martes, 27 de julio de 2021

SOBRE EL DESPRECIO Y LA PERSECUCIÓN A LOS NO VACUNADOS

 TEXTO DE JUAN MANUEL DE PRADA

"... Debemos recordar, una vez más, aquella grandiosa reflexión que lanzaba el personaje interpretado por Rutger Hauer en ‘Blade Runner’: «Es toda una experiencia vivir con miedo, ¿verdad? En eso consiste ser un esclavo». Y para convertir a los pueblos en masas temblonas y esclavizadas los manipuladores sociales siempre han recurrido a la creación de un enemigo interno, al que se demoniza, para que el miedo de los esclavos, transmutado en furor paranoico, pueda ser excitado contra víctimas inocentes. Así se han desatado todas las ‘cazas de brujas’ en los más variados crepúsculos de la Historia. Esta misma técnica se está empleando en la actualidad con los llamados ‘negacionistas de las vacunas’, categoría difusa en la que se engloba a cualquier persona que albergue dudas razonables ante las terapias génicas experimentales que se están inoculando masivamente a la población. Y a medida que los fallos de estas terapias se hacen más evidentes y clamorosos, más histéricos y groseros son los miedos que se instilan entre los esclavos. Ya se ha comprobado sobradamente que las personas sometidas a estas terapias no quedan ‘inmunizadas’ (sin embargo, la prensa sistémica repite con desesperación monomaníaca dicho término); ya se ha comprobado que contraen el coronavirus incluso varias veces (como acaba de ocurrirle a Jon Rahm); ya se ha comprobado que pueden contagiar a otras personas sanas. También se ha probado que algunas de estas personas sometidas a terapias génicas experimentales enferman de forma virulenta, o sufren desarreglos orgánicos graves que pueden conducirles, incluso, a la muerte. Ninguna persona que no estuviese completamente invadida por el miedo y reducida a la esclavitud aceptaría que tales evidencias fuesen negadas o maquilladas. Y mucho menos aceptaría que se señalase como enemigos a las personas que no han querido inocularse, a las que en todo caso se trataría de persuadir. Si se exacerba el miedo (y el odio) contra las personas que no se inoculan estas terapias génicas es porque se quiere nublar la razón de los esclavos, porque se quiere dirigir su miedo, convenientemente transmutado en furia, contra personas que son pruebas vivientes de que se les está engañando. Se trata de la vieja estrategia diabólica (del griego ‘dia-balein’, separar y dividir), consistente en encizañar a unas personas contra otras mediante la acusación calumniosa. Y, mientras se fomenta y azuza el miedo transmutado en furia, se silencia el debate necesario sobre la naturaleza y eficacia de las terapias génicas experimentales y se estigmatiza a los pocos médicos que se atreven a discutirlas. Pero los manipuladores sociales saben bien cuán fácil es que los esclavos invadidos por el miedo acepten lo que en preceptiva literaria denominamos ‘suspensión de la incredulidad’. No se me escapa que al denunciar los miedos tragacionistas se me condenará al desprestigio y al silencio más pronto que tarde. Pero un escritor digno de tal nombre debe responder ante su conciencia."

domingo, 25 de julio de 2021

LA IGLESIA NO ES EL SUSTITUTO DE NUESTRA IGNORANCIA (*)

 Una nota al pie de un artículo anterior, decía lo siguiente: “…El Compendio dice, en su nro. 64: “….Lo sobrenatural no debe ser concebido como una entidad o un espacio que comienza donde termina lo natural, sino como la elevación de éste, de tal manera que nada del orden de la creación y de lo humano es extraño o queda excluido del orden sobrenatural y teologal de la fe y de la gracia, sino más bien es en él reconocido, asumido y elevado”. Por supuesto que es así. Nada que objetar, la gracia supone la naturaleza, esto es, la cura, la redime. Pero los teólogos que redactaron esa frase deben explicar entonces qué es lo contingente u opinable en relación al depositum fidei, y deben explicar cómo se entiende la sana laicidad del estado afirmada explícitamente desde Pío XII en adelante y por el Vaticano II en el tema de la autonomía relativa de lo temporal. Deben explicarlo, (y sobre todo en el contexto en el que la afirman) o de lo contrario caen en un integrismo contradictorio con el mismo Vaticano II que proclaman”. 

Voy a intentar una respuesta, no como teólogo, pero sí como creyente y filósofo partidario del pensamiento de Santo Tomás de Aquino. 

Todo el cristianismo está atravesado por la distinción entre lo natural y lo sobrenatural. No es un debate de autores (aunque puede ser una cuestión de términos), porque la distinción depende de la misma noción de Dios creador y de lo que Dios puede hacer sobre pero no contra el orden creado. Dios crea, y lo creado se identifica con el orden natural, que tiene sus propias naturalezas, esencias y finalidades, y, por ende, sus ámbitos propios de acción. Esa es la relativa autonomía de lo creado según Santo Tomás: lo creado depende de Dios en cuanto a la creación, conservación, concurso y providencia , pero esa dependencia de la causa 2da. en la Causa Primera no quiere decir que la causa segunda sea un títere. No, actúa desde sí misma: sus tendencias, potencias y movimientos dependen coherentemente de su naturaleza. Ese es el orden natural.

 En cambio el “milagro” es, en Santo Tomás, que Dios pueda actuar sobre la causa segunda independientemente de su orden natural. El milagro es sobre la naturaleza, pero no contra la naturaleza.

 Ello es precisamente lo sobrenatural. En el orden de la salvación, toda la salvación del pecado depende de la libérrima Gracia de Dios, fruto de su Misericordia. La Gracia posterior a la redención inunda, verdaderamente, toda la vida humana porque esa Gracia, gratuitamente donada por Dios, cura de raíz a la naturaleza humana, por eso la supone y eleva. Pero la gracia no surge de la naturaleza humana, viene de Dios, y viene de Dios a través de sacramentos (de modo ordinario) que superan, sin contradecirlo, al orden natural humano. Cada sacramento es un milagro: es algo sobre pero no contra la naturaleza humana, son regalos de Dios que penetran la naturaleza humana, la curan, la redimen (aunque no borran las consecuencias del pecado original), y precisamente por todo ello nada de la naturaleza humana es causa de la Gracia: porque nada finito como el ser humano puede llegar por sus solas fuerzas a la participación en infinito de Dios como inhabitación trinitaria en el corazón del hombre. 

A la Gracia corresponde, por ende, todo lo sacro, la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo y las tres virtudes sobrenaturales. Pero todo ello, al asumir la naturaleza humana, implica también las cuatro virtudes naturales, entre ellas la justicia, y por ende un corazón redimido busca la justicia en todos los ámbitos. Ahora bien, ese corazón redimido no ha vuelto al estado de nuestros primeros padres, que gozaban del don preternatural de ciencia. La Revelación de Dios, el plan de salvación, el anuncio de la buena noticia consumada en Cristo, alcanza aquellas cosas necesarias para la salvación, pero no todo lo que corresponda además al orden natural. Dios ha creado un orden natural, tanto en lo físico como en lo social, pero el Plan de Salvación no ha revelado la naturaleza de esos órdenes naturales. Sí, es verdad que los mandamientos tienen consecuencias sociales, pero Dios no ha revelado directamente el régimen político y socio-económico específico que en cada situación histórica sea el mejor. Por ende es verdad que lo sobrenatural no es un espacio después de cuyo límite venga lo natural, porque Dios ha penetrado con su Gracia todo el espacio de la naturaleza humana, pero ello no implica que la naturaleza redimida sea igual a la naturaleza humana elevada previa al pecado original. Las consecuencias del pecado original se mantienen, hemos perdido el don de ciencia y por ende, en todo aquello que no es necesario para la salvación, necesitaremos hasta el fin de los tiempos el falible juicio de nuestro intelecto para todo aquello que Dios no ha revelado. Ahora bien, cuando el ser humano, redimido por la Gracia, piensa y actúa en aquello que no es directamente sacro y-o no directamente revelado, mantiene aún la influencia de la Gracia: porque su corazón redimido busca la justicia y porque intenta llegar, con el hábito de la prudencia, a la verdad. Pero si la historia de la salvación no se identifica con la historia humana , ¿de qué manera eclesial se realiza ello en la historia humana? Con la acción de los laicos en el mundo, que buscan iluminar las estructuras temporales de su tiempo con una mente y un corazón cristianos, sabiendo que, sin embargo, Dios no ha revelado “el” sistema social perfecto y por ende esa acción de fermento de las estructuras temporales no debe comprometer a la jerarquía de la Iglesia, la cual debe abstenerse de intervenir directamente en esas decisiones laicales, de igual modo que el laico debe abstenerse de pretender consagrar el pan y el vino como si tuviera propiamente sacerdocio ministerial.

 Siglos y siglos de clericalismo han hecho que, sin embargo, jerarquía y laicos actuaran en un círculo vicioso integrista, como si hubiera un único sistema político y económico cristiano que tuviera que ser directamente dictado por la jerarquía y demandado por los laicos. El párrafo que ha dado origen a estas reflexiones, dado en un contexto de cuestiones muy opinables, muestra que ese integrismo, sea del color que fuere, no se ha terminado en la praxis y en el discurso de los católicos (a pesar de que la Iglesia, a partir del Vaticano II, habla permanentemente de sana laicidad del estado y legítima autonomía de lo temporal en un contexto de libertad religiosa). El problema actual de la Iglesia no consiste tanto en que un mundo laicista, no laico, no entienda esos valores. El problema consiste en que los católicos, jerarquía o laicos, los entiendan. A ojos de los no creyentes, la Iglesia aparece como un estado más, el estado del Vaticano. A ojos de los creyentes, también. ESE es el problema.

---------------------

(*) Artículo publicado en el Instituto Acton en Noviembre de 2011. 

domingo, 18 de julio de 2021

CUBA: HOY, COMO EN EL 2007, COMO SIEMPRE: MENTIRA Y CRUELDAD.

MENTIRA Y CRUELDAD (*)

Toda mi vida he sido un defensor del diálogo y lo sigo siendo. Es más, es uno de mis temas filosóficos de investigación. El diálogo es uno de los logros morales más altos y más nobles. Implica muchas cosas. El abandono, no sólo de la fuerza física, sino también de la lingüística. Estar dispuesto a escuchar los argumentos del otro. Considerar la posibilidad de que uno esté equivocado, aunque sea metódicamente. Comprender al otro: escucharlo desde su perspectiva, su mundo, su horizonte. Entender no sólo lo que dice, sino por qué lo dice. Estar abierto a la crítica. Todo ello es diálogo. Gran parte de la filosofía contemporánea ha colaborado, bajo perspectivas diversas, en este noble ideal. Buber, Levinas, Popper, Gadamer, Habermas. Todos ellos filósofos muy diferentes, pero con una evidente vocación por eliminar del lenguaje –y por ende de la vida- todo rastro de violencia. Y, en todos ellos vive, aunque no lo sepan, el cristianismo, porque el diálogo comienza por la escucha, y la escucha al otro comienza por un acto de misericordia. 

Pero el diálogo supone que la otra parte también dialoga. Como la amistad aristotélica, es una relación recíproca. Uno debe siempre comenzar la actitud de diálogo, pero cuando no hay actitud similar, no cabe el ataque o el insulto, pero sí una prudente retirada. Por caridad, nada más que por caridad. Pero hay ocasiones donde la mentira, la más cruel mentira sobre los más despiadados asesinatos, llega a nosotros, como flechas que no esperábamos en el descampado de nuestra existencia. Reservemos a Dios el juicio último sobre la conciencia de quienes mienten así, pero, lo que queremos decir, es que en esos casos, hay algo que no es diálogo, pero que está plenamente justificado, y a veces es un deber. Me refiero, sencillamente, a la denuncia. 

En ese sentido, la Cuba de Castro y sus secuaces –estoy utilizando las palabras exactas- constituyen, junto con sus partidarios y los silencios cobardes de gobiernos “diplomáticos”, una de las vergüenzas más terribles de toda la historia del s. XX y XXI. Hay muchas vergüenzas más, si, pero al menos fueron denunciadas, y si no, quien escribe no ha callado las vergüenzas de los llamados líderes de Occidente. En este caso, insisto, la denuncia es lo menos que puede hacer quienquiera no haya sido víctima de la propaganda mentirosa de esa banda de delincuentes asesinos. Han fusilado por doquier, sin misericordia, y lo siguen haciendo, a todos aquellos que osaban siquiera pensar diferente. Han sumergido en cárceles inhumanas, y de por vida, a todos aquellos que se interpongan en sus tropelías. Y tienen la osadía, el atrevimiento, de presentarse ante el mundo como líderes democráticos y protectores de los derechos humanos. Estos asesinos pueden andar por el mundo sin recibir ninguna orden de arresto, por parte de jueces que en otros casos no dudarían en absoluto. Y lo peor: son elogiados por gobernantes e intelectuales, cómplices de ese modo uno de los operativos propagandísticos más hipócritas y eficaces de toda la vergonzosa historia de este siglo de totalitarismos y autoritarismos. Dios sabe qué tienen en la cabeza quienes así proceden: si indolencia, cobardía, simple estupidez, ceguera ideológica o la simple desaprensión ante los gritos y llantos silentes de incontables fusilados, torturados, encarcelados o muertos en sus intentos de escapar del infierno. ¡Vergüenza para las naciones occidentales, que cierran sus fronteras a estos refugiados, con EE.UU. a la cabeza! Y los demás, que cierren sus “diplomacias” y les digan, en los foros internacionales, a Raúl Castro, a sus seguidores y a Fidel, vivo o embalsamado, lo que se merecen escuchar: asesinos, delincuentes, no tienen derecho a integrar el concierto de las naciones, son sólo una banda de fanáticos criminales.

 Pero no, no se atreverán. La denuncia profética necesita un fuego que no abunda: la piedad por el perseguido, la rebeldía ante semejante injusticia, y saber correr los riesgos de negarle al delincuente su supuesto derecho a continuar con su injusticia. Que Dios se apiade de las almas de los asesinos, y que se apiade, también, de las almas y los cuerpos de los refugiados, torturados, encarcelados y exiliados, a cuya mirada y existencia van dedicadas estas líneas. 

----------------------------------------------------------------------------

* Publicado en LiberPress- Buenos Aires- 16 de Febrero de 2007. Fuente: http://gzanotti.blogspot.com/2010/02/mentira-y-crueldad.html

domingo, 11 de julio de 2021

LA PREGUNTA QUE HAY QUE HACERSE: ¿ES POSIBLE EL LIBERALISMO?

 Hace poco Tom Woods subió a su sitio (https://mailchi.mp/tomwoods/zuby?e=42e9250a68 ) las siguientes características de la naturaleza humana que han salido a relucir con la covid-histeria. 

Comienza de este modo: 


"...........We learned a lot about our fellow man over the course of the virus panic, much of it unflattering.


The UK-based rapper known as Zuby recently listed 20 of them on Twitter, and his list went viral.

I thought you'd enjoy it:"

Y sigue:

1. Most people would rather be in the majority, than be right.

2. At least 20% of the population has strong authoritarian tendencies, which will emerge under the right conditions.

3. Fear of death is only rivaled by the fear of social disapproval. The latter could be stronger.

4. Propaganda is just as effective in the modern day as it was 100 years ago. Access to limitless information has not made the average person any wiser.

5. Anything and everything can and will be politicized by the media, government, and those who trust them.

6. Many politicians and large corporations will gladly sacrifice human lives if it is conducive to their political and financial aspirations.

7. Most people believe the government acts in the best interests of the people. Even many who are vocal critics of the government.

8. Once they have made up their mind, most people would rather to commit to being wrong, than admit they were wrong.

9. Humans can be trained and conditioned quickly and relatively easily to significantly alter their behaviors -- for better or worse.

10. When sufficiently frightened, most people will not only accept authoritarianism, but demand it.

11. People who are dismissed as "conspiracy theorists" are often well researched and simply ahead of the mainstream narrative.

12. Most people value safety and security more than freedom and liberty, even if said "safety" is merely an illusion.

13. Hedonic adaptation occurs in both directions, and once inertia sets in, it is difficult to get people back to "normal."

14. A significant % of people thoroughly enjoy being subjugated.

15. "The Science" has evolved into a secular pseudo-religion for millions of people in the West. This religion has little to do with science itself.

16. Most people care more about looking like they are doing the right thing, rather than actually doing the right thing.

17. Politics, the media, science, and the healthcare industries are all corrupt, to varying degrees. Scientists and doctors can be bought as easily as politicians.

18. If you make people comfortable enough, they will not revolt. You can keep millions docile as you strip their rights, by giving them money, food, and entertainment.

19. Modern people are overly complacent and lack vigilance when it comes to defending their own freedoms from government overreach.

20. It's easier to fool a person than to convince them that they have been fooled.

OKOK. Pero entonces, podemos seguir defendiendo al liberalismo, sí, pero sólo como un enunciado de valores destinado al fracaso, no por su implementación, sino por su imposibilidad de implementarse..................

Sé que podría haber respuestas a esto, pero hay que plantearse la pregunta.................





REFLEXIONES SOBRE NUEVOS ENOJOS CATÓLICOS CONTRA EL LIBERALISMO.

 




Últimamente he presenciado una nueva arremetida de católicos conservadores contra el liberalismo (ellos así dicen: inútil es pedirles que distingan). Sus autores son en general personas jóvenes muy preocupadas por el “avance” de las ideas de la Escuela Austríaca de Economía, de la cual algo han estado leyendo.

Una primera objeción es el tema moral. Creen que en materia de precios, salarios, tasas de interés, la EA niega la dimensión moral. Comprendo que así lean la distinción entre ciencia y valores hecha por Max Weber, que tanto ha influido en autores como Mises[1]. Pero no es así. Lo que fundamentalmente han hecho pensadores como Menger, Mises y Hayek es señalar que la dimensión propia (objeto formal propio, si quieren) de las ciencias sociales es el orden espontáneo, o sea las consecuencias no intentadas de las interacciones humanas en el orden social. Esa dimensión no niega el orden moral. Claro que hay una ética de precios y demás señales de escasez relativa de los bienes y servicios. Pero lo que atañe a la economía es señalar ese orden espontáneo. Por ejemplo, cuando el gobierno fija un precio, hay faltante. Es una consecuencia no intentada, y desconocida, en general, por los que fijan precios.

El ejemplo es tan remanido como importante. Claro que aprovecharse del otro en condiciones de necesidad está mal, por más que el intercambio sea voluntario en sentido contractual. Pero de ello NO se desprende que el gobierno deba fijar precios y-o que esto último funcione. Fijar precios, sabiendo que la consecuencia intentada será un faltante generalizado, es tan ineficiente como inmoral. Lo demás es cuestión de distinguir entre la ley natural y la ley humana, como hace Santo Tomás en la I-II Q. 96 de la ST. Vengo haciendo esa cita desde 1985 y eso los enfurece particularmente. Todos me citan a la Q. 91 y la función educativa de la ley. Obvio. Una cosa no quita la otra. Lo que ocurre es que esa distinción de Santo Tomás lleva al fundamento del derecho a la intimidad personal, cosa que también los enfurece particularmente.

Lo interesante es que el desarrollo sostenido del mercado libre lleva a instituciones donde los precios, salarios, tasas de interés y etc. alcanzan lo que los escolásticos llamaron communis aestimatio y por ende son intercambios que no implican relaciones personales donde incidan sentimientos diversos. Ya no estamos en el s. XII donde los que pedían dinero se enfrentaban a usureros. Sencillamente pides un crédito a un banco donde la tasa de interés refleja el ahorro existente (aunque tampoco eso los calma: siguen pidiendo políticas keynesianas como si éstas se desprendieran deductivamente del Evangelio). Ahora bien, en naciones subdesarrolladas como las latinoamericanas, precisamente por la falta de mercado libre, la posibilidad de tener que intercambiar en situaciones de necesidad extrema es mayor, y al revés, a mayor desarrollo del mercado, esa posibilidad es menor. Pero ellos, bregando todos los segundos de su vida contra el mercado libre, colaboran con el primer caso, con lo cual la posibilidad de situaciones como las que ellos denuncian aumenta, y ellos vuelven a culpar al mercado libre y así por los siglos de los siglos.

Otros están muy enojados también por el tema de los fundamentos escolásticos de la economía de mercado. Lo que hacen es muy sencillo: muestran que los escolásticos “sabían de moral”, “habían leído a Santo Tomás” y por ende no tienen nada que ver con los malos, feos y sucios proto-austríacos que vinieron después. Más allá de lo históricamente dudoso que ello sea, de vuelta, una cosa no tiene que ver con la otra. La cuestión es que los escolásticos fueron los primeros, que se sepa, que analizaron las famosas consecuencias no intentadas que tanto les molestan. Que no fueron Mises, obvio. Claro, ¿tampoco habría sido un defecto que hubieran sabido tanta economía como Mises no? Oh no, vade retro Satanás.

Otros han vuelto a insistir en que “el liberalismo es pecado”, citando el famoso librito. Y lo más curioso es que lo hacen como si estuvieran en 1864, y eso tampoco los excusaría, porque 1776 y 1787 ha habían acontecido. Pero nada. Hablan como si todo el Magisterio de Pío XII, Juan XXIII, Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre las instituciones republicanas no hubiera existido. ¿Será que son lefebvrianos? Creo que sí. ¿Pero por qué no lo dicen, entonces? ¿O será que no tienen idea de la carta de Pío IX felicitando a Mons. Dupanloup, de 1865, o de las aclaraciones de Pío X sobre el término “liberalismo”? ¿Lo saben o no lo saben? Si lo saben, ¿por qué lo callan?

Otros insisten en el tratamiento que Santo Tomás hace de los precios. Como si ello fuera Dogma de Fe. Siempre lo dije, para enojo de estos católicos y de los randianos: si quieres saber sobre Dios, lee a Santo Tomás, si quieres saber sobre los precios, lee a Mises, y no al revés (muchos hacen al revés). Si, claro que Santo Tomás se preguntó si es lícito vender algo por más de lo que vale. En esa pregunta ya estaba implícito que no manejaba teoría subjetiva del valor, condicionado por las circunstancias de la época y por la errónea teoría de la reciprocidad de cambios de Aristóteles. ¿Y por qué un católico tiene que estar de acuerdo con Santo Tomás o con Aristóteles en esos temas? ¿Quién ha elevado esas cuestiones a dogmas de Fe? (Ellos, claro). ¿Por qué un católico no puede estar de acuerdo con la teoría subjetiva del valor? Oh, porque el valor moral no es subjetivo. ¿Y de dónde sacaron que la teoría del valor en el mercado es una teoría moral? Sólo dice que un bien y servicio en el mercado tiene precio cero si su demanda es cero. Oh, pero es que debería haber demanda para “las cosas buenas” y “no para las cosas malas”. Otra vez, chicos, que sus libros y los míos no valgan casi nada en el mercado es una consecuencia no intentada de las valoraciones de la demanda. ¿Y qué pretenden, que las personas demanden “cosas buenas” por la coacción del gobierno? Ah, es que la función educativa de la ley…. Ok ya entendí. Perdón.

Y por último, noto en algunos de ellos una cierta desesperación por “refutar a Zanotti”. Muy honrado. Pero para eso hay que leerme. Yo tengo amigos íntimos que no me han leído. A nadie demando que me lea. Hay cosas más importantes que hacer. Pero SI quieres refutar a Zanotti, entonces, tarea para el hogar: Economía de Mercado y Doctrina Social de la Iglesia (Ed. de Belgrano, Buenos Aires, 1985); El humanismo del futuro (Ed. de Belgrano, Buenos Aires, 1989). Segunda edición, Ediciones Cooperativas, Buenos Aires, 2007; En castellano: El método de la economía política, Ediciones Cooperativas, Buenos Aires, 2004; Fundamentos filosóficos y epistemológicos de la praxeología, Unsta, Tucumán, 2004; Antropología cristiana y economía de mercado, Unión Editorial, Madrid, 2011; Crisis de la razón y crisis de la democracia. Editorial Episteme, Guatemala, 2014; Comentario a la Suma Contra Gentiles, Intituto Acton, Buenos Aires, 2015; Judeocristianismo, Civilización Occidental y Libertad, Instituto Acton, Buenos Aires, 2018; Igualdad, libertad, intimidad, Ediciones Cooperativas/Instituto Acton, Buenos Aires, 2010;  “La Democracia en la Doctrina Social de la Iglesia”, en El Derecho, 5 de agosto de 1982; “En defensa de la dignidad humana y el Concilio Vaticano II”, en El Derecho, 27 de enero de 1984; “Liberalismo y religión católica, apostólica, romana”, en Cristianismo y Libertad, varios autores; Fundación para el avance en la educación, Buenos Aires, 1984; “La filosofía cristiana y el pensamiento de Ludwig von Mises”, en Libertas, Eseade, Nro. 5, 1986; “Reflexiones sobre la encíclica `Sollicitudo Rei Socialis’”, en El Derecho, 20 de septiembre de 1988; “Reflexiones sobre la encíclica “Libertas” de Leon XIII”, en El Derecho, 11 de octubre de 1988; “La temporalización de la Fe”, en el libro Cristianismo, Sociedad Libre y Opción por los pobres, Centro de Estudios Públicos, Santiago de Chile, 1988. “Modernidad e Iluminismo”, Libertas, Nro. 11, 1989; “Reflexiones sobre cuestiones obvias”, en El Derecho, del 29/1/93;  “Economy and Culture in the Thought of John Paul II”, en Logos, A Journal of Catholic Thought and Culture; 1:2 1997;  “Hacia una fenomenologia de las ciencias sociales”, en la rev. Derecho y Opinion, Universidad de Cordoba, Espana, 1997, Nro. 5, pp. 611-622. Reimpreso en Sensus Communis, (2001), vol. 2, nro. 4, pp.419-435; “La ética católica y el capitalismo”, en Capitalismo y cultura cristiana, VVAA, Eunsa, Navarra, 1999;  “La ciencia como orden espontáneo”, en Libertas (30), 1999, pp. 231-263. Reproducido en Facetas liberales, Ensayos en Honor de Manuel Ayau, UFM, 2011; “La ley natural, la cooperación social y el orden espontáneo”, en Revista de la Facultad de Derecho, Universidad Francisco Marroquìn (2001), nro. 19, pp. 117-122; “The Finn-Gronbacher Debate”, en The Journal of Markets and Morality (2001), Vol. 4, Number 2, pp. 194-198; “Intersubjetivity, Subjetivism, Social Sciences, and the Austrian School of Economics”, en Markets & Morality (2007), vol. 10, number 1, 115-141; “Dignidad humana y derechos de la persona: ¿Cristianismo católico o Kant? A propósito de un debate en “Markets and Morality”; en Studium (2007), Tomo X, Fasc. XX; “Nuevo examen del iusnaturalismo: hacia un replanteo del debate”, en RIIM (48), 2008, pp. 10-16; “La filosofía política de Ludwig von Mises”, en Procesos de Mercado, Vol. VII, Nro. 2, Otoño 2010; “Ley natural, Cristianismo y razón pública”, separata del Instituto Acton Argentina, Buenos Aires, 2012, pp. 7-72; “Jacques Maritain: su pensamiento político y su relevancia actual”, en RIIM (2012), Nro. 57, pp. 115-139; “El principio de subsidiariedad ante el avance de las nuevas ideologías autoritarias”, junto con Jorge Jaraquemada, en el libro Subsidiariedad en Chile, Instituto Res Pública y Fundación Jaime Guzmán, Santiago de Chile, 2016; “La laboriosidad como virtud esencialmente judeo-cristiana”, en Fe y libertad, Vol. 1, Nro. 1, Enero de 2018; “Mises: síntesis, evaluación de su pensamiento y su importancia para el mundo actual”. Fothcoming in J. H. Cole (ed.): A Companion to Ludwig von Mises, Guatemala, Universidad Francisco Marroquín, 2019; “Comentario al famoso y olvidado discurso de Benedicto XVI en Ratisbona”, en Liber Amicorum en homenaje a Armando de La Torre, UFM/Instituto Fe y Libertad, Guatemala Ciudad, 2019, pp. 35-54; “La laicidad como un despliegue evolutivo del Cristianismo Católico”, en Fe y libertad, vo. 2, Nro. 1, enero-jumio 2019, pp. 131-144; Zanotti, G., y Estrada, J.: “La Escolástica Española”, en Revista Fe y Libertad, Vol. 3,Número 1 y 2 (Enero-Diciembre 2020) (Editado en Abril de 2021).

Vamos, chicos (y esto incluye a curitas jóvenes youtuberescos): ya son muchos años. Si quieren refutar a Zanotti, lean. El único que lo hizo fue Fernando Romero Moreno, después de lo cual, más que debate, hubo amistad, comprensión mutua y síntesis mutua. Los demás, watch and learn.

 

 

 



[1] “La filosofía política de Ludwig von Mises”, en Procesos de Mercado, Vol. VII, Nro. 2, Otoño 2010.

domingo, 4 de julio de 2021

Independence Now And Independence Forever, by Chuck Baldwin.

 https://chuckbaldwinlive.com/Articles/tabid/109/ID/4151/Independence-Now-And-Independence-Forever.aspx 

------------------------------

"...1. That man is created equal under God, and as such, human life is a sacred gift of God.

2. That the Natural rights of the individual are inalienable and superior to the will of the state.

3. That government exists to protect the Natural rights and liberties of man, not to provide man with public benefits and favors.

4. That a man is innocent until proven guilty, that he has the Natural right to a trial by jury and the right to a defense attorney.

5. That people have a Natural right to choose their own form of government.

6. That individuals have a Natural right and duty to bear arms for their own protection.

7. That the power and reach of the central government needs to be limited, being held in check by independent sovereign states and a well regulated and fully equipped militia.

8. That religious liberty is the core of America’s freedoms.

9. That the people have a Natural right and duty to alter or abolish any government that has become tyrannical.

10. That America would always be a constitutional republic.

11. That only sound money would be used as legal tender so as to keep the federal government from amassing excessive debt.

12. That America would always promote and protect a free market economy with limited governmental interference.

13. That a man’s home is his castle and his personal property can never be seized except by arduous due process.

14. That a free society depends upon the acceptance and application of God’s Natural Laws relating to the pursuit of happiness and peace, upon governmental adherence to the Law of Nations and upon upholding our Creator’s foundational moral code relating to human behavior.

15. That liberty depends upon the unfettered exercise of the Christian faith, including strong, uninhibited preaching from America’s pulpits."