablando ex cátedra.
Advertir y señalar ensenanzas prima facie opuestas no es carecer de sensus fidei, ni faltarle respeto al mag.ordinario, y muchos menos hacer posiciones politicas contingentes. Estas haciendo un juicio temerario sobre las motivaciones de otros.
¿Temerario yo? ¿O llamar a las cosas por su nombre? ¿No es temerario dejar la comunión con Roma, como hizo Lefebvre, por estas cosas? Eso es temeridad. Yo no juzgo tu conciencia. Sólo diagostico ñp que aparece por los escritos de quienes denuncian a todo el Vaticano II como una herejía.
Al revés, es el respeto al magisterio y la imposibilidad de seguir contradicciones lo que genera la reacción tradicionalista.
Ok. El gato se muerde la cola.
La soberbia está detrás de muchos de estos temas. Institucional y personal. Saludos. M.R.
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