No me acuerdo ya cuándo escribí esto, o si ya lo publiqué. Perdón. Pero, volviendo a los temas filosóficos, es otra vuelta al tema de la hermenéutica realista, la filosofía del diálogo, el "otro" como eje central de la filosofía, ese "otro" que no termina de entrar en muchos filósofos porque están muy en "ellos". Bien. Stop. Sigamos con la resistencia.
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La famosísima y tan comentada película “Matrix” ha sido un regalo para todos los profesores de filosofía. ¿Cómo sabemos que lo real no es ficticio? Descartes distinguió entre la certeza de su propio ser (“yo soy”) y la del mundo “exterior”. ¿Cómo sabemos que el mundo “exterior” existe?
La película re-edita esta duda combinada con uno de nuestros máximos temores: que las máquinas nos dominen. Este temor, muy bien desarrollado por la mayor parte del cine de ciencia-ficción, partiendo de “Metrópolis”, pasando por “2001” y llegando a “Terminator”, tuvo en “Matrix” su máxima expresión. ¿Y si verdaderamente estamos enchufados todos a una máquina que nos produce la ilusión de que lo real es real cuando no lo es?
Esta pregunta tiene una peculiar forma de no responderse. Digo “no” responderse. Si querés seguir “enchufado a la duda”, seguirás. No hay forma de salir de ella si entrás en ella. Esta duda es como un laberinto. Si entrás, no salís. ¿Acaso Neo, cuando “entra” al mundo real, puede estar seguro de que es real? Si te acordás de la película, recordá aquella secuencia en la cual él entra por primera vez a la nave “Nabucodonosor” y conoce a la tripulación. La pregunta muy simple es: ¿y si eso es otra Matrix? ¿Y así sucesivamente?
¿Entonces?
Vamos a dar un peculiar giro a este tema.
¿Te acordás de la pitonisa? ¿Qué le “predice” a Neo? Que va a tener que elegir entre él y Morpheous. Eso lo deja muy preocupado a Neo. No sabe aún si es el “elegido”, pero sí que ha sido “elegido” para una opción bien difícil....
Y la predicción se cumple. Morpheous es atrapado por el terrible Mr. Smith y Neo se ve en la disyuntiva de salvarse “o” ir a rescatarlo. Con riesgo de su propia vida (acordate de que en ese momento de Matrix 1 Neo no sabe aun si es el elegido). Y lo hace. Con Trinity, se mete de vuelta en la matrix y va al rescate de su amigo.
Si, muy bien. ¿Y? ¿Qué pasó con lo real?
Pasó que, en ese caso, cuando de la realidad del amigo se trata, ya no hay dudas. No es que Neo salió del laberinto de la duda, sino que no entró en él. Neo no duda que Morpheous –y menos aún Trinity- es real. La realidad del amigo es evidente. ¿Y por qué?
No porque haya algo que “demuestre” que Morpheous es real, sino porque cuando la amistad es en serio, la amistad implica sacrificios frente a los cuales la realidad del otro es sencillamente indudable. La filosofía del s. XX ha vuelto a recordar estas cosas, cuando desde diversos existencialismos o filosofías del diálogo se nos dice que la realidad primordial es la del otro. También Juan Pablo II, cuando nos dice, como Karol Wojtyla, que “...a esta experiencia han contribuido mucho los filósofos del diálogo, como Martín Buber o el ya citado Lévinas. Y nos encontramos ya muy cerca de Santo Tomás, pero el camino pasa no tanto a través del ser y de la existencia como a través de las personas y de su relación mutua, a través del “yo” y el “tú”. Esta es una dimensión fundamental de la existencia del hombre, que es siempre una coexistencia” (1).
Cuando miras a alguien como un tú, como alguien frente al cual tienes un compromiso existencial, las dudas sobre lo real desaparecen. Cuando te estés casando, cuando estés a punto de dar ese misterioso e increíble “si”, no desaparecerán las dudas, necesariamente.... Pero hay una que sí: si la persona que va a ser tu cónyuge es real o no. ¡Claro que es real! Como es real un hijo que nace.... Como es real un amigo que se muere. Y para el cristiano, toda persona es importante.... Sencillamente, todas...
En ese sentido, Matrix es una película increíblemente épica. De la 1ra a la 3ra, las relaciones personales entre los personajes, la amistad entre Morpheous y Neo, la fidelidad y el amor entre Neo y Trinity, son sencillamente absolutas. No pretendas, obviamente, aprender el kung fú que ellos hacen, más ficticio que toda la serie de Viaje a las Estrellas. Fíjate en cambio en la amistad, en la fidelidad, en el sacrificio. Eso no sólo es real. Es un desafío.
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(1) Juan Pablo II, Cruzando el umbral de la esperanza, Plaza y Janés, Barcelona, 1994, p. 56.
Yo estoy de acuerdo con el planteo, por supuesto. De cualquier manera, desde siempre, este planteo desde el "otro" me ha quedado "haciendo ruido" en la cabeza.
ResponderEliminarPor un lado, si dudamos de la realidad, tal vez la unica salida sea cartesiana. No ya, "pienso, luego existo", sino, "el otro piensa, se relaciona conmigo y me exige sacrificios, luego existe. Luego existo yo". No se si esto nos permite escapar de Descartes.
Ademas, ¿es necesario hacerse cargo de todo lo han dichos los filosofos idealistas u otros? Tal vez yo, en toda mi vuelta filosofica, me he quedado en un realismo simple, no ingenuo. Pero a veces la filosofia tiene como una "neurosis filosofica" a traves de la cual, al decir algo, tiene que explicar tambien el cómo eso dicho no es "tal" postura filosofica o "tal otra" y cómo adhiere a tal postura y no a tal otra.
Además, en la película, Neo tambien se relaciona conel Sr. Smith. El sabe que no es real. Y si lo sabe, ¿para quée pelea y se relaciona con él? Se que esto tiene que ver con la dinámica de la película, pero Neo, con Smith al igual que con Morpheo, se relaciona y hace sacrificios. No estoy tan seguro que por la naturaleza misma de la relacion pueda llegar a la seguridad de la existencia autentica.
Bueno, hasta aqui lo que me ha parecido. Gracias Gabriel.
Hugo
Un comentario estilísitico más que esencial.
ResponderEliminarDesde el párrafo "Esta pregunta tiene una peculiar forma de no responderse." hasta la frase "pero sí que ha sido “elegido” para una opción bien difícil...." tienen un montón de ¿argentinismos?. En castellano se escribe como se habla y al revés. Pero como el verbo "acordar" que se conjuga como el verbo "contar" no dispone de la forma ACORDÁS en ningun tiempo verbal. No existe. Lo mismo "entrás" y alguno más. Recomiendo que como el resto del artículo se mantenga la corrección estilística, acorde con la calidad de lo que se cuenta.
Un saludo y bravo por su blog y sus escritos que sigo con mucho interés. (En especial los de la Doctrina social de la Iglesia).
Aprender a caminar , hablar o formar el sentido de realidad es el resultado de un proceso largo que de adultos preferimos olvidar . Este largo proceso lo compartimos , como no podía ser de otra forma , con otros animales que a medida que evolucionan junto a nosotros necesitan prolongar más su infancia . Los mamíferos superiores sueñan y juegan toda su vida . Pero a pesar de esa infancia perpetua desarrollan un sentido de realidad y de fantasía . Un cachorro de perro , por ejemplo , ladra por cualquier cosa y como los cachorros humanos vive en un mundo propio con una dinámica propia . Un perro adulto distingue entre la representación del objeto y el objeto . Por ejemplo , muchas veces salen en la TV escenas con jaurías de perros cazando y ladrando . Un perro adulto se pone atento al sonido de la TV , ladea algo la cabeza para cerciorarse y luego se echa . Pero si a un par de kilómetros de la casa hay una jauría real con cazadores reales el mismo perro se pone como loco . Por qué estoy diciendo todo esto ? Porque la pregunta de Gabriel apunta a saber como se distingue lo real de lo imaginario y a primera vista pareciera que es un problema estrictamente humano , pero no . Lo humano le aporta complejidad a la cosa pero es la infancia donde los padres y los hermanos logran o no transferirle a los cachorros el cada vez más complejo sentido de realidad . Sentido que se relaciona directamente con la preservación de la vida . Que posibilita que al presentarse un incendio en la sala donde dan Matrix la gente no dude en huir y ponerse a salvo en lugar de plantearse si el fuego es real o no . M.S
ResponderEliminarIdea: En la próxima reedición de "Filosofía para los amantes del cine" podés hacer un comentario a pie de página en el capítulo de la "La Rosa Púrpura" con esta nota. Daniel DA
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