Hola a todos de vuelta!!!!! Publico esta semana el artículo que sobre este tema publiqué en http://www.institutoacton.com.ar/ Veo que Benedicto XVI es "pasión" de multitudes, pues despierta pasiones, a favor o en contra. Vamos a tratar de convertirlas en razones.......................
Un abrazo
Gabriel Zanotti.
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EL “CASO” SAPIENZA
Por Gabriel Zanotti
Benedicto XVI iba a dar un discurso en la Universidad “La Sapienza” y un grupo de muy tolerantes y democráticos estudiantes y profesores se lo impide en nombre de la libertad, la tolerancia, etc. Lo acusa de ser enemigo de la razón y de la ciencia, etc. No vamos a dar los detalles del caso, públicamente conocidos y que aún hoy se siguen comentando. Simplemente queremos comentar un aspecto que creo que es relevante para el Instituto Acton.
J. Ratzinger había citado a Paul Feyerabend, el 15 de Marzo de 1990, en Parma, en un discurso titulado “La crisis de la fe en la ciencia”. Esa cita habría desperado las iras de los muy democráticos académicos de La Sapienzia. Ahora bien, ¿quién es Paul Feyerabend?
Feyerabend fue uno de los más geniales e iconoclastas historiadores de la ciencia del s. XX. Su vida académica se había iniciado ya en los 50, pero pasa a la fama en 1975 con el libro Tratado contra el método (Against Method). Ese libro no es fácil de interpretar. Con un lenguaje burlón, sarcástico, critica duramente al dogma positivista de la infalibilidad de la ciencia experimental. Su mayor pecado fue poner como ejemplo precisamente a Galileo, que para la versión positivista de la historia de la ciencia, fue el héroe de la ciencia experimental ante el oscurantismo medieval anterior. Pero para Feyerabend la ciencia –de acuerdo con pensadores con un estilo de escritura totalmente diferente, como Koyré y Kuhn- no consiste en sacar datos de experimentos. En los primeros capítulos de su libro explica y lleva al extremo algo que Popper, Koyré y Kuhn habrían suscripto: que los grandes avances en la ciencia se deben a científicos que crearon teorías que contradecían la evidencia empírica disponible en su tiempo. Y coloca a Galileo como gran ejemplo de ello. En el libro del 75, se burla de Galileo por ello, pero –y esto es lo complicado del “caso Feyerabend”- lo que Feyerabend pretendía era burlarse de los científicos que lo habían convertido en el ídolo de los “experimentos” cuando el principal libro de Galileo (Diálogo sobre los dos sistemas del mundo) no tiene ningún experimento registrado. El contexto de toda la obra de Feyerabend indica que en realidad la actitud de Galileo es el ejemplo del científico que hace avanzar la ciencia, pero no basado en datos empíricos, sino en la fe en su nueva teoría. Feyerabend se defendió en obras posteriores de la acusación de escepticismo y relativismo. Se desprende de sus obras que la actitud de Galileo (aferrarse a una teoría sin evidencia) fue racional, como tan racional fue en su momento aquellos que no la quisieron aceptar –fundamentalmente los científicos neoaristotélicos de la época-. Ello no justifica, obviamente, el proceso iniciado a Galileo, pero explica un poco más el estupor que produjo su mensaje. No era una persona diciendo “miren la luz” ante un grupo de ignorantes e imbéciles que se habían puesto una venda en los ojos. Es interesante destacar que Popper –quien influye fuertemente en Feyerabend-, firme partidario de que la ciencia consiste en conjeturas a priori del testeo empírico, había ya explicado que el Cardenal Belarmino había intentado en su momento convencer a Galileo de que afirme lo suyo no como certeza, sino como conjetura, y ello, a Popper, le pereció perfectamente razonable.
Todo esto que estamos diciendo muestra que Feyerabend no es un escéptico “contra” la ciencia, sino un filósofo de la ciencia post-popperiano que pone a la ciencia en su lugar: una tradición más de pensamiento, tan falible como cualquiera y que debe abrirse paso por sus argumentos, no por la fuerza, como lo fue y lo sigue siendo por la unión ciencia-estado que sustituye, como dice el mismo Feyerabend, la unión Iglesia/poder secular de épocas anteriores. Esto es muy importante para los católicos, quienes ya hemos aprendido a distinguir muy bien entre Iglesia y estado y ahora deberíamos denunciar la unión entre ciencia y estado. Feyerabend es un autor a favor nuestro, no en contra.
Tal vez ahora alguien diga que por eso J. Ratzinger lo citó en su momento. No, no fue por ello, aunque Feyerabend en su autobiografía da cuenta de la cita de Ratzinger como a su favor. No. En el discurso de 1990 Ratzinger suscribe la interpretación habitual de Feyerabend como escéptico. Da cuenta de que el clima intelectual ha cambiado. Que, frente a las críticas al cientificismo y a los abusos de la ciencia experimental, la crítica a la Iglesia es más bien ahora (1990) NO por qué fue crítica con Galileo sino por qué no es más crítica con los desarrollos perversos de la ciencia occidental. Y es allí cuando Ratzinger cita a Bloch, a Feyerabend (a quien califica respetuosamente como “agnóstico-escéptico”) y Von Weizsacker. Como puede observar el lector, el autor de este comentario sólo conoce el segundo; Ratzinger conoce a los tres.
Por lo tanto, el grupo de académicos que amenazó a Benedicto XVI de abucheos y cosas por el estilo –una vergüenza intelectual y moral ampliamente comentada- cometió no sólo ese “error” (la vergonzosa intolerancia referida) sino que además sacó totalmente de contexto la cita de Feyerabend efectuada por Ratzinger. Que los medios de comunicación no puedan interpretar una cita, vaya y pase, pero que los universitarios no sean capaces de leer el discurso de un colega en su contexto… Habla muy mal de ellos, muy mal: no sólo son intolerantes agresivos, sencillamente desconocen su trabajo….
El discurso que Benedicto XVI iba a leer el 17 de Enero –que finalmente envió pero no leyó- es otra interesantísima reflexión sobre las relaciones entre razón, fe, libertad intelectual, etc. Cita a J. Rawls, a Habermas, a San Agustín, Sto Tomás, los padres de la Iglesia…. Evidentemente los medios de comunicación no están preparados para interpretar sus discursos. Pero, volvemos a decir, los universitarios sí deberían estarlo…. Sí, claro, si tuvieran la racionalidad tolerante preconizada por Popper. Pero evidentemente la intolerancia de los paradigmas dominantes siempre está presente. En ello tenía razón Kuhn. Y no hay nada que ponga peor a un científico intolerante que un religioso tolerante. Lo que Feyerabend habría dicho.
Conclusión: los “académicos” de “La Sapienzia” fueron unos fanáticos intolerantes antirreligiosos. Nada nuevo bajo el sol. Se comportaron tal cual los paradigmas dominantes, según explica Kuhn. Nada nuevo bajo el sol. Pero Feyerabend es un aliado de toda religión que respete la libertad de conciencia. Ello sí es nuevo. Feyerabend lo sabía pero los católicos aún no lo saben. Es hora de darse cuenta.
No conozco bien la orientación de la Sapienza pero, en medio de tanta rosca con la ciencia, qué poco científico de su parte (al menos en el sentido popperiano del término) no abrirse a nuevos argumentos que desafíen su paradigma (y, eventualmente, lo perfeccionen).
ResponderEliminarMuy bueno este comentario. Es que, precisamente, tomarse Popper en serio es la "anti-ideología" (en ese sentido es muy ilustrativa la conferencia de Popper "Utopía y violencia", cuyo título lo dice todo.....).
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarCreo que es importante escuchar libremente todas las discusiones y opiniones, ya sean opuestas a nuestros pensamientos, a nuestras convicciones y aun considerando equivocados a los intolerantes, ya que es la única manera de decidir si es posible entrar en un diálogo que pueda enriquecer dos partes opuestas.
Como humilde estudiante de Filosofía, amo la palabra, el razonamiento, pero también tengo capacidad de asombro ante la creencia basada en alguna forma de fe, o al menos en esas que no atacan la dignidad del ser humano y de la "divina razón".
El "ser humano" es enorme, y creo que es posible enriquecerse con todas las miradas humanistas.
No soy un cristiano que practique su tradición, pero creo que mi tendencia es respetar las tradiciones que hayan aportado o puedan seguir aportando algo de dignidad al ser humano, sea espiritual o científica.
Creo que todos haríamos bien respetando sinceramente las tradiciones y/o filosofías, actuales o del pasado, de Occidente o de Oriente.
Puede ser que yo esté pecando de ingenuo, pero la utopía es algo que tengo metido bajo la piel, aunque su ropaje sea en no pocas ocasiones la de la amargura.
Enhorabuena por su blog. Ha sido hoy, y por casualidad, que lo he encontrado. Leeré detenidamente sus contenidos.
David Delgado
Estimado David,
ResponderEliminardice usted "creo que mi tendencia es respetar las tradiciones que hayan aportado o puedan seguir aportando algo de dignidad al ser humano, sea espiritual o científica."
Bien, creo que esa era justamente la tendencia de Feyerabend..............
Estimado Gabriel,
ResponderEliminarasí es, aunque debo decir en mi contra, que soy un analfabeto en profundidades filosóficas, cosa que espero que el tiempo y el estudio vaya limando un poco.
Mis buenos deseos para todos, incluidos los intolerantes.
Mi estimado David,
ResponderEliminardos cosas importantes en lo que usted escribe:
a) "...soy un analfabeto en profundidades filosóficas". No: los auténticos analfabetos filosóficos son los que tienen la carrera terminada de filosofía, NO son filósofos y sin embargo creen que lo son. Una especie de analogía con los publicanos y pecadores................ Pero obviamente no vamos a nombrar a nadie.
b) "Mis buenos deseos para todos, incluidos los intolerantes."
Dios bendiga su tolerancia!!!!
(Si quiere escribirme mi email es g_zanotti@hayek.org.ar)
Resulta curioso un llamado a la tolerancia en nombre de la iglesia catolica, y mas curioso todavia es que se haga este llamado identificandolo en la persona de J.Ratzinger... todo un oximoron.
ResponderEliminarEstimado anónimo,
ResponderEliminarcomprendo su sorpresa respecto de la Iglesia, pero, ¿sería tan amable de explicarme su sorpresa respecto de J. Ratzinger, uno de los redactores, junto con Karol Wojtyla, de documentos del Vaticano II tales como Dignitatis humanae (sobre la libertad religiosa) y Gaudium et spes?
Mi sorpresa viene a causa de que no todo se mide en terminos de declaraciones... tambien importan las acciones.
ResponderEliminarY en terminos de acciones dentro de la iglesia catolica el actual papa tiene un historial, digamos, no muy apegado al respeto por la diversidad de opiniones. Por citar un ejemlo se podria hablar de su encarnizada persecucion politica a algunas corrientes de opinion dentro de la propia iglesia (entre otras la Teologia de la Liberacion).
Pero si el interes esta en las declaraciones, el actual papa ofrece un abanico muy amplio de ellas. Algunas de las mas recientes y sonadas tienen que ver con la relativizacion -o mas bien desconocimiento- de la masacre etnica y cultural sufrida por los pueblos indigenas en latinoamerica desde la epoca de la colonia. Proceso en el que la iglesia catolica tiene gran responsabilidad y que no solo tuvo muy poco de "democratico" sino que represento una violacion de la dignidad humana desde todo punto de vista.
Por ahi viene el oximoron...
Horacio (el anonimo anterior)
pd: releyendo lo comentarios al post me quede pensando en eso de "aportar algo de dignidad al ser humano, sea espiritual o cientifica" por parte de Feyerabend.
No se si estamos hablando del mismo Feyerabend, porque el que yo conozco participo (al igual que muchos austriacos) en las SS nazis llegando al grado de teniente. Pero lo realmente novedoso no es esa participacion sino la aplicacion a rajatabla de un "relativismo conceptual" que lo llevo a nunca arrepentirse de ese "affaire". Como tranquilizadora justificacion argumentaba que casi todo conflicto era en general un choque de dos o mas esquemas de pensamiento incomparables, cada uno con su logica interna y por lo tanto igualmente validos. Debido a eso le daba lo mismo cualquier bestia de Auschwitz que un "benefactor de la humanidad"
My dear anónimo,
ResponderEliminarcomento tu comentario.
Mi sorpresa viene a causa de que no todo se mide en terminos de declaraciones... tambien importan las acciones.
Entiendo. Simplemente quiero recordarte que para los que tenemos fe, las "declaraciones" son fundamentales pues el mandato que Cristo dejó a Pedre es "confirma en la fe a tus hermanos", y en eso radica la infalibilidad de Pedro y que "las puertas del infierno" no prevalecerán sobre la Iglesia. Cristo no garantizó la "impecabilidad" de todos los bautizados (Papa incluido) y por ello las "acciones" no son una objeción contra que la Iglesia sea "una, santa, católica y apostólica". Sé que todo esto te resultará insólito, pero es que yo me tomo en serio el Credo que recito todos los domingos. Eso es todo.
Y en terminos de acciones dentro de la iglesia catolica el actual papa tiene un historial, digamos, no muy apegado al respeto por la diversidad de opiniones. Por citar un ejemlo se podria hablar de su encarnizada persecucion politica a algunas corrientes de opinion dentro de la propia iglesia (entre otras la Teologia de la Liberacion).
No veo por ningún lado una encarnizada persecución política. Sí hubo un documento muy importante, Libertatis Nuntius, de 1984, donde se advertía (tardíamente a mi juicio) sobre algunos aspectos de ciertas teologías de la liberación contrarios a la Fe. El deber del Magisterio, aunque no sea simpático. Lo que a tí te parece terrible a mí me parece justo.
Pero si el interes esta en las declaraciones, el actual papa ofrece un abanico muy amplio de ellas. Algunas de las mas recientes y sonadas tienen que ver con la relativizacion -o mas bien desconocimiento- de la masacre etnica y cultural sufrida por los pueblos indigenas en latinoamerica desde la epoca de la colonia.
Ok, no recuerdo eso. Si me remitís al texto en cuestión con mucho gusto lo debatimos.
Proceso en el que la iglesia catolica tiene gran responsabilidad y que no solo tuvo muy poco de "democratico" sino que represento una violacion de la dignidad humana desde todo punto de vista.
Ok, debate abierto. Que, como te dije, no es objeción contra la fe.
Por ahi viene el oximoron...
Horacio (el anonimo anterior)
pd: releyendo lo comentarios al post me quede pensando en eso de "aportar algo de dignidad al ser humano, sea espiritual o cientifica" por parte de Feyerabend.
No se si estamos hablando del mismo Feyerabend, porque el que yo conozco participo (al igual que muchos austriacos) en las SS nazis llegando al grado de teniente.
No coincido con la descripción. Su autobiografía es clara al respecto. Lo alistaron obigatoriamente como a cualquier joven alemán de entonces. No participó de ninguna masacre y lo enviaron de vuelta a la vida civil por una gravísima herida en la columna cuyas consecuencias arrastró toda su vida. Con el mismo criterio acusa de ser represores a todos los niñitos de 19 y 20 años que del 76 al 81 hicieron el servicio militar en la Argentina........... (Ya seguramente se le va a ocurrir a alguno, no?)
Pero lo realmente novedoso no es esa participacion sino la aplicacion a rajatabla de un "relativismo conceptual" que lo llevo a nunca arrepentirse de ese "affaire".
Como tranquilizadora justificacion argumentaba que casi todo conflicto era en general un choque de dos o mas esquemas de pensamiento incomparables, cada uno con su logica interna y por lo tanto igualmente validos.
Feyerabed no fue un relativista cultural, sino un pluralista metodológico. Te remito a todas sus obras posteriores a AM del 75.
Debido a eso le daba lo mismo cualquier bestia de Auschwitz que un "benefactor de la humanidad"
Muy injusto. Feyerabend fue uno de los más grandes defensores de la libertad individual que han existido. Puedo justificar académicamente mi opinión. La tengo escrita en “Feyerabend y la dialèctica del Iluminismo”, en Studium (2005), Tomo VIII, Fasc. XVI, pp. 215-238.
Hola Gabriel! Podrías publicar el texto completo del discurso pronunciado por Ratzinger en 1990? En internet solo encuentro versiones recortadas.. Muchas gracias!´
ResponderEliminarCecilia
Hola Gabriel! Podrías publicar el texto completo del discurso pronunciado por Ratzinger en 1990 y la fuente? En internet solo encuentro versiones recortadas. Muchas gracias!
ResponderEliminarCecilia
Hola Gabriel! Podrías publicar el texto completo del discurso pronunciado por Ratzinger en 1990 y la fuente? En internet solo encuentro versiones recortadas. Muchas gracias!
ResponderEliminarCecilia
http://es.catholic.net/biblioteca/libro.phtml?consecutivo=426&capitulo=5384
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